miércoles, 3 de diciembre de 2014

BORRADOR: 35+IAN+ZOE

 Hay, como poco, así a lo fácil, dos yo.


El Yo1 es payaso y no tiene ninguna vergüenza, no sabe lo que son los filtros ni los necesita. Aparece casi cada día en clase, en lo que los menos afortunados llaman "curro" y que, para mí, es como un regalo diario que me da la vida. Dicen que las personas sanas se ríen cada día un promedio de 15 veces... Yo debo estar sanísima.

El último domingo con Ian fue exactamente así, un disfrutar constante de la carcajada natural que nos gobierna si la dejamos, un ir y venir de deseos, bromas medio privadas, buen rollo general, mimitos y ajusticiamientos tan severos como la obligación de pedir perdón y de abrazar a quien has hecho pupa.

El Yo2 es reflexivo y se preocupa por la imagen que puede dar, por mostrarse demasiado. Hace acto de presencia algún día que otro, no molesta mucho porque toda su actividad se reduce a llegar, oír y anotar mentalmente. No sé qué dicen las estadísticas oficiales pero a mí me da que, sin ser malo, el Yo2 es menos agradable que el Yo1, porque está mucho más mediatizado y es menos honesto, menos de verdad.

El domingo andaba sobrineando cuando Ian amenazó con castigarme en el pasillo por llamarle torpe. Ni idea tiene de lo que significa esa palabra -ya lo irá entendiendo, no le queda otra- pero sí del castigo, de la recompensa, del portarse bien, de cómo suena eso que no es un piropo, de la ofensa y de cómo contraatacar. Genio Made in Valadés.


De lo que sabe mogollón Ian, es de la vergüenza. No levanta dos años y medio del suelo y ya se pone rojo cuando le interrogan con demasiadas expectativas. Él era el encargado de contarnos que el bebé que hay en la barriga de su madre será niña y se llamará Zoe... pero le pudo la presión del momento. Yo lo entiendo porque sigo poniéndome colorada cuando me preguntan a contracor, por ejemplo, por el subjuntivo... Y es que hay cosas pequeñitas en teoría que, una vez las colocas en la punta le la lengua, se hacen gigantes y ponerlas en palabras o actos cuesta un montón, como si la idea sola ya pesara a toneladas de entrada. Claro, habría que revisionar el concepto de "pequeño" o "grande", quiero decir, que me flipa muchísimo que tú, Ian, seas capaz de salir corriendo al salón porque en la radio suena una canción que te gusta y que no te dé ni un poquito de vergüenza (o lo que sea) ponerte a bailar tú solo sin más. No sé de qué me extraño a estas alturas cuando este Halloween en Ca la Tita te dedicaste a bailotear "Mamma Mía" siguiendo la coreografía de "La Castanyera" felicísimo de la vida. En esta familia nuestra, niños, hay lugar para todos y para todo y, si no, se busca.

Ian: Cuando leas esto tú ya no te acordarás de que desde siempre, tus padres y , me mandabais notas de audio al móvil  que yo respondía tan pronto como podía... No sé para qué tus padres me las mandaban. Yo contestaba porque así te comías la fruta o lo que fuera. He visto cómo llegamos a tu casa y le das besos/abrazos y le haces fiestas a la Xena que ya está un poco mayor y tuerce el hocico a veces cuando la atabalamos y, la mayoría de las veces, nos llena de babas con sus lametones. Para mí eres un medio moco y lo seguirás siendo el resto de tu vida. Sé que eres un moquito bueno y listo y, justo por eso, duermo mejor por las noches.

Zoe: Hace poco que tienes nombre. Hace meses que sabemos que estás por ahí.¿Los embarazos duran más en 2014 o soy yo que estoy ansiosa? Ahora que ya es todo oficial, Zoe, sigue sin ser el momento. Quiero para ti lo mismo que tuvo Ian. Quiero celebrar tu llegada, antes, en  y después de, como te mereces. Me pongo a ello ahora mismo. Bienvenida desde siempre, cielo. Bonita sorpresa la tuya.

Niños, a mis 35, he descubierto hoy que había cosas que pensaba que entendía y que, sin embargo, suenan a esto. Lo que os escribo siempre... poco a poco y con buena letra.



Acotaciones y aclaraciones:
1. Se me ha ido la mano un pelín con los links y tal... bueno... me vine arriba. Ni caso a la selección musical.
2. Pensando en los enlaces otra vez, ¿existirán todavía? El tiempo pasa rápido pero, ¿tanto?
3. Nota mental: dejar una lista con todas las mierdas que tengo en youtube que quiero que conozcan mis sobrinos.









martes, 14 de octubre de 2014

UN POCO MÁS



Ayer hice un viaje al pasado de mano de un buen amigo al que llevaba sin oler unos diez años. Se convirtió en una de esas excursiones que dicen más del visitante que del lugar.

10 años son una jartá o una mijilla, según se mire. Como vengo de partirme la caja con mis chicos voy a concederme como válida la ventaja numérica en las cosillas positivas.

- Soy un poco más educada. Antes me parecía que ser educada era algo necesario sólo con los elegidos. Ahora mismo considero que es una buena elección tenga a quien tenga en frente. Muchos conatos de gilipollismo agudo se pueden evitar con elegancia y buenas formas. No todos, a veces no hay más opción que poner los cojones encima de la mesa para que te hagan caso.

- Soy bastante más cariñosa. A mí me encantaba ir de dura por la vida, perdonarlas, juzgarlas, examinarlas... Supongo que es algo que tengo que pulir todavía porque observo cómo los demás esperan el juicio, el zasca, la condena... aunque, la verdad, hace ya tiempo que no siento aquella necesidad de justicia personal intransferible que debía significar un antes y un después en la vida del reo, del otro. Desde que tengo patata y no corazón, todo es más fácil. No se puede hacer juliana de una cereza. Tengo un poquito más de tiempo ahora que he dejado los cuchillos y, además, le he pillado el gusto a eso de comerse las cosas a bocados sin salpimentar ni ná de ná.

- Soy mucho más próxima. Hubiera elegido muerte a dejar que me besaran, abrazaran o similares en público. Yo era una talifana del látigo, lo sabemos todos. Últimamente estoy de un moñoso que no me lo creo ni yo. Lo gestiono regular pero disfruto aún y así de un buen abrazo, de unos besitos, de unas palmaditas en el hombro... Acepto incluso que me pellizquen los mofletes. Acabáramos.

- Soy un poco menos bruta. He dicho menos. Un poco todo lo anterior, no? Sólo cuando es necesario, debo aclarar. Para mí, ser menos bruta es un esfuerzo porque es luchar contra mi naturaleza alforjalera de rebuznar a la mínima y plantarme donde me rote. La delicadeza, he constatado en estos años, tiene su punto y su recompensa.

- Soy un poco más descreída. Yep. No desconfío del mundo, ni mucho menos, es sólo que os creo a todos ahora y luego ya si eso volvéis a convencerme de lo que sea, que soy muy Dori. Va ligado al tema de ser menos impulsiva y más pasota. Habrá quien recuerde debates en los que nos jugábamos el todo por el todo a tener razón... Me la pela todo así que no hay conflicto posible cuando yo digo A y tú dices B. Pues A y B, ¿no? Y si no, ya lo veremos que no es cuestión de poner la mano en el fuego por nadie ni por nada (o casi en los dos casos).

- El mundo así en general es un poco más puto. En serio, si lo comparo con hace diez años estábamos los mismos cascarrabias, los mismos flipaos, los mismos jetas, las mismas almas de cántaro, las mismas caras largas en iguales posiciones, los mismos chorizos, los mismos pavos apavaos, los mismos puteados, los mismos curas, los mismos apellidos... todo igual sí, pero me parece ahora un puntito más sonoro, más de pandereta. En estos diez años hemos aprendido que siempre pueden demostrar un poco más de desvergüenza. Ahí es nada. Ahí no hay límite, niños.




domingo, 7 de septiembre de 2014

Panzarriba



La llamaban Panzarriba, de nombre Gata.

