viernes, 24 de diciembre de 2010

Me acuerdo 2010 (I)

Me acuerdo de pensar hace un año que no podía estar más triste... y batir mi record.

Me acuerdo de los mails que he recibido (porque los he releído). Y de los que escribí. No hay grandes novedades.

Me acuerdo de mis estudiantes de este año, los que más me han sufrido... Pobreticos.

Me acuerdo de los días chungos de este 2010, y no me gustan. Me acuerdo de la sal, del vacío. Me acuerdo de la espera, de la desilusión, de la pena.

Me acuerdo de las noches a solas dándole vueltas a lo mismo. A solas. Sola. Nadie se muere de esto.

Me acuerdo de poco porque la función del 2010 era olvidar, conseguir la tábula rasa, partir de cero. Cada vez estoy más cerca.Todavía no tengo claro si he perdido un año o he invertido en tiempo el tiempo (exactamente eso).

Me acuerdo de la gente que estuvo y de los que no aparecieron. Mañana o pasado, probablemente a horas intempestivas, le daré a la tecla con nombres y apellidos, a corazón abierto como siempre, a lo kamikaze, claro.


Me acuerdo de los que se fueron, especialmente de Ángel González y su "Me basta así". Quizá es porque es lo último que he leído esta noche... seguramente porque escribe de puta madre.

Me acuerdo de escribir un diario y de dónde lo guardé. Todavía, año y pico más tarde, no he podido releerlo. Me acuerdo de hacer lo mismo en 2006. No sabría decir si hice lo correcto. No me fue demasiado bien, ¿no? Lo mismo debería dejar de leer en diagonal y estaría bien tirar a la basura tanto orgullo, tanto miedo, tanta tontería.

Me acuerdo de colgar el teléfono a quien me importaba.

Me acuerdo de llamar a quien me importaba y quitarme todos los disfraces antes de empezar a hablar.

Me acuerdo del sol mañanero dando a mi sofá con inquilino incluído y pensar que era un momento de esos llamados "mágicos".

Me acuerdo de una mañana mañanera con conocido cercano y de todas las dudas del mundo asaltándome, atracándome, privándome de la calma necesaria. Me acuerdo de encender el ordenador y conectar el automático. Me acuerdo de pensar que la estaba cagando. Me acuerdo del paso que no di.


Me acuerdo de mi abuelo. Me acuerdo de la cara de mi hermana a mediados de ese 2010. Me acuerdo de las palabras de mi hermano postizo. Me acuerdo de mi amiga de infancia y juventud.

Me acuerdo de demasiadas cosas. Otro día más.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

2011

El 2011 empieza mañana. Esta noche la etiquetaré de Noche Vieja y estoy dispuesta a comerme doce uvas y a celebrarlo como tal pero de verdad, de corazón.

¡¡Felices fiestas y feliz Año Nuevo a todos!! (¿Pa qué repito esto si lo odio?? Pues porque lo deseo de verdad y soy experta en contradicciones)

Este será mi año!!

lunes, 20 de diciembre de 2010

ME ACUERDO IV

Me acuerdo de besar una manta y una nariz en momentos distintos pero cercanos. Me acuerdo de la emoción y del ridículo.

Me acuerdo del Cosmopolitan y del Manchester y del Paqui de los Durum y del Café del Centre y de otros lugares. Se me estiran los labios y se me hacen chicos los ojos.

Me acuerdo de los trenes y de las pelis infumables y de las horas capitalizadas y de los libros de historia y de Valle Inclán desde otro prisma más cercano.

Me acuerdo del bacalao con verduras y la paellita y la lección de cómo hacer una tortilla francesa y de las comidas erógenas.

Me acuerdo, también, de los llantos y los miedos y las envidias y los celos y las torturas y los fingimientos y las faltas y los pocos aciertos.

Me acuerdo de las broncas, los dislates, las paranoias, las verdades, los lamentos, la rabia, la mitomanía, el desconcierto, lo invisible, lo palpable, las heridas y los reproches.

Me acuerdo de las veces que he pensado que no era capaz de más mi cuerpo, que no era tan buena, que no merecía X, que no era real Y, que no nada.

Me acuerdo de mis nervios romanos y de mi ímpetu alemán. Me acuerdo de los días en que Berlín estaba en Tetuán. Me acuerdo de mirar las ofertas del Atrápalo y planear viajes inolvidables que no fueron. Me acuerdo de un olor que ahora no reconozco. Me acuerdo del Gran Prix.

Me acuerdo de casi todos mis alumnos. Me acuerdo de algunos más que de otros, para qué negarlo. Me acuerdo de salir de clase llorando de la risa. Me acuerdo de salir de clase sabiendo que no lo recordaría. Me acuerdo de pensar, conmigo, que era un día más que pasaría a la historia sin gloria y sin pena (sí, ya sé, pero el orden no debería alterar el resultado).

Me acuerdo de aquella vez. Me acuerdo de una sala con un sofá-cama y ropa interior con una T en diamantes falsos que no lo querían ser. Me acuerdo del secreto y de los amigos que no sabían nada ni preguntaban ni imaginaban.

Me acuerdo de no querer despertar y abrazarme a una espalda. Me acuerdo del olor aunque ya no lo huelo. Me acuerdo de pensar que no se me olvidaría... y cagarla. Me acuerdo de hacer una mudanza a solas. Me acuerdo de darme cuenta de que algo no me gustaba y de mi mueca imperceptible. Me acuerdo de ir a la biblioteca y encontrarla cerrada.

Me acuerdo de un día en que todo fue perfecto.



Y ahí me quedo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

CRUJIDA




Ha sido ponerme un dedo encima y crujirme el alma entera.

Hacía ya tiempo que me estaba haciendo falta esta crujida, que mis huesos la reclamaban... pero han flipado igual que el primer día.


No es que no me lo hubiera imaginado antes, tampoco que me sorprendiera totalmente... Cada mano ofrece lo que tiene. Cada boca besa lo que le parece. Cada hueso tiene su sitio exacto en cada situación.



Consigna 2011: ACOPLARSE.

OLISQUEANDO





Huele a miedo.

Huele a ti.

Huele a mentira.

Huelo a cansancio.

Huelo a Trombocid.

Huelo a curiosidad malsana, de esa de "pa qué".

Hueles a humedad, a lejos, a lluvia que llegará.

Hueles a templado, a estiramientos, a microondas.

Hueles a nada, a cabos salados que ya no recuerdan su origen terrenal, el tronco, la madera.



Me huelo el punto final.

Me huelo las bolsas de basura repletas de pasado preparadas en la puerta. Al futuro hay que hacerle sitio.

Me huelo diferente. A cada época le toca su flor imperfecta y su acción indefinida pero contundente.

CABOS




1. Buscar todos los que haya sueltos.

2. Atar todos los que sea posible.

3. Aceptar el resultado.

4. Soltar lastre.

5. Zarpar.



Vamos que nos vamos.

martes, 7 de diciembre de 2010

ME ACUERDO III

Me acuerdo de las pesadillas de esta noche.

Me acuerdo de otras pesadillas que se hicieron realidad.

Me acuerdo del miedo a abrir la boca cuando era una chinorri. Era incapaz de emitir sonidos si había más de una persona atendiendo a la escena.

Me acuerdo de la primera vez que me puse enfrente de una clase. La cagué mucho. Eran mayoría norteamericana y yo todavía no sabía qué decir o no delante de ellos.

Me acuerdo de una noche. Ninguno de los dos hablaba pero había promesas para empapelar cinco manzanas del Ensanche, por dentro y por fuera.

Me acuerdo de llegar a Atocha y no encontrar velas pero sí intentos de ellas.

Me acuerdo de llorar en varios trenes.

Me acuerdo de silenciar el móvil para no hacer pupa.

Me acuerdo de tener una fiebre en el labio superior (esto es, el de arriba), conjuntivitis y un orzuelo el 1 de enero desde mis 9 hasta mis 20. Me acuerdo de esto porque todo el mundo decía cuando me veía: "Qué carita, la niña, qué maja que está"

Me acuerdo de unas Navidades en que mi padre sufrió un Cólico Nefrítico y de cómo eso primaba sobre el resto. Me acuerdo del Tronco haciendo guardia a los pies de la cama de mi padre y de mi madre diciéndome que no me tocara el ojo o se me pegaría la conjuntivitis. Me miraba al espejo y era la mujer elefante. Me acuerdo de cuando mi tío se empeñaba en hacerme preguntas sobre cómo se decía manzana en italiano, en inglés, en alemán. Recuerdo cuando me llevó a su coche y quiso regalarme una cinta de Dire Straits el mismo año en que mis padres me habían regalado la cinta de Rick Astley, el pecoso.

Me acuerdo de las filigranas hace dos años para justificar la ausencia de mi pareja en el evento familiar. Mi hermana diciendo "Tu familia somos nosotros, porque te conocemos y sabemos cómo eres. ¡Si te quiere hasta la Xena y eso que te ve poco! ¡Que no te ningunee nadie!" Me reí y acabé en el baño retocándome el rímmel. Se me da fatal aceptar cumplidos.

Me acuerdo de un viaje al extranjero... de dos viajes. El primero, el mío, por orden cronológico se resume en esta imagen: Subiendo las escaleras de detrás de Plaza España en Roma con una sola persona en la cabeza.... la misma que en la Fontana de Trevi, la misma que en la Boca de la Verdad... Y el mismo deseo siempre murmurado. El segundo, el de mi hermana, en el que pedí que ella ratificase mis peticiones.

Me acuerdo de dormirme pegada a una espalda. Me gustaba.

Me acuerdo de partirme de la risa con las historias de la Topish y la Helena. No me acuerdo de cuándo empecé a usar el "la" delante de cada nombre propio. Me acuerdo de mi primo de Cádiz diciéndome que eso era muy vulgar y bastante impropio de una "Señu" como yo.

Me acuerdo de millones de cosas que valdría más olvidar.

ENTREVISTAS BREVES CON HOMBRES REPULSIVOS

HISTORIA RADICALMENTE CONCENTRADA DE LA ERA POSTINDUSTRIAL:

Cuando fueron presentados él hizo un comentario ingenioso porque quería caer bien. Ella soltó una risotada porque quería caer bien. Luego los dos cogieron sus coches y se fueron solos a sus casas, mirando fijamente la carretera, con la misma mueca en la cara.

Al hombre que los había presentado no le caía demasiado bien ninguno de los dos, pero fingía que sí porque le preocupaba mucho tener buenas relaciones con todo el mundo. Después de todo, nunca se sabe, ¿verdad que no? ¿Verdad? ¿Verdad?


"Entrevistas breves con hombres repulsivos", David Foster Wallace, regalo de Ricardo y Marta.

martes, 30 de noviembre de 2010

ME ACUERDO (II)

Me acuerdo de una falda que estrenaba en las fiestas de Bellvitge y que acabó chamuscada después de tirar un petardo (me acuerdo de que se llamaba "chino" y era verde y alargado). Me acuerdo de los remordimientos que tuve hasta que se lo conté a mi madre. Me acuerdo de que la falda era tejana, por encima de la rodilla, con ribetes blancos.

Me acuerdo de ver pasar a Elena por debajo de mi casa seguida de sus hermanos como mamá patito y me acuerdo de pensar, ya entonces, que debía ser buena gente.

Me acuerdo de mi huelga de palabras con 12 años, semanas que parecían años, para demostrar lo ofendidísima que estaba con el niño de mis ojos de entonces. Me acuerdo de terminar 8º y de despedirnos en el porche del Pompeu Fabra, como si no hubiera pasado nada, como dos amantes que se lo hubieran dicho todo ya. Me acuerdo del verano horrible que pasé. Me acuerdo de mi cara de sorpresa cuando, pocos años más tarde, me enteré de que había sido padre.

Me acuerdo de la mínima colleja que me dio la profesora de Catalán porque me pilló hablando castellano en su clase. Sobre todo me acuerdo de su frase: "No me esperaba esto de ti, con lo buena que parecías...". Que se preparen los psicólogos que ésta todavía no la tengo superada.

Me acuerdo de mi camiseta de Nirvana y mis tejanos negros destrozados. Me acuerdo de la cara de desaprobación de mis familiares cada vez que nos cruzábamos. Me acuerdo de que la llevaba puesta la primera vez que un chico me esperaba a la salida del "insti". Me acuerdo de la vergüenza que sentí. Me acuerdo de que dejé de llevarla en COU (unos dos cursos después).

