sábado, 12 de mayo de 2012

SOSPECHOSO


Antes, en los árboles, se podían leer nombres dentro de un corazón, amenazas talladas en la corteza, amistades forjadas bajo el beneplácito de unas hojas de platanero. Parecían alianzas de las que duran.


Desde que muchos millones usamos internet, los mensajes son tan efímeros como nuestras actualizaciones... Y de ahí que sospechemos si lo que leemos es real o es sólo una captura de Instangram. Ahora hay excusas tan peregrinas para nuestros trozos de yoes del pasado como que se ha caído la conexión, que no me llegan los mensajes, que el Skype se corta... Ya. Sí, sí... seguro. Cuela porque todos damos por sentado que internet es inabarcable en su omnipresencia, tiene reglas propias y comportamientos aleatorios. Internet es dios. Es MÁS que cualquier icono religioso. Internet es el Aleph en el que se reúnen y comparten experiencias y puntos de vista los católicos -practicantes, no practicantes, recelosos-, los protestantes, los budistas, los islamistas, los Elmer, los testigos de Jehová de toda la vida pegados a tu puerta y un gran etcétera de shows circenses.


Yo era de la religión 2.0 D.I. (después de Internet) pero desde que me falla la conexión, ando buscando otros caminos. Me parece sospechoso que Internet funcione para recibir quejas que provienen del mundo entero pero que deje de funcionar cuando yo empiezo a blasfemar. Sigue siendo rarillo que me lleguen mensajes y fotos de por ahí pero yo no pueda subir mis instantáneas ni cabrearme con propiedad. Se siente uno fatal cuando empieza a discutir y, al rato, te sale la señal de que estás desconectado... Se queda uno con cara de bobo sin saber desde qué punto tiene que repetir su discurso, dudando mucho que valga la pena hacerlo, puteándose por haber gastado saliva.


Acabo de verlo claro. Los usuarios de las redes sociales aspiran a ser minidioses de la modernidad y de ahí que jueguen la carta de la conexión inexistente cuando les parece, de ahí que contesten o no los "toques" que reciben, de ahí que atiendan súplicas o dejen perdones en el aire hasta que consideren. Nos creemos la polla.


Tengo necesidad de discutir hoy. Desde que las conversaciones se quedan grabadas, resulta más sencillo enconarse en un punto retomado, en una palabra, en una ausencia... Internet. Bendito sea y bienvenidos todos los fantasmas. Aquí se vale todo.


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