Acostumbraba a ser un animal afable, se podría decir -de cerca- que era casi un bicho cariñoso. La mayor parte del tiempo se dejaba pasar la mano por el lomo, disfrutaba rozándose entre las pantorrillas del típico grupo de amigos sentados a la mesa y bufaba, a veces, flojito, cuando alguien pretendía que se quedara demasiado tiempo en su regazo ronroneando.


Gata Panzarriba adoraba jugar y, todavía más, la idea ética del juego. Lo del fair play lo entendió como te enseña un buen zapatillazo de tu madre el día en el que, por fin, descubrió que la lucecita roja a la que perseguía provenía de una maquinita endiablada oculta en una mano y, claro, entonces ya dejó de hacerle gracia la puta pantomima.


La Gata Panzarriba entendió pronto que "Incondicional" era una canción pasable y poco más. Necesitó, eso sí, muchas de sus vidas para acabar considerando como muy probable que otros se contaran veinte cuando movía con el rabo su alfil.







La llamaban Gata Panzarriba porque cuando se caía, se defendía con uñas y dientes... y porque era torpe -tirando a muy muy torpe- y se caía mucho más que la media estatal.

Panzarriba se lame las zarpas después de una refriega. Pasa una vez y otra la lengua por sus uñas rotas porque no alcanza a salivarse lo que le duele, se acicala las orejas magulladas, comprueba que tiene los colmillos afilados, en su sitio, y hace mentalmente una lista detallada en la que quedan rigurosamente anotados los ovillos del lugar y sus propietarios.

Se mesa los bigotes mientras mete peones y fichas azules en una misma cajita.



jueves, 4 de septiembre de 2014

OFF YOU



Uno dice isla y empieza a salivar, ¿no? Yo imagino un espacio reducido, cómodo para recorrer a pie, donde todo el mundo (los cuatro gatos del lugar) se saludan educadamente como poco, con un ritmo adecuado y asequible, en el que hay millones de cosas por descubrir si las miras de cerca, por el que vale la pena haber dejado atrás el ruido, el dinero, la fama, los postureos..

A la isla me llevaría un cuaderno, un boli y alguna foto. Observaría un poco el mar (transparente, calmado, sin piedras en el fondo ni sombras visibles) desde la orilla y, supongo, que recorrería la costa hasta sentir cansancio, sin preocuparme por buscar agua potable hasta algo más tarde. Entraría en una selva amable, sin mucho jolgorio ni mucha historia, y cruzaría un riachuelo casi ridículo que me daría miedo solo si me parase a pensarlo antes de meter el pie en el agua. Caminaría sin mucha preocupación y, claro, cogería la llave y la copa. Mi llave es grandota y está oxidada, me mola. La copa es de madera, está algo destartalada y llena de tierra... la lavaré y veré si puedo usarla para beber... igual con un poco de resina de los árboles puedo hacer una ñapa interesante. Me las llevo, eso seguro, puestos en lo peor pueden ser elementos decorativos artificiales que me saquen de este medio natural asalvajado. Llego a un claro entre la fauna... ni grande ni pequeño, iluminado, está claro, lo de aprender a hacer fuego fue lo primero que investigué al iniciar esta aventura. Encuentro en mi  paseo el segundo día una cabaña básica. Chafardeo por las ventanas y veo que tiene lo justo para vivir así que entro y recoloco el mobiliario mínimo existente, limpio los dos platos desconchados, trasteo con la chimenea -extraña en un clima tropical-, les quito el polvo a los libros de la estantería, abro cajones, pongo al sol el colchón para quitarle humedad, inspecciono la cocina... Me urge inspeccionar la zona, buscar algo de comida, resituarme en este espacio, hacerlo mío, por lo menos de momento. No tengo miedo de encontrarme con nadie, ni esperanza. Quizá en una semana esté viendo barcos en las nubes del horizonte pero, a día de hoy, la idea de estar sin ninguna persona más me gusta bastante. El resto de habitantes de esta isla y yo nos olemos pero no siento peligro ni acritud hacia mí. Me da curiosidad verles la cara, conocerlos, ponerles ojos, darles un nombre... No hay prisa. Aquí hemos venido para pasar un buen rato. Ya iremos viendo.







I've laid on this island sun a 1,000 times,
I'm on it, but I'm going strange.

Off YouThe Breeders

jueves, 21 de agosto de 2014

SECOND SPACE



Usamos poco el verbo zambullirse -pienso con la nariz todavía pegada a la pantalla del e-book braceando un pelín para coger aire y salir de él- Venga, cobarde, tira, seguro que no está tan helada como parece.

Da más miedo -mucho más- la página siguiente que la tormenta que amenaza con joderme el Kindle. De esas veces que las palabras se te meten dentro y hace frío como si la sintaxis fuera tuya y no tiene nada que ver que estés en bikini escuchando cómo se acerca el diluvio. ¿Sabes eso de las casualidades?¿Lo de que te lleve todo a un mismo punto? Sepia es el color del día, y este es el espíritu para mañana.



Callejear como siempre y encontrarte de frente un Pegasus.

"Una gestiona lo cotidiano más o menos bien hasta que se te llena la cabeza de sueños. Hasta que se te enamoran las entrañas. Y entonces irrumpe la luz salvaje y te deslumbra y, por primera vez, la ves. Al menos ella funciona así. Le ha vuelto a pasar y todo se va al demonio, rápido, girando como un planeta loco". "Yo fui Johnny Thunders", de Carlos Zanón.


Cambiaría "demonio" por "carajo" y recomendaría una dieta blanda, ya puestos. Insisto: usamos muy poco el verbo zambullirse.



Cortesía de The Fiery Piano. ¡Viva Suecia! 

martes, 19 de agosto de 2014

EL PLAN


Debería estar trabajando y, también, debería estar de vacaciones... y, claro, así me va, que ni me concentro ni me relajo del todo, en ningún caso.

A mí, no se me puede dejar pensar. Lo mejor de mí, creo, sale cuando estoy en una situación en la que no hay tiempo que perder, en la que sólo vale la reacción casi instantánea. Por eso me siento cómoda con las preguntas directas que no admiten evasión. Por eso el resultado de ponerme entre la espada y la pared suele ser un acierto, y quien dice espada, dice labios, y quien dice pared, dice mejilla, por ejemplo, entendiéndose la primera opción como una ruptura de la tensión, un desenlace, y lo segundo como una seguridad que no se tambalea. Siempre espadas. El rincón, qué buen lugar para crecerse.

"El plan es que no hay plan" será el puto mantra de la semana.
Alé, otro día más.

jueves, 7 de agosto de 2014

QUEDAR vs QUEDARSE



Probablemente la persona más importante en mi vida ha sido mi abuelo Diego porque él me enseñó, entre otras cosas, algo que me ha sido muy útil en mi profesión: la importancia de las palabras, su orden y su contexto.

De su época alemana conservó algunas cosillas. "No es lo mismo trabajar para vivir que vivir para trabajar", me decia en mis épocas del ECI, cuando le ponía como excusa para no ir a verlo más a menudo que estaba reventada por currar tanto.

- ¿Cómo se dice manzana en catalán? -me preguntaba.
- Poma. -y podría haber dicho "parrús" y él lo hubiera dado por bueno, pobre-.
- ¿Y en inglés?
- Apple.
- ¿Y en alemán?
- Parecido al inglés... No sé, ¿cómo?
- ¡AAApffffel! A ver, repite.
- Apfel.
- No, no, escucha... AAApffffel!! ¡Tienes que decirlo un poco enfadada!

Entonces yo era muy pequeña y, no es que desconfiara de él o de su criterio, es que pensaba, simplemente, que mi abuelo estaba un poco (o un muy) sordo y que le costaba escucharme. Lo entendí después, mucho más tarde, cuando ya ni estaba. Pero al final, ¡lo pillé!