Me acuerdo de cuando jugaba con mi hermana a darles sustos a mis abuelos que, por entonces, nos cuidaban. Me acuerdo de mi abuela soltando barbaridades por la boca y de mi abuelo, siempre pacifista, proponiéndonos ir a comprar golosinas, dulces, chucherías...

Me acuerdo de cuando mi hermana me dio un bocado en el brazo para demostrarme quién era la más tozuda y me atravesó la piel del antebrazo con los incisivos. Me acuerdo de verlo y mirarla. Me acuerdo de que no parecía ella, estaba poseída. También me acuerdo de cuando me tiró manteca con chorizo a la cara empleando la técnica catapulta con la cuchara. Y cuando hizo lo mismo con unos espaguetis (de eso hay material gráfico). No le guardo rencor.

Me acuerdo de cuando mis padres compraron el terreno y me enseñaron, en el coche, los billetes que iban a darle a X. Me acuerdo de flipar tocándolos. Me acuerdo de pensar que nunca había visto ni vería tanto dinero junto.(No me equivoqué). Me acuerdo de llegar al terreno y poner el pie en la única superfície plana de todo lo que mi padre llamaba "nuestro". Me acuerdo de las ganas de llorar mientras veía la jungla y me abría paso en ella. Me acuerdo de gritar como un animalico al descubrir una serpiente en la hoguera que, quién sabe quién, había dejado allí. Me acuerdo de cómo mi padre la mató con lo primero que pilló. Me acuerdo de su cara sin miedo, como si estuviera acostumbrado a hacer eso todos los días.

Me acuerdo de los dientes de aquel chico que se ofrecía a llevarme siempre en moto. Me acuerdo de mi padre blasfemando por mi ocurrencia. Me acuerdo de Juan Carlos pero nunca más se supo de él después de aquél verano.

Me acuerdo de cuando llegó el Tronco.

Me acuerdo de lo seria que me parecía la vida de adulta y de que imaginaba que nunca podría tener algo parecido.

ME ACUERDO, Joe Brainard (I)





Me acuerdo de lo bien que puede saber un vaso de agua después de un tazón de helado.

Me acuerdo del día que murió Marilyn Monroe.

Me acuerdo de muchos primeros días de colegio. Y de ese sentimiento de vacío.

Me acuerdo de muchos septiembres.

Me acuerdo de cuando pensabas que si hacías algo malo, la policía te metía en la cárcel.

Me acuerdo de cuando, en el colegio, le dabas una tarjeta de San Valentín a toda tu clase, no fuera a ser que alguien a quien no le habías dado te diese una.

Me acuerdo de los lecheros. De los carteros. De las toallas para invitados. De los felpudos de "Bienvenidos". Y de las señoras de AVON.

Me acuerdo de la gente muy mayor cuando yo era muy joven. Sus casas olían raro.

Me acuerdo de la que vida era tan seria entonces como lo es ahora.

Me acuerdo de cuando la Pepsi-Cola estaba con un pie en la tumba.

Me acuerdo de un pinatuñas rojo oscuro casi negro.

Me acuerdo de los vasos de aluminio de colores.

Me acuerdo de un día muy caluroso de verano en el que se me ocurrió poner cubitos de hielo en el acuario y se murieron todos los peces.

Me acuerdo de hacer helado casero.

Me acuerdo de que me gustaba más el helado comprado.

Me acuerdo de ponerme bronceador y de que justo entonces el sol se vaya.

Me acuerdo de esa sacudida que te da justo antes de quedarte dormido. Como cayéndote.

Me acuerdo de querer dormir en el patio de atrás y de que se riesen de mí diciendo que no iba a aguantar la noche entera y de, al final, dormir fuera y no aguantar la noche entera.

Me acuerdo de las fuentes que empiezan por un chorro pequeño y cuando pones la cara sale un chorro gigante que se mete en toda la nariz

Me acuerdo de la sopa de pollo con fideos cuando estás malo.

Me acuerdo de los filetes de pollo empanado.

Me acuerdo de llenar la cubitera hasta arriba y de intentar llevarla hasta el congelador sin que se me derrame nada.

Me acuerdo de ponerme mi mejor ropa para ir a comprar ropa nueva.

Me acuerdo de la gente, en la calle cuando se ponía a llover, saliendo disparada con la cara contraída.

Me acuerdo de lo que cuesta poner fin con naturalidad a una carcajada en público.

Me acuerdo de los cumpleaños.



* Joe Brainard escribió "I remember" en 1970. La fórmula era sencilla: consistía en repetir muchas veces ( hasta mil) la frase "I remember" ("Me acuerdo") para rescatar recuerdos, sensaciones, imágenes de su pasado. Este mismo esquema lo siguió Perec en "Je me souviens" en 1978, y es tan tentador y tan eficaz, que intuyo que muchos más lo han hecho. "Me acuerdo" acaba de ser editado en español por Sexto Piso.

Es muy fácil encontrar nuestros propios "Me acuerdo" entre los que escribe Brainard. Es mi propuesta para una tarde de diciembre.







Extraído de http://chicalistas.lacoctelera.net/post/2009/08/10/veintiseis-me-acuerdo-del-libro-joe-brainard


Más aquí:

http://lectorileso.lacoctelera.net/post/2005/12/13/-i-remember-joe-brainard

viernes, 26 de noviembre de 2010

Igual mañana...

Igual mañana no estoy enferma.

Igual mañana no veo a ninguno de los seres queridos que no tienen relación consanguínea conmigo.

Igual mañana pesco algo.

Igual mañana llego a casa contenta y me voy a dormir feliz por primera vez esta semana.

Igual mañana no necesito forzarme a dormir sino que caigo en el sueño como cuando era pequeña y se me cerraban los ojos durante la cena de puro agotamiento, de haberlo dado todo en ese día, de haber disfrutado como la enana que era.

Igual mañana no me enfado ni me puteo ni me desespero ni me entran las ansias asesinas.

Igual mañana no paso el día asobinada.

Igual mañana es diferente a los últimos 27 de noviembre. Ojalá que sí, que ya va siendo hora, ¿no?

domingo, 14 de noviembre de 2010

LA PECERA





Eva es buena profesional. Eva es buena colega. Eva parece buena persona.

Eva no lleva bien las distancias cortas... por eso no es buena hermana ni buena como pareja ni tiene grandes amistades.

Eva sabe mucho, muchísimo, de intuiciones y palpitaciones y teorías psicológicas y laberintos del alma. Lo extrapola y se queda con las manos vacías. De su tiempo, dedica un 5% a ella misma, lo justito pa ponerse más que presentable, ir a la pelu, comprarse modelitos y cuidar su apariencia externa.

Eva no tiene ni idea de qué hacer con su vida. Es capaz de verse desde fuera, de una forma casi objetiva, pero... no mueve ficha, está acojonada y sola.

Eva es una madre muchas veces y, algunas, una dominatrix atractiva para sus pacientes. Ella no se ve ni una cosa ni la otra y todo a la vez. El morro y los agradecimientos le dan lo básico para pasar el día, la energía vital mínima. Eva no tiene claro su rol, por eso no lo disfruta.

Eva intenta ser justa con los que la rodean pero no hace lo mismo con su propia persona. Eva está cagada, se arrepiente de muchas cosas que no sabemos y que tampoco ella quiere saber. Los análisis los dedica a los otros... pa ella una webcam es lo más cercano al autoanálisis.

Eva llora por sus muchachos, los mira de cerca y se le saltan las lágrimas porque ésta se ha quedado embarazada con 15 años, el otro tiene que ir al reformatorio, el otro es tartaja... Eso sí, no se mira ni un segundo al espejo sin maquillaje de por medio.

¿Cuántas Evas hay? Cuánta peña hay por ahí que se dedica a mirar a los demás, a invertir tiempo en otros, a resolver dramas ajenos, a analizar síntomas extraños... Y a pesar de las toses, los mocos y la fiebre no se da ni cuenta de que tiene gripe.

Eva necesita descansar. Y ahí, en ese oasis de aburrimiento y abulia, debería empezar a mirarse el ombligo y a comer algo y a escucharse y a cuidarse más allá de los potingues de la cara y los trapitos y a aplicar en sí misma lo que tanto va predicando por ahí.

Eva me tiene hasta el potorrón. Qué rabia da tan mona, tan lista y tan perdida.

ALGO SUPUESTAMENTE DIVERTIDO

" Admito que esa limpieza misteriosa e invisible del camarote resulta genial en cierto sentido, es la fantasía de todo verdadero holgazán, que alguien se materialice, arregle el desorden de tu habitación y desaparezca de nuevo: es como tener una mamá sin el sentimiento de culpa. Pero también hay, creo yo, una culpa espantosa en esto, una inquietud profunda y acumulativa, una incomodidad que se presenta -al menos en mi caso- como una especie extraña de paranoia por ser cuidado.

Porque al cabo de un par de días de esta fabulosa limpieza invisible del camarote, empiezo a preguntarme cómo sabe exactamente Petra cuándo estoy en el 1009 y cuándo no. Ahora se me ocurre que casi nunca la veo. Durante un rato hago experimentos, como por ejemplo salir disparado al pasillo de babor de la cubierta 10 por si veo a Petra agazapada en alguna parte vigilando quién sale de su camarote. También doy una batida por toda la zona del pasillo y los techos en busca de alguna clase de movimiento de cámaras o monitores fuera de las puertas de los camarotes; nanay en ambos frentes. Luego descubro que el misterio es todavía más complejo e inquietante de lo que había pensado al principio, porque mi camarote es limpiado siempre y únicamente en los intervalos en que estoy fuera más de media hora. Cuando salgo, ¿cómo pueden saber Petra o sus supervisores cuánto tiempo voy a estar fuer? Pruebo a salir del camarote un par de veces y volver al cabo de diez o quince minutos a fin de pillar a Petra in delicto, pero nunca está. Pruebo a dejar el camarote hecho un desastre, marcharme, esconderme en alguna cubierta inferior y luego volver a toda prisa al cabo de veintinueve minutos exactamente: de nuevo abro la puerta de golpe, pero ni está Petra ni nadie ha limpiado. Luego abandono el camarote exactamente con la misma expresión y llevando las mismas cosas que la vez anterior y esta vez permanezco escondido durante treinta y un minutos y regreso: ahora no hay rastro de Petra pero el camarote 1009 está esterilizado, reluciente y hay un bombón en la almohada nueva de la cama. Sepan que examino con cuidado cada centímetro de todas las superficies por las que paso durante estos experimentos: no encuentro cámaras, sensores de movimiento ni ninguna otra prueba que pueda explicar cómo lo saben. De forma que por el momento postulo que debe de haber un miembro especial de la tripulación asigando a cada pasajero que sigue todo el tiempo a ese pasajero, usando técnicas extremadamente sofisticadas de vigilancia personal e informando de los movimientos de los pasajeros, de sus actividades y de la hora prevista de regreso al camarote al cuartel general del personal de mantenimiento, o algo así. ASí pues, durante un día aproximadamente intento llevar a cabo acciones evasivas extremas -darme la vuelta de repente y mirar detrás de mí, salir de pronto de detrás de una esquina, entrar y salir de la Tienda de Regalos por puertas distintas, etcétera-, pero nunca sorprendo a nadie vigilándome. Nunca consigo desarrollar una teoría mínimamente plausible acerca de cómo lo hacen. Para cuando dejo de intentarlo, ya me siento medio loco y mis medidas de contraespionaje hacen que el resto de los pasajeros del pasillo de babor de la cubierta 10 me miren con miedo e incluso que algunos se den golpecitos con el dedo en la sien."

David Foster Wallace, "Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer".

jueves, 4 de noviembre de 2010

BOTILLO

Le regalo una remesa de botillos al primero/-a que me cambie la cara.

De postre yo pongo las ganas, la buena disposición y hasta las risas.

No puedo con los nombres que empiezan por M. Ni Mathilde, ni Matilde, ni María, ni mierdas.... Creo que me dan mal fario. Es verdad que estoy picajosa, ¿y qué? ¿que no tengo razón por eso?

A la Mieeeerrdaaa!!!

miércoles, 27 de octubre de 2010

CENA

Merluza, rape, gambas, cebolla y arroz. Todo junto en una sartén. Mi cena de esta noche.

Los números, las medidas... no son lo mío. O cena, comida, cena, comida y cena para mí o cena para cuatro con hambre. A partir de ahora voy a tener que perfeccionar el arte de la comida para uno. Eso o explotar.

