lunes, 25 de septiembre de 2017

PASOS

Hay pasos y pasos.

Hay gente que se pone a caminar y tiene claro el destino. La Zoe, por ejemplo. La Mechita sabe lo que quiere, cuándo y cómo. No es fácil confundirla. Es miedosilla pero le puede la cabezonería. Andaba yo huyendo de las avispas y ella tranquilísima protegida por su abuela -que es mi madre- jugando a cubrirse entera de arena. Al Ian le apetecía más corretear guiando las avispas hacia nosotras, convencido de su poder sobre ellas, carcajeándose.




Hay herman@s que necesitan un tiempo hasta entenderse y otros que no lo hacen nunca. Mi hermana y yo somos de las primeras. Ellos son de la categoría C. Dos y cinco años, se comprenden desde siempre. Ella lo idolatra y repite/amplifica todo lo que él hace. Él la adora y se enfada con quien la trata mal. Juntos son un par de trastos ingobernables. Separados son una delicia también. Hoy han pescado por primera vez (6 piezas) pero estaban más centrados en conquistar las dunas y proclamarse reyes del norte, conquistadores y soberanos de las avispas.

Luego, en casa, el Ian me ha contado que tiene una novia (Leire) y que le ha confesado que la quiere mucho. Su primer "Te quiero". Le he preguntado por qué la quiere y me ha respondido que no se acordaba (excusa patillera que usa cada vez que no quiere contar algo). Después me ha hablado de sus ojos y de lo preciosa y buena que le parece. Ella no le dijo que le quería pero a él no le importa demasiado porque es feliz sí o sí. Su futura profesión -hoy- está entre ser profe, policía o diablo (de los de las fiestas).


Orgullosa de los dos y de los pasos que dan. Ha sido un lunes casi domingo, gustoso y apreciado. Cada uno con sus cosas pero sonriendo todos, disfrutando del festivo, poniéndonos al día en arrumacos, confesiones y lindeces. Me voy a quedar con una última imagen que ha pasado casi desapercibida: El Ian, el Papa y el Matías, amor intergeneracional.




viernes, 22 de septiembre de 2017

CHARNEGA

Esta es la segunda noche de cacerolada. Hoy han sido 10 minutos menos que ayer, o sea, 20. Sin helicópteros por el momento. Salgo al balcón y hago recuento general de mi panorámica:

- Banderas: cuento aproximadamente 140 balcones y unas 20 banderas a favor del referéndum pero no explícitas respecto a su voto a favor o en contra de la independencia.

- Cacerolistas: 60-70%. Ya no hay sol y cuesta distinguir entre los que observan curiosos y los que participan. Igual es porque se me dan fatal las mates, igual es que la gente alarga el piti sintiendo la rauxa pero no quiere significarse, lo mismo es que se van turnando para sostener las ollas... En mi edificio sólo hay dos golpeando sartenes (2/10) pero nos encontramos, observamos y saludamos todos haciendo balconing catalán. Aquí convivimos en buena armonía ingleses, norteamericanos, argentinos, chilenos, tarraconenses, valencianos, pratenses, granadinos... Cada cual con sus cosas, todos con espíritu de vecindad siempre.

La última vez que yo recuerdo ver expresando un malestar general tan enorme, pasamos de las ollas a las manifestaciones silenciosas. Cubiertos y gargantas mudas plantando cara a los múltiples interrogantes: ¿Quién nos pregunta? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Quién nos escucha? ¿Cómo se nos interpreta? La conclusión que yo saqué de todo aquello fue que, para los poderosos de aquí y de allí, acabamos siendo como adolescentes que nadie toma en serio, digan lo que digan, PUTOS MOCOSOS. Me da en la nariz que se está jugando, otra vez, una partida de Risk privada. Me huele a que pringamos, otra vez, los de siempre. Da igual quien "gane", los ciudadanos de a pie venimos perdidos de casa. Leyendo y viendo las intervenciones de algunos políticos los últimos días, me da pavor pensar en el futuro. Entre la mayoría de ellos se guardan las espaldas y hacen juramentos de meñique sin pensar en ninguno de nosotros ni por un segundo.

La situación, en mi ignorante opinión, se resume en un cutre: ¿A quién quieres más, a mamá o a papá? ¿No estamos de acuerdo en que es una pregunta de mierda? ¿No es evidente que no saldrá nada bueno de un interrogante gigante que se pretende resolver con la elección simplista de A o B a mano alzada? ¿Quién cojones está a cargo de lanzar esas cuestiones tan mal planteadas a la comunidad? ¿Qué putos baremos piensan seguir unos y otros para calibrar las respuestas? ¿Es una puta broma? No sé, no sé, no sé, no sé... SÍ. Tiene que ser una puta broma de esas que luego te ríes un montón.

La que escribe nació en El Prat de Llobregat y se siente al 50% ciudadana del barrio de Sant Jordi y de Tetuán. Decidir entre catalanismo y españolismo me parece igual que meterme a comprar ropa en el Aliexpress: ininteligible y un gasto estúpido para mi bolsillo raído. Los nacionalismos son, para mí, básicamente una entelequia inútil porque nacer en un lugar X o a miles de kilómetros de lo que consideras tu hogar es una mera cuestión de azar. Entiendo, eso sí, que la idea reduccionista de las fronteras nos hace más gobernables. Las ovejas, de por sí, somos atractivas. Un lobo de vez en cuando y ya las tienes en vereda. Más ovejas, más lobos. Muchos lobos, pocas ovejas enteras. Y ahí estamos, descarriadas todas huyendo de los lobos de un y otro lado.






martes, 12 de septiembre de 2017

LA VUELTA AL COLE



El Ian viene a verme con el resto de familia. Los mayores hablamos sobre qué hacer antes de ir a cenar y él dice que no importa si vemos Gegants o no pero que no quiere ver más Castellers porque le parecen un juego de construcción con niños y eso no le gusta.

Empieza el cole en un par de días y la idea le parece tan apetecible como cualquier otra porque a su edad - y con su carácter-  todo es interesante. Le gustaría, eso sí, venir a una de mis clases para que le enseñe a silbar (¡!) y para, básicamente, cotillear un poco mi mundo.

La Zoe tarda nada en contarme de la villana de su clase que la empujó sin venir a cuento y es mala. Lo repite incansable y muy indignada. No me queda claro si se llama Lucía o María o Sofía. Algo que acaba en -ía y que hace que se prenda la Mechita al recordarlo. Prometo no olvidarme nunca de la afrenta, Zoe. Pst, pst  en unos años ni te acordarás de ella :-)

Las vacaciones (a ellos) y el nuevo trabajo (a mí), nos han sentado de puta madre. Andamos todos más morenos y muuucho más tranquilos. Como diría mi abuelo: "Así, ahora, parecemos todos de buena familia".

jueves, 7 de septiembre de 2017

SALVADOR Y EL ALMA

Contando granitos de arena hasta que vuelva.


Lo de poner a peña en pedestales, históricamente, nos ha llevado a la tortícolis o al lumbago medio/largo plazo.

Hay gente que adivinas bonita de lejos. Hay gente que huele bien. Hay gente que parece inteligente. Hay gente que, casi sin ni tocarla, promete ser atractiva, oler genial y ser muy lista. Es difícil que coincida todo pero pasa a veces. El más difícil todavía lo hace, por ejemplo, Salvador Sobral. Cumple lo anterior con creces y, además, se muestra divertido, rápido y bueno pese a todo. Eso se nota.

La mejor de la mejor de las suertes para él.