De entre todas las caras con las que comparto espacio a diario últimamente voy a rescatar a tres:

    La primera cara es una sonrisa gigante y una risa constante que se esmera todo lo que puede y más por captar los giros y las bromas que le suelto. Sé que le resulta difícil porque venimos de mundos muy muy muy distintos pero también sé que, de alguna manera que todavía no comprendo, es capaz de detectar si algo es en serio o no y de leerme antes de que yo abra la boca, incluso aunque la abra. Me contagia buen rollo, me hace descojonarme a cada rato, consigue que le dé otra vuelta más a los pasados para que de una vez por todas los pueda entender. Se sienta siempre a mi lado.

    La segunda cara son un par de ojos azules de mirada lateral y una risa con sonido casi imperceptible que  hace lo imposible por demostrar lo que ha aprendido a cada instante, sin ceder al desaliento, siempre atenta. No tiene posición fija porque llega cuando le sale del nabo. Es obvio que venimos de culturas muy diferentes pero también es evidente que esa cara se siente casi cómoda en mi cultura, que le está pillando el tranquillo, que casi le tiene cogido el punto al idioma y al tempo... Me la imagino ahora mismo flipando con lo que lee, buscando en el puto Leo, escribiendo en su libreta las cuatro o cinco palabras nuevas con su traducción exacta al lado... y decorando la página con unos cuantos tachones, claro, que es del comité AntiGomas.

     La tercera cara se deja ver, como tal, poquito y para mí es casi siempre más texto que cara. Es una cara que quiere ser discreta, bastante tímida, que no lleva muy bien lo de ser el centro de atención y es, justo por eso, una contradicción con patas porque no hay manera de no quererla escuchar. No sé cómo lo hace pero, a veces, es dar la espalda un segundo al grupo y encontrarme su libreta en mi sitio. Deberíais leer su diario. Es una maravilla. Cuando escribe se deja llevar por el sentimiento y me resulta impresionante cómo entra en las profundidades de mi idioma y transforma una clase -sobre pasados, por ejemplo- en una poesía. Me siento afortunada de poder leer sus reflexiones, es como unos Reyes Magos a diario. Casi siempre lejos de mí, lo más opuesto a mi posición, en cualquier sitio donde pueda esconderse bien si lo considera necesario.


Estas tres caras tienen un montón de cosas en común, la verdad, pero lo voy a resumir en que son gente de quedar y de quedarse, o sea, personas con las que quieres quedar y tomarte una birra y, además, quieres que se queden, que estén cerca más tiempo, que te cuenten más cosas, que te enseñen ellas a ti cómo lo hacen para ser así, tan, tan, tan...

Vamos a empezar por el principio, no?






martes, 5 de agosto de 2014

IAN y el hombre de mi vida



Con lo joven que te imagino leyendo esto y, aún y así, la de veces que has debido de escuchar esa expresión, la mandanga de "El hombre de mi vida". Como si no aprendiéramos, niño... mándame unas cuantas piedras más con las que tropezar, eso de los niños con los cordones desatados que se van pegando lechugazos, lo de meterse en la piscina sin guardar un tiempo prudencial desde la última ingesta. Bah, leyendas urbanas.

Hablaba sobre este tema hace poco con un grupo de "raros" que me incluyen y llegábamos a la conclusión de que la tradición heredada pesa mogollón. Ya te lo confirmo, bicho, yo también he dicho que Fulanito era el hombre de mi vida. Varias veces. Sin ponerme ni medio colorada. Y me he comido piedras casi idénticas, y he tenido momentos bochornosos con los cordones y me he paseado por la playa dos horas mojándome solo las pantorrillas por si las moscas. La ignorancia es muy atrevida, Niño-Búho. Y muy poderosa.Y entra muy bien.


A mi edad, pequeño, puedo afirmar que tengo, como poco, dos hombres de mi vida. Cágate, DOS. Pues sí... y olé yo, ¿no? Es que uno escucha la mierda de frase y se pone en plan oso amoroso forever, pareja indestructible, amor verdadero salido de las entrañas de un becario de Disney. Y no, no va de eso.

Los hombres y mujeres de nuestra vida no saben del tiempo ni entienden de guiones pastelosos porque son personas que sacan lo mejor de ti y superan en positivo cualquier script previo. Me parece que es ese tipo de peña que te pone a prueba, de la de "No te gusta bailar pero vamos a mover el culo, nena, que lo haces de escándalo", o de la que te planta un micro para que superes tu miedo escénico o de la que te hace una pregunta insidiosa para que dejes de salvar la ropa de una puta vez, que ya toca, coño. Gente que lo hace cuando toca (ni antes ni después, el timing es muy importante), porque quiere (no va buscando palmaditas en la espalda), porque te quiere, cada vez, como sea, por ti y para ti. Discutir es opcional.


Los hombres de mi vida sois mi padre y tú.







sábado, 2 de agosto de 2014

IAN y la felicidad



Este sábado lo hemos pasado caseando y playeando. Ha sido bonito jugar contigo a saltar las olas para que no nos comieran los pies, curiosear qué pasa al otro lado de la puerta cuando la cierras y observas por la mirilla, practicar cómo hay que cerrar la boca cuando viene una ola grande, oler las verduras de plástico y cocinarlas de mentirijilla pero con mucho cuidado, hacer anillos de plastilina y regalárselos a tus papás, poner voces para imitarnos mientras nos partimos de risa, hablar muy flojito y decir tonterías, salir al balcón, pasear en triciclo por él, determinar mientras tanto si iba a llover o no sabiendo, ya de antemano, que daba igual, que es lo de menos.

El 95% del tiempo que paso contigo constato que eres feliz. Muy feliz. Se te nota cuando vamos haciendo el trenecito hasta la ducha, desparramando el agua salada de tu cubito de playa entre unos y otros, devolviendo a su sitio la ficha que hemos rescatado de debajo del armario de la tele (quién sabe cómo llegó ahí...), enfilando hacia la siesta en tu cama grande cogido de mi mano, metiéndote vegetales de trola en el calzoncillo (esto no lo haremos más, vale? culpa mía), lavándote las manos en el bidet y jugando con la espuma...

El Ian adulto que lee esto quizá ya se ha olvidado de lo feliz que se puede ser con cosas minúsculas. Ojalá no. A mí se me había olvidado que era facilísimo, pero ahora ya me he acordado, NiñoBúho. Prometo que yo te lo recordaré cuando te haga falta.


Hoy me has contado un secreto importantísimo y eso sin que sepas qué coño es un secreto. Yo te explicaré, poco a poco, de qué va el tema. Vamos a darnos un tiempín para procesar información, no vamos a adelantar historias porque, fíjate, hoy parecía que iba a llover y, al final, he vuelto como un cangrejito a casa.


martes, 22 de julio de 2014

¿Qué es arte?



El título ha sido la pregunta lanzada en clase como calentamiento para presentar al monstruo Serestar. Se ha discutido más bien poco, la verdad, porque esta gente son de conformarse rápido y de verlo todo bonito pero hemos pasado hora y media larga charlando sobre arte como concepto que engloba a peluqueros, pintores, profesores, poetas, oradores, modistas, deportistas, diseñadores, fotógrafos, cocineros y un sorprendentemente largo etcétera.  Unas actividades más tarde, compiten como locas en una carrera de verbos y salen cosas como la imagen que ilustra el post.

Ayer hablaba con un amigo sobre la pasta, la suerte y el futuro. Siendo tan obvios como somos, acabamos fantaseando con la lotería y se nos fue tanto la pinza que nos quitábamos las palabras de la boca, detallando una hipótesis que llegó a tener cara, ojos y boca propia.