Bienvenidos los cambios. Ya estoy preparada. Objetivo: ser mejor. Oteando el horizonte y amarrando velas. Vamos allá, que no se diga que no lo intenté.

Buen viento para todos.

miércoles, 20 de octubre de 2010

PÁGINAS SUELTAS

"Carnaval y yo nos conocimos en el colegio, en EGB. Los dos íbamos a los curas del pueblo porque nuestros padres, sin ser nada católicos, querían asegurarse de que recibíamos una buena educación. Así que nos metieron en los curas, curas progres, y esto sí es un oxímoron grande.

Curas Progres, que es como decir Fuego Amigo o Lepra Apetitosa o Nazi Simpático.

Nuestros padres nos metieron sin preguntar en un lugar donde teníamos que confesarnos una vez a la semana, ir de convivencias a seminarios de curas, dar clase de religión y, cómo no, ir a misa.

¿Qué tipo de misa era?¿Qué tipo de curas eran? ¿Qué especie?¿Qué marca?

¿Importa?

Jesuitas, franciscanos, salesianos, dominicos, todos la misma cosa. Todos la misma basura.

Nuestros padres nos metieron en aquel lugar lleno de esquinas y silencio y zapatos adultos que hacían eco por los pasillos, un edificio en forma de trapecio y cara de bloque comunista y persianas color diarrea de paloma, y paredes de baldosas verdeocre, y urinarios repugnantes con cagaderos de agujero y acelerador y papel de lija, de vidrio, para los culos, y una iglesia de las que construían en los setenta, moderna y deprimente y llena de estatuas con formas poliédricas que daban miedo. El Mundo Bizarro de Superman, pero en santos y santas y cristos.

Y curas por todas partes.

Curas Progres, que es como decir Vómito Sabroso, o Sífilis Encantadora. Curas barbudos, curas con chándal, curas con chirucas, curas con guitarra, curas con aliento de madriguera de ave carroñera africana, curas con respiración de catacumba, rojo el iris y negras las intenciones.


Pero todos: curas cabrones.

Allí fuimos a parar los dos, Carnaval y yo y nuestros dos culitos infantiles culitos imberbes.

Carne de cañón."

Pág. 42-43.





"Mi padre me mira, con esos hombros de yugo de bueyes gigantes, y las dos manos pecosas juntas, como orando, su figura de... ¿cómo era el dios ese del yunque? No me acuerdo. Como el dios griego ese, pero en guapo. Y mi padre tiene los ojos irritados cuando me cuenta lo que me cuenta, y casi no puedo acordarme de cuando mi padre era lo que me daba seguridad. Y cómo lo admiraba. Y cómo hablaba de él en tercero de EGB.

Dar cera, pulir cera.

Y va mi padre, va mi padre y se cubre la cara con las manos, y empieza a sollozar. Un hipo controlado pero fuerte, sacudidas fuertes, se le mueven los hombros con explosiones de moto de gran cilindrada, y yo pongo la mano ahí porque he visto que eso es lo que hacen en las series de televisión en los malos momentos.

Y, aunque no me doy cuenta en ese momento, quizá éste es el fin definitivo de tu niñez. El día en que te das cuenta de que tus padres ya no pueden ayudarte, ni protegerte del dolor, y que estás desnudo en medio del huracán de basura que está empezando a soplar. La tramontana de mierda que se levanta en la distancia, acercándose.

Le doy dos golpecitos en el hombro, no sé qué decir, olvidé ser el Niño Malabarista, dejé conscientemente de ser el pegamento instantáneo que mantenía unidos los pedazos del feísimo jarrón que es mi familia y le digo Buenas noches, papá. Mañana será otro día.

No me creo eso.

Mañana sera un día como hoy, o peor, pero algo tenía que decir.

Pasando por la habitación de Gilda abro la puerta con cuidado y meto la cabeza dentro y entrecierro los ojos y la veo ahí, respirando acompasadamente, calmada bajo su edredón de pitufos, y veo en el suelo a Ken Rompepistas desnudo y decapitado, y por un momento pienso que me gustaría ser mi hermana. Sin preocupaciones, más allá de muñecos y de alimentar a Pol Pot y Ya no me estoy con la Meritxell y decidir entre soltera, casada, viuda, monja, enamorada.

Todavía debe de quedarle algo de suerte en su bote; espero que la utilice de manera más juiciosa que yo.

Cierro la puerta delicadamente y me meto en mi habitación. Me saco los pantalones, no, primero las botas, y en camiseta y calzoncillos hago el paso de claqué que me enseñó mi abuelo."


Extraído de "Rompepistas", Kiko Amat. Ed. Anagrama, págs. 210-211.


Más que recomendable es imprescindible para entender algo de lo que muchos llaman la periferia de Barcelona arrugando la nariz despectivamente. Xino, xano, majos... En el camino nos encontraremos.

jueves, 30 de septiembre de 2010

EL HOMBRE INTRANQUILO



EL CALMA SUTRA

- Buenos días.
- Habla por ti, capullo.

Los separados y los adúlteros creen de verdad que dejar mujer e hijos y largarse a vivir con una jovencita valdrá la pena por el sexo vikingo y la introducción violenta de cosas nuevas en otras cosas nuevas que nunca habían sufrido introducciones, pero no es así. En primer lugar, porque hay un número infinito de cosas que se pueden hacer cuando se practica el sexo. En un libro de los setenta que tengo por razones humorísticas, que se llama Love position, sale una pareja kamasutreando en ciento cincuenta posturas (en las fotos van en calzoncillos y bragas; de ahí el tema humorístico), pero hasta un idiota vería que lo que hacen es siempre lo mismo. El zig-zig, como decía mi difunta abuela. El zig-zig en ciento cincuenta posturas diferentes, pero siempre el viejo zig-zig, con el viejo resultado de siempre: diez minutos (siendo optimistas) de ruidos y gemidos y sudor y ferum y excreciones mucosas y blanquecinas y asquerosas, las mires como las mires.
Es por eso que tengo esos ataques de risa delirante cuando leo en novelas cursis frases del estilo: "Te haré cosas que nunca te ha hecho nadie", y el destinatario de las cosas va y se lo cree, el muy infeliz. Quizá imaginando, lleno de expectativas y curiosidad, que lo que le propone aquel pendón desorejado es transmutación de cuerpos, levitación, meterse animales marinos en el culo, viajes en el tiempo, coger la forma de los felinos de la sabana o de anfibios deslizantes. Y, finalmente, resulta lo que siempre es: el viejo chupa-mete-empuja-sale con ocasionales abofetea-pellizca-muerde.

- ¿Cómo? ¿A qué viene eso? -digo, incorporándome en la cama, la cara inflada y amarillenta como un colchón de playa.
- Viene a cuento de lo que haces por las noches, cabrón -responde mi mujer, dándome la espalda y sacando una pierna pecosa de debajo de la sábana para dejar el pie fuera. Cuando saca el pie mueve los dedos inadvertidamente, como despertándolos, como si se preparara para tocar el piano al estilo Jerry Lee Lewis.

No; el sexo, después de todo, no es lo que decide si puedes vivir con una mujer. Los factores que de verdad cuentan para llegar a convivir quince años con alguien son éstos:

a) Compatibilidad térmica (creo que eso ya lo dijo alguien en una novlea; en cualquier caso, es verdad).
b) Acoplamiento adormecedor (o, como lo llama un inglés amigo mío: El Calma Sutra)
c) Buen humor por las mañanas.
d) Gusto cinematográficomusical.
e) Afición culinarioalcohólica.

Y esta mañana, la deflagración que está machacando la c) viene por haber infringido levemente la a) y a b). Porque yo, cuando duermo, me muevo y me sacudo y bailo y giro y vuelvo, variando de postura constantemente, prisionero de unos nervios que no deben descansar ni siquiera cuando mi cerebro se para. Tengo seis posiciones básicas:

1) Esvástica (boca arriba, manos y brazos en esvástica, todo el perfil corporal de señal del III Reich).
2) Sexto piso (boca abajo, brazos y piernas desmadejados como si me hubiesen tirado desde un ático y estuviera machacado en el asfalto).
3) Feto (de lado, recargolat sobre mí mismo, las manos retorcidas sobre el pecho como un bebé nonato o un marsupial pequeño).
4) Crucifixión (boca arriba, brazos abiertos, una mano en la cara de la pareja, piernas juntas).
5) Abrazo primordial (de lado, adherido a la pareja, manos en su barriga, piernas simétricas a las suyas, rascando repetidamente la planta de sus pies con las uñas de los míos).
6) Ramsés (boca arriba, una o dos manos en el pecho, postura mortuoria egipcia).

Una noche agitada como la de hoy podría resumirse con esta secuencia:

Esvástica + Feto derecha + Feto izquierda + Abrazo primordial + Doble Ramsés + Sexto piso con manillas + Feto derecha + Crucifixión + Ramsés simple

En cambio, la Naranja, mi mujer cromática e inframelaninosa, sólo tiene una postura: pie fuera, creando un kebab-saco de sábana en su espalda, enbalsamándome a mí en el proceso. Lo que, en el idioma familiar, llamamos abotifarramiento (ejemplo conversacional práctico: "Hey, prostituta barata, esta noche me has abotifarrado todo el rato")

- ¿Y tú qué, gorda? -contesto meándome encima del poquito de c) (buen humor mañanero), que todavía era virgen y pura-. Tú me has abotifarrado todo el rato, prostituta barata y hepatítica.

- Tenía calor, mongo -contesta únicamente, con voz sorda. Porque ahora tiene la cabeza bajo la sábana.

- ¡Pues destápate del todo, subnormal! -grito, cerrando los puños delante de mi pecho como un Mazinger semivencido- ¡Estamos a treinta y cinco grados! ¿Cómo puede ser que te haga falta la sábana?

- Tenía frío.

- ¿Frío en el tronco, calor en un pie? ¿Las partes de tu cuerpo están a diferentes temperaturas?¿Qué eres, el monstruo de Frankestein? ¿Estás hecha de las partes muertas de otra peña?

- Aha.

Este es un precioso ejemplo de nuestro pattern de discusión. Ella, calmada y letal, como la Garbo de Ninotchka, como la Marlene Dietrich de Testimonio de cargo. Yo, histérico, ictérico, epiléptico y ridículo como el Diablo de Tasmania de los dibujos animados (en feo). Centrifugándome a mí mismo y destrozándolo todo a mi paso.

- Como el puto monstruo de Frankestein -repito, por si acaso se hace el milagro y se enfada. Pero la Naranja ni se digna a contestarme, ahí, bajo la sábana, calmada y letal como un escorpión herido.






Gracias a Kiko Amat por el nuevo libro "L´home intranquil" y a Elisa, que me lo ha regalado. Perdón a los dos por la traducción simultánea (=neologismos y adaptaciones varias) del articulillo que más risa me ha hecho en muuucho tiempo.

lunes, 27 de septiembre de 2010

BARRIGUITAS



El en google cuando buscas barriguitas de famosa te salen fotos de famosas preñadas, de barbies sin preñar y de otras muñecas y juguetes. Todo está relacionado. Es evidente. Pero, ¿por qué? Otro misterio de la humanidad.

Mis muñecas de infancia, las Barriguitas, y yo nos hemos metamorfoseado pero a la inversa. No tengo ganas de explicar por qué opino de este modo. Lo que sí quiero decir es que nunca he acabado de entender el diminutivo de su nombre. ¿Será en plan cariñoso? Quién sabe. Tampoco entiendo la oscura y malévola relación que existe entre los creadores de juguetes y los gurús de nuestra sociedad.

Ya que desde las seis de la mañana estoy intentando ser buena chica y no enfadarme, no escribiré lo que opino de ninguno de ellos, ni de mi barriguita de los cojones. Ay, mierda, había prometido no decir palabrotas. Joder.

Os dejo una foto de la barriguita azul. Da miedo. Dicen que si la miras fijamente un tiempo se te aparece en plástico y hierro.

Vale. Adiós.

viernes, 17 de septiembre de 2010

LA PRISA Y LA IMPORTANCIA

El resultado de un día de mierda es este: teclear al mismo tiempo que los minutos se me van a la espera de un otro. Y es jodido lo del otro, porque esperarlo -para mí- significa que está más cerca de mí de lo que pudiera suponerse y, a mi pesar, tan lejos que su ausencia me mantiene aquí, con la sartén por el mango pero con hambre.

