domingo, 27 de noviembre de 2011

THANKSGIVING

Viene con retraso pero viene. Este es mi día favorito del año para dar las gracias. Ahí voy...


Doy las gracias

a mis padres por la paciencia que gastan a veces en tratar de entenderme.
a mi hermana y mi cuñado por ofrecerme esos algodones entre los que existir y, también, por lanzar esas pullas tan bien tiradas que me dan vidilla.
a la Gazmoña por seguir ahí. Marida!!
a Marc por aparecer dos años después.
a mis ex-estudiantes por sus mimos fronteras allá.
a Tío Pan por los mimos intermitentes pero necesarios.
a los amigos de los amigos de X por sus ánimos y sus buenas esperanzas.
a Ricardo por su bien estar y su templanza y sus orejas y su respuesta eficaz.
a Jaime Ramos por permitirme volver al pasado y conectar con mi niñez sin salir herida.
a Andy por sus clases de inglés y su paciencia conmigo como estudiante.
a los Berlines por compartir tantas buenas noticias y por visitarme de vez en cuando en son de paz.
a Javi por estar en mi pasado y enseñarme tantas cosas..
a mis compañeros de curro 1 que comparten café y opiniones sin preguntarme de dónde vengo ni adónde voy.
a mis compañeros de curro 2 que comparten birra y opiniones sin hacer caso de mis rizos ni del flequillo de más allá.
a mis estudiantes actuales por las risas en clase, por el pastel de cumple el viernes, por vuestras postales, por el poco respeto que me mostráis y lo mucho que nos descojonamos juntos.
a los que están lejos - Claudia, Michaela, Matthias, Kerstin, Alkan, Agathe, Khai, Helene, Klaus, y etc...- que parecen seguir siempre a mi lado.
a los colegas en general -que llegan desde sitios recónditos por lo que veo- siguen ahí pese a la distancia.
a los números desconocidos de mi móvil que me han deseado lo mejor durante todo el día... Ojalá que llegue a ponerles cara a todos...
a los que no aparecieron pero sé que estaban ahí, debatiéndose en el si esto así no hace gracia, los del qué le digo yo a esta mujer con lo poco que le gusta cumplir años y los de yo no me la juego, me mantengo en el anonimato. ¡Gracias a todos!

Doy las gracias por haberos conocido a todos -o casi- y por haber aprendido de vosotros -que seguro que sí-. Ostia, qué tarde, no? Venga, abreviando.¡¡¡¡Gracias!!!!

FELICITACIONES

Gracias a todos por los mensajes felicitándome por mi cumpleaños. El 90 % son cariñosos, íntimos de una manera facebuquiana -o sea, tanto como lo pueden ser en una red social, pero apreciados- y del 10% tengo ganas de rajar hoy porque viene a ser uno de esos estereotipos chungos que deberíamos eliminar a corto plazo por nocivos.


No me gusta la gente que va poniendo una marquita a cada topicazo cumplido. La peña que sufre de amor y lloriquea porque eso es lo que toca, los que se casan porque es su hora, los que te besan acalorados porque tienen en mente tu última bordería "contra" ellos y no saben mantener el tipo y acaban siendo ridículos, los que escriben fumados creyéndose, sintiéndose, tu hermano gemelo, los que se flipan sin más...


Yo soy lo que soy. A veces muy chunga y otra veces una maldita diabetes... Para bien y para mal. No digo que lo haga todo bien porque es obvio que no es así. Me gusta ir de cara y que vayan en el mismo plan conmigo. Es que me da la impresión de que las "buenas formas" están sobrevaloradas. Las formas, así, en seco, tienen importancia porque nos ponen a cada uno en nuestro sitio. Los momentos "tú eres como mi hermano" o "no imagino una vida sin ti" o "nunca habrá una persona tan especial como tú" son excesivos y falsos.


Vuelvo al punto central... Me he dado cuenta hoy de que me molesta la gente tópica, las personas que van tachando momentos comunes literarios y se sobran o se piensan molonas. No sé si me explico... Potaría con cada comentario del estilo "Ha sido muy romántico.. me ha traído el desayuno a la cama" o "Después de hacer este viaje, te puedo decir que hay que hacerlo... No se puede entender hasta que lo hagas... entonces me entenderás..." o "Nos peleamos de verdad, tirándonos los tenedores a la cabeza y tal...jajajajja".