Si algún día me toca la lotería, lo primero que haría sería llamar a Elisa y a mi padre. A ella le pediría que cogiera un taxi al aeropuerto y a él que aparcara el camión, se fuera a casa y llevara a toda la familia al mismo punto. Yo haría lo mismo que Elisa pero sin pasar por casa, sin recoger nada, y en el taxi iría llamando a mi hermana, a mi madre, a mi cuñado, a Helena, a Ricardo... El trayecto es breve así que no daría para mucho más. Confío en el boca a boca.

En el aeropuerto de El Prat pillaría billetes para todos en los primeros vuelos y echaríamos el rato en cosas tales como comprar maletas y llenarlas, comer algo, coger algunos libros y caprichitos variados en el Duty Free... Ah, desconectaría el móvil, no lo he dicho pero es muy importante. Sí, desconectaría el móvil y me olvidaría del calendario y de las citas, de los compromisos y de su puta madre. Adiós, adiós. Sería un rollo "Cuatro amigos" pero a lo bestia. Sólo se acabaría la primera fase cuando unánimemente dijéramos: "¡Basta! ¡No podemos pasárnoslo mejor!"

La segunda fase sería algo más práctico: contratar un buffete de abogados de ésos que se caga la perra tal como aparecen, un médico privado, un seguro de vida, unos cuantos asesores inmobiliarios de diferentes países, algunas compañías de mudanzas.. Y claro, preparar la tercera fase entre siesta y siesta, aduana y aduana.

Mi padre, si quisiera, podría pasarse la vida entre tomates y cerezos, preocupándose solo de que la temperatura de la piscina esté a su gusto; mi madre, también, un entrenador personal, un personal shopper, no sé, habría que pensarlo. Mi hermana, mi cuñado y mi sobrino, por supuesto, unas vacaciones larguísimas y luego lo que les apeteciera (un negocio propio, tumbarse a la bartola y disfrutar del crío...). Ya en este tercer paso del tema, haría realidad mi sueño de tener una escuela de español para extranjeros. Precios asequibles para estudiantes y salarios más que respetables (esto es, como mínimo cinco dígitos anuales y nunca menos de un 4 como primera cifra) para profesores y administrativos. Clases gratis cada puto miércoles como garantía de que tendríamos al mejor equipo docente de la historia. Aperitivos de bienvenida todos los lunes sin racanear. Vacaciones pagadas y de libre elección para todos los trabajadores. ¿Sigo? Basta decir que la escuela de Barcelona sería la primera de otras muchas.


La conclusión más interesante en el debate la lanzaba Mary ya en su definición: "Qué es y qué no es... lo decide el que mira" Me he acordado al instante de una frase que dice mucho mi hermana: "El malo siempre es el lobo cuando la que cuenta la historia es la Caperucita"

A estas alturas del cuento: o pillo unas buenas vacaciones o me toca el Gordo o... Para la tercera opción sólo se me ocurren travesuras típicas de persona que no tiene nada que perder, la conciencia tranquila, la cabeza bien alta... y ganas de seguir jugando.


¡Alé, niños, a disfrutarla!

martes, 24 de junio de 2014

RUIDO BLANCO



Hay personas que abren la boca y sueltan ruido blanco. Todos sabemos de qué va el tema... y cómo acaba. Una misma voz prostituyéndose, buscando atención en todas sus modulaciones, información plana, nieve que cae sobre cualquier cosa y cubre el espacio y el tiempo sin virtud.

Muchos, de pequeños, habíamos caído en el sueño gracias al ruido blanco. Los mismos que, de adultos, nos alteramos cuando un ser cualquiera nos aturulla con su ruido blanco constante, con sus quejidos impostados, sus lloros altamente dramatizados, sus falsas vocecillas, sus carcajadas huecas, sus contenidos insulsos y repetidos hasta el asco y la vomitona, sus patéticas pajas mentales verbalizadas...

Poltergeist y la niña que entiende el ruido blanco, ejemplo más que suficiente. Debería estar pagado, en serio, porque es malo y te deja tonto.

lunes, 23 de junio de 2014

LA AVISPA, LOS PETARDOS Y LA VECINA



Tengo la costumbre de mantener las ventanas de mi habitación abiertas durante todo el año, día y noche enteros. Desde que vivo aquí, en este piso que ha acabado siendo mi primer hogar propio, cada previo y post San Juan, tengo que explicar a mis estudiantes que los pelos y las ojeras no son un atrezzo para la celebración sino el resultado patente a esa broma secreta que pasa de generación en generación que consiste en lanzar petardazos cuando la ciudad ya ronca. Chascarrillos familiares y/o broncas vecinales que me hacen replantearme lo de la evolución de Darwin y tal... Me sobran, en días así, varios millones de humanos (a sumar a los habituales, que no convalidan) y es que imagino a esos presuntos adultos dándoles a sus pequeños -la gran mayoría todavía con cara de proyecto de persona con miedo- billetes de 5 euros y un par de mecheros, diciéndoles :"Corre, corre, mete un billetito en una lata vacía, ya verás qué risa!! Y no te quemes, que hasta el año que viene no tenemos para ropa nueva!!¡¡Qué bien se lo pasa el joío!!"



La segunda costumbre veraniega es La Avispa. Sí, en singular. Estoy convencida de que es una, la misma cada puto año, que me pilló la matrícula el primer día que apareció en mi habitación, se descojonó al ver a una tipa fortota correr como alguien con problemas motrices y vuelve cada San Juan a hacerme bulling o mobbing o algo de eso terminado en -ing chungo. ¿Alguien sabe cuánto vive un bicho de esos? Porque igual la visita a mi casa es ya una especie de rito iniciático para su comunidad... Hace tres días, al subir a casa y darme cuenta -again- de que podría perfectamente hacer mi huerto urbano en los ventanales de mi balcón, me armé de un flis y unos metros de trapines poseída por un espíritu urbanita guerrero. Un segundo más tarde estaba allí La Avispa, más morena y grande. Lo primero -y único- que se me ocurrió, fue lanzarle un poco de flis para ganar tiempo y cerrar los ventanales. Más de media hora se pasó, la muy maldita, amenazándome desde el otro lado del cristal con atravesarlo, jurándomela, besándose las patas y nombrando a su yaya. Si hubiera tenido pulso, hubiera juntado mechero y flis y habría quedado una BBQ resultona para dos. Volvió ayer y ha aparecido, también, esta tarde. Voy a empezar a ahorrar para cuando llegue la factura de la luz, que este aire acondicionado chupa mucho.



Ojeras, tengui. Miedo mal contenido, tengui. Para justificar el Triángulo de las Bermudas en el que estoy desapareciendo como ser cabal, debo hablar de la cateta de mi vecina de edificio. Una señora que tiene un pisazo que da a la misma plaza -preciosa, soleada, ventilada- que el mío y que tiene las persianas bajadas desde, como mínimo, hace casi seis años; una mujer que soporta cada sábado -como yo- las despedidas de solter@ que se celebran en nuestra plaza, las manifestaciones puntuales que van a Arco del Triunfo o salen de él, las que van al Ministerio de Defensa de la esquina, las de El Periódico, las de la PAH, los maratones, medio maratones y maratones dobles con salto y triple tirabuzón... pero que, por lo visto, no puede con mi criterio musical. Espera, espera... es que lo estoy pensando y siempre que se pone a aporrear nuestra pared -llámalo pared, llámalo medio folio doblado- estoy yo sola. O sea, que hemos pasado muchas noches aquí escuchando el álbum "Viejuno" y no ha habido problema... Efectivamente, niños, ya lo he pillado. El problema soy yo, vaya, mi voz, vamos, que canto como el culo y la tipa golpea la pared porque no me reconoce por la calle, que si pudiera me dejaría como La Mujer Elefante pero sin dientes ni capacidad oratoria.

Abuso bastante del vibratto, le doy la razón, pero nunca la he visto potar cuando canta el tipo de las despedidas con los amigos de los novios, ni llamar a la urbana con las manifas ni la he escuchado pegarse cabezazos contra la pared cuando pasan los atletas a ritmo de una música tecno que vibran los cristales de todas las casas en 2km a la redonda. Atentos, amigos, ¿tendré una voz prodigiosa?