Cuando uno alterna varias semanas de cinco horas de sueño diarias de promedio.. se extremiza. Le vienen o las prisas o las dudas o los cabreos o las neuras o los renconres o los pesimismos multiplicados por ocho al revés... Y, claro, desde el descanso otro puede catalogar y clasificar y tal pero... desde dentro uno sabe que tiene la razón, y no hay duda.

La importancia que se le da a una situación se puede medir mediante los índices de puteo que puede alcanzar un ser... Igual que con el umbral del dolor, los topes no están definidos y varían según el humanoide, la prediposición, la rumorología o la cuota de abonados colaboradores en tal empresa así como el número de acciones que posee cada cual en la misma.

Las prisas no son buenas -en eso coincidimos casi todos- pero deberíamos diferenciar entre los que odian ir con prisa y los que la necesitan para sentirse vivos. Yo las odio. Especialmente después de un día de mierda. Para ser honestos, fusilaria en este mismo instante a todo aquel que me estresa, estresara o hubiera estresado.

La importancia y la prisa van muchas veces unidas, ¿por qué? Ni idea. Si para mí lo más importante en este instante es estar en modo relax, ¿por qué cojones me entra el nervio al ver que pasan las horas y que no estoy como deseaba? Adivino que, en mi caso particular, está relacionado en que la importancia la demuestro yo y la prisa me viene de otros -o eso me parece-.

La putada es que yo tengo ganas de dormir y me imagino que tú vienes con ganas de fiesta -ya me llamo yo ilusa, que viniendo de desconocidos es demasiado hiriente-. Si yo fuera tú, no vendría. Si yo fuera tú, dejaría claras las prioridades. Si yo fuera tú, me daría prisa en llegar hasta aquí.

Hoy me puede lo segundo.

domingo, 29 de agosto de 2010

INTERROGANTES ABIERTOS

Los días laborables cuento 3 personas en 3 bancos durmiendo, en la misma calle, uno detrás de otro. En unas horas volveré a asegurarme de que en cada calle hay 4 bancos y que sólo uno de ellos está libre a estas horas. Durante el día, no importa la hora, los bancos se llenan de guiris deshidratados que se amorran a su botellita de 33 centilitros por 1 euro, cámara fuera de la funda, sonrisa falsa puestísima, como famosos en una alfombra roja.

¿De dónde salen las cucarachas? Nunca las he visto paseando por la calle. Acostumbran a estar en los portales de las casas, como si hubieran intentado salir porque en esos edificios antiguos, ya se sabe, se achicharra uno de calor y apetece salir a tomar la fresca. Ellas y las abuelas octogenarias son las vecinas silenciosas, esas que te asustan cuando aparecen de la nada al enfilar la escalera hacia el primer rellano a horarios inverosímiles para cualquiera con una vida "decente". ¿Existe una ley urbanísitca por la que se les tiene que construir en cualquier finca un lugar sólo para su uso y disfrute? Me lo pregunto porque nunca he visto de cerca a las cucarachas... Tiendo a salir corriendo...

Acabo de pensar en lo estúpido de mis deducciones. Por la misma regla de tres uno podría imaginar que sólo pasean de noche, o que tienen fobia a la luz y por eso nunca les he visto los ojos, o que son muy tímidas, o que trabajan todas ellas en discotecas y antros nocturnos y por eso sólo es posible murmurar un pésame poco sentido -la verdad- al evitar pisotearlas por las mañanas, bien temprano, cuando empieza la gente a trabajar y ha pasado poco desde que ellas se han retirado de su garito y han enfilado hacia casa... y ahí te dan los buenos días sin palabras -¿carecen de aparato fonador?-, con las panzas arriba y las patas inmóviles -¿por la timidez que las paraliza?-, sin ojos -¿por la fotofobia?- desde cualquier esquina -habría que estudiarlo a fondo pero creo que tienen pasión por los rincones-.

Cada día que pasa me dan menos miedo y eso que no han hecho nada para evitarlo...ni han sonreído, ni he visto en sus caras sufrimiento y petición de ayuda, ni me han dirigido la palabra... pero ya puedo pasar a su lado sin alterarme en exceso siempre y cuando ellas no muevan ni una pestaña. Lo próximo roza la osadía y consiste en meterles un pisotón bueno de esos que hacen chof sólo una vez -habrá que esperar a la moda de otoño, botas y no sandalias-.

Se acaba el verano, ¿no? Esta noche ya no hacía falta poner el aire acondicionado y, aún así, tuve que tirar de la sábana.

domingo, 15 de agosto de 2010

CADA CUAL A LO SUYO

Siempre he preferido a aquellos tipos que saben bastante bien hacia dónde van y que tienen unas bases establecidas que siguen sin esfuerzo alguno, como si les saliera de modo natural. Nunca me gustó la gente que va a la deriva, que se deja llevar, que se acerca al sol que más calienta.. sin entrar en conflicto consigo mismo. Hay que tener un poquito de sentido, un mínimo de conciencia por más que se esté perdido, es lo que nos diferencia de los animales que no tienen sentido del saber estar ni orgullo.


Fantasmas, mierdas, traumas, cargamos todos a nuestras espaldas. La historia estaría en no perder de vista el horizonte, en seguir remando, aunque sea a solas.

Entre perder el culo o tener prioridades hay más de una diferencia.

lunes, 9 de agosto de 2010

MOLESKINE

"Actualmente ya no vivo en Pekín ni tengo caballo. He sustituido Pekín por el papel y el caballo por la tinta. Mi heroísmo se ha vuelta subterráneo.
Siempre fui consciente de que la edad adulta no contaba: a partir de la pubertad, la existencia es sólo un epílogo.
En Pekín, mi vida tenía una importancia capital. La humanidad me necesitaba.
De hecho, era explorador y estábamos en guerra.
Nuestro ejército había hallado una nueva forma de agresión contra el enemigo.
Todas las mañanas, las autoridades chinas acudían a entregar yogures naturales a los habitantes del gueto. Depositaban ante la puerta de cada apartamente una pequeña caja de yogures individuales, envasados en recipientes de vidrio tapados con un insignificante papel. El blanco y lácteo producto estaba coronado por una capa de cuajo amarillento.
Al alba, un comando de soldados varones acudía ante las puertas de los apartamentos germanoorientales, levantaba las tapas, engullía la capa de cuajo y la sustituían por una dosis equivalente de un líquido de idéntico color abastecido por su organismo. Luego volvían a poner las tapas, se marchaban con la música a otra parte y si te he visto, no me acuerdo.
Nunca supimos si nuestras víctimas tomaban sus yogures. Todo induce a pensar que sí, ya que no hubo ninguna queja. Aquellos productos lácteos chinos eran tan ácidos que algunos sabores extraños podían pasar perfectamente desapercibidos.
La ignominia de la maniobra nos hacía eructar de éxtasis. Nos repetíamos cuán inmundos éramos. Era grandioso.


Los niños de Alemania del Este eran contundentes, valientes y fuertes. También disfrutaban moliéndonos a palos. Pero aquel tipo de hostilidades nos parecía ridículo comparado con nuestros crímenes.
Nosotros éramos unos cabrones de mucho cuidado. La suma de músculos de nuestro ejército era ridícula comparada con la del ejército enemigo, aunque ellos eran menos, pero nosotros éramos peores.
Cuando uno de nosotros caía en manos de los alemanes orientales, era puesto en libertad una hora más tarde, cubierto de chichones y moratones.
Cuando se producía el proceso inverso, en cambio, el enemigo se enteraba de lo que valía un peine."

"El sabotaje amoroso", Amélie Nothomb, pág. 33, 34, 35. Editorial Anagrama.

NO ME FUI MUY LEJOS

No me fui muy lejos. Ni siquiera llegué a cruzar la calle. Me quedé mirando el semáforo y poco más.

No di el paso, no lo he dado, que necesitaba para volver a tener voz. Ni tan sólo corté el cordón umbilical. Me reventé nadando y poco más.

No conseguí la vida que me convenía. Ni por los pelos llegué a tener un momento hamaca de los que recuerdas cuando eres viejo al lado de otra persona sonriendo. Me imaginé mil veces volando pero parece que tengo genes de Ícaro y poco más.

No me pronuncié demasiado en estos meses. No vomité todo lo que quería, no repartí collejas a diestro y siniestro como se requería, no alcancé a X ni a Y ni a Z, no estuve al nivel que me exigía -y me exijo-, no conseguí hacer encaje de bolillos ni una bufanda decente. Me compré las agujas del número 5, la lana azulísima para el invierno y poco más. No sé dónde comprar las ganas de ponerme.

No se me olvidó ni un detalle. No pude dejar la complicación atrás, volverme simple y sabia. Quise deshacer el camino hasta llegar al punto donde nos perdimos pero cada cual andaba a lo suyo, sobrevivía, se cabreaba y poco más. No fui capaz de encontrar (me y te) y entré en un bucle al infinito tan largo como la expansión del universo.

El Pretérito Indefinido fue ayer. Mañana lo cambio todo. Mañana te llamo. Mañana me tengo preparada una sorpresa: el salto del que sobrevive no es hacia atrás (ni hacia delante).

lunes, 26 de julio de 2010

¿ES FÁCIL?

- ¿Es fácil juzgar al que aparece al otro lado del espejo?
- ¿Es fácil mentir, aparentar?
- ¿Es fácil adivinar los pensamientos de alguien al otro lado del teléfono? ¿Por su tono? ¿Por su cadencia? ¿Por sus hipos? ¿Por sus lloros?
- ¿Es fácil tirar para casa cuando no tienes nada que signifique hogar?
- ¿Es fácil encontrar un lugar?
- ¿Es fácil dormir pegad@ a otro cuerpo? ¿Es fácil dormir sol@ con la cabeza repleta de nombres y de historias?
- ¿Es fácil reírse con la serie de turno casi a media noche?
- ¿Es fácil despertarse con el canal de noticias 24 horas a solas?
- ¿Es fácil ver los fuegos artificiales desde un balcón con las luces apagadas y una sola respiración?
- ¿Es fácil hacer una lista con aquellos que hacen otra que inluye tu nombre?
- ¿Es fácil desconectar el teléfono?



No. No es fácil. Pero no queda más que hacerlo y aprender aunque insista, o justo porque, la lección no me interesa o interese.

PONLE NOMBRE

Si le pones nombre será más fácil desvincularte. Se llama bipolaridad, o fobia, o estrés, o lo que sea... Y ahí se queda, atrapado en el sustantivo, cazado, y así ya puedes despellejarlo, filetearlo y comértelo. A cualquier problema, si lo bautizas, lo tienes dominado, pillado por el gaznate, acojonado...

Hay que ser rápido... entre el momento que el pez pica y lo vemos venir, hasta el segundo en el que lo cogemos entre las manos... hay eternidades que podrían suceder -plantar espinas, cerrar la boca, escupir el anzuelo, morderlo...- ¿Has pescado algo? En primera persona singular ambas... suerte de mí y para mí, a la inversa y del otro lado.

Muchos echan la caña esperando pescarse y sin saberlo.

VACACIONES

Estoy de vacaciones. Ahora mismo, mientras lees, le voy dando a la turbina que maneja el pensamiento profundo. Es difícil sacar algo en claro de ahí. La pescadora se relaja, respira, pincha un coreano que amenaza con meterle un bocado, prepara la caña -pasa el hilo por cada agujero, lo ata al peso, le enchufa el anzuelo con doble lazada, acaba pasando al gusano de la barrita al señuelo- y tira bien lejos, lo más lejos que puede. Todo el mundo piensa que más lejos significa pescado más gordo. Su tiro de principiante se queda a medio camino... la pescadora apesta a mar y a coreano por más que se lave las manos en las olitas que llegan a lamer sus pies. Los pescados gordos saltan a lo lejos. Los pescados medianos se ven sorprendidos por las gaviotas que se lanzan en picado a buscarlos. Los pescados minúsculos me lamen las heridas de los pies.


En los espigones recupero la esencia de lo que soy y de lo que quiero ser. Salto de roca a roca, con cuidado, atrapo cangrejos, lanzo mis manos a los mejillones, rebusco en la arena hasta encontrar coquillas -o como se llamen- y me asusto de lo profundo también en este medio acuático. Braceo descontrolada al darme cuenta de que mis pies ni rozan la tierra si me pongo en vertical. Me entra el pánico después de caer hacia abajo unos cuantos metros a la búsqueda del fondo que me catapulte a la superficie.


