lunes, 21 de mayo de 2012

IAN 9, los amoríos






Nene, amor no hay uno solo. Vaya, no conozco ningún caso. Te advertí en su momento sobre las pelis yankis y añado ahora: cuidado con la familia, los amigos, los conocidos. Todo el mundo tiene mierda que decir. Opinar es gratis, Ian, pero no siempre hay que escuchar ni, por supuesto, aceptar esas opiniones ni hacerlas nuestras.


Hay una serie de puta madre (Malviviendo) en la que observamos a un grupo de colegas en sus historias, en sus miserias, en sus putos y merecidos triunfos. El Zurdo, que no es mi favorito pero está cañón, es un pavo resultón que siempe se pilla de la más fea. Sí, he dicho que se pilla de la más fea... ¿¿y?? Olé sus huevos.


Cuando yo era pequeña todas estábamos "enamoradas" (podría poner millones de comillas pero tampoco es plan) del mismo niñato guapo. El mío, el niño guapetón de mi clase, se llamaba Dani P. y estábamos todas locas con él, como si fuera el puto Justin Bieber del 2012 o el miembro de New Kids On The Block (un grupo de mi infancia) que te pusiera tontorrona. No es que el chiquillo tuviera nada de particular, no, es que nos dejábamos llevar por la corriente. Sin más. Al cabo de unos años, ya con otras andanzas propias cada una, la mayoría había tirado por otros caminos.


Sobre el amor te pueden contar (y lo harán) mil y una historias que, casi siempre, coinciden con algún guión de peli Disney o cualquier cosa peor. No te fíes. Llega una edad en la que las historias y las tontainas de Disney te chirrían de lejos... a partir de ahí, uno está frente al mundo. No, que no te entre el pánico: uno está frente al mundo y tan ricamente.


Yo no sé si lo que tú consideras amor te llevará a buen puerto o no.. pero estoy segura de que si piensas que eso es amor porque tiene que serlo y actúas de tal manera porque es lo que te dicen que debes hacer, porque es lo que has visto a tu alrededor... vas por mal camino, seguro.


El amor tiene muchas caras porque somos muchos y cada uno tiene sus necesidades y sus aspiraciones. Tú debes decidir qué cara prefieres y a qué aspiras y qué necesitas. Así de crudo te lo digo. Lo de Disney lo dejamos para los niños. Guárdate mucho también, aunque te choque, de lo que te digan los cercanos... porque muchas veces ellos también repiten esquemas fosilizados que no les pertenecen porque no los han cuestionado.


Tu abuela Joaquina -mi madre- lleva tiempo dándome la chapa con el tema de tener nietos. Especifico: nietos míos. Al principio, hace como diez años, me daba apuro pararle los pies con el tema porque veía que le hacía ilusión, más aún, que para ella, tener nietos era de una importancia vital. Esta noche, sin ir más lejos, ha vuelto a insistir en el mismo tema y, como viene siendo habitual, ha escuchado mis carcajadas y mis razones a las claras, sin pañitos calientes, sin tonterías.


Lo mismo que de tu vida harás tú lo que consideres... con tu amor, más de lo mismo. Lo que digan los demás tiene que pelártela hasta el infinito y más allá. Eso no significa que debas ignorar sus comentarios sin más... No, no... eso significa que es necesario diferenciar entre la paja y el trigo, que te dicen muchas cosas y que sólo unas pocas te sirven, que -incluso con la mejor intención- te abren caminos que no te van bien y que hay que saber decir a tiempo algo así como: "Gracias pero no, no va conmigo" con una sonrisa enorme y tranquilísimo de espíritu.


Al Zurdo le gustan las feas, a tal le encantan con sobrepeso, a otro tal le molan las cabelleras rubias, a mí me gustan con nariz grande y estatura superior a la mía, a un colega le ponen las pavas enfermas de piel, blancas tirando a mortecinas y, a ser posible, con el pelo cortito, a otra colega le flipan las mujeronas de piernas fuertes y caderas recias.... Y sólo estoy hablándote del físico. Imagínate la de variables que hay si nos ponemos con el carácter o con las virtudes emocionales del ser amado: hay a quien le va la caña, a quien no le gusta que le digan las cositas a la cara, quien odia la dependencia, quien la necesita, los que no soportan que su pareja tontee con otras personas, los que se pirran por una cabeza bien amueblada, los que necesitan un determinado coeficiente intelectual a su lado, los que se emocionan yendo de compras de dos en dos... Hay para todos los gustos, para todos los bolsillos y para todas las entendederas y tragaderas. La reflexión del día sería algo así como: ¿Qué hago yo con una Harley si me dan miedo las motos? Pues eso, que la Harley es preciosa pero, igual, no es para ti. Quizá lo más bonito para ti es una bicicleta... ¿¿¿yyyy??? Si es lo que tú decidas...¡Vivan las bicicletas, cojones!



Hablaba Ameliè Nothomb de los sentidos. Decía que mirar a una persona rápidamente era echarle un vistazo o una mirada... pero que no encontraba adecuada la expresión "darle una olida" para olfatear a otro. ¿Has decidido tú el perfume o la colonia que usas? Pues lo mismo con todo. Como si no quieres ponerte ni desodorante. Pálante, Ian, a lo que te tire. Tiempo para rectificar hay casi siempre. Y si no lo hay... nos lo inventamos.