Nada más que decir, Sr. Juez. He disfrutado mucho de los últimos 20 minutos legales que me quedaban hasta las 22h. Estoy medio afónica, sí, será por La Avispa o porque me he marcado un par de solos que hasta los 300 de la plaza han tirado fuegos artificiales en mi honor.

Alé, a cascarla. Mañana es "vacaciones"!!!

sábado, 7 de junio de 2014

La Tita Maica



A mí me han llamado muchas cosas en la vida, algunas desde el amor enorme que todo lo perdona y otras desde un punto impreciso que acaba siendo opuesto a lo inicial. Cuando empecé a ser profe, por ejemplo, me di cuenta de que la mayoría de mis estudiantes volvían a sus países pensando que habían conocido a una tal Mica. Ahora me da la impresión de que tiran más del "Señora" y me duele en el alma pero no se lo tengo mucho en cuenta porque no saben lo que se dicen, pobrecicos. De más peque, en el cole, pasé por una fase cabrona en la que mi sobrenombre era "Terminator" porque llevaba aparatos en los dientes y molaba mucho reírse de alguien en la edad del pavo que no era capaz de pronunciar dignamente (sin escupir ni babear) en castellano o catalán las frases más básicas. Hijosdepú... :-)


He oído de todo, en serio, y tengo dos conclusiones:

1. Los españoles somos creativos. Generalmente, disfrutamos y hacemos uso de la riqueza de nuestro lenguaje. Tenemos una inclinación curiosa al vocativo guasón, al apelativo cariñoso. Mis amigos, en los últimos años, me han llamado millones de cosas: Maiks, Chocho, Maicusquis, Petarda, Maiqui, Kuskus, Amparo, Kuskis, Ricines, Mika, Mai-Tchu, Hermana, Marida, Flor (roja que atardece en otoño en Korea), Pelocha, Flor (que baila dulcemente en China), Teniente, Antonia, Rizos... y podría seguir tecleando las variaciones de "mi nombre" que recuerdo ad aeternum. Interesante que todos esos apodos corresponden cada uno a una persona en origen pero han ido pasando de boca en boca hasta formar un grupo de amigos de verdad con derecho a llamarme lo que quieran.

2. "Tita" es la voz que más feliz me hace. No hace tanto aún andabas tirando de ojos, rabietas, carcajadas y postureos  varios para llamar mi atención. El "Tita" inicial ha evolucionado mágicamente hasta algo bastante próximo al "Tita Maica" cuando te refieres a mí y yo no estoy presente pero -ah, amigo- recoges la primera palabra y la pones en mayúsculas cuando andamos cerca...¡TITA! Estirando más o menos la mano, la i o la a... según el rollo del momento, añadiendo drama a tu tono o pucheritos o sonrisas ladinas...


En unos minutos celebraremos tu 2º cumpleaños, Niño- Búho. ¡Qué gore! ¡Dos añazos yaaaa! Te estoy hablando/babeando ahora como si lo fueras a leer mañana mismo (y te hablaran Los Payasos de la Tele de épocas anteriores a mi infancia) y no con los huevos ya negros... Joé, qué difícil es esto de escribir haciendo viajes temporales, ¡copón! Puto jet lag, Cachalote.


Pequeño, no importa qué ha pasado, cuántas cosas malas hayas hecho, lo fatal que has respondido, cuántas toneladas pesa tu miedo, lo terrible que soñaste, lo maleducado que fuiste, lo mucho que tú crees que has podido defraudarme... Estoy hablando ahora, cara a cara, con el tipo que se llama Ian y se afeita día sí día no, poniendo carotas en el espejo. Le estoy diciendo a ese hombre imaginario que no imagino ninguna situación, ningún escenario, nada, NADA, que no esté ya  más que asumido, más que perdonado.


Enano, lo único que tienes que sacar de todas estas letras juntas es que te quiero.

Tita 24/7.
Ya sabes.
Lo que viene siendo para siempre.


Será así. Apostamos.





jueves, 29 de mayo de 2014

Aviones plateados / Tormenta wins




Hace muchos años, cuando algún amigo venía a visitarme a El Prat, contaba -reloj en mano- el tiempo que pasaba hasta que el colega soltaba algún comentario sobre el ruido de los aviones o el famoso pestuzo de mi pueblo. En aquel entonces estaba convencida de que los potablava teníamos como características comunes la sordera y la anosmia.

Recuerdo perfectamente a mi abuela Ana preparándome el desayuno con unas ojeras terribles después de otra noche más en vela, a mis colegas tapándose las napias y cerrando las ventanillas del 65 conforme pasábamos el río Llobregat, al yayo saliendo de la cabezadita de después de comer maldiciendo puño en alto la estela de un avión... y mi cara de horror bajando del bus en la Plaza España por el ruido ensordecedor del tráfico y por el olor insoportablemente denso y cargado de motos, bípedos y cámaras poseídas por turistas bañados en protector solar.

Al principio de vivir en Barcelona capital me daba muy mal rollo tanto silencio por la noche. Vivía en una calle con poquísimo tráfico, algunos grillitos novatos y muchos árboles llenos de pardales madrugadores... tuve que mudarme, no me quedó otra opción, y acabé en Plaza Cataluña, un lugar bastante transitado, donde podía dormisquear gracias al ruido casi constante de mis compañeros de piso, de los chicos de las asambleas, del gentío de las aficiones futboleras y de los autobuses que salían de y llegaban a la parada justo frente a mi portal en procesión constante. Aún así, era como comparar plátanos con kiwis... frutas, sí, pero... nah, diferentes.

No añoro las turbinas pero un poco sí el olor del barrio. Hoy me he dado cuenta de que el jengibre gana al ajo por goleada en esta zona, quizá porque el perejil se regala bajo mano, como de contrabando, en los mercados. La Plaza Tetuán tiene tráfico, árboles poblados de loros apalomados y plantas abonadas suficientes como para que se mitigue la morriña pratense ocasional.

Anoche, con un tormentón del quince, electricidad pura, trueno tras trueno, rocé el estado catatónico al que me llevaban los rebufos de mi padre años atrás. He dormido casi tan bien como mi Niño-Búho -como imagino que lo hace él cuando no trata de fugarse de su habitación- y me he levantado lozana, activa y descansada como si tuviera diez años menos. Lo que no he encontrado en esta década son unos ronquidos tan buenos como los de mi padre. Mmmmm...mmmm... unos ronquidos potentes, eso sí que lo echo de menos.







martes, 13 de mayo de 2014

Tribulaciones de un martes solitario




Un solitario cualquiera llega a casa por la tarde y es abrir la cerradura y escuchar cánticos celestiales. El solitario tipo se desnuda mientras pone música y algo en el horno, deja correr lo justo el grifo hasta que hace efecto niebla en el espejito, se frota el tronco y la cabeza, sale más ligero, se escurre en crema hidratante, tira paseando su desnudez hasta la bata que acoge su cuerpo y le da los primeros mimos. La casa entonces ya huele rica rica. Cena uno acompañado por una serie, una peli (muy buena o muy mala, depende de muchos factores), un cd... y llega la medianoche, la hora de quitarse prendas y preparar una infusión. Se mete el solitario estándar entre sábanas de franela porque hace rasca, está solo y es un gustazo. Tiene el pelo todavía mojado. Pone en vertical la almohada que le sobra. Acerca el PC para leer los subtítulos o enciende la luz de la mesita y coge un libro gordo por si las moscas. Se hace un cuatro. Da un par de cabezadas. Baja el volumen del ordenador o cierra el libro. Se enrosca hacia la izquierda. Mete la nariz en un cojín. Se duerme.

