domingo, 16 de diciembre de 2012

LA VIDA SIMPLE



Entre semana me levantaría tarde, rozando el mediodía. En la cocina habría preparada, y misteriosamente caliente, una cafetera con el contenido suficiente para llenar dos tazas en un intervalo de una hora. La primera me la tomaría de camino al baño, en lo que tarda en salir agua calentita. La segunda estaría esperándome en el dormitorio, en la mesa, al lado de un par de mandarinas de ésas que se pelan fácil y no tienen huesos.

Dejaría las toallas secándose en el tendedero y disfrutaría del sol en mi piel con los ojos cerrados y alguna canción de fondo, tarareando sin preocupación, con el pelo mojado y el olor de la fruta, el de la espuma y el de la crema de vainilla mezclados. Liam habría hecho la cama, ordenado los cojines del sofá y amontonado los libros y mis papelajos ya y aparecería quitándose las legañas y la pasta de dientes de la comisura de los labios, con una sonrisa medio torpe y los ojos todavía naciéndole debajo de un montón de pestañas.

Liam me da algunos achuchones, varios besos en los ojos y otros tantos en la boca todas las mañanas antes de que yo me vaya al trabajo. Porque sí. Y porque además huele bien. Podría seguir su rasto. Escribo "Yo me encargo de la cena." en una pequeña pizarra que tenemos en la puerta, debajo de la mirilla, y dibujo un smiley con pelos rizados y a lo loco para que sepa que es mío y no de alguno de los amigos que vinieron anoche a cenar a casa.

Me gusta montar cenas en casa siguiendo el horario europeo. A las ocho llegan los primeros, cargaditos de bolsas y recetas que nos apetece cocinar juntos. Nunca faltan los mejillones porque es ya casi una tradición en esta casa, especialmente si es sábado. Tenemos lavaplatos así que lo de fregar los restos del día anterior no me agobia. Meto en un tupper la ensalada de patatas alemana y las empañadillas chinas que sobraron de ayer. No sé cómo no explotamos todos.


Camino hasta el trabajo y hace un pelín de frío y sol. Estamos en mayo y me parece verano pero todos mis congéneres en este punto del mundo van bastante más abrigados de lo que me parecería adecuado. Paseo pensando en las clases que tendré y en mis estudiantes, maldiciendo un poquito (sólo un poquito) el libro que usamos, mirando escaparates y caras que se cruzan conmigo. Compruebo que si sonrío, los desconocidos y los maniquís me devuelven la sonrisa, medio sorprendidos. Me siento bien. Me siento fuerte. Paro en el bar de cada día. Lily me recibe sonriente y me prepara el café americano para llevar con dos hielos grandes mientras me pregunta qué significa algo que ha leído en el periódico esta mañana.


En la escuela en la que trabajo me reciben cantando. Literalmente. Mis alumnos, adultos, son majos y cariñosos, me abrazan, me cuentan mil historias, empatizamos, lo pasamos  bien y aprendemos más allá de las gramáticas y las palabras. A veces traen comida que ellos mismos han cocinado, otras vídeos y fotos, otras anécdotas y risas. Salgo sudada pero contenta, como después de hacer el Deporte (que decía K. Amat)


Salgo del trabajo y voy a buscar a Ian, que se quedará conmigo esta noche porque mi hermana y mi cuñado tienen planeado un rollo romántico. Mi sobrino se abraza a mi pierna en cuanto me reconoce. Yo lo cojo en brazos y le beso los mofletes colorados poseída por el espíritu de la típica tía que te pellizca los carrillos en versión indolora. Se despide de su madre con lagrimones como puños pero se le pasa en cuanto le prometo que le leeré algún libro al llegar a casa. Vamos al parque cogidos de la mano, cantando lo que le enseñan en su colegio. "¿Tú no les enseñas canciones en tu cole?", me pregunta. "No, les enseño otras cosas." "¿A Liam tampoco?", insiste. "Él me enseña a mí", le digo. Y se parte de risa, porque le encanta Liam y porque le resulta gracioso imaginarme a mí de estudiante, a su tita, a la "Señu".

Preparamos algo de papeo después de acostar a Ian. El teléfono suena un par de veces: Ana M. tiene ganas de metafísica y nos pasamos un buen rato dándole a la sin hueso, descojonándonos. Dos perdidas de Helena. Mañana la llamo y recuperamos temas.  Liam me explica qué tal su día con detalle, emocionado, porque es algo que le gusta y lo disfruta por más que sean horas y horas de trabajo. Me dice que vendrá a yoga la semana que viene, que le hace falta. Podría ser carpintero, abogado, cajero de súper, doctor, científico, camarero, estadista... No importa. Le mola. Se lo pasa bien. Eso sí que importa.


Nos metemos en la cama y ponemos bajito, por ejemplo, Lost, una serie que ya hemos visto varias veces y que sigue flipándonos, frikis como nos sabemos, jugando con los dedos, con la lengua, con los ojos. Liam se queda dormido y yo aprovecho para mirar los mensajitos del Facebook: Ricardo ha descubierto un par de cosas interesantes de visionado online y está muy bien a -15º. Sumin, Djamila, Jacob, Nico/Monique, Charlotte, Maila, Carla, Liane, Neda, Marianna, Carlos, David, Adel, Claudia, Matteo, Nathan, Kim, Paula, Simeng, Baolin, Juanito y algunos más han comentado las fotos que hice el finde pasado en la boletada.

Apago el ordenador y me acuerdo de cuando no lo hacía y me daban las tantas viendo bazofia. Enciendo la luz para coger un libro y Liam se despierta. Voy a comprobar que Ian está bien y vuelvo a la cama donde Liam se acurruca a mi lado dejándome el espacio suficiente para que pueda leer hasta quedarme dormida con una sonrisa. El libro no está nada mal pero tengo que levantarme más que activa mañana así que me concentro en los ronquidos de Liam. Hay gente que ronca bien. Eso es así. Meto la nariz en un omóplato, me hago un 4, escucho y me duermo. Así de simple.



Me despierta Ian tempranito pero es sábado y se lo perdono sin más. Desayunamos los tres, lo meto en la ducha, lo visto y me tumbo en la mecedora. Ahí están, jugando los dos, mirándome de lejos. Tengo en perspectiva un museo, paseos, juegos, historias y clases de "Cómo ser bonito" en diez pasos. Esto último, para mí. Tengo buenos profes.



De mi "Simple life" idílica a la real hay nada y menos. Ahí lo dejo. Estiro los dedos por encima de mi cabeza y ya lo estoy rozando. Alé. Nos vemos, colegas.






martes, 27 de noviembre de 2012

IAN y los hermanos de alma



Ian, ya tengo un año más.

Cuando yo era pequeña me encantaban los cumpleaños. Le comía la cabeza a tu abuela -pobre- con una lista interminable de regalos, le pedía que me hiciera juegos para encontrarlos y ella se lo curraba un montón escondiéndolos y atándoles hilos con tarjetitas y acertijos. Es verdad que a veces me puteaba, como el año que me regaló la bici vieja pero limpia sólo para descojonarse en mi cara, o como cuando ponía unos pendientes en una caja gigante y había que rebuscar entre papeles, bolsas, globos y golosinas.

Cuando era muy muy pequeña mi cumpleaños coincidía con el Día del Profesor y entonces no había clase y tenía que repartir los sugus al día siguiente. Todos, los 32 niños de mi clase, me felicitaban al encontrarse con los caramelos en la mesa. Educados, eran. Algunos, los más sádicos y los más cabrones, se emperraban en tirarme de las orejas (tantos tirones como años en cada lóbulo) hasta que me hervía la cabeza entera. Pero me molaba. Luego, un pelín más mayor, se puso de moda lo de hacer bolsitas con golosinas variadas para regalar a tus compañeros así que tu abuela y yo nos pasábamos un par de tardes antes del cumple rellenando bolsitas, metiendo las chuches, poniéndoles el lacito, atándoles tarjetitas, escribiendo los nombres...

No sé cuándo dejó de gustarme el día de mi cumpleaños, porque es el día y no cumplir años lo que me encabrita. Supongo que nunca he llevado bien lo de ser el centro de atención por mi timidez, más el agobio de afrontar un día en el que la gente es especialmente amable y te quiere demostrar cariño pese a lo rancia y seca que me saben... y a todo eso hay que sumarle el estar enferma cada año por estas fechas (somatizar, que se llama) y el tener X "carencias" que me parecían infinitamente más poderosas que todo lo que sumaba en el otro plato de la balanza.

A mis 33 he amanecido positiva. Me fui a dormir arropada por los primeros buenos deseos y, al despertarme, todavía había más mensajes bonitos para mí. Aún así debo confesar que lo que ha marcado la diferencia este año no han sido los sms ni las llamadas ni el FB... no, no... Este año es diferente, Ian, porque hace unos meses encontré a mi hermano de alma. ¿Qué se ha fumado mi tita? te preguntarás. Pues nada de nada, yo soy un poco así a veces. Un poco flipá, sí, pero eso no significa que esté equivocada, lo mismo que al paranoide con manía persecutoria lo pueden seguir también.

Se llama Arturo. Nacimos el 27 de noviembre del mismo año y ochomesinos ambos... Tócate los.. el tema, ¡Tócate el tema! ;-P Qué coincidencia, ¿no? Soy la hermana mayor por 4 horas. Desde que sé de la casualidad confío ciegamente en él. Rascando un poquito hemos descubierto todavía más puntos comunes y de ahí que este cumple haya sido muchísimo menos agobiante. A los dos nos daba repeluco lo de tener a peña besuqueándonos y cantándonos el puto Cumpleaños feliz de Parchís, lo de recibir/encajar regalos de nuestros compis (y amigos) en la escuela, lo de estirar los labios cada vez que alguien nos felicitara, lo de decir gracias y aceptar cumplidos en cadena, lo de entrar en una habitación sospechando la sorpresa....

Para mí, compartirlo lo ha hecho no sólo más fácil, sino bonito otra vez. He disfrutado de mi cumple como hace años... Yo he comprado golosinas y pastelitos y él se ha currado un pastel riquísimo y un tronco de chocolate que se te iba la pelota. Nos hemos cantando la cancioncita de marras y nos hemos abrazado en hermandad, estoicamente, flipando bastante con llevarlo tan tan sumamente bien que ni nos apetecía salir corriendo de la escuela.

Arturo es mi hermano de alma. Arturo y yo nos hemos vestido hoy casi igualitos, rollo gemelo, jersey azul eléctrico, tejanos oscuros y melenas al viento. Puta telepatía. Que la patenten ya. Estaba pensando ahora mismo que si me dicen que comparto las mismas casualidades con cualquier otro me lo hubiera tomado de una manera más racional. Por poner un ejemplo 3I (imposible, idiota, ilustrativo): +¿Sabes que naciste el mismo día, mes y año que Hitler/Aznar/cualquier político chungo? - Bah, bah, nada, números. 


¿Ya has encontrado algún hermano de alma, Ian? Me parece que un hermano de alma se basa en algunos puntos comunes y mucha fe recíproca. Echa un vistazo.. ¿Y? Cuéntame, sobri, que las cosas especiales hay que compartirlas todavía más que el resto.