"No one forgets the truth; they just get better at lying."
Revolutionary Road, by Richard Yates.

jueves, 17 de mayo de 2012

IAN 8, EL JUSTICIERO




      
          "Tres anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo. Siete para los Señores Enanos en casas de piedra. Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir. Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro. Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras."

El Señor de los Anillos, J.R.R. Tolkien.


Ian, no sé si has visto la película o has leído el libro... Si es que no, hazlo. Ya. Estás tardando. Todo mi discurso se vuelve incomprensible si no sabes quién es cada uno.... ni de qué va el rollo.... Venga, léete los libros y luego sigues con el post. ¿Cóóóómo??? ¿Estás poniendo cara de pánico porque las pelis suman unas diez horas y los libros chorrocientas mil páginas??? Cobarde. ¡¡¡Que leer no duele!!! Tienes todo el tiempo del mundo para leértelos... no hay plazo ni fecha de entrega. ¡¡¡ No me seas lbksdlhfañlskhdf !!! Te prohíbo terminantemente seguir leyendo esto hasta que no te hayas leído los tres libros de "El señor de los anillos" y "El Hobbit" (la película de este libro está en proceso ahora mismo). Avisado estás.


Según la regla del 99% de la que te hablé hace ya unos posts, está inventado y dicho todo ya y lo que te voy a explicar sería común a todos. Vale. Te lo cuento igual porque me da la gana, básicamente. Cuando yo era niña me ponía a prueba constantemente buscando cuáles eran mis superpoderes. Sí, en plural. Me creía lo más.

Sin notario de por medio -por eso no te puedo constatar con papeles firmados y legales mis hazañas- hice mil experimentos y rocé lo épico. Minuto y poco saltando de mueble en mueble sin tocar el suelo en el baño grande de tus abuelos José Luis y Joaquina, en el caso de que una cucaracha alienígena se hiciera dueña y señora del suelo -con salto a la velocidad de la luz, ensayado una y mil veces-. Mirada infernal, que hacía que el agua de la olla empezara a hervir cuando yo reunía toda la concentración necesaria para obrar el milagro de la ebullición (Phoebe, de la serie Friends, habla en  alguna ocasión de este poder). Nanosegundos en leer y/o escribir determinada palabra, elegida al azar. Dice la leyenda que intenté una vez romper una copa de cristal con una nota alta sostenida a niveles imposibles, que otra vez salté tantísimo que hubo quien creyó ver unas alas de libélula en mi espalda y que fui votada como la mejor profesora de español para extranjeros en los premios Profe Toda una Vida (PTV). ¿Que no???? ¿Que no has encontrado esa información por ahí? No puede ser, no es JUSTO. :-)

[Acotación: acabo de pensar, al teclear el emoticono, que te estarás descojonando de la risa ante tal demostración tecnológica. Dos puntos, guión y paréntesis cerrado significaban sonrisa en mi tiempo. Qué cutres éramos, sobri]


Mira, de mis hazañas no hay testimonios porque no hay justicia en este mundo. Por aquí andamos dándole vueltas al gobierno actual y al anterior, a la clase política, a la situación económica de España, a los recortes en educación y en salud, al dinerito que le han regalado a Bankia... "Esto no es justo" es una frase que escuchamos mogollón últimamente. Lo leerás en los libros de historia o, al paso que vamos, tendré que contártelo yo como si fuera una abuela de doscientos años contando batallitas del tipo "Yo viví el 15M y eso fue la leeeecheee.... Los Monstruos de Escuadra repartieron candela por ahí, unos payasos quemaron un Starbucks, el Felip Puig se partía de la risa y nos animaba a buscarnos la vida en Londres, como su hija...." y etc. etc. Tengo poca fe en que lo vayas a poder leer, la verdad. Sea como sea, te enterarás, porque estarás viviendo de X manera justo por lo que yo estoy viviendo hoy. Las manifestaciones de los "anti-sistema" (entre los que me incluyo sin ser el prototipo que pintan los jefes del estado acutal), los discursos de tu abuela Joaquina, el cabreo de tu abuelo José Luis, la rabia de tu padre y tu madre por el miedo que tienen a que tú no estés todo lo bien que podrías... De eso te enterarás, de una manera u otra.  Yo me encargo de que entiendas de dónde viene todo lo que estás viendo.


En fin, que yo quiero hablarte de la justicia primigénia. La primerita. La más chunga porque es difícil de conseguir. La base para una vida "de verdad". Ser justo, Ian, es muy chungo. Ya lo sabrás. Estoy segurísima de que ya has visto un poquito de lo que te hablo.


Ser justo empieza -y acaba- por uno mismo. Si lo quieres ser, tienes que aceptar que no eres infalible, que te equivocas, que no eres tan bueno como te crees,  ni tan guapo (en mi caso), ni tan sexy (también en mi caso) -no, no me repito, ser guapo y ser sexy son cosas muy distintas... hay muchos guapos sosainas-, que no lo sabes ni lo sabrás todo, y otras tantas cuestiones peliagudas que te bajan un poquito la autoestima si las entiendes como un agravio comparativo.... Pero ser justo, precisamente, no va de eso.