Unas horas más tarde se desvela. Mira por el ventanal. Enciende el PC. Reestructura la cama, los cojines, las almohadas y su posición. Tratando de equilibrar temperatura corporal y mental, acaba por enseñar tobillo y parte de pantorrilla. Mira el reloj de la mesilla de noche. Cuenta mentalmente los segundos de sueño que le quedan. Comprueba el móvil. Cierra los ojos fuerte fuerte. Se acomoda entre las sábanas de franela. Encuentra el punto. Se acurruca. Se queda dormido.


El solitario del que habla este post se levanta unas ocho horas después... cansado o muy cansado. De currar como una mula, de que no le salgan las cuentas, de despertarse sin una espalda calentita al lado...

El mismo solitario repite el ritual vespertino y está feliz de no levantarse reventado, de no enloquecer con las temperaturas de dos cuerpos bajo sábanas de franela, de no discutir por la cena, la limpieza, la tele o cualquier otra chuminada. Bienvenido el solitario que disfruta su soledad.

Bienvenidas las soledades elegidas.







lunes, 28 de abril de 2014

IAN y tu padre



La primera vez que coincidí con tu padre lo miré fatal. Aquel día, hace muuuuchos años, yo sólo vi a un chico delgaducho, con greñas, vestido de negro, pálido y muy reservado esperando a mi hermana pequeña en la esquina más oscura de la calle de tus yayos. No es que me cayera mal ni que hubiera hecho el pobre algo terrible ni nada... no, no... lo que pasa es que yo no podía creerme que alguien quisiera a tu madre tanto como para mirarla así, como a ti en la foto, en tan poco tiempo, con el genio que gasta mi hermana, sin temer lo peor, sin ponerlo en cuarentena. Durante muchos meses lo observé de lejos, analicé sus palabras y sus gestos cual CSI, examiné a mi hermana -tu madre- a la espera del error garrafal, del fallo, de la cagada. Y nada.

Mira que son años, Niño-Búho, y no puedo teclear ni media mala cosa suya. Tu padre es una persona -y eso ya es mucho decir en la mayoría de los casos- y además, es bueno. Pero bueno de verdad, no de boquilla. Bueno de esos que a veces quieres darle un collejón que le contagie de la mala follá irracional suficiente para que corte cabezas y acabe con las injusticias de nuestro mundo más próximo. Bueno de esos de "No puede ser, ¿en serio? Soy yo y arde Troya ahora mismo" Mira que entendería a veces que reventara y la liara pardísima con toda la razón del mundo mundial... pero no, él se pone en modo reflexión, le da cuatro vueltas más al asunto, se lo casca a tu madre, le dan cuatrocientas vueltas más juntos... y acaba levantando la bandera blanca. Aquí paz y después gloria.

28/04/2014 y a tu padre le salen los colmillos porque le has cerrado la puerta de tu habitación a tu madre -cabrón- para estar sólo con él. Supongo que para cuando estés leyendo esto ya habrás hecho cábalas sobre tus progenitores y, me imagino, habrás llegado a la conclusión de que los dos por separado son la polla y de que juntos son imparables.

Tu padre, nene, es un puto cacho de pan. A tu padre, Ian, yo lo quiero casi tanto como a mi hermana y el casi va más por una cuestión de años soportándonos la una a la otra que por la sangre, los apellidos o cualquier otra mandanga. Mi cuñado, tu padre, es de las poquitas personas en las que yo confío totalmente porque me ha demostrado mil veces que está y que sabe estar, que dice lo que piensa y hace lo que dice siempre mirando por todos, siempre correcto en las formas y en el fondo.

Hablo por todos cuando digo que nos gustaría que no tuvieras que pasar por lo mismo que hemos pasado nosotros, que tu camino fuera más fácil -más directo, en realidad-. Hablo por mí misma cuando te digo que si llegaras a ser tan buena persona como son tus padres, daría por bueno cualquier camino y me ofrecería yo en persona como responsable de ponerte los pedruscos oportunos.

A mi cuñado, a tu padre, me parece que le iría bien ahora mismo un buen abrazo. Hoy me encargo yo por los dos pero quiero que me prometas que cuando leas esto lo harás tú. No te ralles, no busques excusas,  no importa si es domingo o martes por la noche, tampoco vale el ya lo leí ni el ya lo hice....  Tira para el comedor, quítale el pc, el tenedor o el mando de la tele sin más y dale un abrazo, que se lo ha ganado, cojones.

Vale, ahora ya roto el hielo que adivino porque es propio de tus años, repite la operación varias veces y disfrútalo. Al principio cuesta un poco... pero todo es ponerse. ¡Abrazos, familia!






martes, 8 de abril de 2014

IAN y los variables



Mírarlos, míralos... se mueven según el sol que más calienta buscando su aprobación. Se ponen altivos, en plan chulazo, se abren bien de pétalos para pillar toda la luz posible y maricona el que mida diez centímetros menos, que le peten al que quede por debajo, que me miren todos, olé olé yo, que lo molo todo y más...

Ellos parece que no lo recuerdan pero salieron de una semilla en la tierra y necesitaron agua como tú y como todos. No gastes saliva, niño, que no vale la pena. El rollito guay se les jode en cuanto atardece, bajan la cabeza cansados y se encuentran una fiesta a la que no han sido invitados y que oirán de lejos por sobrados.

A todas esas flores que presumen tanto les llegará primero la noche y luego el invierno. Después, ya abono, nadie tendrá ganas de discutir y se nos habrán bajado a todos los humos.

¿Lo hueles? Es el pestazo a poder mal usado. Tápate la nariz y tira, cielo, que ya llegará el frío.

jueves, 27 de marzo de 2014

IAN y mi primer beso



Mira que eres caprichitos, Niño-Búho. Dos cajones abiertos, el peluche de la serpiente suicidándose... y lo que te gustan los libros y lo que me encanta que me los enseñes de uno en uno cada vez que voy a verte.

En la foto estabas lanzándome un beso de esos que ni Whatsapp ni nada, de esos que sientes cómo te llegan con o sin internet, a cualquier hora, de cualquier manera y te alegran el día. Te tengo preparada un sorpresita... esta vez sí tengo datos, enano, flípalo: Me diste el primer beso el 21 de marzo de 2014 a eso de las 18:50 (minuto arriba, minuto abajo). No salió de ti pero no te lo tuvieron que decir dos veces, me agaché y me diste un besito lleno de babas en la mejilla izquierda.


El tema beso 1 tiene, como mínimo, dos puntos interesantes. El primero va de lo que tarda en llegar el muaks inicial... y es que más tarda, más torpe te sientes, más ganas acumuladas, más emoción... menos experiencia, menos seguridad, menos flexible/fluido/dúctil/maleable tú. Segundo, el punto Caja de Pandora en positivo que tiene... es que es dar un buen beso y -si todo va bien, según lo previsto y anhelado-, que te apetezca abrazar a esa persona, olerla, darle la mano, poner la tuya sobre el fuego y repetir de beso hasta que el moflete o los labios no den más y que uno de los dos saque la bandera blanca que señala el momento de tregua, la pausa necesaria para procesar lo que sea.


Los primeros besos son siempre un pelín raros... después ya se van ajustando los ángulos, las texturas, las formas, las intensidades y los complementos. Me quedo, de ese día, contigo cogiéndome de la mano y tumbándote en el sofá a mi lado -nariz contra nariz- para dormir juntos, contigo trayéndome libros y sentándote en mis piernas para que te leyera, contigo intentando que te prestara atención mientras arreglaba los problemas de tu abuelo con su email, contigo abrazándome fuerte al despedirnos en la parada del autobús, contigo descojonándote de la risa con la gamba que te hablaba, contigo bailando al ver nuestra foto el La Font Màgica de Montjuic demostrando que ya tienes memoria y pasado... y que nos lo pasamos de puta madre esa noche, niño.