Alé, a cascarla que se está acabando el cumple. Voy a colgar ¡tu primer regalo!





martes, 20 de noviembre de 2012

IAN y mis 33



En estos últimos cinco meses y poco, mis días se han medido en gran parte en función de tu estado, tus avances y tu evolución. Has pasado de la talla bebé a una algunos meses por encima de tu edad. Ya sonríes con gorgoritos y gritos incluidos, me has dado los primeros tirones de pelo, te has enfadado conmigo....


Me estoy yendo del tema... A lo que iba, enano... En menos de una semana cumplo 33 años. Qué gore. Joder. Cagonlaputa... El 27 de noviembre... ¡¡¡33!!!... ¿Cápasao? Se me ha ido la olla con lo del mañana, mañana...

No sé si te has dado cuenta -si has leído lo suficiente- pero cada año, todos mis putos cumpleaños, hago una lista (antes o después) de agradecimientos, perdones y deseos. Normalmente hago varios borradores sobre el tema así que puede que este sea el primero de algunos posts cansinos. Mi idea hoy es escribir algo tan corto y conciso como esto:

Gracias a los que habéis estado en mi vida lo suficiente como para sacarme una carcajada o una blasfemia. El aprecio es compartido. Ojalá sigamos queriéndonos y odiándonos tanto tanto tanto que las cuentas salgan, de alguna manera, bien para todos.... (prometo hablarte de lo necesario y maravilloso de tener un enemigo a tu altura). ¿Perdonar? ¿Perdón? ¿Cómo? No sé de qué me hablas... No me acuerdo de casi nada (guiño, guiño, codazo) ;-) Pues eso.

Regalos:  lo que más me gustaría es recibir cartas y dibujos. Lo juro. 33 años, sí. Estoy hecha una pipiola. Y tan feliz. Yo, cumpleañera, llevaré sugus y dulces variados para todos. Acepto tirones de orejas. Sufro con el "Cumpleaños feliz" cantado por personas adultas y conscientes. No me hagáis abochornarme, por favor. Los besos y los abrazos a secas también son bienvenidos.


El tiempo, nene, el tiempo... Ya me entenderás, Ian. A mi edad y sigo en construcción... Joder...
¡¡qué suerte!! A ti, sobrino, te pido que cada año me regales algo que tú hayas creado. Ni un puto euro en comprarme chuminadas, quiero algo tuyo, que salga de tu cabeza, de tu corazón o de donde cojones quieras. Si te entra el pánico escénico que no sea por la calidad de tu regalo, su originalidad o su tupicorlismo... Si hay algo que debes temer en la vida es a tu madre cabreada, como la imagino conmigo ahora mismo al leer las palabrotas que he usado en este puto post... Cabezas rodando, intestinos fuera, cabelleras cortadas, muuucha saaaangre....

Un puto regalo tuyo, cada puto año, toda la puta vida... A ti te puede sonar a castigo pero, a mí, me está molando mogollón la idea. Te jodes, nene, que para eso eres el pez pequeño.

Alé, a cascarla.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Los nombres de fuego



Caras conocidas en sueños y síndrome menstrual, igual a semipesadilla lacrimógena. Es que hay nombres que se te pegan en la cara interna del estómago, justo debajo del pecho, medio colgando de los pulmones y del corazón... y se muestran, se dejan leer, se reivindican, cuando menos te lo esperas, como a contracor, como riéndose en tu puta cara de todo tu esfuerzo. No sé cómo decirlo sin caer en la brusquedad otra vez, acabaré creyéndome que soy del sector rancio que da miedo. Prometo que no tengo intención de asustar a nadie, es que me sale el lado salvaje en cuanto me ponen contra las cuerdas. Y, últimamente, por cuerdas vale casi todo lo que me robe más de un segundo de pensamiento. Quizá ese es el problema nº 1. El nº 2 está en que, incluso analizando a posteriori todo mi proceso neuronal, me veo cerril siguiendo mi impulso inicial, el puto primer latido, con convencimiento. Y así.

Protesto muy fuerte contra mí.

Olvidar está siendo jodido. Leer a Escandar no lo hace más fácil. Tengo más agujetas mentales que de las otras. Me cago en el gerundio. 

- Buenas noches, póngame un nº 1 y un nº 2.
- Están de oferta. ¿Algo de postre?
- No, no, no es cuestión de abusar.

De alguna manera vuelvo a "Cuatro amigos" de David Trueba. Necesito más vacaciones, más risas comunes esparcidas durante días, días, días, días, días y días. No me desagradaría una declaración de intenciones como la que sigue. Las cláusulas se podrían discutir. O no. Probablemente no. No me llames Dolores, llámame Lola.


"Ven conmigo, Bárbara, quería decirle. Yo también convertiré nuestro apartamento en un lugar alejado del mundo, no dejaremos que nadie entre en nuestra vida si tú no quieres, levantaré el parquet para que puedas tener un huerto, aprenderé a pilotar avionetas aunque sea para construirlas de papel. Convertiremos la casa en tu laboratorio de fotos, no conocí a nadie que le sentara tan bien la luz roja. Fabricaré playas para ti con arena sobre los tejados. Bárbara, nos inventaremos la vida cada mañana. Le he perdido el miedo a la felicidad, aprenderé a saludarla por el pasillo sin sentirme mal por no estar mal, como antes sospechaba de los sueños si no eran pesadillas. Súbete a este tren y vuelve al lugar al que perteneces. Los grandes egoístas podemos tener grandes amores. Ven conmigo, Bárbara." Davida Trueba, "Cuatro amigos".


Dejo para otro momento: el tener una maleta "no-preparada" para salir por pies si hiciera falta, el móvil silenciado plantándome cara, las ganas de dormir bien en compañía y varios arrepentimientos nocturnos. Hay vacaciones en las que se cansa uno más de lo que marca el presupuesto.


martes, 25 de septiembre de 2012

IAN y el 25S



El número es por el día y la letra por el mes. Hoy es 25 de septiembre y hay manifestaciones "potentes" en España. Se las engloba a todas como 25S.

Hemos tenido otras similares en estos últimos años. Cada vez parecen más powerfull, más multitudinarias, más populares... Seguramente porque lo son, porque cada vez hay más gente descontenta, porque conforme pasa el tiempo pringamos más y peor, porque la paciencia se agota, porque ya está bien de echarle cuento al tema.

En la última manifestación que se dio en Barcelona (el 11S 2012) hubo tanta gente, que llevan días los políticos charlando sobre la independencia (o no) de Cataluña y lo que representa el millón y medio de personas que tomaron las calles aquel día. Yo no entiendo ni de política ni de nacionalismos. Ni ganas. Malpensada como soy me planteo, eso sí, a quién le favorece que nos tiremos los trastos a la cabeza (los nacidos aquí y los nacidos allí) y qué mierda de cortina de humo es esta cuando siguen siendo minoría los que se benefician y mayoría los que nos jodemos.


Ian, eres ciudadano del mundo. Las fronteras son una puta quimera. No te engañes y no dejes que te engañen. Si fuera por los políticos estaríamos postulando El Prat como país independiente del resto de la metrópolis, no? Los políticos, una panda de malnacidos así en general, nos hablan de país, de estado, de derechos y de mierdas varias para que olvidemos el único puto tema importante: que hay mucha gente que no tiene ni un garbanzo que gastar, que la calidad de vida ha bajado a niveles de "La Transición" (con suerte), que hay gente sin curro, gente que lo pasa mal, gente que vuelve a casa de sus padres después de años de "independencia" familiar pero dependientes de cláusulas bancarias.... Tienen la suerte estos políticos -también es verdad que se lo han currado con sus planes educativos a cada cual más ridículo- de que hay quien se queda en la terminología y ataca a los catalanes -un ejemplo- porque son unos agarrados y unos insolidarios que merecen lo peor.

A mí, honestamente, me la pela bastante si el lugar en el que resido responde al nombre de país, de estado, de barrio o de condado. ¿En qué me afecta la nomenclatura? Creo que en nada. Los políticos, los alcaldes y los presidentes de la comunidad son iguales y pecan de lo mismo. Me parece que es más una competición entre ellos para pillar más parte del pastel que algo que me repercuta a mí en lo más mínimo, aunque seamos yo y mis colegas los que pagamos el gran pato de los cojones. No me fío de ninguno. Han mamado todos de la misma teta y están deseosos de poder, encantados de manejar presupuestos, felices de hacer realidad su dedocracia, arropados por todos sus enchufados.

Cuando yo tenía tu edad, pequeño Ian lector, no tenía ni pajolera idea del franquismo. Me sonaban cosas, había escuchado algunas historias en el cole, salían anécdotas en algunos de los libros que leía... Ya era mayorcita, sí., cuando empecé a entender qué era eso de la democracia. Creo que la culpa la tuvo tu abuela Joaquina que era "adolfista" (fan de Adolfo Suárez) y que decía que este señor había sido cabecilla de "La transición" y había legalizado al partido anarquista y al comunista -por ejemplo-  y que lo dibujaba como a un ídolo del pueblo, una persona inteligente dada a departir y discutir por el bien común.


Mi memoria política es escasa. Diez años a lo máximo. Mi primera manifestación consciente y firme fue en contra de ETA y del secuestro de Miguel Ángel Blanco (que acabó fatal). Después asistí a algunas manis en las que se pedía una reforma en la educación, otras sobre sanidad... y poco más hasta la crisis. No es que no hubiera descontento hasta hace tres años, sino que no había consenso. Tu abuelo materno, por ejemplo, vivía muy bien al principio de la crisis, como tantos otros nuevos "ricos" que abrían la cartera y se regodeaban viendo los billetes que salían de ella. Me acuerdo de ir a manis y que tu abuelo me abroncara porque iba en contra de sus intereses, y los míos según su razonamiento.... Claro, si él no ganaba dinero, no podría  ayudarme económicamente. Sé que lo hacía -y lo hace- con su mejor intención, pensando que me hace bien a mí y a tu mamá y a ti. Creo que se equivoca. Nunca podría ser ama de mil esclavos, por más pasta que me ofrecieran, por más beneficio que supusiera para mí.

La insensibilidad de unos pocos, de la clase política concretamente, nos ha llevado hasta aquí. Somos un país democrático patético. Nos gobiernan animales incultos y sordos que se ciñen a sus perspectivas económicas a corto plazo y que piensan que nos hacen un favor por existir. En la antigüedad, sólo hay que leer un poco, los políticos eran parte de la sociedad y sufrían de sus mismos males. El gran problema, creo, es que ahora piensan que están por encima del resto... y se les olvida, como a tu abuelo, que si haces algo feo para beneficio tuyo, tarde o temprano pringarás. Evidente, por un poner, que si quitas X en educación porque te apaña el presupuesto de tu comunidad, llegará el día en el que necesites un experto en X (doctor, profesor, mecánico, fontanero...) y te encuentres con que nadie te soluciona tu problema pero te cobra igual y te puteas y te cabreas porque esto ya es un choteo, no?