Si le preguntas a la gente si le gusta quedarse en la superfície te dirá, en un 90%, que no. Me parece más de fiar el 10%. Los fantasmas no son buenos para nadie.


Las apariencias son muy putas, ¿te das cuenta? Es como cuando te llama alguien y te propone un plan de puta madre, completamente inesperado -y lo de que no se espera puede ser por muchas cosas: porque nadie tiene tiempo suficiente, la pasta necesaria, las ganas para hacerlo, la confianza apropiada, el ímpetu indispensable, el alehop imprescindible...- y lo rechazas sin más, y te acuestas esa noche sin dedicarle ni el más mínimo pensamiento a la propuesta... porque no era en serio y estás tan convencida de que no iba de verdad que no te reconcome por dentro ni tienes pesadillas con ello ni te supone un trauma.



No es que yo haya aprendido del 10% que os hablaba... ojalá... pero es que estoy de vacaciones y eso lo cambia todo, absolutamente todo. No soy la misma, está claro, que el resto del año; No es que me la pele el mundo pero... no voy a perder ni un solo día de estos catorce por hacer algo que no me apetece, o pugnar por hacerme notar postivamente en donde no se me requiere, o enfrentarne a fantasmas y pajas mentales ajenos que no puedo eliminar... ni quiero.

Esto es nuevo... Tengo el convencimiento de que cada uno tiene sus propios fantasmas y de que cada cual debe resolver su relación con ellos. A los míos les he montado un tenderete en el que deben ir cogiendo número para venir a visitarme. A los de otros les doy un flyer en el que les invito a unas birras y me así me doy tiempo para "encararme" a ellos.. o lo que sea.


No es que haya una gran fila... es que la cola de ese fantasma me quita tiempo y me preocupa. ¿Volver a la infancia? ¿Volverá a crecer? Una lagartija sin cola da la mitad de miedo... no sé por qué. Cualquiera pensaría que ahora sí está enfadada y con motivos pero, en realidad, todos pensamos que, superficialmente, impone mucho menos, ¿no?.


Total, que estoy de retiro, de reposo, de vacaciones... y más o menos todo sigue igual. Lo iba a etiquetar como lucha entre bondad y maldad pero no me convence. Yo soy medio buena y medio mala, eso está casi decidido por unanimidad... ¿cómo podría juzgar a nadie? En cuanto tenga una primera resolución me pongo con el resto de temas.

Como dicen en "Aquí no hay quien viva", tengo las arras preparadas para echarlas a la primera máquina tragaperras que me encuentre. "¿Cómo va a estar el futuro en las manos? ¡Anda! ¡¡¡Está en las cartas!!!"

jueves, 1 de julio de 2010

IRSE A LA MIERDA

Salgo del trabajo este mediodía. Cruzo el semáforo. Tres tipos discuten, gesticulan y,de repente, sin más, se quedan quietos y miran cómo avanzo. "A este tío lo conozco", pienso, y nos miramos como se miran dos desconocidos en unas gafas tipo Top Gun. Es Iván Ferreiro. Me quedo muda. ¿Abordar o abortar? Continúo caminando con toda la dignidad que puedo y escribo un sms sólo para que quede constancia del momento.

La tarde es social. Que si yo tal y mi padre pascual, que si qué me dices y qué me estás contando, que si ande vas y cómo te quiero, perra...

Enchufo la tele buscando un canal que me deje frita y ponga el punto y seguido a este día de caos. Iván Ferreiro en La Sexta.

"Irse a la mierda une mucho". Esa es la conclusión de la entrevista, el titular.

Y tiene razón.

miércoles, 30 de junio de 2010

A LA PISCINA

Confirmadas tengo dos semanas de vacaciones... las dos últimas de julio... ¡¡por pirmera vez en muchos años!! El color de las facturas que me llegan roza el fosforito así que ni me quiero plantear -aunque lo haga- salida alguna más allá de donde me lleve la T-3 que tengo. Ya veremos dónde acabo...

Me mojé y dije, en voz alta, lo que todos pensábamos de nuestro último huésped...

Hoy he visto a Iván Ferreiro al salir de la escuela -lo juro, que me pongan el polígrafo ese!!- y me he quedado pillada... La de cosas que sabemos que pasarán aún antes de que sucedan... La de veces que había sentido esto... Lo que pesa el silencio...

Se acabó. Meter la pata -y derivados de extremidades- es, muchas veces, la única solución. No lo tendré en cuenta. Dejaré en blanco la libreta de agravios. En realidad es un favor que se me hace.

Apuesto a que tengo razón. Me tiro a la piscina. Game over. Sin conexión.

domingo, 20 de junio de 2010

LUNA DE MIEL

La luna de miel de mi hermana me la voy a pasar yo pensando en la teoría del último cigarro, según la cual las cosas más buenas, o mejores, y las más malas, o peores, ocurren justo antes, durante o después de un piti. Había pues que atender y procesar de manera especial todo aquello que sucediera bajo tales condiciones... aunque las medidas de tiempo fueran más que relativas... Coincidió que gustaba de analizar en profundidad y con detenimiento atemporal y acabó fumando uno tras otro para dotar de importancia, o buscarla, a lo que había alrededor: Humo.

Del 19 de junio de 2010 he aprendido algunas cosas:

- Hay quien me quiere pese a lo que pese (y hablo de toneladas)
- Hay quien, como yo y mi hermana, se acuerdan de los que no han estado presentes sean persona, animal o cosa.
- El amor existe. No hay que conformarse con medias tintas ni mejillones a la marinera. En pareja hay que picar mucho para conseguirlo. En solitario es más chungo porque por más fuerte que uno se crea sigue estando solo y esos son pesos en toneladas, en negativo. No nacimos para estar aislados.
- La sangre tira. Yo asumo lo que sea por mi hermana y lo mismo sucede en las altas y bajas esferas de esta pirámide de El Cariño (que suena a El Dorado).
- Aunque no viaje a Nueva York ni a Punta Cana ni a ningún lugar apetecible... Quiero una fiesta como esta. Quiero tener motivos, como tienen ellos. Quiero tener los billetes de avión comprados y a la persona a mi lado. No quiero concesiones ni dudas ni chuminadas varias.
- Mi luna de miel de hoy -sí, he decidido que esta sea una noche de amor entre mi yo y mi otro yo pacífica- será entre las sábanas revueltas de mi cama, con el olor de anteriores yoes que no fructificaron y el aroma de los que vendrán y me romperán los esquemas. Será una lucha. Como siempre, aunque no lo parezca, ganará el mejor. Yo apostaría por mí.

viernes, 11 de junio de 2010

NO QUIERO SABER...

No quiero que me cuenten según qué cosas:

- no quiero saber con quién te acuestas ni con quién te levantas. Tampoco si el quién es igual al cero.

- no quiero saber cómo has dormido básicamente porque ninguno querría entrar en el por qué has dormido así.

- no quiero saber la pasta que ganas (o no) ni en dónde la inviertes (o para qué la guardas). Cuestiones tan personales deben resolverse en la intimidad y mantenerse de cara al público más de un mes siendo generosa.

- no quiero saber cuál es el motivo de tu malestar. Es tuyo y yo tengo los míos... No puede salir algo bueno de tanta ignorancia.

- no quiero saber por qué hay tantos balones fuera. Será que ha empezado el Mundial y con eso ya me basta.

- no quiero saber qué esconde el silencio.

- no quiero saber cómo voy a dormir esta noche. Que sea lo que tenga que ser, que pa eso estamos aquí y de eso va todo, no?

- no quiero saber si mañana veré lo mismo o cambiará el paisaje. Si ni los Hombres del Tiempo se aclaran, ¿de verdad yo tengo que preocuparme por la meteorología futura? Bah. Nunca se sabe, por eso hay que arriesgar siempre.

- no quiero saber qué significan mis sueños, ni mis desvelos. Eso se quedaría entre Freud y yo en el supuesto caso en que me apeteciera desentrañar la madeja. Que la alternancia insomnio con sueño profundo en fase REM no le interesa a nadie así que menos todavía el por qué de todo.

- no quiero saber qué será de mí en el futuro. No pienso donar mi mano a la adivinación. La gracia está en ir viéndolo llegar y disfrutarlo.

- no quiero saber de dónde viene la indecisión. Ni la mía ni la de nadie... Aunque sea puta. Calla más el diablo por diablo que por cojo. Pues sí.

- no quiero saber si me voy a arrepentir en dos minutos. Ya veremos. No lo creo. Cuando el río suena... buena sombra le cobija.

miércoles, 2 de junio de 2010

MIERDA y en plural

Es una mierda:

- cobrar dos duros a pesar de la experiencia.

- dar la mitad de tu sueldo a una vivienda.

- mirar de refilón el móvil. Entre las llamadas de peña que te hace ofertas para cambiar de compañia a horas intempestivas y las de los anónimos que simplemente dejan sonar los rings... Puerta abierta al castigo...

- pasarse el día de tren en tren y de bus en bus por cuarenta euros más al mes.

- conspirar contra ti mismo por lo anterior.

- cocinar para uno solo una puta coliflor que tendría que durar tres días pero, como no se puede congelar... se pudre a las treinta y seis horas.

- ir al cajero y ver que debes más de lo que tienes y tendrás.

- levantarse y que haya subido el precio del Nobel.

- estar a dieta cuando lo que te apetece es comerte al mundo.

- venderse por un contrato casi digno.

- que no vendan raciones de comida y bebida para personas sin pareja.

- sonreír cuando no te apetece eso sino clavarle un par de patadas en los huevos al payaso de turno.

- que hasta las morsas te adelanten en el carril lento de la piscina.

- ser buena persona y tener la educación sufuciente como para no montar un cristo a cada paso que damos.

- que las inmobiliarias-setas monten visitas a pisos inmundos en horarios en los que cualquiera con trabajo está ocupado.

- que las mismas de antes se cobren un porcentaje por un trabajo que no hacen.

- no poder destruir con un chasquido de dedos a los que nos mangonean en derecho a tener una vivienda digna.

- consolarme con que, por lo menos, la tele es gratis en este país. Para lo que vemos deberían pagarnos.

- protestar contra las injusticias y que, también eso, se considere una moda propia de unos pringaos, desarrapaos y descastaos.

- irse a dormir con alguien y despertarse con pijama.



Es una mierda. Son muchas mierdas. Que me den (...), ya, bolsas de esas que se usan con los perros. Qué de mierda por recoger... Y las que no he nombrado!

ASÍ NOS VA

Cada cual mira por lo suyo.

Tres puertas más allá se decide país, lugar de trabajo, ingresos y fechas varias y distantes para llevarlo a cabo.

En la casa de al lado discuten porque hay quien come más de lo que necesita y repite de ensalada.

En la inmobiliaria de abajo se frotan las manos porque ha llegado un pringado - El Pringao, con mayúsculas y mote- que dice, que tal como está la situación, pone su piso en alquiler por un precio módico, que no quiere lucrarse. El simbolismo nunca se entendió.

Cuatro calles para arriba un pavo paga mil quinientos euros por un piso de diseño. Sabe que es un precio desorbitado pero, como paga la multinacional en la que trabaja... Ya se arreglarán ellos con sus cuentas, no?


Y suma y suma y sigue y suma más... Así nos va, cada cual mirándose el puto ombligo y todos currando para que esta ciudad sea sólo para los de siempre. Y los de siempre reventando los programas, enseñándonos cada puto día la puta casa que casi ni pisan porque siempre están de viaje, de hotel en hotel, y, qué cojones, que el quinto Mercedes no es un capricho sino una necesidad... Y multiplicados por un millón la de gente que llora cuando piensa que tiene que comprarse una T-10.

La moto que nos vendían estaba trucada. Algunos lo vimos y no la compramos -y eso sí que es tener voluntad... porque todo alrededor nos recordaba lo estúpidos que éramos, lo simples que demostrábamos ser, lo utópico de nuestras vidas- pero la mayoría parecía, y parece, encantada con la moto que le ofrecían. Venga, vamos todos a tener sangre azul y a enseñárselo al vecino; que se note lo listos que somos, lo puestísimos que estamos en novedades: móvil nuevo cada tres meses, coche nuevo cada año, casoplón habitual y residencia de verano porque yo me lo merezco... Aparecieron empresarios de la nada, todo el mundo era economista, todos entendían perfectamente el puto Programa Padre de Hacienda semos Todos y sabían cómo metérsela doblada a la mierdecilla esa de página web... Faltaría más... Aquí, piratas, todos o ninguno.