Ser justo con los otros incluye decir o hacer cosas que van a doler a personas a quienes quieres. A veces se hacen por necesidad y casi con gusto... Por ejemplo, si tienes un colega que pasa de ti y te llama tres años después y no te apetece cogérselo... No se lo coges. Estás siendo justo, contigo y con él. Ya se lo cogerás otro día. O no. Lo que importa es que hagas de buena fe lo que sientas en ese momento, sin malos rollos ni acritudes ni egos chungos. Pensarás, alma cándida, que si te llama es por algo y que estás obligado moralmente a responder a la llamada porque te la hace a ti y solo a ti... y es incorrecto. Va relacionado con lo que te decía antes de la importancia. Nadie usa el mismo baremo y, de ahí, que esto sea un sindiós.

Intentar ser justo no es fácil, para qué vamos a engañarnos. No es plato de buen gusto, no mola tener que darle un "collejón" (y lo pongo entre comillas pero quiero dejar claro que me refiero, obviamente, a un toque de atención y no a una acción física imperdonable e injustificada) a tu pareja porque se pasa el día mirándose/te el ombligo, o a tu madre porque se le ha ido la olla con el rollo protección, o a tu amigo del alma porque lleva días levitando y se cree que está por encima del bien y del mal. Creo que ser justo es no vender ni comprar motos. Me parece que ser justo es escucharlosaplausos/aplaudir y calibrar, ponerse en el otro lado al máximo, empatizar y dar/recibir, desde tu visión dual, lo más correcto a esa/-s persona/-s y a ti.


Tiene pinta de que ser justo es muy cansado, sí. Yo he sido justa algunas veces, pocas, en realidad. Y es que es una putada porque nos acordamos de la justicia sólo cuando pensamos que nos valoran de menos, que nos racanean, que nos tangan en importancia. Si es de más... bah, compensará algo anterior, ¿no? Pues no. Me da que la justicia va más con el presente inmediato que con otros tiempos. "Hacer justicia" dentro de 30 años con un caso del hoy mío -2012- es cagarse en la idea de justicia directamente.


Te voy a poner un ejemplo real y actual (actual, de mi tiempo, se entiende) por primera vez. Tengo a un gran amigo geográficamente lejos. Digo "gran amigo" y aparece un nuevo post. No tengo claro el título: Ian 9 Amistades peligrosas o Ian 9 El noveno pasajero o Ian 9 Pinappel Express , por qué no,  Ian 9 El reguetò. Al principio, cuando se fue, lo pasó fatal. Las ciudades nuevas son difíciles, así que imagínate cómo de difícil se puede hacer amanecer en otro continente. Hablábamos y nos escribíamos a diario, durante horas, con el único objetivo de que mi amigo recuperara energía y estuviera bien. A la tercera semana de estar mi amigo en el nuevo continente, me di cuenta de que no necesitaba mis consejos sino, consejos. A secas. También conseguí ver que "El consejero" no tendría premio (y ahora me ha venido a la cabeza otra serie que no puedes dejar de ver y que se llama "The Sopranos" y es mítica). En su momento me pareció una injusticia atroz.... como si yo hubiera donado millones de euros (¿existirá el euro en tu época?) y no apareciera en la típica plaquita de agradecimientos. Para mí, era obvio que le había dedicado incluso más tiempo a mi amigo que a mí, estaba casi segura de que yo había hecho más por él que cualquiera de los amigos... Y sin embargo, mi nombre no figuraba en la plaquita. Vaya por dios :-)

Hoy he llamado a mi amigo. Me ha contestado que tenía cosillas que hacer (he supuesto, sin más, que se trataba de cosas más importantes que hablar conmigo) y me ha pedido cinco minutos. A la media hora (5´´x 6) me ha llamado... Yo ya no tenía ganas de hablar con él porque estaba en otro tema... sí, estaba escribiéndote.... Necesitaba este tiempo a solas contigo y poner una lavadora urgentemente. Creo que mi amigo se ha puteado. Me da que mi amigo ha pensado que estoy cabreada, y no se equivoca. Estaba enfadada conmigo porque ya hace cacho de tiempo que quiero sentarme a escribir y lo acabo retrasando por sus necesidades, que no son las mías del todo. Como si él no se pudiera valer por sí solo, sin mi ayuda, como si fuera tonto. Mi puteo de hoy se resume en lo que quiero que entiendas tú, Ian. Ser justo es jodido -no le digas a tu madre que yo uso estas palabras contigo que me corta las tetas-, pero necesario.


Sólo por si no me expreso tan claramente como pretendo... Si yo no he hablado más con mi amigo es porque (por dar una situación concreta) no es justo estar esperando a una persona más allá de los quince minutos de rigor cuando me ha dicho cinco y no treinta. Si yo cediera en esos minutos y hablara con él como si tal cosa, mi amigo se haría una idea equivocada del mundo en el que yo quiero vivir, de lo que soy, de cómo me siento.... O pensaría, como lo piensa, que soy una exagerada del copón. Pues sí. Lo que está clarísimo, rozando el meridiano, para mí, es que no vale la pena malgastar saliva en ocasiones. Ser justo consiste entre otras cosas en:

- decir que le vas a dedicar a alguien toda la tarde y cumplirlo. Es dificilísimo... Salen planes por aquí, birrillas por allá.... soledades de ahora...

- pedirle a alguien que esté ahí a las X. YY y darlo todo. O, con horas de antelación, cancelar el tema porque hablar de perros y del tiempo se considera, hoy en día, una chuminada  que cuenta como -25 en la balanza.