Pues eso. No es sostenible este sistema. Hay que cortar cabezas, sí, con nombre y apellidos. Basta ya de individuos de a pie que pringan por ti y por todos tus compañeros. No tengas miedo de hablar, Ian, de quejarte, de pedir, de reclamar, de hacerte valer... Me parece que abrir la boca para esto ya es ganar. Tu madre piensa lo contrario. Lo del vaso medio lleno o medio vacío. Para mí, medio lleno siempre y ¡¡¡hasta que desborde!!! Viva la gota que colma el vaso, porque está viva.




domingo, 2 de septiembre de 2012

IAN e IZAN

Vaya diíta, amigos...

Resulta que era el bautizo del Ian y nos hemos reunido unos cuantos antes, durante y después del acto religioso. Izan se ha agarrado fuerte de mi mano en el primer semáforo de camino a la iglesia y hemos tenido una charla distendida que abarcaba puntos interesantes para cualquiera. Izan, el hermano mayor postizo de mi sobrino Ian, me ha explicado cosas sorprendentes.

- Izan, ¿conoces a mi padre? Se llama José Luis, es el abuelo del Ian.
- No, no sé quién es...
- Mira, este señor que tienes al lado. Es mi padre... el abuelo de
- El abuelo de mi amigo XX se murió, está en el espacio y no sabemos si volverá.
- Ah, qué pena.. pobre...
- Bueno, yo también me voy a morir... y tú y él y él y él y ella...
- Buah!! Pero para eso falta un montón...
- Sí, sí pero cuando yo me muera  me iré al Marte y después, no sé, volveré...
- ¿A Marte? Izan, ¿qué planeta te gusta más?
- Este, pero Marte también me gusta...
- ¿Qué planeta está más lejos?
- ¿Saturno? ¿Júpiter? No sé, dímelo tú...
- A ver, Izan, que entramos ya en la iglesia. ¿Dónde están tus padres?
- No sé... Yo voy contigo. Tengo una consola con cuatro juegos muy fáciles... ¿quieres jugar?


Entramos en la iglesia. Pasa la ceremonia. Pierdo de vista a Izan. Ian sigue lloriqueando y rebelándose a escasos centímetros. Nos descojonamos un poco en general porque el cura parece bonachón pero nos habla de la fe y esas cosas y el Ian pasa del estado "enfaducado" al estado "carcajada" como si entendiera algo de la ceremonia. Salimos todos una hora después con hambre.

- ¡Mira! ¡Es un caracol pequeñito!- me suelta Izan-.
- Ah! ¿Tiene nombre?
- Caracol pequeñito - lo mira con algo de asco-.
- ¿Sabes qué comen los caracoles?
- Ensalada -y lo tira-.
- ¡Izan! ¡No! -me mira raro-.
- Ese caracol pequeño... se lo han comido, no hay nada dentro.
- ¿Tú sabes que los caracoles se comen?
- ¡Sí! Yo comí caracoles y ahora están en mi barriga...
- Hombre, no creo que estén en tu barriga... ¿Cuándo comiste caracoles?
- Hace muchos días... Pero yo creo que tengo los caracoles pequeños dentro...
- ¡No! ¡Qué va! ¡Los caracoles ya no están en tu estómago!
- (jajajjajaja) Claro, porque las cosas que como salen por el culo, ¿verdad?
- Pues sí, y si hace días que comiste los caracoles... ya no tienes ni un poquito de caracoles dentro...
- ¿Seguro? -intenta confirmar lo que sabe-.
- ¡Segurísimo! Oye, ¿tú qué vas a comer?
- Arroz con guisantes.
- ¿Te gusta? ¿Comes de todo?
- Sí, menos la chicha normal que se me hace bola.
- Ya... es que la chicha normal es de hacerse bola... A mí no me gustan las lentejas porque en una cucharada hay más de cien... y se me hacen bola también.
- Pues a mí las lentejas sí que me gustan.
- Oye, ¿tú qué quieres ser de mayor?
- No sé... Mago.. o médico.
- ¿Sabes hacer magia?
- ¡Sí! Mira, puedo cambiar el semáforo y puedo saltar muy lejos, ¡no piso el suelo!.. Abracadabra, pata de cabra!!! Se va a poner verde, ¡¡ya verás!!
- mmmmmm.... - el semáforo no se mueve- Creo que tienes que hacer algo así con las manos.

Nos pasamos el camino al restaurante soplando magia en los semáforos y saltando todas las alcantarillas que encontramos. Va cogido de mi mano todo el tiempo. Le da besos a su hermana Leire de vez en cuando como si le fuera la vida en ello. Juega a perderme y a encontrarme en una carrera impresionante en la que sale vencedor sí o sí. Desaparece en la comida. Nos encontramos en casa de mi hermana. Me grita:

-¡¡Quiero ver los dibujos!! -y constato que ha encendido la tele, se ha quitado los zapatos y se ha tumbado en el sofá a lo largo.
- ¡Izan!¡No me hables así!
- ¡Pero es que quiero ver la tele y tú estás paseando con el Ian!
- Yo estoy durmiendo al Ian... y te dejo ver la tele si tú me dices "Perdona, Maica, por favor, ¿puedes quitarte de la tele?" Así, sí.
- Pero es que yo quiero ver la tele tumbado... -se enfaduquea-.
- Vale, vale... -me pongo seria y él se sienta erguido-.

El Ian "da guerra" un minuto más antes de caer fritísimo. Lo dejo en el sofá y empiezo a despedirme de todos. Eli le pide a su hijo, Izan, que me dé un beso. Izan remolonea. Cojo el bolso. Viene corriendo y me pone la cara.

- Maica, dame un beso -me suelta, consola en mano y mirada muy lejos de mí.-

Y se lo doy. Claro. Tiene cuatro años. Es más persona que mucha gente que conozco. Me tiene desconcertada. Es mucho más consecuente con sus acciones que mogollón de peña, con sus cuatro años desarrolla temas propios de la filosofía y la metafísica existencial. Mi sobrino Ian tiene un gran profe minúsculo a su lado. No me gustan los niños. No quiero niños. Acepto como sujetos dignos de estudio a mi sobrino Ian, al Izan y a la Leire. Ni uno más. Tres son multitud. Estos tres son una gozada.

Los próximos pañales corren de mi cuenta.

IAN y la nana



Esto es lo que te cantaba antes... Tu nana se llama "Déjame hacerte feliz (aunque sea un rato)" y es la primera de la lista que estoy haciendo para esos ratillos que pasamos juntos, tú apoyado en mis dos "cojines" y yo meciéndote.

La letra original es la que es y mola bastante o más. La tunearé para hacerla apta a menores de edad en breve. Ya estoy en ello. Hoy, que tienes menos de tres meses y no pillas casi nada de lo que te digo, te ha gustado lo suficiente como para calmarte y hacerte dormir.



"Aunque el caso es que caigo y recaigo
y no gano a tortazos.
Me tropiezo y levanto
y un paso adelante y atrás.
No es que busque un amor para siempre jamás
pero algo que aguante aunque sea un temporal...
Te ofrezco mi vida y te juro que no lo haré mal.


Aunque no soy normal, no soy tan especial
... déjame hacerte feliz aunque sea un rato.


Seré fiel a tu sombra, a tu luz, a tu piel y a tu falda.
Comprométome a hacerte reír cuando llores sin más.
Puede ser un equipo incapaz de quebrar,
una piedra irrompible, una estrella que va
esquiando galaxias que muchos no van ni  a encontrar.



Aunque no soy normal, no soy tan especial
... déjame hacerte feliz aunque sea un rato.

Aunque no soy normal, no soy tan especial
... déjame hacerte feliz aunque sea un rato.




No daré un solo problema
será justo y racional,
cuidaré tus heridas,
tu risa,
tu alma,
tu vida
 y tu forma de andar.


"Déjame hacerte feliz", Julio de la Rosa.




miércoles, 29 de agosto de 2012

TORPEZA (,) PARA



- Decir adiós. De verdad. Sin que suene a un "te llamo un día de estos y nos vemos, es que voy un poco liada" o a "¡qué bueno saber de ti, pégame un toque y nos ponemos al día!!"
- Repetir rituales inútiles.
- No pisar dos veces o más la misma mierda.
- Pegarme un lechugazo y levantarme con gracia, saludos al público y guiño a la cámara incluídos.
- Coger a un cachorro.
- Aceptar halagos.
- Grabar un Cd o un DVD desde mi PC. La puta costumbre de que otro lo haga por mí.
- Mantener conversaciones normales con personas normales de mi país que hablan mi mismo idioma en teoría y que no suponen ninguna amenaza para mi existencia.
- Presenciar algo que me provoque "vergüenza ajena" sin transpirar, toser, reírme descontroladamente y, finalmente, desaparecer como alma que lleva el diablo.
- Enfadarme con elegancia. No paso del exabrupto.
- Comunicarme en otras lenguas. Aunque Oscar diga lo contrario.
- Seguir. Así. :-)


Ya lo dijo Escandar Algeet: "... de tanto tropezarme, ha dejado de asustarme el suelo".

Y es verdad.

lunes, 27 de agosto de 2012

IAN y las Flores de calabacín




El calabacín es una verdura. De nada. A saber lo que coméis en esta época... ni me lo imagino viendo cómo está el patio. Si seguimos a este paso, los pobres acabaremos engullendo plástico de colores inspirado en comida.

Es bastante común en frutas y verduras que aparezca una flor antes de que se forme la verdura en sí misma. Te lo habrá explicado el yayo José Luis ya unas quinientas veces, y mucho mejor que yo, así que no le doy más vueltas.... Resumiendo: flor = frutitas y verduras posteriores. Dependiendo del churumbel que sea (y por esto justo adoro esta palabra flexible que lo puede contener todo) saldrán una, dos, cuatro o quinientos especímenes comestibles (o no). La flor es una señal, por decirlo de alguna manera. Luego ya vienen los bichos, o no, y tu yayo con el cacharro inmenso ese que echa un flis azul preocupante y extermina todo ser viviente con patas, o el calor que marchita las flores, o el frío que las deja bonicas pero inútiles, etc., etc.


El tema que me trae loca últimamente es que hay gente que está dispuesta a comprar esas flores. En serio. Pasta, mucha pasta por esas flores. No sabría explicarte cómo he llegado a ver la metáfora pero nos representa como sociedad mal que me pese.

Antes, hace mogollón, la peña daba su vida, se dejaba la espalda y echaba horas al día con tal de sacar adelante una mata de calabacines con los que comería la familia entera unos días si fuera necesario, porque todos sabían que de esa mata saldrían unos cinco o seis calabacines. Ahora, a día de hoy, hay quien está pagando a un euro la flor de calabacín y, todavía peor, quien va a restaurantes y se pide un plataco de flores de calabacín (4) rellenas, por ejemplo, de queso de su **** madre, a 30 leuros la ración y se les cae la baba sólo imaginando el manjar, el sabor, el quesito fundido...

No tengo nada en contra de la flor de calabacín.... PERO.... Me parece un buen recipiente para rellenar de sustancia. Me ofende el precio. Ni qué decir cabe que yo las he probado de manos de gente del campo como tu abuelo José Luis o la familia de Elisa, sin pagar, ni vacilar, ni nada más allá de experimento culinario, gratuito y común porque hay personas, como nosotros, que regalan lo que tienen y pueden sin atender al flujo de mercado.