Me veo en un par de meses volviendo a casa de mis padres... Con lo que voy a ahorrar pienso comprarme una faldita de cuadros de esas que llevan las que van a los coles de las monjas -a mis treinta- y a recuperar amistades perdidas, tan perdidas como yo, para que me acompañen en mis botellones de finde y en mis escapadas a las discos del pueblo... Total, con lo que cobro me puedo permitir la vida de una colegiala..

Esta tarde me han avisado de que mañana no trabajo y no me ha hecho ilusión... preferiría tener curro y no tener tiempo para pensar ni un segundo más porque esto no pinta nada bien y estoy hasta el peich de luchar contra el ombliguismo generalizado.

To pa mí, to pa mí y to pa mí... hasta reventar.

Si alguien me ve algún día pagando con un billete de quinientos la compra de la semana que me pegue un par de leches y me robe. Prometo no denunciar a nadie. Si yo lo veo, a partir de hoy, juro que llamaré a la policía para denunciarlo. Es un crimen tener tanta pasta hoy en día.


Que reventemos todos porque lo necesitamos.

martes, 25 de mayo de 2010

LA ESPUMA DE LOS DÍAS Boris Vian

22

"El señor Zobispo se había marchado; y Colin y Chloé, de pie en la sacristería, recibían apretones de manos e insultos que supuestamente habrían de traerles la felicidad. Otros les daban consejos para pasar la noche: un vendedor ambulante les ofreció fotos instructivas. Empezaban a sentirse muy cansados. Seguía sonando la música y la gente bailaba en la iglesia, donde se servían helados lustrales y refrescos piadosos junto con emparedados de bacalao. El Religioso se había vuelto a poner la ropa de todos los días, con un gran agujero en la nalga, pero contaba con comprarse un sobretodo nuevo con su parte de los cinco mil doblezones. Además, acababa de estafar a la orquesta, como siempre se hace, y de negarse a pagar la retribución del director de la misma, ya que había muerto antes de haber comenzado. El Monapillo y el Vertiguero desvestían a los Niños de la Fe para colocar los trajes en su sitio, ocupándose este último especialmente de las niñas. Los dos subvertigueros, que habían sido contratados como extras, se habían marchado ya. El camión de los pintureros esperaba fuera. Se disponían a recoger el amarillo y el violeta de las paredes para volverlos a meter en botecitos absolutamente repugnantes..."

"La espuma de los días", Boris Vian.

lunes, 24 de mayo de 2010

ÚLTIMOS MINUTOS

Los últimos minutos de Lost me han parecido un timo: facilones y ñoños. Todo aquel que toca a otro recuerda los buenos momentos que pasaron juntos y pone cara de amor eterno y otras pamplinas. Potajero.

Vale que lo de últimos minutos es elástico y, por tanto, relativo. Vale que no tiene por qué tener un componente decisivo que los catalogue como especiales. Mis últimos minutos, por ejemplo, han sido una repetición sucesiva y constante de la nadería más flagrante. No importa lo mucho que extienda el alcance de "últimos"... sigue sin haber nada interesante que contar... y de ahí que nadie vaya a perder más de un segundo en cambiar de link.

Engancharse a Lost era bien fácil... Personajes atractivos que deben sobrevivir (como todos) frente a situaciones que no entienden y se complican cada vez más (a todos nos suena el tema), personajes que se relacionan entre sí buscando respuestas y roles que interpretar, personajes que podrían tener una nueva oportunidad para ser felices...

La pupila de Jack abrió la serie... la misma pupila ha supuesto el final anunciado. Cuántas historias mucho más simples se resumirían con la misma acción.... Por eso hay que mirar siempre a los ojos, por eso, justo por eso, vale la pena prestar atención.

domingo, 23 de mayo de 2010

SE CIERRA

Perdida. Se cierra otra etapa. Han sido seis años. Esta noche-madrugada se acabó lo que se daba....

Independientemente de las respuestas que me ofezcan para el final de "Perdidos" yo ya le ha puesto mi propio final a este capítulo de mi vida.... Y ha sido escribir el punto y final y encontrarle sentido a esta época: su función ha sido traerme hasta aquí, para no repetir lo mismo otra vez, para dar el salto a una nueva etapa. La serie estuvo bien, tuvo sus cosas, hubo momentos en los que nos hizo adictos y capítulos que no merecieron ni un segundo de atención y que restaron puntos a la valoración genérica que estamos haciendo hoy.

No somos los que éramos en las primeras temporadas. Hemos tenido múltiples desengaños que nos han hecho crecer, nos dieron puntos de experiencia. También hubo grandes momentos que todos recordamos.. que no tengamos fé en un buen final no quita que lo pasáramos biem.

Toda partida llega a su fin.... Pues eso, a mover ficha que esto se acaba ya y que se salve el que Locke quiera!

EN NEGRITA

Se me subrayan los pensamientos, abuso de la negrita conforme se suceden las ideas- casi todas trágicas pero anunciadas tiempo atrás-. La negrita conquista el texto.

Abrochémonos los cinturones y apaguemos el móvil. Se trata de cerrar las puertas por las que te puede alcanzar el negro.

La mierda lejos, que no huela.

COSMOPOLITA

La rutina de los domingos se resume así:

- levantarse pronto y trasladar el cuerpo de la cama al sofá.
- desayunar leche, fruta, pan y cereales.
- dormitar viendo las noticias 24 horas o cualquier serie ñoña tipo Felicity o Sirenas.
- desayunar por segunda vez en la terraza del Cosmopolita leyendo el periódico.
- acabar los crucigramas en mi terraza, con el sol llegando desde la izquierda, con un partido de basket, una carrera de F1 o de moto GP de fondo.

Si las condiciones previas se cumplen difícilmente será un mal domingo. Poco importa lo que pase después; no afecta demasiado. No será un mal domingo. Tampoco he dicho que eso lo convierta en domingo memorable. Sería un domingo más, de los que paso a miles, en los que prima la intención de estar en calma. Tampoco he dicho que así consiga tener tranquilidad.

domingo, 16 de mayo de 2010

NO SE ME QUITA

Persiste.

Sin que haya abierto la boca me llegan todas sus palabras. Y no suenan a broma. Y no tienen casi íes de buen rollo, las que imagino que alimentan a mis caracoles.

Érase una vez una Capeructia Azul a la que se comieron los lobos y los bocinazos que pretendía ignorar. Iba la caperucita a casa de su tía, sí, sí, la tía Roja, según todos la conocían, cuando cruzó una rotonda del bosque en la que se apilaban coches adornados con bufandas y banderas blaugranas y de bocina fácil. En un instante la Caperucita Azul se encontró canturreando himnos culés que poco o nada iban con ella pero que tenían el poder de propulsarla hasta planetas lejanos en los que los locales nacían con un iphone entre las manos y se evadían fácilmente de todo aquel sonido ajeno a sus deseos. En el planeta Iphone 0.1, la niña Azul, -que ni tenía la piel de ese color, ni era sinestésica (aunque le hubiera gustado) ni disponía de dones especiales y superiores a los del resto de los homínidos- .... bueno... la niña Azul.. cantaba.

Eran canciones cutres. Abusaba del falsete y tenía un oído pésimo tanto para el ritmo como para la melodía. La Caperucita Azul disponía de unos buenos aparatos auditivos de adquisición natural pero, aún y así, no sabía hacer uso de ellos y, lo que es peor, tampoco le importaba dado que no tenía sentido de la vergüenza ni del ridículo en lo más mínimo, según decía.

Resultó ser no del todo cierto su pensamiento, su amor propio.... Resultó que, de la nada, surgió una voz oculta que la animaba a hacer todo cuanto fuese necesario con tal de que reinara la armonía y la paz... y para eso, la Caperucita Azul tuvo que desgañitarse y dejarlo todo en manos de su cabreo, de su rencor y de su pronto con el fin de que se equilibrara la balanza y no perdiera ni ganara nadie o perdieran y ganaran todos.

Este cuento no necesita de nadie que explique su final. Todos sabemos que la Caperucita Azul sobrevivió por arte de magia y que el mundo sigue igual que desde entonces....

Aún así no se me quita el mal rollo... Aún así no me dormiré tranquila hoy.... Eso sí, seguro, estaré menos nerviosa que cuando oí la historia por primera vez...¡¡ Ya sé que viene el lobo !! Ya sólo falta que aparezca el leñador....

No se me quita de la cabeza que, a mí, las camisas de cuadros, me han gustado, desde siempre, poco... No se me quita de la cabeza que a mí me han tirado mucho más las horizontales... Y de ahí que pueda ser que yo no sea ninguna Caperucita, que por eso no necesite de abuela, que me baste yo con mi cláxon estúpido en esta noche, que esta historia no tenga un final conocido.

CRUZADA

Me he cruzado. Lo sé. También sé que esto no tiene vuelta atrás. Alehop, triple mortal sin red... lechugazo.

Como me daba en la nariz empecé a respirar por la boca. Los olores, al gusto, se quedan en nada si pones la mente en blanco.

Transparente, de color nada, camaleónica como poco, me he mostrado últimamente aunque resulta que la sangre, venga del bicho que venga, siempre es roja (incluso la del príncipe de Beckelar)

Vista por otro: princesa, dulce, tan pequeña que da pena y provoca diabetes o grande, enorme, amenazadora, tan agresiva en su luz intermitente que provoca esquizofrenia.

Vista por mí misma desde Saturno con unos prismáticos: ni lo uno ni lo otro. Crezco y menguo según mires de un lado o del otro... en el fondo tengo la misma presencia, pa lo bueno y pa lo otro.

No soy buena. Tampoco lo pretendo.

No soy mala. Tampoco acepto que se aprovechen de ello.



Callamos tanto... Putos plurales. Ni uno más. He callado mucho, he oído bastante y he visto demasiado, por eso me duele la lengua -de mordérmela-, por eso me pitan los oídos y por eso me escuecen los ojos. Lo que más duele de esta derrota es que es doble: he perdido yo y me han ganado otros. Eso jode.



El Barça, su afición, celebra la Liga 2009-2010 en las calles con mucho claxon y mucho vocerío. Ni me llegan sus gritos... Estoy en fase de jornada de puertas abiertas en el puto purgatorio y me la pela todo, sea cual sea el medio por el que pretende invadirme. Aquí no hay más silencios, ni más gritos, ni más tonterías, ni más historias, ni más esperanzas, ni más futuros que los míos. Los que quieran patalear y nombrar a mi madre que se busquen otro espacio y otro momento que hoy el mundo es mío y con él todo lo demás, positivo y negativo -ok, lo acepto-.



La clickifada de Berto Romero en Zombis 2 se me va a quedar corta a este ritmo de destrucción.

domingo, 25 de abril de 2010

LA AMANTE DE BOLZANO

- [...] Escúchame, Giacomo, tú te has fugado de la prisión, y se dice que conoces el secreto de los corazones de los enamorados. ¡Mírame a mí! ¿Tengo el aspecto de una mujer que mendiga para obtener el amor de los hombres? ¿Quién se preocupa de mantener la casa en orden? ¿Quién va a los prados y a los campos en julio para vigilar la cosecha? ¿Quién compra muebles nuevos en Florencia cuando hay que mostrar al mundo el boato y el rango de la casa? ¿Quién se ocupa de los caballos y los aparejos? ¿Quién remienda los calcetines y los calzoncillos del refinado señor?¿Quién cuida de que haya flores en la mesa todos los días? ¿Quién logra que vayan los músicos en su cumpleaños a tocarle sus canciones preferidas? ¿Quién lava la ropa todos los días con agua fría?[...]¿Quién aguanta todo, quién trabaja, quién calla? Mírame, Giacomo. Se dice que tú eres un verdadero maestro en asuntos de mujeres y que conoces los remedios para el amor. Mírame bien: he parido dos hijos y he abortado otros tres, por más que le haya rezado noches enteras a la Virgen para no perderlos. Mírame bien: el tiempo ha pasado por encima de mí, ya lo sé; hay otras, más jóvenes, que ponen caras más agradables y que mueven las caderas con más gracia. Pero dime, tal cual estoy, ¿soy una mujer a quien haya que rechazarle un beso? ¡Mírame bien! -gritó la mujer con su voz ronca y fuerte, y abrió del todo su abrigo de piel.