Me gusta, infinitamente más, el individuo que duda al hablar, el que da vueltas a su discurso mientras lo pronuncia, rehaciéndolo, matizándolo, sin presión. Me encanta la gente que va a la contra. Me emociona la peña que se atreve a dudar de todo, que cuestiona la generalidad y la pone a prueba. Simples que en lugar de decir "Es el mejor restaurante de la zona, te ponen unos entrecotes así de grandes por 15 euros el menú" te dicen "Me encantó, no sabría decirte por qué... quizá es porque mi madre cocina parecido..." y le quitan estrellas michelín al asunto.

Igual se podría resumir mi "odio" en función de quien dice lo que dice porque sí y quien dice lo que dice porque cualquiera diría eso en su situación y eso nunca falla y es tiro seguro.

Los que arriesgan, los que plantan cara, los que celebran el año nuevo con trozos de chocolate en lugar de las 12 uvas, los que te miran de tú a tú o lo que sea, los que confiesan que no les gusta el pescado en un restaurante abarrotado famoso por su bacalao al pil-pil.

Es verdad que cualquiera de estos entes puede caer en la zafiedad de un topicazo... pero a ninguno le guía el espíritu de la uve marcada al lado de cada puta hazaña... y eso ya les distingue.



Resumiendo y ejemplificando: ante el cumple de V puedes ignorar el tema o escribir un algo insulso simplemente por obligación o teclear una parida mal escrita pero llena de complicidad. Yo tolero la primera opción, me cago en la segunda y me río con la tercera




Va, va, va.. Vamos que nos vamos con el tema cumpleaños!! Como dicen en Francia "Buonna notte!"

viernes, 25 de noviembre de 2011

MANDRILES y alrededores

Debería estar trabajando. Tendría que ponerme a teclear ejercicios y a pensar sesiones pero ya.


Estoy en Madrid. A ratos. No compré ningún billete pero me transportan allí algunos pensamientos esporádicos. O eso me creo yo.



De Madrid guardo un recuerdo extraño. Noches larguísimas de confidencias, días de desconfianza, morriña, emoción y decepción, sablazos, libros de historia muy amenos, una habitación en la calle de La Cruz, unas velas que se encendieron, un sofá incómodo pero con buena vista, un montón de estanterías y de mesas gigantes de arquitecto en pleno proyecto, mucho frío en la nariz, lluvia por las calles recorridas en silencio, el Café Gijón, las croquetas del Maceiras, el vinito de la Venencia y los gatos, un par de fotos de la época y un montón de caras nuevas mirándome en aquel bar de tapas donde estaban cenando cuando yo llegué.



En Madrid viví mucho y bien. Era tiempo de bonanza y todo parecía fácil. De bar en bar, de sitio en sitio -librerías, tiendas de discos, parques, calles, metro circular, tapitas, plazas y un colchón calentito en el que dibujar el punto final del día-.



No quisiera molestar, no quiero interrumpir, no me llames. Allí llegamos cargaditos de miedos sobre unos zancos que nos permitían recorrer más camino que el resto en mucho menos tiempo. Parecía que, a zancadas, todos estábamos en el lugar correcto.



Mira.... Echa un ojo a tus alrededores.... Qué queda... Aprendimos, no sé si bien o mal, pero tiramos palante. No sé cuándo volveré a la capital... me da la sensación de que ya le di lo mejor que tuve... pero quién sabe el futuro, ¿no? Las dos primeras veces que visité Madrid me volví a casa desencantada pero con energía para comerme cualquier capital. Las otras veces fueron un sí y no, un no sé, un no lo tengo claro, un qué mierda todo, un venga, vamos a por ello, un no volveremos a estar aquí. Para la próxima vez me exijo claridad de ideas y acompañamiento casual. Para la próxima vez quiero ir consciente de lo que soy y lo que quiero conseguir.