- ladrarle a tu sobrino porque prometió al principio del post que se iba a leer los libros de "El Señor de los Anillos" y ha seguido hasta aquí blasfemando a cada rato, mentando al árbol genealógico que me incluye, porque no salía nada de los protas de las pelis (que de esas se ha mirado unos cuantos trailers por si las moscas) y ahora se coge un puteo máximo porque le parece que me he sobrado con él. Nene, Ian, lo que no es justo es que yo me haya currado todo este post para ti y tú sigas pensando que te he tomado el pelo con lo del libro.


 ¡¡¡Dramas los justos y necesarios, Ian, que vienen solos!!! Relee, joder, ¡y subraya, si hace falta, lo importante!













miércoles, 16 de mayo de 2012

IAN 7 o la importancia



En menos de un mes ya estarás aquí.... Se me está haciendo larga la espera y eso es porque eres importante para mí y para los míos.


Me preguntan por ti casi a diario. Yo pienso en ti más de una vez al día. Sin que estés del todo... ya hace rato que estás presente. Muchas veces, Ian, te darás cuenta de lo importantes que son algunas personas para ti cuando no las tengas cerca. Si eres listo, que lo serás, sabrás darle la importancia exacta a cada uno. Como no siempre estamos atentos al 100 por 100, sería bueno que recordaras ese detalle.


Supongo que va con el carácter de cada uno. He conocido a personas que, en idéntica situación, han dado valores de importancia muy diferentes a OTRO. Lo pongo en mayúsculas porque el OTRO suele ser más importante que uno mismo, básicamente porque sin OTRO difícilmente hay YO. El YO, a solas, es muy aburrido. Si no has visto la serie LOST... por favor, recupérala. Los supervivientes del vuelo no lo fueron hasta que no aparecieron los OTROS y les pusieron las pilas. Es así, el OTRO nos pone en situación, saca lo que somos, nos hace ser conscientes de nuestra existencia y valorarla.


En las relaciones personales -pareja o amistad-, la idea de la importancia que tenemos para los demás cobra cierta relevancia. Ejemplos varios:

- Tu amigo Pepe tiene X y te llama a ti el primero de todos para pedirte consejo: subidón. Te estás viendo pilar fundamental de su presente.

- El Pepe (ahora ya tengo confi con él) decide, no sé... ehhh....decidee... casarse. Sí, el Pepe decide casarse. Os veis todos los días, muchas horas.... y, sin embargo, te lo cuenta después de un par de semanas. O, "peor", te enteras por otro amigo... Estás invitado a la boda y tal pero... te sientes menos importante que en el anterior caso.


- Tu Pepe (porque ya, para mí, está tachao y le he hecho la cruz de por vida sólo imaginándome que existe y te hace eso) anda en sus cosas. Me consta que tú has estado siempre ahí para él, como aquella vez que te llamó de madrugada porque no sabía dónde se había levantado ni tenía pasta para llegar a casa, o aquella otra vez que os fuisteis juntos de viaje y se piró por ahí de ligue en ligue, o aquella otra historia, cuando tenía problemas familiares y se quedó en la tuya semanas.... Y ahora resulta que andas regulero y has llamado a Pepe y, como viene siendo habitual, has tenido una conversación que se resume en 5% tuyo y 95% suyo. Y eso sin contar la de meses que hace que te coge el teléfono para hablarte del tiempo, o las veces que no contesta a los mensajes, o.... Le importas una mierda. Es así. A ver, atento, que no te hablo de una "temporada" sino de un contínuo, de algo que ya pasa de esporádica anécdota a ser lo habitual.



¿Cómo lo llevas? ¿Te has perdido? ¿Estás agobiado? ¿Tienes nombre real para el Pepe en alguno de los ejemplos? Pues mira, poniéndome en lo peor, en el caso 3, cuando tú le das importancia a alguien y ese alguien suda de tu puta cara... ¡que le peten! La importancia que te dan otros es variable y pocas veces es justa. Tú harás lo mismo con otros sin quererlo y no por eso eres mala persona.


Impórtate tú (toma ya lo que acabo de escribir).  Que sí, nene, que si la peña te quiere mogollón y tú te quieres una mierda, no funciona. Que si te quieres la vida tú y el resto te ignora... tampoco tira. Ser justo cuesta mogollón. Otro día hablamos de eso... Joder, ya tengo varios posts pendientes prometidos...


Conclusiones al tema que nos ocupa hoy, Ian. Lo más importante eres tú. Siempre. Si tú le das la importancia justa a los otros, tanto tu vida como la de los otros, estará más equilibrada porque tus relaciones serán más sanas. No somos dibujos animados, cambiamos, evolucionamos... y lo que antes estaba en el top 10 ahora ocupa el puesto 371. Habrá quien te ponga en ese puesto 371 a ti.  Bueno, bien, no tiene importancia, no se la des. Pasito a pasito, Ian, que el camino es largo y todo sube y baja muchas veces. Mientras estés tranquilo y seguro de ti mismo, mientras sepas que -contra viento y marea- siempre tendrás un club de fans en tu familia (y lo mismo que sé que en algunos momentos no te lo parecerá, también te digo que en los más importantes estaremos ahí y lo verás clarísimo) que equilibrará la balanza en los momentos flojillos y la decantará definitivamente a lo positivo en los momentos molones... No andarás muy lejos de lo que te hace bien.


