domingo, 20 de junio de 2010

LUNA DE MIEL

La luna de miel de mi hermana me la voy a pasar yo pensando en la teoría del último cigarro, según la cual las cosas más buenas, o mejores, y las más malas, o peores, ocurren justo antes, durante o después de un piti. Había pues que atender y procesar de manera especial todo aquello que sucediera bajo tales condiciones... aunque las medidas de tiempo fueran más que relativas... Coincidió que gustaba de analizar en profundidad y con detenimiento atemporal y acabó fumando uno tras otro para dotar de importancia, o buscarla, a lo que había alrededor: Humo.

Del 19 de junio de 2010 he aprendido algunas cosas:

- Hay quien me quiere pese a lo que pese (y hablo de toneladas)
- Hay quien, como yo y mi hermana, se acuerdan de los que no han estado presentes sean persona, animal o cosa.
- El amor existe. No hay que conformarse con medias tintas ni mejillones a la marinera. En pareja hay que picar mucho para conseguirlo. En solitario es más chungo porque por más fuerte que uno se crea sigue estando solo y esos son pesos en toneladas, en negativo. No nacimos para estar aislados.
- La sangre tira. Yo asumo lo que sea por mi hermana y lo mismo sucede en las altas y bajas esferas de esta pirámide de El Cariño (que suena a El Dorado).
- Aunque no viaje a Nueva York ni a Punta Cana ni a ningún lugar apetecible... Quiero una fiesta como esta. Quiero tener motivos, como tienen ellos. Quiero tener los billetes de avión comprados y a la persona a mi lado. No quiero concesiones ni dudas ni chuminadas varias.
- Mi luna de miel de hoy -sí, he decidido que esta sea una noche de amor entre mi yo y mi otro yo pacífica- será entre las sábanas revueltas de mi cama, con el olor de anteriores yoes que no fructificaron y el aroma de los que vendrán y me romperán los esquemas. Será una lucha. Como siempre, aunque no lo parezca, ganará el mejor. Yo apostaría por mí.

No hay comentarios: