miércoles, 2 de junio de 2010

ASÍ NOS VA

Cada cual mira por lo suyo.

Tres puertas más allá se decide país, lugar de trabajo, ingresos y fechas varias y distantes para llevarlo a cabo.

En la casa de al lado discuten porque hay quien come más de lo que necesita y repite de ensalada.

En la inmobiliaria de abajo se frotan las manos porque ha llegado un pringado - El Pringao, con mayúsculas y mote- que dice, que tal como está la situación, pone su piso en alquiler por un precio módico, que no quiere lucrarse. El simbolismo nunca se entendió.

Cuatro calles para arriba un pavo paga mil quinientos euros por un piso de diseño. Sabe que es un precio desorbitado pero, como paga la multinacional en la que trabaja... Ya se arreglarán ellos con sus cuentas, no?


Y suma y suma y sigue y suma más... Así nos va, cada cual mirándose el puto ombligo y todos currando para que esta ciudad sea sólo para los de siempre. Y los de siempre reventando los programas, enseñándonos cada puto día la puta casa que casi ni pisan porque siempre están de viaje, de hotel en hotel, y, qué cojones, que el quinto Mercedes no es un capricho sino una necesidad... Y multiplicados por un millón la de gente que llora cuando piensa que tiene que comprarse una T-10.

La moto que nos vendían estaba trucada. Algunos lo vimos y no la compramos -y eso sí que es tener voluntad... porque todo alrededor nos recordaba lo estúpidos que éramos, lo simples que demostrábamos ser, lo utópico de nuestras vidas- pero la mayoría parecía, y parece, encantada con la moto que le ofrecían. Venga, vamos todos a tener sangre azul y a enseñárselo al vecino; que se note lo listos que somos, lo puestísimos que estamos en novedades: móvil nuevo cada tres meses, coche nuevo cada año, casoplón habitual y residencia de verano porque yo me lo merezco... Aparecieron empresarios de la nada, todo el mundo era economista, todos entendían perfectamente el puto Programa Padre de Hacienda semos Todos y sabían cómo metérsela doblada a la mierdecilla esa de página web... Faltaría más... Aquí, piratas, todos o ninguno.

Me veo en un par de meses volviendo a casa de mis padres... Con lo que voy a ahorrar pienso comprarme una faldita de cuadros de esas que llevan las que van a los coles de las monjas -a mis treinta- y a recuperar amistades perdidas, tan perdidas como yo, para que me acompañen en mis botellones de finde y en mis escapadas a las discos del pueblo... Total, con lo que cobro me puedo permitir la vida de una colegiala..

Esta tarde me han avisado de que mañana no trabajo y no me ha hecho ilusión... preferiría tener curro y no tener tiempo para pensar ni un segundo más porque esto no pinta nada bien y estoy hasta el peich de luchar contra el ombliguismo generalizado.

To pa mí, to pa mí y to pa mí... hasta reventar.

Si alguien me ve algún día pagando con un billete de quinientos la compra de la semana que me pegue un par de leches y me robe. Prometo no denunciar a nadie. Si yo lo veo, a partir de hoy, juro que llamaré a la policía para denunciarlo. Es un crimen tener tanta pasta hoy en día.


Que reventemos todos porque lo necesitamos.

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