Llevaba un vestido morado y un pañuelo de encaje de Venecia sobre la cabellera, castaña y tupida; un broche de oro decoraba su vestido a la altura de sus senos, maduros pero atractivos y proporcionados. Era alta y musculosa, nada gruesa, dura de carne y vigorosa de sangre, una mujer de cuarenta y tantos años, de brazos blancos y fuertes; allí estaba, delante de él, con la cabeza echada hacia atrás con todo su orgullo. Él se inclinó ante su figura con la cortesía y respeto propios de un caballero. El rostro hermoso, maduro e inteligente de la mujer se ruborizó por el gesto.


- No me halagues -dijo en voz baja, un tanto confusa-. No he venido hasta Bolzano desde la finca, bajo la nieve, para recibir los halagos de un desconocido. No necesito consuelo. Sé lo que sé. Soy una mujer, siento el deseo sincero en la mirada descarada e irrespetuosa de algunos hombres, y la pasión prudente en la mirada tímida de otros. Sé que me quedan algunos años para poder darle una felicidad completa al hombre que me ame -añadió en voz mucho más baja, temblorosa, y volvió a cerrar el abrigo sobre su pecho con ademán de embarazo-. ¿Por qué entonces no me han salido bien las cosas por más empeño que haya puesto en ellas? -preguntó, igual de bajo, tragando saliva como si estuviera aguantando las lágrimas. Hablaba con humildad, sin rastro alguno en la voz del orgullo típico de los hombres y las mujeres de la Toscana-. ¿Qué más tendría que haber hecho? Se lo he dado todo, todo lo que una mujer puede darle a un hombre: pasión y paciencia, hijos y aventuras, calma y seguridad, ternura y despreocupación. Tú que, según se dice, sabes del amor como los joyeros del oro y de la plata, examina mi corazón, juzga y ofréceme consejo. ¿Qué más tendría que haber hecho? Me he humillado, Giacomo, he sido amante y cómplice de mi marido, he comprendido que existieran otras mujeres para él, porque así es su naturaleza, aunque sabía que en secreto lo atraía yo, y sabía que, al venir a mí, huía del mundo, de sus pasiones, de sus aventuras, porque es cobarde, porque ya no es joven, porque los perros de la muerte lo están acechando ya, y a veces hasta he esperado y deseado que le llegue la vejez para que sea mío y sólo mío, achacoso por la gota, para cuidarlo y ponerle cataplasmas en los pies deformados... Sí, he esperado y deseado la vejez y la enfermedad, que la Virgen me perdone y que Dios no lo considere un pecado. Se lo he dado todo. Respóndeme si es que sabes responder: ¿qué más tendría que haberle dado?


Susurró la pregunta con voz llorosa y suplicante. El hombre reflexionó. De pie frente a la mujer, con los brazos cruzados, le respondió con cortesía pero de manera inapelable, como si dictara una sentencia:

- La felicidad, signora.

La mujer agachó la cabeza y se llevó el pañuelo a los ojos. Callaba y lloraba en silencio. Al fin suspiró profundamente y dijo temblorosa, con humildad:

- Sí, tienes toda la razón. No he sido capaz de darle la felicidad. -Con la cabeza gacha, toqueteaba distraídamente con sus bonitas manos el broche de oro que llevaba en el pecho. Volvió a hablar, mirando el suelo-. ¿No crees que hay algunos hombres a quienes no se les puede dar la felicidad? Quizá por eso mismo lo ame tanto. Hay hombres cuyo único atractivo, cuya única virtud, cuyo único encanto reside en la carencia de sensibilidad para la felicidad, en que son sordos para la felicidad, al igual que los sordos son incapaces de oír la dulce música, ellos son incapaces de oír la dulzura de la felicidad... Porque tienes razón: él nunca ha sido feliz. Ya ves, sin embargo, que ese hombre, que al fin y al cabo es mío según las leyes terrenales y divinas, tampoco ha encontrado la felicidad en otro lugar, aunque la haya estado buscando durante cincuenta años como busca alguien un tesoro enterrado en su jardín cuyo escondrijo ha olvidado. Él ya lo ha removido todo, toda la vida que había a nuestro alrededor... También partió en muchas ocasiones en busca de la felicidad, y yo vendí mis sortijas y mis collares para que él pudiera viajar. Porque, créeme, yo sólo quería verlo feliz; deseaba que hallara la felicidad por barco, viajando a tierras extrañas a través de los mares, en los brazos de mujeres negras o amarillas, si su destino era ése... Pero él siempre regresaba a mi lado, pedía vino y se ponía a leer, o bien se marchaba una semana con alguna mujer de cabello teñido, con alguna actriz. Él es así. ¿Qué debo hacer? ¿Repudiarlo? ¿Matarlo?¿O bien dejarlo, irme o suicidarme? Todas las mañanas, después de misa, me quedo de rodillas delante del Salvador en nuestra pequeña iglesia; te lo aseguro, he examinado mi corazón antes de venir, dolida y ofendida. Pero ahora volveré a mi hogar y nunca más me mostraré ofendida. Tienes toda la razón: nunca he sido capaz de darle la felicidad. Ahora sólo quiero servirlo. Pero ¿no crees que...? Dímelo, por el corazón de Cristo, ¿no crees que el error no ha sido sólo mío y que hay hombres así, incapaces de conocer la felicidad? La buscan, con tristeza y curiosidad, en los brazos de las mujeres, en la ambición, en el mundo, en las peleas a muerte, en el dinero, en todas partes, y siempre son conscientes de que la vida puede brindarles todo menos la felicidad. ¿Conoces a algún hombre así?

Pronunció las últimas palabras en voz alta, como exigiendo algo y pidiendo cuentas. En ese momento fue el hombre el que agachó la cabeza.

- Sí que conozco alguno -respondió-. Si te sirve de consuelo, conozco muy bien a un hombre así. Está delante de ti.

Abrió los brazos y se inclinó profundamente, como para indicar que la audiencia había terminado. La mujer lo miró con detenimiento. Se abrochó el abrigo con manos temblorosas y, mientras se dirigía a la puerta, dijo para despedirse, aunque más bien hablando para sí:

- Sí, de alguna manera lo intuía... Al entrar en tu habitación, he sentido que tú también eras un hombre así. Quizá lo intuía ya en mi casa, antes de partir bajo la nieve. Ya ves, él también es tan solitario y tan triste... Existe una especie de tristeza inconsolable, la tristeza de quien tiene constantemente la sensación de haber llegado tarde a una cita divina y, por lo tanto, ya no se interesa por nada. Tú sabes mucho más de ti mismo que él; lo noto en tu voz, lo veo en tus ojos, lo siento en tu ser. ¿Por qué, Giacomo?... ¿Qué les pasa a los hombres así? ¿se debe quizá a que Dios los ha castigado dándoles inteligencia, de modo que conocen todas las emociones y los sentimientos humanos a través de la mente, y no por el corazón? No es la primera vez que lo pienso. Soy una mujer sencilla, Giacomo. No niegues con la cabeza ni intentes mostrarte cortés: no te lo estoy diciendo por decir. No te lo digo con modestia porque sé que existe otro tipo de inteligencia fuera del vanidoso territorio de la mente, y que también el corazón posee su sabiduría, y eso es importante, muy importante... Ya ves, he venido aquí para pedirte consejo, y al final soy yo la que se compadece de ti... ¿cuánto te debo?

Sacó del bolsillo de su abrigo de piel un monedero de ganchillo, de hilo plateado, y se lo tendió, confusa, al hombre.

- De ti - dijo él, que se inclinó de nuevo doblando ligeramente las rodillas y abriendo los brazos de par en par, como si se despidiera al final de un baile- no aceptaré dinero.

Lo dijo con generosidad y humildad, pero también con un orgullo que hizo que la mujer, que ya se disponía a salir por la puerta, se volviera.

- ¿Por qué? -le preguntó por encima del hombro, con la cabeza girada-. ¿Acaso no vives de esto?

Él se encongió de hombros y respondió así:

- Tú ya has pagado tu tributo a la vida, estimada señora. Quiero que puedas afirmar que una vez encontraste a un hombre que te dio algo sin cobrar nada por ello.



"La amante de Bolzano", Sándor Márai, Ed. Salamandra.


Mola porque uno no sabe dónde situarse en este diálogo.

miércoles, 7 de abril de 2010

REVISIÓN DE VENTOSAS

Localización: mi habitación, mi casa, mi edificio, mi barrio (y al infinito).


Zona o ente a revisar: un punto microscópico, yo y mis circunstancias.


Sinopsis situacional: mujer, treinta años, entradita en todo, con un sueldo de mierda, que vive en un piso compartido y que escucha atentamente la proposición por parte de una de las compañeras de subir su alquiler mensual en unos ciento cincuenta euros. Así, sin más. ¿Quién escribía esta mañana sobre la relatividad? algo así como que sí, que todo es relativo, pero que hay términos que contemplados desde esa perpectiva guay pueden ser peligrosos por lo sustancialmente dispares a lo que todo humano acepta como moralmente correcto. Realtividad, propongo, visto lo visto. ¿Cómo he llegado hasta aquí? Me cago en tó.

Flashback 1. Llega la primavera. Tres seres del género femenino conviven en un clima de paz y armonía. Las llamaremos A, B y C. ¿Que por qué? Pues porque este es mi blog y escribo lo que me sale del jander. A cobra pasta y paga por dos porque es espléndida. B cobra una mierda y paga una mierda y es justo reconocerlo. C cobra un pastón y paga lo mismo según la realtividad del día. B y C respiran tranquilamente mientras A sueña con volar lejos, lejos, lejos...

Flashback 2. Pre-Nevada de Barcelona 2009. La pareja de A se pira en busca de... iba a decir de aires más cálidos pero sería mentir porque se fue al Norte... Total, que la pareja de A se pira. La noticia llega por sorpresa a través de un amigo y vía chat... ¿credibilidad? Cero, interné es lo que tiene mucho lerele y poco lirili (o al revés). La pareja en cuestión desaparece con algunos de sus bártulos dos días después. Misterio, intriga, dolor de barriga... No se sabe por cuánto tiempo. Reunión casual entre A y B: nada cambia, si total ya está volviendo... ¿seguro? Sí, sí.. Y si no ya veremos...

Flashback 3. Fin del verano 2008. Aparece C en escena. Resulta que B tenía una relación, llamémosla E, que ha acabado con el cada uno en su casa y dios en la de todos. Suenan las alarmas. Que si este piso es muy chulo pero cuesta una pasta que lo flipas, que si A y su pareja podrían pagar lo mismo por un piso para ellos solos, que si B se ofrece a buscarse otra habitación porque su economía sumergida no da para más, que si tal que si pascual y al final... la solución. Se alquila una habitación para un cuarto componente de este grupo folklórico y todos contentos. Por lo menos probar... Si sale mal ya se busca otra opción, ¿no? C resulta ser un encanto que no da ni medio problema. Qué felicidad.

Flashback 4. Octubre, noviembre y parte de diciembre de 2007. El traslado. B, A y sus parejas se conocen de hace un tiempo ya. Llevan "conviviendo" bastantes meses cuando, por sorpresa, aparece un piso ideal para dos parejas a compartir. B y su pareja han buscado y rebuscado en mil ofertas y todo es, o muy caro o muy cochambroso. A y su pareja viven sin más, no les gusta que les tomen por tontos y quieren abandonar el domicilio que comparten con B porque su casera es una sobrada y una lista. E, pareja de B, se anima a la aventura pero desaparece y aparece a intervalos arrítmicos en el primer trimestre. B se alegra de haber dejado el piso céntrico con habitación inmensa por trescientos veinte euros al mes y al tiempo se cabrea porque odia estar pendiente de otros en cuanto a decisiones vitales se refiere. No es que B sea egoísta, que sí, es que B quiere valerse por sí misma, llevar el ritmo que le rote, y ya ha prometido hasta aprendérselo que ninguna de sus decisiones personales afectará negativamente al resto de seres cercanos o lejanos. En pleno caos mudanza-decoración-esta caja es tuya-hay que pagar una fianza de la ostia-cuánta luz entra y qué bonita vista, sigue sin tener el convencimiento de que le esté saliendo a cuenta la historia.