Si eres importante ahora, que aún no has dicho ni "esta boca es mía", imagínate luego. Que sí, nene, que sí. No le des más vuelta.

sábado, 12 de mayo de 2012

ME TOMAN POR

Tonta. Me toman por tonta.


Es la conclusión a la que he llegado tras evaluar algunos de los últimos acontecimientos.

1. El sujeto nº 1 piensa que puede llenarme el correo de mierdas tipo no has hecho tal o has hecho X mal o te notifico tal... en horas no laborables, pese a que tiene acceso directo y fácil a mi persona, dado el número de horas que pululo por sus dominios. Será que no ve factible que vaya a retener en mi memoria su discurso ni sus manías. Voy a levantar el dedo corazón en su honor. La butifarra corre de la casa. Regalito.

2. El sujeto nº 2 hace suya la pancarta "Yo soy así" y lo curioso es que, en teoría no lucha contra mí, sino conmigo. Hidepú, por poner un ejemplo, es una expresión que pasa de ser síntoma de colegueo a sobrada en un tris. Suponer que no voy a recordar la expresión del día me deja, todavía más, en peor lugar. La memoria la conservo de momento.

3. El sujeto nº 3 aparece y desaparece sin más. No encuentro una provocación previa por mi parte a sus acciones. Parece desenvolverse en lo aleatorio. Así no se le pueden pedir explicaciones porque, claro, ni siquiera él las tiene. Tampoco es que me hagan falta, la verdad. Ahora me he hecho minimalista. Ya no suelto monólogos. Desvarío casi a solas. Si se me concediera un deseo, pediría que la gente actuara de corazón, sin trampas.


Ayer birreábamos sobre esto. Que viene un día en el que te sorprendes porque no te estás carcajeando sino que te estás riendo de ti. Y, peor, cuando ese día hay peña que se ríe de ti y no contigo. Le dábamos vuelta al tema de sentirse idiota después de dar X y recibir -X o 0. Aquelarre, mejor hablar con el espejo que contra la pared o vía Skype/sms/Fb/etc.


El objetivo es que no nos tomen por tontos.


Yo, feliz si lo consigo.

SOSPECHOSO


Antes, en los árboles, se podían leer nombres dentro de un corazón, amenazas talladas en la corteza, amistades forjadas bajo el beneplácito de unas hojas de platanero. Parecían alianzas de las que duran.


Desde que muchos millones usamos internet, los mensajes son tan efímeros como nuestras actualizaciones... Y de ahí que sospechemos si lo que leemos es real o es sólo una captura de Instangram. Ahora hay excusas tan peregrinas para nuestros trozos de yoes del pasado como que se ha caído la conexión, que no me llegan los mensajes, que el Skype se corta... Ya. Sí, sí... seguro. Cuela porque todos damos por sentado que internet es inabarcable en su omnipresencia, tiene reglas propias y comportamientos aleatorios. Internet es dios. Es MÁS que cualquier icono religioso. Internet es el Aleph en el que se reúnen y comparten experiencias y puntos de vista los católicos -practicantes, no practicantes, recelosos-, los protestantes, los budistas, los islamistas, los Elmer, los testigos de Jehová de toda la vida pegados a tu puerta y un gran etcétera de shows circenses.


Yo era de la religión 2.0 D.I. (después de Internet) pero desde que me falla la conexión, ando buscando otros caminos. Me parece sospechoso que Internet funcione para recibir quejas que provienen del mundo entero pero que deje de funcionar cuando yo empiezo a blasfemar. Sigue siendo rarillo que me lleguen mensajes y fotos de por ahí pero yo no pueda subir mis instantáneas ni cabrearme con propiedad. Se siente uno fatal cuando empieza a discutir y, al rato, te sale la señal de que estás desconectado... Se queda uno con cara de bobo sin saber desde qué punto tiene que repetir su discurso, dudando mucho que valga la pena hacerlo, puteándose por haber gastado saliva.


Acabo de verlo claro. Los usuarios de las redes sociales aspiran a ser minidioses de la modernidad y de ahí que jueguen la carta de la conexión inexistente cuando les parece, de ahí que contesten o no los "toques" que reciben, de ahí que atiendan súplicas o dejen perdones en el aire hasta que consideren. Nos creemos la polla.


Tengo necesidad de discutir hoy. Desde que las conversaciones se quedan grabadas, resulta más sencillo enconarse en un punto retomado, en una palabra, en una ausencia... Internet. Bendito sea y bienvenidos todos los fantasmas. Aquí se vale todo.


TOP CAGADAS

¡Bienvenidos, amigos, al Top de Cagadas de la semana! Ajusten sus receptores, pongan voz interna de APM o similar, que redoblen los tambores que  ¡ya empezamos!

Con el número 5... ¡La Cagada Laboral! Esto va de cuando alguien acepta un curro con condiciones X y a los dos días el mismo gilipollas que le contrató (por llamarlo de alguna manera) discute y te suelta que cuando dijo 1.200 eran yenes y no euros, o euros pero por jornada de 24 horas, o dirhams pero a 14h/d. ¿No es como para ciscarse en sus antepasados y volverse radical?

Con el número 4... ¡Puto Caralibro! Escribes un mensaje que tenía que sonar cachondo y graciosete. Como nadie le encuentra la más mínima gracia, acabas por borrarlo del historial, asumiendo que has hecho algo mal, que la has pifiado. Una vez lo aceptes, deberás luchar contra la memoria como mínimo. Hay quien también se atrincherará en el rencor. Es la vida.