Muerte a las Flores de calabacín, Ian. Son lo puto peor. Son mucho de lo que odio: la apariencia, la mierda envuelta de regalo, los lacitos en presentes absurdos, el dinero mal invertido, el ocio humillante a costa del sudor de otros, la floritura innecesaria, el recipiente frágil y vistoso que podría contener abono y hacerlo pasar por diamantes, la delicadeza obscena y preciosa por la que pagan de más siempre, el envoltorio perfumado de los sueños que no tienen, el ansia de riqueza extrema y crujiente como cobertura externa.

Si tú o yo fuéramos flores, plantas, árboles... Yo me veo alcachofa. Así mismo te lo digo. Sin pensar. No pienso rectificar lo que he dicho. No existimos para decorar platos. Somos un plato. Tenemos sabor suficiente como para que cualquiera con papilas gustativas se plantee acompañarnos. Contundencia, presencia, paladar, fuerza, estilo, cuerpo, voz...



Comer es eso, comer, alimentarse, darle al cuerpo lo que necesita. Ni más ni menos. El paladar, la vista y el olfato hacen lo suyo, te lo pongan rebozado, cubierto de pétalos de rosa o salpimentado. Es lo que es y eres lo que eres. No te adornes, no te flipes con las florituras, ni tuyas ni ajenas. Esta es la enseñanza de hoy. Que le peten a quien no vea que tú eres increíble y sabroso, que te peten si no vas más allá de la puta flor de calabacín y sudas del contenido y no aprecias su sabor porque tiene un color inusitado en tu paleta cromática de cosas comestibles. Pasa de la gente con paladar "Gourmet" que se basa en libros y mitos.


El precio lo pone uno, Ian. Las costillas de cordero que tanto me gustan, aquí las pago a casi 15 € el kilo... aunque unos cuantos kilómetros más allá de mis fronteras se ríen de mí cuando las pido porque las tiran a la basura como tú haces con los huesos de gallina para el caldo. El fenómeno "Delicatessen" va según la oferta y la demanda...


Si en cada casa cuecen habas... mira un poquito más allá... ¿A cómo está tu Kilo? ¿Cómo estás tú?









lunes, 13 de agosto de 2012

IAN y ser / estar



A día de hoy eres demasiado minúsculo como para entenderlo... tiempo al tiempo y te harás experto.

En esta foto estabas en el terreno, te habías pegado un buen bañito con mil ojos atentos a todos tus movimientos, habías llorado -porque parece ser que no te mola nada el agua- y, por fin, habías sonreído una mijilla a los familiares que te rodeaban.

Eres vivo y estás vivo. Eres feliz y estás contento... y no me extraña. Eres guapo y estás guapo. No eres rico pero estás rico porque sabes a nuevo, a bebé gracioso, a carcajada con mofletes incluidos, a humor sano, del bueno.

Soy profesora de español para extranjeros y de ti estoy aprendiendo la vida más allá de los idiomas... Tan pequeño que eres, tan sin voz, tan mudo, tan sin experiencia... y tan sabio. Y es que es verdad que no importa ser guiri o no, hay mucha gente que no entiende dónde está el tema estrella... Mogollón de peña que se obceca con el "ser feliz" y se olvida del "estar contento".


Mi niño, tú sigue sonriendo así, natural,... que yo me encargo de darte razones de más para partirte la caja. Cuando uno tiene un don... debe disfrutarlo. Putos hoyuelos, puta boquita, puta mirada limpia... Me siento vulnerable contigo porque sólo tú podrías llevarme por el camino de la amargura. Soy adicta a tus mofletes y a tus labios curvados. Guárdame unas cuantas muecas para el miércoles, ¿sí?

Qué bonito es sonreír sin deberle nada a nadie.



domingo, 29 de julio de 2012

CASI 3 ROMPEPISTAS



Pasaba por mi pueblo de largo. Tenía un libro abierto. Leía exactamente esto:

"Mirad: somos un grupo punk, no sé cómo decirlo. El punk nos salvó la vida, a Carnaval y a mí, y también a Clareana, y a los Skinheads por la Paz. El punk fue nuestra salvación. Porque en este pueblo... ¿Cómo escoges un color, cuando lo único que hay son distintos tonos de gris mierda? ¿Cómo seleccionas el zurullo más guapo del vertedero? ¿El más apuesto?

Este pueblo nos estaba matando. Este pueblo tiene que responder de muchas cosas. Y aunque dicen que lo que no te mata te hace más fuerte, quizás no es así. Quizás es sólo que lo que no te mata tarda un poco más en matarte. Se está tomando su tiempo, xino-xano, porque sabe que no vas a ir a ninguna parte. Te acabará matando, eso seguro, pero no tiene prisa, porque estás atrapado en Este Pueblo De Mierda.

Desde que tengo uso de razón, siempre he querido marcharme de aquí.

Pero."
                                                                                                                       "Rompepistas", Kiko Amat, ed. Anagrama.



El puto I Ching ha hecho que, al releer, este párrafo se convierta en otra cosa. Mierda de metáforas y peste de emoticonos. Me voy a cagar en la puta que parió. Qué buenas las risas, eso sí. Mi chicle temporal ya no sabe a nada. Atentos que, un día de estos me voy al súper y me compro una bolsa de sugus que lo flipáis. Alé, adiós.

domingo, 15 de julio de 2012

IAN y "Cuatro amigos"

 Se lo regalé a tu madre hace muchos años.... creo que no le gustó. Cada libro tiene su momento, también es verdad. Sea como sea, a día de hoy, este es uno de los libros de mi top 10 literario. Tu yaya Joaquina te dirá mejor que yo cuándo empecé a leer... pero son ya bastantes años y el librito de hoy sigue en las primeras posiciones.... y es por fragmentos como estos. Atento, Ian, mastica bien.

"....Mi lista de desastres era larga:
vivir en casa de mis padres
odiar el trabajo en el periódico
considerar a mis amigos unos cretinos
¿si son tan cretinos por qué los necesito a todas horas?
la nostalgia de Bárbara
no escribir lo que quiero escribir
follar en cantidades ridículas
no haber asesinado, aún, a mi padre
incapacidad absoluta para cambiar todo esto.

Lo peor había sido descubrir después de un tiempo sin Bárbara esa cosa tan extraña que es echar de menos a alguien, esa incierta sensación, desconocida. Se producía en momentos señalados en que te encontrabas pensando "ojalá estuviera aquí", pero no estaba."


"Mis veintisiete años nada eufóricos, la vista cansada (quizá necesite gafas). Sin estudios superiores. Cuatro caries. Un abuelo prevegetal al que veo tres veces al año. Mi nariz torcida, los ojos hundidos, la barbilla terca, la incipiente barriga, los malos pensamientos, los complejos, los miedos, los ratos aburridos, las oportunidades perdidas, son mi modesta contribución a la fealdad del mundo."

(De Escrito en servilleta)


"Tus labios de carmín marcados sobre una servilleta. El perfil que dejas al abandonar las sábanas. La huella de tus pies sobre la arena. Las ondas de tu cuerpo al entrar en el agua. La forma que conserva el vestido que te quitas. La estela que permanece apenas un segundo cuando te retiras de frente al espejo.

Mi enorme museo de recuerdos tuyos que visito a menudo con la imaginación"

(De Escrito en servilleta)


Y seguiría sobri, pero tampoco es plan de joderte el libro... En realidad se podría resumir todo con dos frases enormes y muy bien hechas: "Un amigo siempre debe golpear antes de que un desconocido lo haga" y "Cuando recibes un beso en la mejilla de una mujer a la que has besado tantas veces en los labios, debes saber que has perdido tu lugar en su corazón". Así, sin paños calientes. A ver por qué cojones dices que no te gusta leer, con la de perlas que hay por ahí!!!


martes, 19 de junio de 2012

IAN y las ausencias



No me atrevo a hacerte demasiadas perrerías todavía, de ahí que haya elegido esta foto y no en la que se te veía tomando el sol en pañal y que te podría convertir en diana para tus coleguillas "josdeputa" del cole, el insti o la uni... Con esto espero que dejes de referirte a mí como "la tía cabrona". Las fotos chungas quedarán en casa mientras seas menor de edad.... Te quejarás...


En esta instantánea tienes tres días de vida. Era un domingo por la mañana, vuestro último día en el hospital, y tenías un tonillo de piel amarillo. Te lo juro. No sé qué de la bilirrubina que en su momento me preocupó pero que fue llegar los resultados y olvidar completamente.


He estado pensando hoy en la dicotomía presencia-ausencia. Resulta que tenía a una estudiante terrible en clase, contestona, pasota, pija, inculta, apavada y perra, muy perra, de las de gruñirte por despertarla y quedarse atontada tomando el solete después de comer... En mi tiempo, a los profes nos evalúan los jefes y los estudiantes. De ella me esperaba lo peor, la verdad, y me ha sorprendido que, algunos días después de irse, haya participado en la evaluación y haya dedicado unos minutos de su vida a escribir entusiasmada que me recomienda como docente. Ya ves. Quién lo iba a decir. Y es que hay gente que piensas que no están, que no te siguen, y luego resulta que son megafans...


Tú no te acordarás de esto pero, el sábado, en casa de tus padres, volviste a sonreírme. Parece una chorrada y lo mismo lo es... el caso es que yo había estado dándole vueltas al tema de las visitas, que si no me ibas a conocer, que de todos los familiares cercanos yo soy la que cae más "lejos", que si lo mismo no nos reconoceríamos... -en fin, idas de olla- y me cogiste el dedo y sonreíste un buen rato "mirándome" mientras te cambiaban. 


Todo esto es un puto prólogo de mierda interminable para explicarte que hay gente que "no está" pero sí, y mucho, y siempre, y cuando hace falta... Y viceversa.


La peña está muy loca, Ian. Pavos que actualizan su Facebook para decirte que van a cagar, pavas que insisten en demostrar lo rebeldes que son haciendo el chorra por ahí, piltrafas que te escupen a la cara aunque te adoren, individuos que le dan al "me gusta" sin saber qué hacen, descastados que se flajelan en público, frikazos de la leche que te contagian de entusiasmo por temas que ni te van ni te vienen, mirones, criticones, halagadores, casanovas... Y, también, especímenes "Houdini", que desaparecen mágicamente dejando como máximo un rastro de perfume.

Es un vaivén constante. Es la vida. Hay personas "teailofllu" con las que hablas después de meses sin contacto y parece que fue ayer. Hay personas "holaquétal" que ves cada día y a las que no conoces, ni ganas. Hay gente "todobienytúmás" con la que querrías tener más relación pero, por unas cosas o por otras, por X o por B, no está en el lugar adecuado ni en el momento oportuno. Y, por supuesto, está la "genteregalo" que se te ofrece sin que lo esperaras, cualquier día, y resulta que los Reyes Magos se han puesto a currar en junio.


Las relaciones, por lo menos en 2012, tienen un rollo WIFI. Aunque pagues nadie te asegura que tengas una conexión óptima ni, claro, las palomitas para ver la peli que acabas de cargar.... La WIFI es gratis en algunos puntos de la ciudad... sí, sí... sin pagar un puto duro... ¿cómo puede ser? Pues ni idea, pero es así y ya mola.