Todavía tengo que visitar el Bukowski y conocer a Escandar Algeet y a Marcus Versus y a toda la trupe. ¿En un par de semanas? Lo de más vale tarde que nunca podría malinterpretarse.... Más vale ahora. Lo que sea, que sea ya.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

SKYPE (1)

Tú crees que no, que no estamos en el mismo punto. Tú te centras en el cansancio de cada día, en la desidia, me lo cuentas, lo compartes conmigo.

A veces sueno fría. Es verdad. Pero... para qué mentir... Si entiendo lo que pasa es porque yo también lo veo aunque lo plantee de una manera diferente. Nos levantamos sin ganas, dormimos más de lo que necesitamos, pensamos muuucho más de lo recomendado, practicamos el sado en sus vertientes menos aplaudidas y más hirientes, estamos donde estamos y a ninguno nos gusta, los dos nos merecemos un collejón materno, ambos tendríamos que salir corriendo y descargar en brazos de quien nos parió, de quien asumirá nuestros nefastos poderes como el pavo ese de "Misfits", casi sin inmutarse pero más cerca.

Esto es una puta mierda. Sí.... pero es lo que nos ha tocado. ¿En serio que vale la pena perder el tiempo intentando lo imposible?

Me da miedo ponerle nombre a las cosas. No a todas. A las importantes. Entre no duermo bien últimamente y padezco de insomnio hay un cacho. Entre mi vida es una mierda y dónde puedo encontrar cómo hacer esos nudos corredizos que se usan para ahorcarse... La misma diferencia que entre tener un caprichito y dejarte el sueldo de dos meses, añorar a alguien y llamar 27 veces al mismo número, ¿sigo?

Me parece que necesitamos una tregua. Venga, va, no importa quién lo hace primero... Voy yo. Bandera blanca. Esto ya estaba pasando de castaño a oscuro.... Así mejor.. Tregua. Liberación. Autodeterminación.

Eso de que no puedes, de que estás flojo, de que te cansas, de que qué mierda todo y qué pocas ganas... Lo hemos escuchado muchas veces y ya nos cansa, ¿no? Esto es lo que hay y esto es lo que somos... ahora vamos a por lo que queremos ser y lo que queremos que sea.... Suena mal pero te prometo que es mucho más fácil de lo que parece, básicamente porque ya está dentro de ti la idea, el sentimiento.. ¿Existe porque lo pienso o lo pienso porque existe? Puto huevo y puta gallina.

Lo que quiero decir, lo que intento explicar... es que está ya todo el pescado vendido y que, visto el percal, mejor cambiar nuestra visión, claudicar un poquito, lo justo para seguir viendo lo bueno -que hay mucho-, lo increíble, lo bonito, lo espectacular...


La vida ya nos da momentos feos, chungos... ¿para qué añadir más mierda paranoica a toda esta basura existencial? Ya llegará el momento de estar tristes y desnortados, ya vendrá el día de la marmota, ya quedaremos para compartir miserias... pero ese día, cuando toque, nos invadirán las mayúsculas y no quedará otra opción más que aceptarlo.


Antes de que llegue el DÍA de las mayúsculas, te quiero a mi lado. No soy maga ni hechicera pero sé leer entre líneas (no muy prietas y escritas con buena letra) y me haría muy feliz encontrar contigo esos pequeños PLACERes de los que hablaba hace unos días.





P.D.: No tengo una foto nuestra.. Si la tuviera, la colgaría.

domingo, 13 de noviembre de 2011

PLACERes



Grandes o pequeños. El tamaño importa. La cantidad y la calidad también pesan en la balanza.



De los grandes tengo como nostalgia o morriña. Ha sido este un año de calores y sequedad, lluvia a destiempo, frío que avisa, poca presencia. Ni un solo rovellón entre mis manos. Me he conformado con las camagrogues secas que me dio mi padre. Algo es algo.


De entre los grandes placeres me están apeteciendo los que no deben ser nombrados. El otro día alguien decía que debíamos centrarnos en la pregunta "¿Qué hay antes de la muerte?". Apurando un poco más, cambio el tiempo y lo sustituyo por un qué debería haber o qué querrías tú que hubiera. En mi respuesta figuran todos los grandes placeres de mi vida repetidos millones de veces, día tras día, pero sin cansar ni aburrir.



