martes, 6 de marzo de 2007

AVA ADORE


Hacía mucho frío al salir de la escuela, casi tanto como dentro. Llevo mi pijama negro desde hace casi una hora. Y una manta a lo supergirl. Tarde maruja dicho desde mi más sincera admiración por la palabra, en su sentido positivo de tiempo libre para no hacer nada más que simular que muevo la escoba y el mocho mientras pienso en mis cosillas.

Banda Sonora de la tarde: Ava Adore. De Smashing Pumpkins. Música con casi diez años de presencia ausencia en mi vida. De vez en cuando me da por ahí. Es ideal para estas tardes sepia porque tiene un poco de todo. La que da título al CD es rabiosa y me permite tararear desde las entrañas sin ningún sentido en el fondo porque no entiendo bien la letra (que además es una paranoia). To Sehila, Shame, Blank page...

10 años es mucho. Desde mi punto de vista pipiolillo me supone toda la vida. La real. La consciente. En 1998, con casi veinte añitos, si la memoria no me hace una mala jugada, me pasaba las mañanas en la UB (que de poco me sirvió, bien es cierto), o jugando a un dos tres pica pared (ese rollo infantil todavía se apodera de mí de vez en cuando), o dándole al taco del billar con Carles, Cris, el Muro, Sergio..., o leyendo como una posesa noches enteras de insomnio literario, o escribiendo poesías absurdas, o trabajando en la Corte Inglesa por temporadas (la sección perfumería que me dejaba colocada o/y era muy freak) ... Los primeros roces, las calabazas más sonadas, los placeres recién descubiertos. Para mí ese año fue ese punto de dar el estirón, de hormonas revolucionadas y choque entre realidad-ficción, el de matar al padre definitivamente y liarme la manta a la cabeza, el de abandonar mis ropas grunges y empezar a aceptarme como cuerpo (lo de los escotes, Gaz, vino mucho más tarde como recordarás si te paras un momento antes de ponerme de vuelta y media)...

Por cierto que la Gaz ya estaba por entonces pululando en estos mundos y era la culpable de que mi madre me abroncara cada vez que sacaba al perro, me la encontraba y subía tres horas más tarde. La verdad, ahora que lo pienso, estaban casi casi los de ahora. Qué lujo.

Del marujeo se me ha pegado la curiosidad de saber cómo recuerdan otros ese año... ¿alguna ayuda? (También en privado, claro)

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí me conociste mucho más tarde, pero entonces la música era la misma en todas partes. Las ropas también eran similares (de hecho, aún guardo viejas joyas que me encanta ponerme en días color sepia, como tu dices). Entonces no lucía moños, sino churros hasta la cintura, 10kg más de hermosura, piel más pálida si cabe y andaba enamorada (algo que nunca más se repitió). Andábamos buscando nuestro sitio, de eso poco hemos cambiado. Malgastábamos el tiempo a gusto con la gente que queríamos, también había perros de por medio, y porros! y menos despedidas que las de ahora, pero los mismos paseos por las playas, las mismas olas y arena más fina. Entonces queríamos marcharnos y ahora dudamos si volver. Entonces... entonces era igual en todas partes, sólo que Billy Corgan tenía pelo y la luna era más grande