Bueno, va, corto el rollo ya. Mi WIFI está abierta para ti siempre que quieras. Ahí lo dejo. Te daré las contraseñas también, por si acaso me pillas liada en el momento o se me va la olla (todavía más). En tu caso, por una cuestión de sangre básica, mis ausencias serán para ti presencias. No te aseguro que mis apariciones no vayan a tocarte los huevos un poco (o un mucho). Disfrútalas igualmente, cabrón, que me lo estoy currando y eso ya vale un minipunto, ¿no?







sábado, 9 de junio de 2012

IAN 11, 1 día y 1 hora






Llegaste ayer 7 de junio a las 21.45. Hace exactamente un día y una hora. Flipa.


Te esperaba para dentro de una semana, me había cogido incluso días de vacaciones para hacer de guardiana de la Jésica y de tu cuna. Estaba en clase cuando vi una llamada de tu abuelo José Luis, así que salí corriendo como las locas y él me explicó que ya habías cogido la autopista. Me acojoné tanto tanto que me puse a sudar a chorros y tuve que ir a casa a pegarme una ducha y luego volver a empaparme a la caza de un taxi. Cuando llegué eran las 19:57 y estaban en la sala de espera -que era un puto descansillo frente al ascensor y las escaleras del séptimo piso de la clínica Corachán- mis padres, José Luis y Joaquina, y tus abuelos paternos, Jaume y Ali. Al principio fue todo un jiji-jaja nervioso, anécdotas de infancia y maternidad surtidillas, subidas y bajadas en el ascensor, móviles con una jota como melodía.... Al rato llegó tu abuela Leo que nos enseñó una foto de tus padres en el quirófano, sonriendo como si nada. En los últimos treinta minutos se mascaba la tensión, nadie hablaba apenas, todos bostezábamos (sí, sí, porque el estrés cansa mogollón y el bostezo es una reacción corporal que intenta reactivarnos) y mirábamos los móviles y los relojes. Casi a las 22 la chica de información nos confirmó que ya habías nacido y que os veríamos a los tres en veinte minutos que al final fueron treinta, como mandan las tradiciones en este país. A tu abuelo Jaume se le saltaron las lágrimas y mi padre hizo gestos como si celebrara la victoria de España en la Eurocopa de fútbol. El resto -todas mujeres- aguardábamos a verte, tocarte, olerte y besarte para soltar del todo la sonrisa.


Salió Jésica del ascensor en una camilla y llevaba una calabaza subida de tono en sus brazos. Tu padre estaba aparentemente relajado pero, después de los besos y abrazos a todos los presentes, se empezó a cambiar de ropa sin vergüenza ninguna, casi en el pasillo, mientras nos ponía al corriente de algunos detalles. Tu padre se quedó contigo y con nosotros fuera de la habitación mientras colocaban a tu madre, que estaba bien pero temblaba y tenía algo de fiebre. La primera persona en cogerte en brazos -después de tus padres y los médicos, claro- fue tu abuela Joaquina. Tenías los ojos abiertos y te hacías el remolón mientras pasabas de unos a otros. Los últimos brazos, de los seis que estábamos, fueron los de mi padre, tu yayo José Luis, que tenía miedo de "romperte"... con lo bruto que es y lo preocupado que estaba por si te hacía daño.


A las 23.40 llegué a casita. Intenté comer algo. Me di una ducha rápida. Me conecté un rato a internet. Jugué unas partidillas al Apalabrados. Arrasé como siempre ;-) Me puse el pijama. A las 00.01 llamé a tu abuelo José Luis y lo felicité por su 57 cumpleaños. "Igualmente", me soltó, completamente ajeno a sus años y absolutamente pendiente de tus minutos. Anoche me metí en la cama a las 02 siendo Tita Maica y me he despertado a las 06 renovada. Tu madre me había escrito en Facebook para que le comprara unas bragas postparto de rejila suuuuuuper sexys.... A las 08 ya estábamos tu abuela Joaquina y yo misma movilizadas "en busca de las bragas perdidas". He llegado al hospital, con las bragas para tu madre -of course-, a las 10 y me he marchado a eso de las 12. He comido, he hecho cuatro chuminadas, me he ido al curro y, nada más salir a las 19, he cogido el autobús. He estado hasta las 21 contigo y tus papás. Llevo casi dos horas tecleando esto y todavía no tiene voz aunque, desde el inicio, me parece que sobran palabras. Ya me irás conociendo, Ian, le doy demasiadas vueltas a todo, todo el tiempo.




Anoche, en tus primeros minutos de vida fuera del útero, fui la penúltima en abrazarte. Primero me miraste el pelo y luego, sin miedo, a los ojos. Tus padres dicen que no puedes ver nada todavía, y menos desde esa distancia... a mí, que me lo demuestren. Quién cojones sabe lo que ve o no un bebé de unas horas... Bah, que les peten, Ian. Yo sé que me viste -o algo así-, lo mismo que sabemos todos cómo miraste a tu abuelo José Luis, que fue doblar el codo, decirte hola y que tú abrieras mucho los ojos y te quedaras quieto, tranquilo, mirándolo como si lo idolatraras desde ese entonces, como un cachorro reconociendo al líder de la manada.


Yo aparentaba normalidad esta mañana contigo en el regazo, como si fuera lo de cada día, charlando con tus padres, soltando chascarrillos, haciéndote cosquillas y soplándote en la cara, "jugando" contigo... hasta que ha llegado una tipa que venía a pesarte, controlar que tuvieras el pañal limpio y poco más, que te ha cogido como un muñeco, volteándote de un lado y del otro, sacándote ropa, insinuando que tu abuela Joaquina te había puesto tres capas de tela y estabas rollo bebé en sauna, echándote un chorro de alcohol en el ombligo como si estuviera poniendo copas y fuera el puto bárman del garito... Me he vuelto loba. Debería pluralizar. Hemos sacado los colmillos las cuatro -tu madre, Lorena, mi madre y yo- y la hemos mirado fatal o peor. Tu yaya Joaquina y yo olfateábamos a la Jésica, a punto de saltar, atentas al más mínimo quejido suyo o tuyo. Tu yaya ha comprobado que estás más fuerte que anoche porque le has exprimido el dedo mientras llorabas como si no hubiera un mañana durante menos de un minuto.



Eres un sol, Ian. Hablo ahora de ti pero hablo con el Ian de 1 día y 1 hora de vida. Hablas el idioma "cachorro", o sea, que suena como un lloriqueo pero no va más allá de un par de aullidos y ya todos tan ricamente amodorrados de nuevo. Esta mañana he probado contigo la táctica de tu yayo José Luis... para dormirme, él me acariciaba la frente, del pico de la frente a la nariz, en vertical; funciona hoy en día conmigo pero a ti, parece que de momento, no te ha gustado demasiado. He visto tus primeras sonrisas al darte un "masaje" en el pecho y lo pongo entre comillas porque no se puede llamar masaje a acariciarte el pecho diminuto que tienes con un dedo, en círculos. De esta tarde/noche me quedo con una imagen:  hablábamos de Gran Hermano 12+1 y yo les explicaba a tus padres que había leído que Noemí, una concursante, iba a aparecer en un programa esa noche... Y tú, que dormías plácidamente en los brazos del Jaime, has tenido una reacción como de susto que le iba al pelo a la situación, como si supieras tú del Gran Hermano (sin Tomás Blanco, el minutador estrella, no vale la pena para nada).... y nos hemos reído tanto que tu cabeza se balanceaba con la carcajada de tu padre y eso hacía que nos descojonáramos más, todavía, todos, los tres.





Pequeño Ian de hoy, Ian adulto de cuando puedas leer y entender esto... intento que tengas memoria de este día primero de existencia: Ian, nieto de José Luis y Joaquina, Jaume, Alicia y Leo. Ian, sobrino de Meri, Pau, Sandro y mío. Al resto ya los irás conociendo con más calma. Ian, aún hueles a nuevo y, sin embargo, cualquiera de nosotros mataría monstruos por ti. No sé qué será de nosotros, de nuestro tiempo individual, hasta que podamos hablar de tú a tú, pero sí tengo clarísimo que tú eres el Aleph que nos une, un pegamento por el que cualquiera de nosotros se dejaría los piños, los dientes, la vida, el alma, lo que fuera... A tus monstruos iniciales, me los meriendo yo. Vete poniéndome al tanto, Ian adulto, de los nuevos fantasmas, medusas, tiburones, cucarachas... ¿Sabes quién es Alejandro Sanz? Empezó como fenómeno fan y acabó explicando en un periódico una conversación con su hija que yo hago/haré mía, contigo:


  "Cuando tú tengas mucho miedo de algo, tú te tienes que reír muy fuerte. Tienes que reírte con más ruido que el susto". Y Ian me decía, asombrado: "¿Sí?". "Sí, porque el miedo no puede con la risa".


Que no se te olvide, Ian. No lo des por supuesto, no siempre pasa. Sé bueno y disfruta de la compañía, del ejército, casi zombie, que  te cubre las espaldas. No te confíes... normalmente menguan con el tiempo. Nosotros, tus zombies acérrimos, tenemos solera y no nos asustan ni los crucifijos ni los ajos ni las tontainas. Tengo imaginación, historias, cuentos, voluntad y fuerza para, como mínimo, dejarte en una zona cero neutra sea el año que sea. Habrá valido la pena todo si te ríes, si te partes, si te descojonas... si me miras otra vez tan crédulo, tan pequeño, tan vivo, tan atento como hoy...



Este finde te compro el cuento de Santi Balmes.... Ya me estoy viendo pegada a tu cuna, leyéndotelo... Que me perdonen tus padres si la primera palabra que dices es "Monstruos".



jueves, 7 de junio de 2012

IAN 10, CASI








Tú no lo ves, pequeño Ian, porque la foto es una puta mierda que hice con el móvil y la resolución deja mucho (todo) por desear pero hay un medio arcoiris que sale de la parte inferior derecha de la foto y mogollón de balcones que le dan la espalda y no se enteran de que está ahí, justo soplándoles en la nuca.


Arcoiris. Flipas. Parecen casi mágicos. Investigas un poco y te explican cosas del aire y la densidad y la lluvia y su puta madre. Ni lo entiendo ni falta que me hace de momento. Aún comprendiéndolo seguiría pareciéndome de otro mundo. E.T. tiene parte de culpa.


Casi, casi estás aquí. Casi te puedo tocar. Casi me puedes oír y sentir. La Jésica, tu madre, está de 39 semanas, si mis cuentas no fallan (miro atrás esperando el collejón o el grito por la inexactitud pero no llega... de momento), lo que significa que en una semana o un pelín más te habré olido, toqueteado y aturullado mil veces.  Ya casi ves el sol....


CASI es una palabra de cuatro letras pero súper potente de contenido porque lo matiza todo y tiene un puntito peligroso. La usamos muchas veces sin hacerle demasiado caso, como si no contara, como si no tuviera peso pero, de repente, escuchas frases que la contienen y te quedas con la boca abierta porque puede tener un rollo muy guay o un rollo destructivo.