Con el número 3... ¡No puedo entrar en casa! De esas que llegas a casa y no hay manera porque tu compi, que te acoge unos días, ha dejado la llave echada... Hidepú es lo menos horrible que se te pasa por la cabeza. ¡Que le corten la cabeza!

Con el número 2... ¿Por qué me llamas a estas horas? Una historia de ésas de plano fijo. Persona que espera una llamada durante horas y, cuando la recibe, va y es Orange y su Servicio de Timo al Cliente o su otro Servicio de Desanteción y Puteo al Titular de la Línea. He descubierto que tengo en el móvil la opción de bloquear un número y no escuchar sus llamadas. Gran invento. Gracias al autor. La siesta vuelve a ser un territorio a tener en cuenta.

Con el número 1... ¡Me cago en el ADSL y en todos sus putos megas de mierda! Porque llega el día X y no hay manera de conectarse. Yo pago cada mes, lo juro. Si hay manifa, concentración, piquete, o su puta madre cerca de mi casa... ¡me la pela! No hay cláusulas para esto, ¡¿eh, cabrones?! Sois unos sinvergüenzas, unos malnacidos y unos timadores. Cada vez tengo más fe en que una cagada general, un fallo de sistemas, servicios, compañíaspower, bancos, bolsas y demás nos pondría a todos en nuestro sitio. Ojalá lo vea. Pienso aplaudir hasta que me sangren las manos.

UN POQUITO DE POR FAVOR

Calculo que al día establecemos comunicación con una media de 20 personas y 10 perros. Son datos tomados a pie de calle en Barcelona. Quizá en El Prat el número de interacciones con canes se multiplica por dos. O quizá en Londres, un suponer, hay que cambiar perros por gatos.


Para que exista comunicación debe haber, como mínimo, un "comunicador" y un receptor. Lo ideal sería que los papeles se intercambiaran en un mismo acto comunicativo pero eso cotiza a la baja en Bolsa últimamente.


Hay diversos factores que afectan a la comunicación: el idioma, la predisposición (las ganas, a secas), el tiempo que se dedica a ella, etc.


Debería tener un Máster en el tema... pero no. El idioma no es un problema en sí. Soy capaz de adivinar lo que me quiere decir un oriental porque sí, porque son muchos años y porque no tengo problemas en dedicarle minutos si es necesario. Lo de las ganas y el tiempo ya es otro tema. No soporto a la gente que te habla con desidia, como si no fuera con ellos, con desgana, mirando el reloj, como si tuvieran mejores cosas que hacer que comunicarse contigo, bostezando, yendo al baño, mirando algo en internet... No adoro a la peña que te cuenta cada día lo mismo y no se ruboriza, ni a esa clase de personas que sólo se preocupa de mirarse el ombligo y soltar su rollo, ni a los que te hacen esperar hasta el último momento para confirmar su presencia de viva voz, ni a los que aparecen a cualquier hora, buscando, reclamando con buenas palabras casi siempre, soluciones, atenciones, oídos.

No sé cuándo aprendí que la vida eran muchos más que yo. No recuerdo cuándo me di cuenta de que mi estado de ánimo puede variar en función de quien esté delante y que, por eso -y por muchas cosas más- vale la pena echarle un ojo al de enfrente.


Elegir es recomendable. Necesario. Si no tienes más de un corazón... mejor no ir dando migajas.

viernes, 11 de mayo de 2012

KIKO AMAT, Lista del Mes

 Hacía meses que no me dejaba llevar alegremente por los links de este blog. Hoy me he reencontrado con Kiko Amat. Una pena no haber sabido que visitaba El Céntric a su debido tiempo.