El primer muaksssss, bicho, se te va a olvidar... Ya lo siento, cielo, de verdad, pero el cerebro es selectivo, va a su rollo, cambia las cosas de sitio, las hace más grandes o minúsculas... tiene un espacio X y hace limpieza cada poco por tu bien. Yo empecé a escribir cuando me di cuenta de que mi memoria me hacía la púa cuando le interesaba, para contrastar, porque no siempre me contaba la verdad. Desconfía de tu cabeza, pequeño. Si tuviera que darte un único consejo, te diría que hicieras caso de tus tripas, del sentimiento que te atrapa, se hace dueño de la boca de tu estómago y no te deja dormir bien... ¿Sabes de qué te hablo? ¿Lo notas? Pues escribe, Ian, escríbelo todo, todo, todo... El día que tú quieras nos ponemos a analizar, honey.



Acotación: Mi primer "Adiós, Tita, te quiero" sucedió un sábado 3 de mayo de 2014 en el metro de Bellvitge. Lo pongo como acotación y no es porque no fuera importante para mí -que sí- sino porque no tienes ni puta idea de lo que significa todavía. Aún eres un enano de menos de dos años que parlotea y repite como un loro lo que le rota según el momento. Minipunto para mí porque lo dijiste...


jueves, 13 de marzo de 2014

CERCA DEL CIELO



Sospecho que tocamos como mínimo a 14 ochomiles a diario para cada cual.


"Vivir es fácil con los ojos cerrados", de David Trueba, se suma al comecome que me dejó "Her", de Spike Jonze, y a que ya hace sol de primavera y a que andamos de cambios y a que hay quien se asusta cada noche con la sombra que hace el montón de ropa de la silla y ve un asesino en potencia y/o quien se calza las botas de montaña, se pasa la mano por la frente, estira bien los músculos ya desde el colchón y se lanza dispuesto a hacer cumbre antes de que salga el sol. 

Quien me nombre consentida, habrá comprado también a la bestia parda de colmillos afilados y lengua larga+ligera y a la escaladora meticulosa, analítica hasta el asco, de vergüenza ajena, infatigable, cabezota y vacaburra. Oferta de tres por uno, niños, ¡que me lo quitan de las manos!

Otra cosa no, pero dientes sanos, de momento, tengo. Si hablamos de defender una posición, aguantaría más mordiendo una roca que aferrándome a ella con las manos de princesa cutrona de la periferia que gasto.
Se abren las apuestas: el guijarro o yo. Consultemos Bet&win, amigos, que ahí están todos los sabios reunidos.


Sísifo, a mi lado, era un pipiolo sin imaginación. Sólo digo eso.


martes, 11 de marzo de 2014

11 tipos de amores



Kiko Amat hablaba de los "15 tipos de enemigos". Vamos a darle la vuelta ya a la tortilla, para que quede jugosa. Ni 12 ni 13.  Ahí van 11 tipos de amores.

1. Amores pero poco: También denominados Amores de pura potra. Ese amor de un ratín, de "porque me pillas con la guardia baja y hambre". Prohibidas las preguntas del después de y, por lógica, las de entre y antes de. Se valen los abrazos y los mimos pero viene a ser como la zona verde, hay que ir metiendo fichas a cada rato o se lo lleva la grúa. Es un amor de darlo todo como con prisa. Y tan ricamente.

2. Amores ancestrales: quedan pocos pero haberlos... No me lo creo ni yo. No hay amores ancestrales, niños. Por amor ancestral a mí me sale...  CE-RO!!! ¿Eso qué es lo que es? ¿Un amor que quéééé?? Es que no salgo de la definición más patillera del universo y no me convence. Ancestral suena a mucho tiempo y nuestra esperanza de vida es la que es, no salen las cuentas, ¿no? Si alguien tiene noticias de este fenómeno, que lo comunique.

3. Amores que no respetas: buuuuuuhhhh... marabunta!! Que si dije que me encantaría oler a rosas y me llegó un ramo, que si me das un margen Z que yo no te he pedido ni me hace falta... Ese rollo compulsivo que le entra a alguna gente con cubrir espacios en blanco de biografías ajenas. Peña que se postra a tus pies y, además, dice la puta frase de marras.  El respeto se gana. Y debe mantenerse. Hazte valer, payo, que alfombras hay en cualquier chino.

4. Amores automáticos: "¡Me ha tocado la lotería!" es lo que sientes porque te viene de la nada y tiene un nombre que ya de inicio te motiva, porque resulta que has encontrado a la única persona sobre la faz de la tierra que comparte tu delirio por el libro "El orden alfabético" de J.J. Millás, porque -oh, sorpresa- te ha dado un buen repaso de cultura general sin inmutarse por tus muecas de desconcierto y sin caer en la humillación gratuita, porque sonríe con criterio, te lisonjea sin resultar pegajoso y huele a verano y a limpio. Una vez cierras la boca y te resitúas, suelen perder fuelle y acabar desperdigados en las categorías 1, 3 y 5.

5. Amores pasajeros: todo es un cuándo, un cómo y un con quién. Vale lo mismo una tirita que soplar con el agua oxigenada. Se juntan varios planetas, llego a medio gas, hay luna llena... no sé, cositas... Está guay, mola, y se disfruta por más que sepamos todos que esto no va más allá de verme los rizos a lo Krusty como máximo. Me parece más interesante algo pasajero movidito y rico que algo perenne que ni huele ni sabe a nada. El tema es recorrer con alguien una parte del camino, y que sea amena.

6. Ex-amores: Fue intenso, sí. El crimen fue que nos quisimos todo, lo apostamos todo  a Pi y no funcionó, claro. En esta categoría entran todos los lamentos y casi todas las inseguridades pretéritas. Apostaste 10 lentejas al 27 en su día y hoy te juegas 10 garbanzos al 11. Cada legumbre a su tiempo, amigos. La patata da lo que da de sí... y gracias. A los ex- amores se les saluda con dos besos y un abrazo apurando... y sigue uno caminando, pensando en sus cosas, con el ánimo del que sabe que ha cumplido.

7. Amores en la inopia:  algunos amores no serán públicos porque no te saldrá de las meninges que lo sean o simplemente porque los saludas, cada día, sin verlos. Pudiera ser que te diera una pereza bárbara manifestar tu amor a esa otredad, o que, mucho más probable, mucho muchísimo más a tu son, no hayas visto que esa otredad es una meta-otredad, lo más de lo más, el amor supremo, el último y definitivo de otro. Ni se te pasa por la cabeza que es pá ti. En mi pueblo lo llaman "estar a por uvas". Entre que te gradúas las gafas y que no, vas picoteando miguitas. Acabarán en algún número de esta lista, Alain Afflelou mediante.

8. Amores en pruebas: se basa en el Pálpito de amores que, de acuerdo, no es infalible. Es el fulano que te da buena espina pero aún no sabes por qué. Es el mendas a quien escrutas con un ojo entrecerrado, tratando de olisquear la estela de nubes algodonadas que deja a su paso, intentando anticiparte a su futura e inevitable lluvia.  Es el salvador de mascotas en quien confías, al que le ofreces tu mano sin que te obliguen y porque sí. Es ese tipo con planta y verbo o al revés. El amor en pruebas puede llegar a ser un 4, desconfía de entrada y escucha atentamente los gruñidos. Lo miras de soslayo y sabes que en algún susurro esconde secretos que te importan, vaya usted a saber por qué. Cuestión de tiempo que llegue a derivarse a cualquiera de las otras categorías.

9. Amores por desgracia: Ejemplar raro, sí, pero muesquita en la aorta te pongas como te pongas. Hablamos de un tipo al que amaste y ahora te arrepientes todo y más. Bellísimas personas, en serio. Pasó que nos las hicieron pasar putas y, claro, luego uno ya se olvida de haber amanecido feliz con los labios hinchados a su lado, de medir bocas ajenas con los dedos entre carcajadas, de humedecerse el dedo para sacarle las legañas al otro. Uno hace reset por salud mental y acaba cediéndole el terreno al suspiro arrepentido. Seguro que no te patearon las entrañas con mala intención, segurísimo que las afrentas eran en su mayoría imaginarias... Lo mismo que hay quien dice que va a llover cuando le duele la pierna, tú te tocas los puntos de sutura y te coges el pulso cuando te viene su imagen a la cabeza. Recomendable absolutamente no colapsar esta categoría. Desfragmentación de disco, niños.  "Una y no más, Santo Tomás" + "Virgencita que me quede como estoy"= SMS_MILAGRO al 55778.