Hoy en día, 6/6/12, los CASI se resumen en algunos puntos generales y/o personales (de mi persona):

1. España está casi a punto de ser "rescatada" por Europa. Lo de "rescatada" entre comillas es porque parece CASI una broma el palabro elegido. "Rescatarnos" significa, -en realidad- que tenemos problemas y que habrá otros países que vendrán a hacer leña del árbol caído. Supongo que tu abuelo José Luis ya te ha contado, a estas alturas, que hubo un tiempo en que España, los españoles -muchos españoles, CASI todos pero no la mayoría- eran CASI ricos. Igual te parece surrealista pero yo he visto cómo gente que cobraba menos de mil euros al mes, iba al banco y salía con la entrada a un piso, un coche y unas vacaciones en crucero por ahí.

2. La selección española de fútbol está a punto de ganar la Eurocopa. No ha empezado todavía la competición pero casi la hemos ganado. ¿Cómo puede ser? Pues porque molamos, porque sí, porque ganaremos, porque tenemos los mejores jugadores y lo hemos ganado CASI todo en las últimas competiciones... ¿Te parece ridículo? A mí, CASI que también.

3. CASI todos los españoles trabajan en el sector "Turismo". Aquí el CASI es un homenaje a los cinco millones y pico que están en paro, deseando currar en lo que sea, dispuestos a servir copas o a aprender inglés/alemán/italiano/sueco/loquesea para ganarse los garbanzos.

4.Vamos a jugar al CASI popurrí. Tienes que meter el CASI donde tú creas y lo hablaremos más tarde: tenemos los políticos que nos merecemos (aunque ellos sean mucho peor que nosotros y se les reclame ahora que despertamos), tengo un trabajo de mierda fijo (contrato de 4 horas semanales), tus familiares tienen propiedades, el disco de Love of Lesbian "Los días no vividos" es una obra maestra, estoy feliz por mí y por todas mis amistades y por todos mis conocidos, cuando tú seas adulto yo seré vieja.... En el 2079 habréis conseguido un tratamiento para volver a las personas inmortales. Ojalá pongas el CASI en esta última opción antes de inmortales y sea un rollo excepción (serán inmortales excepto si les pica el mosquito Fcna o si mienten o si pasan más de 6 horas al día sin aclarar sus propias ideas o tomar una decisión cualquiera).


El caso es que CASI te puedo tocar. Ya tengo los brazos preparados para mecerte durante horas, he hecho algo de yoga para conservar la calma y contagiarte de saludos al sol positivos, he pensado mucho en ti y ya sólo me queda practicar con las nanas que se me dan casi regular, o sea, en este caso, tirando a mal.





Ian, tú vienes con el disco de los Love of Lesbian bajo el brazo y con la novela "Cuatro amigos" de David Trueba como libro de cabecera.  Te posteo aquí un cachito de sus "De escrito en servilletas":

El verano es una estación triste en la que nada crece. Quién no prefiere el mes de diciembre pese a la amargura que provoca la felicidad ajena; incluso la establecida crueldad de abril es mil veces más estimulante. La canción del verano es siempre la peor canción del año. El amor de verano es un subgénero del amor, del gran amor que nunca podrá tener lugar en verano. Hablan de lecturas de verano, noches de verano, viajes de verano, bebidas de verano y con ello queda implícito un sutil desprecio. Nuestro amor no está hecho para el verano. Nuestro amor no conoce vacaciones.

                                                                                                                                                                                              David Trueba





CASI te imagino leyendo esto pero me faltan facciones y contexto. Te veo más alto que yo, más fuerte, mucho más listo... CASI una persona completa. Y lo del CASI va porque, a mis 32, he descubierto que uno no está entero hasta que está solo de verdad, hasta que no necesita -aunque otros influyan- de nadie en el día a día y ve que todo es un regalo enorme que aprovechar y del que sacar partido. Ni obligaciones ni deberes ni arrepentimientos ni deudas ni insomnios ni nada chungo. Joder, parezco CASI un libro de autoayuda... 

lunes, 21 de mayo de 2012

IAN 9, los amoríos






Nene, amor no hay uno solo. Vaya, no conozco ningún caso. Te advertí en su momento sobre las pelis yankis y añado ahora: cuidado con la familia, los amigos, los conocidos. Todo el mundo tiene mierda que decir. Opinar es gratis, Ian, pero no siempre hay que escuchar ni, por supuesto, aceptar esas opiniones ni hacerlas nuestras.


Hay una serie de puta madre (Malviviendo) en la que observamos a un grupo de colegas en sus historias, en sus miserias, en sus putos y merecidos triunfos. El Zurdo, que no es mi favorito pero está cañón, es un pavo resultón que siempe se pilla de la más fea. Sí, he dicho que se pilla de la más fea... ¿¿y?? Olé sus huevos.


Cuando yo era pequeña todas estábamos "enamoradas" (podría poner millones de comillas pero tampoco es plan) del mismo niñato guapo. El mío, el niño guapetón de mi clase, se llamaba Dani P. y estábamos todas locas con él, como si fuera el puto Justin Bieber del 2012 o el miembro de New Kids On The Block (un grupo de mi infancia) que te pusiera tontorrona. No es que el chiquillo tuviera nada de particular, no, es que nos dejábamos llevar por la corriente. Sin más. Al cabo de unos años, ya con otras andanzas propias cada una, la mayoría había tirado por otros caminos.


Sobre el amor te pueden contar (y lo harán) mil y una historias que, casi siempre, coinciden con algún guión de peli Disney o cualquier cosa peor. No te fíes. Llega una edad en la que las historias y las tontainas de Disney te chirrían de lejos... a partir de ahí, uno está frente al mundo. No, que no te entre el pánico: uno está frente al mundo y tan ricamente.


Yo no sé si lo que tú consideras amor te llevará a buen puerto o no.. pero estoy segura de que si piensas que eso es amor porque tiene que serlo y actúas de tal manera porque es lo que te dicen que debes hacer, porque es lo que has visto a tu alrededor... vas por mal camino, seguro.


El amor tiene muchas caras porque somos muchos y cada uno tiene sus necesidades y sus aspiraciones. Tú debes decidir qué cara prefieres y a qué aspiras y qué necesitas. Así de crudo te lo digo. Lo de Disney lo dejamos para los niños. Guárdate mucho también, aunque te choque, de lo que te digan los cercanos... porque muchas veces ellos también repiten esquemas fosilizados que no les pertenecen porque no los han cuestionado.


Tu abuela Joaquina -mi madre- lleva tiempo dándome la chapa con el tema de tener nietos. Especifico: nietos míos. Al principio, hace como diez años, me daba apuro pararle los pies con el tema porque veía que le hacía ilusión, más aún, que para ella, tener nietos era de una importancia vital. Esta noche, sin ir más lejos, ha vuelto a insistir en el mismo tema y, como viene siendo habitual, ha escuchado mis carcajadas y mis razones a las claras, sin pañitos calientes, sin tonterías.


Lo mismo que de tu vida harás tú lo que consideres... con tu amor, más de lo mismo. Lo que digan los demás tiene que pelártela hasta el infinito y más allá. Eso no significa que debas ignorar sus comentarios sin más... No, no... eso significa que es necesario diferenciar entre la paja y el trigo, que te dicen muchas cosas y que sólo unas pocas te sirven, que -incluso con la mejor intención- te abren caminos que no te van bien y que hay que saber decir a tiempo algo así como: "Gracias pero no, no va conmigo" con una sonrisa enorme y tranquilísimo de espíritu.


Al Zurdo le gustan las feas, a tal le encantan con sobrepeso, a otro tal le molan las cabelleras rubias, a mí me gustan con nariz grande y estatura superior a la mía, a un colega le ponen las pavas enfermas de piel, blancas tirando a mortecinas y, a ser posible, con el pelo cortito, a otra colega le flipan las mujeronas de piernas fuertes y caderas recias.... Y sólo estoy hablándote del físico. Imagínate la de variables que hay si nos ponemos con el carácter o con las virtudes emocionales del ser amado: hay a quien le va la caña, a quien no le gusta que le digan las cositas a la cara, quien odia la dependencia, quien la necesita, los que no soportan que su pareja tontee con otras personas, los que se pirran por una cabeza bien amueblada, los que necesitan un determinado coeficiente intelectual a su lado, los que se emocionan yendo de compras de dos en dos... Hay para todos los gustos, para todos los bolsillos y para todas las entendederas y tragaderas. La reflexión del día sería algo así como: ¿Qué hago yo con una Harley si me dan miedo las motos? Pues eso, que la Harley es preciosa pero, igual, no es para ti. Quizá lo más bonito para ti es una bicicleta... ¿¿¿yyyy??? Si es lo que tú decidas...¡Vivan las bicicletas, cojones!



Hablaba Ameliè Nothomb de los sentidos. Decía que mirar a una persona rápidamente era echarle un vistazo o una mirada... pero que no encontraba adecuada la expresión "darle una olida" para olfatear a otro. ¿Has decidido tú el perfume o la colonia que usas? Pues lo mismo con todo. Como si no quieres ponerte ni desodorante. Pálante, Ian, a lo que te tire. Tiempo para rectificar hay casi siempre. Y si no lo hay... nos lo inventamos.



"No one forgets the truth; they just get better at lying."
Revolutionary Road, by Richard Yates.

jueves, 17 de mayo de 2012

IAN 8, EL JUSTICIERO




      
          "Tres anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo. Siete para los Señores Enanos en casas de piedra. Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir. Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro. Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras."

El Señor de los Anillos, J.R.R. Tolkien.


Ian, no sé si has visto la película o has leído el libro... Si es que no, hazlo. Ya. Estás tardando. Todo mi discurso se vuelve incomprensible si no sabes quién es cada uno.... ni de qué va el rollo.... Venga, léete los libros y luego sigues con el post. ¿Cóóóómo??? ¿Estás poniendo cara de pánico porque las pelis suman unas diez horas y los libros chorrocientas mil páginas??? Cobarde. ¡¡¡Que leer no duele!!! Tienes todo el tiempo del mundo para leértelos... no hay plazo ni fecha de entrega. ¡¡¡ No me seas lbksdlhfañlskhdf !!! Te prohíbo terminantemente seguir leyendo esto hasta que no te hayas leído los tres libros de "El señor de los anillos" y "El Hobbit" (la película de este libro está en proceso ahora mismo). Avisado estás.


Según la regla del 99% de la que te hablé hace ya unos posts, está inventado y dicho todo ya y lo que te voy a explicar sería común a todos. Vale. Te lo cuento igual porque me da la gana, básicamente. Cuando yo era niña me ponía a prueba constantemente buscando cuáles eran mis superpoderes. Sí, en plural. Me creía lo más.