15 de marzo de 2012
1) Twitter: Además de poseer un nombre absurdo que, por mucho que uno le busque coartadas hip, a lo único que remite es a a Tweety The Bird (Piolín), el condenado engendro permite el mismo despliegue de intelecto y sagacidad que las notas aquellas que nos pasaba el más burro de la clase en 5º de EGB (las que solían decir cosas como: “La madre de Pablito no tiene tetas” o “Huele esto”). Para un hombre de otra época como quien les habla, resulta incomprensible eso de querer decirle a todo el mundo lo que piensas todo el tiempo. Me hace pensar en aquella frase de Downton Abbey (“Why do you have to say what you think all the time? None of us do”). ¿Es que nadie comprende que el silencio es oro, como cantaron los Tremeloes? Y no, antes de que lo pregunten: no sé a ciencia cierta qué significa “retuitear” a alguien, pero en la era victoriana se arriesgaban a poco menos que un duelo a primera sangre por ir soltando impertinencias de ese jaez.
2) Facebook: Facebook es una cosa tan grotescamente absurda que casi me avergüenzo de haber escrito su nombre. Debería llamarlo “El artefacto que no puede ser nombrado”, o “El patíbulo infernal que habita en las pestilentes simas de la mente” o algo de parecido tono Lovecraftiano. Los argumentos en su contra son casi clichés urbanos, así que seré breve y se lo ilustraré con marcado tono pedagógico: eso no es tener una “vida social”, en ninguno de los significados etimológicos o prácticos de la expresión. Es, de hecho, su perfecta negación: un sistema para ahorrarse el participar en cualquier tipo de interacción con humanos y reducir el mínimo contacto restante a su denominador común más banal, bobo, efímero y estéril. E intrusivo, por añadidura: me han contado lo que significa “taguear” a alguien en esa plataforma diabólica, y me resulta incomprensible que el acto no esté castigado con cien zurriagazos al infractor en la plaza pública. Ningún adulto de pelo en pecho que presuma de tener amor propio, alma y dignidad debería estar perdiendo el tiempo con esos livianos entretenimientos para púberes abúlicos y abuelitas demenciadas. Vayan a un bar, hombre; vayan a un maldito bar.
3) Iphone: Me encantaría ciscarme en esto, pero ni siquiera sé lo que es. Sólo lo conozco de vista: una suerte de telesketch cosmonáutico en el que uno debe untar los dedos para masajear mensajitos (en apariencia de suma importancia táctica para el despliegue de nuestras tropas en el Pacífico), ver fotos más cursis que una película de Sam Mendes y perder el tiempo de forma auténticamente miserable. Una de sus aplicaciones más utilizadas, según he escuchado decir en mi pabellón psiquiátrico, es precisamente la de Twitter: es decir, conocer, minuto a minuto, los pensamientos indolentes de cualquier pelanas mientras reflexiona, sentado en la taza del váter, sobre la conveniencia de ir o no al callista aquella semana; o mientras efectúa cualquier otra actividad sin ningún resultado ni ganancia intelectual aparente, pues el desventurado que manosea un Iphone cuando algo hermoso sucede a su alrededor está demasiado ocupado texteando  para gozarlo de veras. No me iré con chiquitas: para mí, hablar con alguien que esgrime un Iphone es muy similar a tener una conversación extenuante y de alto calibre con mi hijo menor. Uno trata de razonar con un enano incapacitado de forma patológica para concentrarse, reflexionar sistemáticamente o mantener su atención fija en un solo tema durante un periodo razonable; alguien que, mientras usted le está hablando de lo importante que es compartir los bienes o cagar en el lugar adecuado, en realidad solo visualiza piruletas gigantes, jirafas afónicas y barbapapás peludos. Háganse cargo: si yo sacara una baraja de cartas y me pusiera a jugar al mus con inquietante cara de enajenado justo cuando ustedes me están relatando algo crucial sobre la prostatitis de su suegro, ¿Cómo se sentirían? Hagan el favor de concentrarse, por Dios.
4) Blackberry: Mientras escribía esto, mi señora me ha alertado de que la Blackberry está ya passé. Que los Iphoners miran a los Blackberriers con condescendencia y arrogancia, como si los segundos fuesen personas aquejadas de un mal antiguo, jorobados o gotosos o tuertos. Que no malgaste demasiado tiempo –me dice- injuriando a un cachivache en vías de desaparición, y que como no llene el lavavajillas de inmediato me vacía un ojo con una cuchara. Vaya. Independientemente de lo anunciado de la defunción del trasto en cuestión, y de las caras de babiecas que lucen nuestros seres queridos cuando están manipulando uno, no me digan que no es trágico esto del avance tecnológico desenfrenado. La humanidad ha escrito cartas desde que emergió de la prehistoria (¡hace miles de años!), y sin embargo hoy en día la duración aproximada de cada nuevo bártulo digital es, siendo optimista, de media década. No me digan que no es para echarse a llorar.
5) Blogs: Ni lo digan. Sé que tengo uno. Pero también tengo el culo peludo y los incisivos en desorden, y no es algo como para estar orgulloso ni irlo cantando desde las montañas, precisamente. Voy a confesarles algo ignominioso: cuando uno escribe en blogs, automáticamente escribe peor. El receptáculo condiciona en tal medida el contenido que uno trabaja con menor respeto por la palabra, con un esmero debilitado, con un trágico acercamiento esto-ya-valdrá. Es así, y de nada serviría negarlo. Incluso esta porquería que acabo de escribirles va a ser corregida solo un par de veces y avall, lo admito. Por otra parte, un texto cuyo destino es la página impresa pasa semanas y semanas sobre la mesa del despacho, siendo revisado una y otra vez (sobre papel, además), podado aquí y allá, adelgazado, y poco a poco se le va eliminando lo superfluo, redundante, feo. Es un trabajo de amor (si me permiten ser un poco presuntuoso). Escribir es una artesanía como cualquier otra; y asimismo, cuando el continente resulta ser un blog, la artesanía se torna pegote, chapuza, se lo arreglo con un cachito de cordel y algo de cinta aislante, ni se lo voy a cobrar, señora. Es terrible, en efecto, pero no parece tener solución. Un blog siempre será peor que un libro. Me da igual que chillen.
6) Google: Podría haber dicho en el parágrafo 5 lo que voy a soltar en un instante, pero me apetecía repartir equitativamente mis cachetes. La pregunta “¿Google nos hace estúpidos?” solo puede contestarse con un rotundo sí (o, si estaban ustedes leyéndola en un Iphone, con un “¿Mandeeeeee?”). Recogiendo mensajes fragmentados aquí y allá quizás nos aproximemos a algo parecido al saber, pero será un saber incompleto, desconectado de ámbito y contexto. Es como comparar la pastillas de astronauta sabor carne con un chuletón gallego de existencia certificable, humeante y en plena hemorragia, torturado con sal gorda: tal vez los nutrientes estén en ambos lados en una cantidad similar, pero solo en uno el concepto “chuletón gallego” se manifiesta en toda su exactitud, salubridad y esencia. Aún iría más allá: el conocimiento recopilado exclusivamente por métodos virtuales carece, en la mayoría de casos, de capacidad nutritiva. Son bocaditos, tabletas de chocolate de máquina expendedora; alimentos que no dan la talla en cuanto a tales, que no logran sustituir las cuatro comidas recomendadas. Porque el conocimiento (y el alma para utilizarlo) no pueden construirse a lo loco, con malos ingredientes y un robot de cocina. Al final, tienes que leerte todos esos libros de forma pausada, escuchar esos discos en la forma que fueron concebidos, de la misma manera que tienes que esperar a que la cebolla esté dorada exactamente como procede. Lo otro es como utilizar chuletas en un examen: les ayudará a salir momentáneamente del apuro, pero no están aprendiendo nada. Y ya ni les hablo de la cantidad e información errónea que contiene “la internet”, porque les daría un soponcio.
7) Ebooks: No joroben, hombre.