Flashback 5. Desde 2006 en adelante. B trabaja como una mula y, aún así, no tiene calidad de vida. Cierto es que habita en un espacio amplio y de precio asequible, también cierto que su vida sentimental, pese a los altibajos de sobras y trágicamente conocidos por todos, va bien (que diría el señor del bigote raro) y todavía una última certeza: su vida no es ni de lejos como quiere. Ya entonces se ha empezado a plantear hasta qué punto le favorece su necesidad de tenerlo todo claro y seguro. No le favorece casi nunca, normalmente el ansia de seguridad sólo la empuja... hasta que le entran ganas de irse a la cama a las 22 y y dormir cuatro días seguidos... o los suficientes hasta que el mundo se haya puesto en el sitio que le correspondía en su cabeza.

Flashblack 6???? Se podrían escribir enciclopedias completas de las vidas de A, B, C y el resto (parejas, amigos y todo aquello que marcó sus caminos) pero ¿a estas horas? ¿para qué?


Situación presente (y por presente quiero decir de las 22.50h. del día 7 de abril de 2009): B se ha equivocado ya muchas veces. No vale de una mierda lamentarse por los senderos equivocados, debería seguir andando y listo. B tiene el pepe que le hace ventosa y no se mueve aunque siga respirando y tenga las constantes vitales en su sitio (cada vez menos, ¿serán menguantes?). B está hasta el cipote (expresión resctada de Emilio, personaje de "Aquí no hay quien viva") de sobrevivir y ya está. B necesita un cambio bestial: de piel (con de kilos, y para menos, basta), de ideología, de paisaje urbano, de peregrinos escoltas y de corte de pelo especialmente.

¿Y que sólo se me ocurra pensar palabrotas? ¿Es que esto es normal? Quiero un médico ahora mismo que me diga lo del artículo de esta mañana: "Tú no tienes depresión, estás en un momento feo, y tienes que solucionarlo sola" Tengo fe en esos especialistas que han pasado el MIR y toda la pesca, el jueves que viene se lo comento a la de cabecera, a ver qué me dice. Sólo por contrastar opiniones.



Puta miseria.

martes, 30 de marzo de 2010

LAS INTERMITENCIAS DE LA MUERTE

" Al lado del ropero que ciega la puerta que daría acceso al pasillo hay un sillón donde la muerte fue a sentarse. No lo había decidido antes, pero se sentó allí, en aquella esquina, quizá por haberse acordado del frío que a esta hora hace en la sala subterránea de los archivos. Tiene los ojos a la altura de la cabeza del hombre, le distingue el perfil nítidamente dibujado sobre el fondo de la vaga luminosidad naranja que entra por la ventana y se repite a sí misma que no tiene ningún motivo razonable para seguir allí, pero inmediatamente argumenta que sí, que tiene un motivo, y fuerte, porque ésta es la única casa de la ciudad, del país, del mundo entero, en que existe una persona que está infringiendo la más severa de las leyes de la naturaleza, esa que tanto impone la vida como la muerte, que no te preguntó si querías vivir, que no te prenguntará si quieres morir. Este hombre está muerto, pensó, todo aquel que tenga que morir joven ya viene muerto de antes, sólo necestia que yo le dé un toque leve con el pulgar o que le mande la carta color violeta que no podrá rechazar. Este hombre no está muerto, pensó, despertará dentro de pocas horas, se levantará como todos los otros días, abrirá la puerta del patio para que el perro se libere de lo que le sobra en el cuerpo, tomará su desayuno, entrará en el cuarto de baño de donde saldrá aliviado, limpio, afeitado, tal vez vaya a la calle con el perro para comprar juntos el periódico en el quiosco de la esquina, tal vez se siente ante el atril y toque una vez más las tres piezas de schumann, tal vez después piense en la muerte como tienen obligación de hacer todos los humanos, aunque él no sepa que en este momento es como si fuera inmortal porque esta muerte que lo mira no sabe cómo ha de matarlo. El hombre cambió de postura, dio la espalda al armario que condenaba la puerta y dejó caer el brazo derecho hacia el lado del perro. Un minuto después estaba despierto. Tenía sed. Encendió la lámpara de la mesilla de noche, se levantó, metió los pies en las zapatillas que, como siempre, estaban debajo de la cabeza del perro, y fue a la cocina. La muerte lo siguió. El hombre echó agua en un vaso y bebió. El perro apareció en ese momento, mató la sed en recipiente de al lado de la puerta que da al patio y luego levantó la cabeza hacia el dueño. Quieres salir, claro, dijo el violonchelista. Abrió la puerta y esperó que el animal volviera. En el vaso había quedado un poco de agua. La muerte la miró, hizo un esfuero para imaginar qué sería la sed, pero no lo consiguió. Tampoco lo consiguió cuando tuvo que matar de sed en el desierto, pero entonces ni siquiera lo había intentado. El animal ya regresaba, moviendo el rabo. Vamos a dormir, dijo el hombre. Volvieron a la habitación, el perro dio tres vueltas sobre sí mismo y se echó enroscado. El hombre se tapó hasta el cuello, tosió dos veces y poco después entró en el sueño. Sentada en su esquina, la muerte lo miraba. Mucho más tarde, el perro se levantó de la alfombra y se subió al sillón. Por primera vez en su vida la muerte supo lo que era tener un perro en el regazo."


"Las intermitencias de la muerte" José Saramago, pág. 200
202, Ed. Alfaguara,2005. Regalo de Javi el mismo año de su publicación.

GUIÑOS y otros monstruos intempestivos





Guiño es un gesto físico que consiste en cerrar uno de los dos ojos y cuyo fin reside en remarcar lo que buscamos, sea una acción divertida extensiva y que hace partícipe a los presentes o un lugar común íntimo o gracioso.... Más o menos, ¿no?


Pues no he sabido explicarlo. Es que se me quedan muchos matices en el tintero... ¿Cómo se explica el punto de picardía y/o de seriedad implícito? ¿Cómo les cuento el ronroneo resumido que surge de repente? ¿Cómo decirles que hay un algo de invitación a la cercanía física, al palmoteo, al abrazo o, incluso -dado el caso- al beso de tornillo desenfrenado tras uno de ellos?


Me esperan mañana algunos de esos... Con algunos me reiré, con otros me temblarán las piernas y con unos poquillos, si hay suerte, o mala suerte, salivaré hasta rozar el ridículo.



El ridículo, la seriedad y lo evidente no están separados por comas sino por guiños.


A preparar los ojos.... A torear.....

viernes, 26 de marzo de 2010

ADELANTE, BONAPARTE

Nuevo trabajo de Standstill... Conforme pego voy oyendo...


http://www.youtube.com/watch?v=eEjhLTmmv5A&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=d73u1Pxkgbc&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=JFFhXbXic1k

http://www.youtube.com/watch?v=vU5pF4NmJTc&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=l-1Lqt59zhg&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=c7-tQ-BDTOk&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=qlcUlEIY7NI&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=ww5IQUX0PHc&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=t105K3_oRuk&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=-XWpv7HLn14&feature=related


.....


Segunda, tercera y próximas escuchas para días posteriores.... De momento me ha llegado al alma el "Cobarde pecador"...

martes, 23 de marzo de 2010

GALÍNDEZ

- Creo saber lo que quiero. Pero no lo sé del todo.

- Quiere prohijar a Galíndez y amamantarle con sus pechos.

- Calla, Ricardo, cojones.

Y todos se ríen porque te ha salido la palabra cojones más desgarrada de lo que es, como si al pronunciar la jota te hubieran arrancado la piel de la garganta.

- Quiero saber... Tal vez, por qué se la jugó.

- ¿Y eso es lo que quieres saber? Mira, bonita, yo soy medio vasco, no lo olvides, y conozco el paño. Aquí hay mucho espíritu de apuesta, hay apuestas hasta entre comedores de cazuelas de alubias, ¿no es verdad, tía? Y para ese señorito que tanto te obsesiona la guerra fue una apuesta, la postguerra otra y pasarse por los cojones, con perdón, a Trujillo y a la madre que lo parió, pues otra apuesta.

- No es tan sencillo, sobrino. ¿Por qué me he jugado yo el tipo toda mi vida? ¿Por apuesta? ¿Por chulería? Hay muchos códigos, no sólo el penal y en un momento de tu vida te haces un código para ti, o muy sencillo o muy complicado y ya para siempre vivirás pendiente de ese código, respetándolo o saltándotelo a la torera, pero ahí está el código, como un fantasma, pero como un fantasma que existe, que está ahí.

- Y en nombre de este código están justificados tus sufrimientos y tus sacrificios, pero también los de los demás. Eso es lo que me jode de los que te pasan por las narices aquellos tiempos de la guerra y la postguerra llena de héroes de una pieza. Eran como bloques de granito. Nada les hacía mella, pero pobre de aquel al que le caía el bloque encima. Morían por su código pero mataban por su código y todo estaba justificado en nombre del código. Prefiero a la gente que se apunta el código de cada día en la agenda y al día siguiente cambian de página y no se acuerdan del código del día anterior.

- Con esa filosofía, sobrino, sólo se vive al día y no hay esperanza de cambiar nada, de mejorar colectivamente.

- Las cosas cambian solas, muy lentamente y lo más que puedes hacer es darles un pequeño empujoncito para que caigan en su hoyo, eso es, el hoyo, como en esa jugada de golf, cuando basta darle a la pelotita suavemente y pum, se mete conformadita y tranquilita en el hoyo...

- Pero algo o alguien ha llevado la pelota hasta ahí.

- A mí lo que me chifa es empujar la pelotita, darle el último golpe, ¿no es verdad, bonita?


"Galíndez", Manuel Vázquez Montalbán, pág. 36, Círculo de Lectores, 1991.



Dos tipos de personas. Dos pensamientos. Quiniela para hoy. ¿En los chinos hay pelotas de golf?

lunes, 22 de marzo de 2010

SOY FAN

De un simple videoclip visionado una treintena de veces extraigo conclusiones, peregrinas, sí, pero conclusiones.... Y es que me pueden algunas cosas y justo antes de meterme en la cama he decidido que mucho mejor si las tecleo y así, día tras día, acabaré por memorizar mis chuminadas y lo mismo un día ya puedo plantar cara o lo que haga falta...

Mis cinco favoritos son:

- Los tíos que tocan la guitarra en días plomizos solos en una terraza. Admito balcón. Admito también día soleado. Lo indispensable es la guitarra, vaya.

- Los tíos que se ponen jersey de cuello alto.

- Los tíos que no tienen complejos y me miran de frente hasta que me ruborizo. Especialmente los que gozan de una mirada perruna, de esa que se cierra cuando están emocionados sea por lo que sea. Sobre todo si tienen un montón de pestañas oscuras. Abstenerse rubios, pelirrojos y albinos.

- Los tíos que hablan arrastrando el sonido, lamentándose, carraspeando a ratos, modulando su voz. Los susurrantes suman puntos extra. Los que se declaran plantándose y dándolo todo aunque sea con timidez valen x 2. Los que dicen "Tú no te muevas... Yo me quedo contigo", esos valen x 10.

- Los tíos con pelo japonés, crespado, abundante y mal cortado o despuntado. Más todavía si tienen barba rala. Qué decir de los que tienen las mandíbulas bien marcadas y unos labios jugosos. Mmmm... y con patillas de esas, deshilachadas.



Debo confesar que hay algunos otros puntos de interés personal sobre los que profundizaré internamente en próximos capítulos: forma y medida de las cejas, gorros-gorras-sombreros y cachirulos varios, vestimenta particular con líneas y algunos roces de buen uso, ritmo propio en el baile y en la carcajada, disponibilidad a la gesticulación cómica, capacidad para fijar la vista en un punto infinito y continuar con el discurso, nariz prominente, pose desgarbada propia de persona con huesos semigelatinosos...




Estoy enferma.

LA HORA DE LOS GIGANTES









Links a los videos de este hombre... Coque Malla y su nuevo trabajo "La hora de los gigantes". No sé qué me pone más, si su cara, su voz o lo que escribe. ¿Tiene un aire a Ricky Faulkner o me lo parece a mí?


http://www.youtube.com/watch?v=EnmE2UER-t0


http://www.youtube.com/watch?v=Gwte_5bYt2g&feature=related


http://www.youtube.com/watch?v=VVFhqFF0-qs&feature=related


http://www.youtube.com/watch?v=JgFbldLyNyw&feature=related


http://www.youtube.com/watch?v=4Nu3ZBRsA6Q&feature=related


http://www.youtube.com/watch?v=sltrRvqASj0&feature=related


http://www.youtube.com/watch?v=BBGfHp1-zl4&feature=related


http://www.youtube.com/watch?v=wlHDSvdwAa0&feature=related