Sin notario de por medio -por eso no te puedo constatar con papeles firmados y legales mis hazañas- hice mil experimentos y rocé lo épico. Minuto y poco saltando de mueble en mueble sin tocar el suelo en el baño grande de tus abuelos José Luis y Joaquina, en el caso de que una cucaracha alienígena se hiciera dueña y señora del suelo -con salto a la velocidad de la luz, ensayado una y mil veces-. Mirada infernal, que hacía que el agua de la olla empezara a hervir cuando yo reunía toda la concentración necesaria para obrar el milagro de la ebullición (Phoebe, de la serie Friends, habla en  alguna ocasión de este poder). Nanosegundos en leer y/o escribir determinada palabra, elegida al azar. Dice la leyenda que intenté una vez romper una copa de cristal con una nota alta sostenida a niveles imposibles, que otra vez salté tantísimo que hubo quien creyó ver unas alas de libélula en mi espalda y que fui votada como la mejor profesora de español para extranjeros en los premios Profe Toda una Vida (PTV). ¿Que no???? ¿Que no has encontrado esa información por ahí? No puede ser, no es JUSTO. :-)

[Acotación: acabo de pensar, al teclear el emoticono, que te estarás descojonando de la risa ante tal demostración tecnológica. Dos puntos, guión y paréntesis cerrado significaban sonrisa en mi tiempo. Qué cutres éramos, sobri]


Mira, de mis hazañas no hay testimonios porque no hay justicia en este mundo. Por aquí andamos dándole vueltas al gobierno actual y al anterior, a la clase política, a la situación económica de España, a los recortes en educación y en salud, al dinerito que le han regalado a Bankia... "Esto no es justo" es una frase que escuchamos mogollón últimamente. Lo leerás en los libros de historia o, al paso que vamos, tendré que contártelo yo como si fuera una abuela de doscientos años contando batallitas del tipo "Yo viví el 15M y eso fue la leeeecheee.... Los Monstruos de Escuadra repartieron candela por ahí, unos payasos quemaron un Starbucks, el Felip Puig se partía de la risa y nos animaba a buscarnos la vida en Londres, como su hija...." y etc. etc. Tengo poca fe en que lo vayas a poder leer, la verdad. Sea como sea, te enterarás, porque estarás viviendo de X manera justo por lo que yo estoy viviendo hoy. Las manifestaciones de los "anti-sistema" (entre los que me incluyo sin ser el prototipo que pintan los jefes del estado acutal), los discursos de tu abuela Joaquina, el cabreo de tu abuelo José Luis, la rabia de tu padre y tu madre por el miedo que tienen a que tú no estés todo lo bien que podrías... De eso te enterarás, de una manera u otra.  Yo me encargo de que entiendas de dónde viene todo lo que estás viendo.


En fin, que yo quiero hablarte de la justicia primigénia. La primerita. La más chunga porque es difícil de conseguir. La base para una vida "de verdad". Ser justo, Ian, es muy chungo. Ya lo sabrás. Estoy segurísima de que ya has visto un poquito de lo que te hablo.


Ser justo empieza -y acaba- por uno mismo. Si lo quieres ser, tienes que aceptar que no eres infalible, que te equivocas, que no eres tan bueno como te crees,  ni tan guapo (en mi caso), ni tan sexy (también en mi caso) -no, no me repito, ser guapo y ser sexy son cosas muy distintas... hay muchos guapos sosainas-, que no lo sabes ni lo sabrás todo, y otras tantas cuestiones peliagudas que te bajan un poquito la autoestima si las entiendes como un agravio comparativo.... Pero ser justo, precisamente, no va de eso.

Ser justo con los otros incluye decir o hacer cosas que van a doler a personas a quienes quieres. A veces se hacen por necesidad y casi con gusto... Por ejemplo, si tienes un colega que pasa de ti y te llama tres años después y no te apetece cogérselo... No se lo coges. Estás siendo justo, contigo y con él. Ya se lo cogerás otro día. O no. Lo que importa es que hagas de buena fe lo que sientas en ese momento, sin malos rollos ni acritudes ni egos chungos. Pensarás, alma cándida, que si te llama es por algo y que estás obligado moralmente a responder a la llamada porque te la hace a ti y solo a ti... y es incorrecto. Va relacionado con lo que te decía antes de la importancia. Nadie usa el mismo baremo y, de ahí, que esto sea un sindiós.

Intentar ser justo no es fácil, para qué vamos a engañarnos. No es plato de buen gusto, no mola tener que darle un "collejón" (y lo pongo entre comillas pero quiero dejar claro que me refiero, obviamente, a un toque de atención y no a una acción física imperdonable e injustificada) a tu pareja porque se pasa el día mirándose/te el ombligo, o a tu madre porque se le ha ido la olla con el rollo protección, o a tu amigo del alma porque lleva días levitando y se cree que está por encima del bien y del mal. Creo que ser justo es no vender ni comprar motos. Me parece que ser justo es escucharlosaplausos/aplaudir y calibrar, ponerse en el otro lado al máximo, empatizar y dar/recibir, desde tu visión dual, lo más correcto a esa/-s persona/-s y a ti.


Tiene pinta de que ser justo es muy cansado, sí. Yo he sido justa algunas veces, pocas, en realidad. Y es que es una putada porque nos acordamos de la justicia sólo cuando pensamos que nos valoran de menos, que nos racanean, que nos tangan en importancia. Si es de más... bah, compensará algo anterior, ¿no? Pues no. Me da que la justicia va más con el presente inmediato que con otros tiempos. "Hacer justicia" dentro de 30 años con un caso del hoy mío -2012- es cagarse en la idea de justicia directamente.


Te voy a poner un ejemplo real y actual (actual, de mi tiempo, se entiende) por primera vez. Tengo a un gran amigo geográficamente lejos. Digo "gran amigo" y aparece un nuevo post. No tengo claro el título: Ian 9 Amistades peligrosas o Ian 9 El noveno pasajero o Ian 9 Pinappel Express , por qué no,  Ian 9 El reguetò. Al principio, cuando se fue, lo pasó fatal. Las ciudades nuevas son difíciles, así que imagínate cómo de difícil se puede hacer amanecer en otro continente. Hablábamos y nos escribíamos a diario, durante horas, con el único objetivo de que mi amigo recuperara energía y estuviera bien. A la tercera semana de estar mi amigo en el nuevo continente, me di cuenta de que no necesitaba mis consejos sino, consejos. A secas. También conseguí ver que "El consejero" no tendría premio (y ahora me ha venido a la cabeza otra serie que no puedes dejar de ver y que se llama "The Sopranos" y es mítica). En su momento me pareció una injusticia atroz.... como si yo hubiera donado millones de euros (¿existirá el euro en tu época?) y no apareciera en la típica plaquita de agradecimientos. Para mí, era obvio que le había dedicado incluso más tiempo a mi amigo que a mí, estaba casi segura de que yo había hecho más por él que cualquiera de los amigos... Y sin embargo, mi nombre no figuraba en la plaquita. Vaya por dios :-)

Hoy he llamado a mi amigo. Me ha contestado que tenía cosillas que hacer (he supuesto, sin más, que se trataba de cosas más importantes que hablar conmigo) y me ha pedido cinco minutos. A la media hora (5´´x 6) me ha llamado... Yo ya no tenía ganas de hablar con él porque estaba en otro tema... sí, estaba escribiéndote.... Necesitaba este tiempo a solas contigo y poner una lavadora urgentemente. Creo que mi amigo se ha puteado. Me da que mi amigo ha pensado que estoy cabreada, y no se equivoca. Estaba enfadada conmigo porque ya hace cacho de tiempo que quiero sentarme a escribir y lo acabo retrasando por sus necesidades, que no son las mías del todo. Como si él no se pudiera valer por sí solo, sin mi ayuda, como si fuera tonto. Mi puteo de hoy se resume en lo que quiero que entiendas tú, Ian. Ser justo es jodido -no le digas a tu madre que yo uso estas palabras contigo que me corta las tetas-, pero necesario.


Sólo por si no me expreso tan claramente como pretendo... Si yo no he hablado más con mi amigo es porque (por dar una situación concreta) no es justo estar esperando a una persona más allá de los quince minutos de rigor cuando me ha dicho cinco y no treinta. Si yo cediera en esos minutos y hablara con él como si tal cosa, mi amigo se haría una idea equivocada del mundo en el que yo quiero vivir, de lo que soy, de cómo me siento.... O pensaría, como lo piensa, que soy una exagerada del copón. Pues sí. Lo que está clarísimo, rozando el meridiano, para mí, es que no vale la pena malgastar saliva en ocasiones. Ser justo consiste entre otras cosas en:

- decir que le vas a dedicar a alguien toda la tarde y cumplirlo. Es dificilísimo... Salen planes por aquí, birrillas por allá.... soledades de ahora...

- pedirle a alguien que esté ahí a las X. YY y darlo todo. O, con horas de antelación, cancelar el tema porque hablar de perros y del tiempo se considera, hoy en día, una chuminada  que cuenta como -25 en la balanza.

- ladrarle a tu sobrino porque prometió al principio del post que se iba a leer los libros de "El Señor de los Anillos" y ha seguido hasta aquí blasfemando a cada rato, mentando al árbol genealógico que me incluye, porque no salía nada de los protas de las pelis (que de esas se ha mirado unos cuantos trailers por si las moscas) y ahora se coge un puteo máximo porque le parece que me he sobrado con él. Nene, Ian, lo que no es justo es que yo me haya currado todo este post para ti y tú sigas pensando que te he tomado el pelo con lo del libro.


 ¡¡¡Dramas los justos y necesarios, Ian, que vienen solos!!! Relee, joder, ¡y subraya, si hace falta, lo importante!













miércoles, 16 de mayo de 2012

IAN 7 o la importancia



En menos de un mes ya estarás aquí.... Se me está haciendo larga la espera y eso es porque eres importante para mí y para los míos.


Me preguntan por ti casi a diario. Yo pienso en ti más de una vez al día. Sin que estés del todo... ya hace rato que estás presente. Muchas veces, Ian, te darás cuenta de lo importantes que son algunas personas para ti cuando no las tengas cerca. Si eres listo, que lo serás, sabrás darle la importancia exacta a cada uno. Como no siempre estamos atentos al 100 por 100, sería bueno que recordaras ese detalle.


Supongo que va con el carácter de cada uno. He conocido a personas que, en idéntica situación, han dado valores de importancia muy diferentes a OTRO. Lo pongo en mayúsculas porque el OTRO suele ser más importante que uno mismo, básicamente porque sin OTRO difícilmente hay YO. El YO, a solas, es muy aburrido. Si no has visto la serie LOST... por favor, recupérala. Los supervivientes del vuelo no lo fueron hasta que no aparecieron los OTROS y les pusieron las pilas. Es así, el OTRO nos pone en situación, saca lo que somos, nos hace ser conscientes de nuestra existencia y valorarla.


En las relaciones personales -pareja o amistad-, la idea de la importancia que tenemos para los demás cobra cierta relevancia. Ejemplos varios:

- Tu amigo Pepe tiene X y te llama a ti el primero de todos para pedirte consejo: subidón. Te estás viendo pilar fundamental de su presente.

- El Pepe (ahora ya tengo confi con él) decide, no sé... ehhh....decidee... casarse. Sí, el Pepe decide casarse. Os veis todos los días, muchas horas.... y, sin embargo, te lo cuenta después de un par de semanas. O, "peor", te enteras por otro amigo... Estás invitado a la boda y tal pero... te sientes menos importante que en el anterior caso.