                                                                                                                            http://www.kikoamat.com/web/page/3/


lunes, 7 de mayo de 2012

LA MOTO

Va y te suelta un amigo que X es lo peor porque lo ha convencido de hacer una locura. Tú asientes. Ya te han vendido la moto.


Resulta que estás flojill@ y te apetecen mil cosas imposibles así que lanzas diversas señales de alarma, cual Titanic en sus primeros minutos. C, amigo, te aborda y te cuenta que tiene un proyecto de puta madre que os haría millonetis a los dos. Tú aceptas sin preguntar. Ya has comprado la moto.


Las motos son ruidosas, contaminantes, peligrosas y tocahuevos. Sobre todo las trucadas. Hay que desconfiar de ellas. Jamás he conseguido poner mi culo en una de ellas. La única vez que lo intenté, en la moto de Astrid, me eslomé antes de ponerme en posición. Me dan mal rollo. Eso sí, he comprado y vendido motos a mogollón.


Venderles motos, o comprarles, a los amigos es una mierda. Peor todavía comprar o vender las propias. Inútil extremo. El camino a pie, pasito a pasito, que hay buenas vistas y no hay tanta prisa.


Amigo, véndeme el concesionario de motos o el taller de reparación... las motos me las busco sin problemas, que hay mazo, y a cada cual más rápida. El negocio es el negocio. La moto va  a parte.



miércoles, 2 de mayo de 2012

NO VA DE PENSAR

Mañana me caeré de sueño por los rincones. Mis estudiantes fliparán con mis ojeras tanto, que nadie se lanzará, por cariño y no por respeto ni por miedo, a preguntarme nada. Mañana a estas horas habré dormido ya más de cuatro.... y se establecerá el récord en recuperación de sueño certificado y bajo notario más ridículo de todos los tiempos.


Mañana, a estas horas, no me acordaré de ningún nombre sonriendo consciente. Como mucho habrá el típico fantasma aguafiestas que me reviente la fase REM y se haga prota de mi pesadila, si se tercia. Cruzamos madera, tocamos dedos y lo que sea, en un sentido y en otro, por si acaso.


Mes 5... ¡por el c**o te la hinco!






SURFEANDO



Él, el primero primero (y la duplicación tiene su qué y, si no lo has pillado, hay que volver a leer), tenía los ojos de color "Azul de Louie" y la canción le iba como a nadie. De esas veces que se te olvida el pasado y vacías la mochila al máximo para caminar a su ritmo. De esas veces en que el imperdible que llevas en el bolsillo de la chaqueta te salva la vida y te corona como McGuiver de tu universo. De esas veces... en las que llegas a la otra orilla sudando pero limpito y ligero.


Surfeando. Entre letras, medusas, bolsas de plástico, algas, huesos...
"Si yo no lo merezco, no me hagas destino
pero si no me acompañas, yo me hago el camino...
Pa que no te despiertes, lo digo bajito,
lo diré al oído."


Con el tercero y último, adopté una mirada azul "Se dejaba llevar". O eso me parecía a mí. Tendré que seguir surfeando un tiempito más hasta resumir las letras en las que se esconden las claves. ¿Os ha pasado alguna vez eso de que, oigas lo que oigas, te recuerde a una misma persona?Lo pregunto porque tengo una amiga interesada en el tema y porque es una estadística de Metroscopia. El anonimato está asegurado. Podéis colaborar al estudio con vuestra impagable experiencia (o en plural).

Del segundo no hago mención porque nadie, excepto Cortázar, dedicaría líneas a un escalón.

Y alehop! Aquí estamos,  tan flojillos, tan desubicados, tan caóticos, tan sinsangre que buscamos en el cubo de la basura y nos parece dorado este tetrabrick, y esta lata, y este tapón, y esta raspa de pescado... como si todo fuera lo mismo, como si no hubiera baremos de tiempo y espacio, como si no hubiéramos aprendido a reciclar, cojones, después de tanto tiempo. Pues será que no, ¿o qué?

Qué putada que ya no pueda ser trovadora... ¡con la cantidad de cuentos que tengo en la cabeza!
Las semillas en el tiempo son parámetros de vida. Y dependen muchas vidas de la mano de dios... y otras tantas de X.


Alé, buen miércoles. Adiós.