Como casi todo lo pequeño, los minúsculos placeres cotidianos dan esperanza, vidilla. A base de sumarlos (uno tras otro, en fila india) te llenan el estómago y parece que has comido. Una infusión calentita en el balcón, leer una frase bien escrita, notar que te va grande un pantalón, ver una peli sin hacer caso a los subtítulos, pasar un tiempo a solas sin abrir la boca ni fingir, un fin de semana desnuda sin a penas salir de la cama, caminar por la playa desierta sin paraguas aunque llueva, ver una foto de un "bicho" que pronto tendrá nombre y llevará tu sangre, comer cuando te rugen las tripas, dormir sin atender al reloj ni antes ni después, el olor de la ropa limpia secándose, salir de la ducha y meterte en la cama otra vez, apagar el móvil, reírte con una peli mala mala malísima sin que nadie se escandalice, cantar a grito pelado cualquiera de Manolo García o de Love of Lesbian, encontrar dinero en el bolsillo de un pantalón, preparar una buena comida de esas de ratazo entre cacerolas, ponerte crema hidratante y olerte y tocarte después...



Ahora mismo la diferencia entre grande o pequeño está en el número de personas que lo disfrutan. Pluraliza todos los pequeños placeres, multiplícalos por dos o más y, voilá, se vuelve enorme... ¿Y si hay otro que también lo flipa? Imagínate, ver al Jordi Évole y comentar la jugada, que la cama siga caliente cuando vuelves mojada de la ducha, otro tenedor luchando por el pequeño placer de esa comida, que te traigan el té donde quiera que estés... ¿te imaginas?



Placer es placer, es placer, es placer, es placer, es placer, es placer, es placer, es placer, es placer, es placer, es placer, es placer, es placer, es...



¿Cuántos pequeños pesan lo que uno grande? Estamos en ello. No se me dan bien las matemáticas. Aviso.

jueves, 3 de noviembre de 2011

PETAR(lo)



Ellos hicieron las dos cosas a la vez.



Hay que echar el freno.



Nueva modalidad: que les peten.



Me lo aprenderé y será el mantra de los próximos días porque ni de coña estoy en condiciones de petarlo y, de ninguna manera, voy a petar por combustión espontánea.



Que les peten, que me peten, que os peten, que te peten, que nos peten, que le peten. Aleatoriamente pero contundente. El nivel de importancia lo pongo yo.


Boom!!


Nada. Sólo dos óes. Sustillo y cabreo al mismo tiempo vienen a ser como fuego y dinamita cerca. Ya pasó. Venga. Mañana empiezo otra vez.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Dejarse la piel




La viñeta está sacada de www.transgordos.blogspot.com.


¿Qué pasa antes? ¿Qué pasa después? ¿Por qué todo así de sanguinolento?


Para dejarse la piel, hacen falta unos andares más cansados luego. Para decirlo, hay que haber rascado mucho, hasta casi hueso. Para acabar sin piel, tienes que haberte arrastrado mucho (como cuando de chicos nos dejábamos, día tras día, las rodillas en el patio), haberlo ofrecido todo, haber sufrido demasiado, haber sudado casi la vida entera. Para caminar sin piel, claro, es necesario aceptarlo antes porque, si no te olvidas del dolor, si no haces de tripas corazón, no hay manera de dar un puto paso.

- Buenas noches, señorita. Tengo una consulta, ¿para ser feliz sin piel....?
- Disculpe, por "ser feliz sin piel" no me sale nada.
- Vaya... Y, ¿por "ser feliz", a secas?
- Un momento, por favor. Disculpe, vamos a procesar su consulta. Hemos detectado una bajada en la conectividad y es probable que, debido a esta situación momentánea, nuestras líneas no tengan respuestas a su consulta. Si lo desea puede permanecer a la espera o realizar otra llamada en unos minutos, cuando se haya solucionado la incidencia.
- .... La incidencia, ya... Bueno, es que yo busco mi piel... ¿podría facilitarme algún número?
- Lo lamento mucho pero no puedo darle esta información. Si quiere puedo pasarle con el servicio de consultas o con el de emergencias.


Me voy a hacer un caldito con mi codo. Hay que sacarle partido al "jamonismo", y a la piel propia.






Venga, hasta luego, te llamo....