- Tu Pepe (porque ya, para mí, está tachao y le he hecho la cruz de por vida sólo imaginándome que existe y te hace eso) anda en sus cosas. Me consta que tú has estado siempre ahí para él, como aquella vez que te llamó de madrugada porque no sabía dónde se había levantado ni tenía pasta para llegar a casa, o aquella otra vez que os fuisteis juntos de viaje y se piró por ahí de ligue en ligue, o aquella otra historia, cuando tenía problemas familiares y se quedó en la tuya semanas.... Y ahora resulta que andas regulero y has llamado a Pepe y, como viene siendo habitual, has tenido una conversación que se resume en 5% tuyo y 95% suyo. Y eso sin contar la de meses que hace que te coge el teléfono para hablarte del tiempo, o las veces que no contesta a los mensajes, o.... Le importas una mierda. Es así. A ver, atento, que no te hablo de una "temporada" sino de un contínuo, de algo que ya pasa de esporádica anécdota a ser lo habitual.



¿Cómo lo llevas? ¿Te has perdido? ¿Estás agobiado? ¿Tienes nombre real para el Pepe en alguno de los ejemplos? Pues mira, poniéndome en lo peor, en el caso 3, cuando tú le das importancia a alguien y ese alguien suda de tu puta cara... ¡que le peten! La importancia que te dan otros es variable y pocas veces es justa. Tú harás lo mismo con otros sin quererlo y no por eso eres mala persona.


Impórtate tú (toma ya lo que acabo de escribir).  Que sí, nene, que si la peña te quiere mogollón y tú te quieres una mierda, no funciona. Que si te quieres la vida tú y el resto te ignora... tampoco tira. Ser justo cuesta mogollón. Otro día hablamos de eso... Joder, ya tengo varios posts pendientes prometidos...


Conclusiones al tema que nos ocupa hoy, Ian. Lo más importante eres tú. Siempre. Si tú le das la importancia justa a los otros, tanto tu vida como la de los otros, estará más equilibrada porque tus relaciones serán más sanas. No somos dibujos animados, cambiamos, evolucionamos... y lo que antes estaba en el top 10 ahora ocupa el puesto 371. Habrá quien te ponga en ese puesto 371 a ti.  Bueno, bien, no tiene importancia, no se la des. Pasito a pasito, Ian, que el camino es largo y todo sube y baja muchas veces. Mientras estés tranquilo y seguro de ti mismo, mientras sepas que -contra viento y marea- siempre tendrás un club de fans en tu familia (y lo mismo que sé que en algunos momentos no te lo parecerá, también te digo que en los más importantes estaremos ahí y lo verás clarísimo) que equilibrará la balanza en los momentos flojillos y la decantará definitivamente a lo positivo en los momentos molones... No andarás muy lejos de lo que te hace bien.


Si eres importante ahora, que aún no has dicho ni "esta boca es mía", imagínate luego. Que sí, nene, que sí. No le des más vuelta.

sábado, 12 de mayo de 2012

ME TOMAN POR

Tonta. Me toman por tonta.


Es la conclusión a la que he llegado tras evaluar algunos de los últimos acontecimientos.

1. El sujeto nº 1 piensa que puede llenarme el correo de mierdas tipo no has hecho tal o has hecho X mal o te notifico tal... en horas no laborables, pese a que tiene acceso directo y fácil a mi persona, dado el número de horas que pululo por sus dominios. Será que no ve factible que vaya a retener en mi memoria su discurso ni sus manías. Voy a levantar el dedo corazón en su honor. La butifarra corre de la casa. Regalito.

2. El sujeto nº 2 hace suya la pancarta "Yo soy así" y lo curioso es que, en teoría no lucha contra mí, sino conmigo. Hidepú, por poner un ejemplo, es una expresión que pasa de ser síntoma de colegueo a sobrada en un tris. Suponer que no voy a recordar la expresión del día me deja, todavía más, en peor lugar. La memoria la conservo de momento.

3. El sujeto nº 3 aparece y desaparece sin más. No encuentro una provocación previa por mi parte a sus acciones. Parece desenvolverse en lo aleatorio. Así no se le pueden pedir explicaciones porque, claro, ni siquiera él las tiene. Tampoco es que me hagan falta, la verdad. Ahora me he hecho minimalista. Ya no suelto monólogos. Desvarío casi a solas. Si se me concediera un deseo, pediría que la gente actuara de corazón, sin trampas.


Ayer birreábamos sobre esto. Que viene un día en el que te sorprendes porque no te estás carcajeando sino que te estás riendo de ti. Y, peor, cuando ese día hay peña que se ríe de ti y no contigo. Le dábamos vuelta al tema de sentirse idiota después de dar X y recibir -X o 0. Aquelarre, mejor hablar con el espejo que contra la pared o vía Skype/sms/Fb/etc.


El objetivo es que no nos tomen por tontos.


Yo, feliz si lo consigo.

SOSPECHOSO


Antes, en los árboles, se podían leer nombres dentro de un corazón, amenazas talladas en la corteza, amistades forjadas bajo el beneplácito de unas hojas de platanero. Parecían alianzas de las que duran.


Desde que muchos millones usamos internet, los mensajes son tan efímeros como nuestras actualizaciones... Y de ahí que sospechemos si lo que leemos es real o es sólo una captura de Instangram. Ahora hay excusas tan peregrinas para nuestros trozos de yoes del pasado como que se ha caído la conexión, que no me llegan los mensajes, que el Skype se corta... Ya. Sí, sí... seguro. Cuela porque todos damos por sentado que internet es inabarcable en su omnipresencia, tiene reglas propias y comportamientos aleatorios. Internet es dios. Es MÁS que cualquier icono religioso. Internet es el Aleph en el que se reúnen y comparten experiencias y puntos de vista los católicos -practicantes, no practicantes, recelosos-, los protestantes, los budistas, los islamistas, los Elmer, los testigos de Jehová de toda la vida pegados a tu puerta y un gran etcétera de shows circenses.


Yo era de la religión 2.0 D.I. (después de Internet) pero desde que me falla la conexión, ando buscando otros caminos. Me parece sospechoso que Internet funcione para recibir quejas que provienen del mundo entero pero que deje de funcionar cuando yo empiezo a blasfemar. Sigue siendo rarillo que me lleguen mensajes y fotos de por ahí pero yo no pueda subir mis instantáneas ni cabrearme con propiedad. Se siente uno fatal cuando empieza a discutir y, al rato, te sale la señal de que estás desconectado... Se queda uno con cara de bobo sin saber desde qué punto tiene que repetir su discurso, dudando mucho que valga la pena hacerlo, puteándose por haber gastado saliva.


Acabo de verlo claro. Los usuarios de las redes sociales aspiran a ser minidioses de la modernidad y de ahí que jueguen la carta de la conexión inexistente cuando les parece, de ahí que contesten o no los "toques" que reciben, de ahí que atiendan súplicas o dejen perdones en el aire hasta que consideren. Nos creemos la polla.


Tengo necesidad de discutir hoy. Desde que las conversaciones se quedan grabadas, resulta más sencillo enconarse en un punto retomado, en una palabra, en una ausencia... Internet. Bendito sea y bienvenidos todos los fantasmas. Aquí se vale todo.


TOP CAGADAS

¡Bienvenidos, amigos, al Top de Cagadas de la semana! Ajusten sus receptores, pongan voz interna de APM o similar, que redoblen los tambores que  ¡ya empezamos!

Con el número 5... ¡La Cagada Laboral! Esto va de cuando alguien acepta un curro con condiciones X y a los dos días el mismo gilipollas que le contrató (por llamarlo de alguna manera) discute y te suelta que cuando dijo 1.200 eran yenes y no euros, o euros pero por jornada de 24 horas, o dirhams pero a 14h/d. ¿No es como para ciscarse en sus antepasados y volverse radical?

Con el número 4... ¡Puto Caralibro! Escribes un mensaje que tenía que sonar cachondo y graciosete. Como nadie le encuentra la más mínima gracia, acabas por borrarlo del historial, asumiendo que has hecho algo mal, que la has pifiado. Una vez lo aceptes, deberás luchar contra la memoria como mínimo. Hay quien también se atrincherará en el rencor. Es la vida.

Con el número 3... ¡No puedo entrar en casa! De esas que llegas a casa y no hay manera porque tu compi, que te acoge unos días, ha dejado la llave echada... Hidepú es lo menos horrible que se te pasa por la cabeza. ¡Que le corten la cabeza!

Con el número 2... ¿Por qué me llamas a estas horas? Una historia de ésas de plano fijo. Persona que espera una llamada durante horas y, cuando la recibe, va y es Orange y su Servicio de Timo al Cliente o su otro Servicio de Desanteción y Puteo al Titular de la Línea. He descubierto que tengo en el móvil la opción de bloquear un número y no escuchar sus llamadas. Gran invento. Gracias al autor. La siesta vuelve a ser un territorio a tener en cuenta.

Con el número 1... ¡Me cago en el ADSL y en todos sus putos megas de mierda! Porque llega el día X y no hay manera de conectarse. Yo pago cada mes, lo juro. Si hay manifa, concentración, piquete, o su puta madre cerca de mi casa... ¡me la pela! No hay cláusulas para esto, ¡¿eh, cabrones?! Sois unos sinvergüenzas, unos malnacidos y unos timadores. Cada vez tengo más fe en que una cagada general, un fallo de sistemas, servicios, compañíaspower, bancos, bolsas y demás nos pondría a todos en nuestro sitio. Ojalá lo vea. Pienso aplaudir hasta que me sangren las manos.

UN POQUITO DE POR FAVOR

Calculo que al día establecemos comunicación con una media de 20 personas y 10 perros. Son datos tomados a pie de calle en Barcelona. Quizá en El Prat el número de interacciones con canes se multiplica por dos. O quizá en Londres, un suponer, hay que cambiar perros por gatos.


Para que exista comunicación debe haber, como mínimo, un "comunicador" y un receptor. Lo ideal sería que los papeles se intercambiaran en un mismo acto comunicativo pero eso cotiza a la baja en Bolsa últimamente.


Hay diversos factores que afectan a la comunicación: el idioma, la predisposición (las ganas, a secas), el tiempo que se dedica a ella, etc.


Debería tener un Máster en el tema... pero no. El idioma no es un problema en sí. Soy capaz de adivinar lo que me quiere decir un oriental porque sí, porque son muchos años y porque no tengo problemas en dedicarle minutos si es necesario. Lo de las ganas y el tiempo ya es otro tema. No soporto a la gente que te habla con desidia, como si no fuera con ellos, con desgana, mirando el reloj, como si tuvieran mejores cosas que hacer que comunicarse contigo, bostezando, yendo al baño, mirando algo en internet... No adoro a la peña que te cuenta cada día lo mismo y no se ruboriza, ni a esa clase de personas que sólo se preocupa de mirarse el ombligo y soltar su rollo, ni a los que te hacen esperar hasta el último momento para confirmar su presencia de viva voz, ni a los que aparecen a cualquier hora, buscando, reclamando con buenas palabras casi siempre, soluciones, atenciones, oídos.

No sé cuándo aprendí que la vida eran muchos más que yo. No recuerdo cuándo me di cuenta de que mi estado de ánimo puede variar en función de quien esté delante y que, por eso -y por muchas cosas más- vale la pena echarle un ojo al de enfrente.


Elegir es recomendable. Necesario. Si no tienes más de un corazón... mejor no ir dando migajas.