10. Amores inmorales: gente a quien no deberías amar, joder, en qué mierdas estás pensando. El novio de tu amigo no se toca, nene. Que sí, que sí, que en cada casa hay unas reglas y tól mondongo pero que no, que no cuela. Hay seres que están más allá de todo, que no se pueden lamer y que ni siquiera deberías estar nombrando ahora por lo bajini porque está mal, copón. Muy muy feo, muy muy bajuno y muy muy cutre. Casi todo vale pero hay que respetar.

11. Amores de Verdad: esto, a mí, me lo han contado. Se dice, se cuenta, que hay amores capaces de hacerte sentir bien por más destruido que tú llegues a casa, que consiguen cosas tan imposibles a priori como que te levantes un domingo antes de las doce para ir a hacer El Deporte, que se esmeran en hacerte notar lo bonic@ que eres por más vacaburr@ que te hayas puesto, que te aúpan sin más para que superes cualquier obstáculo que se te ponga por delante... Ya sé que suena muy ñoño. Igual es que no va con nosotros. O sí, pero tuneado.

IAN y la impaciencia



Lo de paso a paso con nosotros funciona cuando ya no hay más opción.

Tú abres el baúl de tus juguetes y me pides uno que está al fondo. No he llegado a cogértelo y ya estás a otra cosa.
Ian, tú, que adoras los teléfonos, me gritas"¡Hola, Tita!¡Adiós!" más de veinte veces en menos de cinco minutos con diferentes entonaciones. También te digo, enano, que prefiero tu bucle al silencio mil veces.
Niño, Ian, cuando me coges de la mano, tiras de mí arrastrándome de punta a punta, siguiendo una brújula escacharrada y con prisa, como si fuéramos tarde. De momento lo compensas con los libros que me traes para que te lea, sentado encima mío, uno tras otro. Qué sabrás tú de páginas todavía. Es bonito ver cómo los coges con cuidado y me los pasas.  No hay fuego pero uno nace con el carácter que tiene y se pasa la vida ajustando y puliendo.

Ayer me contó tu abuela que has aprendido a dar besos. Se me está haciendo eterna la semana, niño. El viernes hago la puta maratón si hace falta para recibir mis primeros besos. Avisado estás.

viernes, 21 de febrero de 2014

Ian y el hambre



Es ver la foto y degustar los complementos.. un poquito de pan con tomate, quesito, algo de beber...

El tema está en notar el hambre... quiero decir, que hay veces que tienes hambre pero estás a otras cosas y no te das cuentas, no la sientes, no escuchas las tripas rugiendo.

Mi último "banquete" fue tan tan gore que no había vuelto a comer con propiedad hasta ayer. Y sí, resulta que tenía hambre, pero no lo veía. HAMBRE a lo bestia, hambre de comer sin manos, hambre de abrir mucho la boca, hambre de paladear una ensalada como si fuera un plato gourmet, hambre de esa que te apetece zampar a lo loco y te llenas con los entremeses, hambre de ver el plataco de jamón del bueno y desear que esté mañana para el desayuno porque ya no te da el estómago para más por mucho que otros órganos egoístas digan lo contrario.

El festín que me pegué ayer viene a ser la confirmación de que mi paladar ha encontrado el camino de nuevo y tengo las papilas gustativas on fire. Me lo comería casi todo, vaya. Y en plural.

Se avecinan digestiones potentes. Prometo guardar dos horas antes de meterme otra vez en el agua. Bienvenido el puto movimiento intestinal, que nos recuerda que estamos vivos y que todavía se nos hace la boca agua con según qué. Viva el hambre, coño.

viernes, 14 de febrero de 2014

IAN y la yaya Joaquina

Tu yaya Joaquina, mi madre, pasa mucho tiempo contigo. Gracias a ella has aprendido a reconocernos en las fotos, el concepto del "escondite", lo rica que está la fabada... por poner algún ejemplo.

Tu abuela, tu yaya Joaquina, mi madre, te hace soltar la carcajada sólo con nombrarla. Disfrutas con ella, te lo pasas bien a su lado, la adoras y se nota porque se ve y se oye. Y bien que haces, nene, en confiar en ella. Tu yaya se crece a tu lado y se comería a cualquier monstruo que te diera miedo. Mi madre, tu yaya, te quiere de una manera incondicional y por eso te echará las broncas necesarias para que llegues a ser el hombre que queremos, una persona persona, feliz globalmente, con moral y ética. Un hombre hombre.

Mi madre, tu yaya Joaquina, se está esforzando en ser un buen ejemplo para ti, está luchando en la cocina por hacerte menús sanos y atractivos a tu paladar, está dándolo todo porque tengas la sensación táctil inmediata de lo que es una familia potente, fuerte, unida. La yaya Joaquina es algo así como un agente infiltrado, un 007 que curra por el bien de la familia. 

Cuando leas esto, nene, sentirás que tienes muchos "Gracias" por decir. No te preocupes, enano, mi madre tiene poderes y es capaz de entenderte a día de hoy (1 año y 8 meses que tienes) en tu idioma de media lengua de trapo...¡y no te digo luego!






martes, 28 de enero de 2014

En el fondo y al final



Hay gente que ve esta imagen y le falta tiempo para hablar con su pareja y reservar en uno de esos hoteles que regala pulserita fluorescente de todo incluido para el próximo puente o, a más tardar, agosto 2014.

Yo veo esta imagen y -lo mismo es porque hago cucharilla con la almohada y me queda más tiempo libre- me pregunto: ¿de cuándo es la toma?¿cuánto photoshop hay?¿cuántos días de sol al año hay en ese punto del mundo?¿el agua está guay de temperatura o la persona de la foto es un guiri cualquiera alcoholizado hasta el asco que no siente el frío?¿llegará el wi-fi al bungalow?¿cuántos días se tarda en llegar hasta allí?¿qué hay más allá del encuadre?¿la mosquitera sería parte de la decoración o básica en la supervivencia? Y así. No os penséis que soy una frígida y que no me tiemblan las carnes al ver el agua transparente y tal, que babeo como cualquier hijo de X pero, joé, que yo no me pongo a hacer el ángel en un medio acuático sin informarme antes bien de lo que hay en el fondo, ¿te imaginas lo que debe ser ver la aleta del tiburón, la sombra del animal, acercándose a ti y dudar si es piedra o pez?¿Tú sabes lo que corre un bicho de esos?

Todo esto para decir que hay gente y gente. Al mar, yo le tengo respeto porque es muy viejo y muy grande y porque nos conocemos sólo de vista. En un mar como el de la foto yo metería los pies al principio, me daría un tiempo para analizar la fauna y flora del lugar, observaría atentamente a los lugareños, especialmente a los pescadores, y ya si eso dejaría mi mochila con una muda de ropa otoñal en la arena blanca prometida implícitamente.

En el fondo, me encantaría despertarme ociosa mañana mismo allí... Al final, como en todo, las respuestas son lo importante, sobre todo las que sabes antes incluso de preguntar.

lunes, 27 de enero de 2014

IAN en construcción


Me da en la nariz que, cada vez que te veo, tienes los andamios más altos, nene. Será el rastro enoooorme de piezas (letras a, b y c, y números 1, 2 y 3), coches, motos, tractores y furgonetas que esparces a tu ritmo o que vocalizas cada vez un poquito más, que pronuncias mejor (¿qué tal los colmillos?), que usas palabras "nuevas" (y pongo las comillas en "nuevas" pero en realidad quiero decir neologismos, vocablos que te inventas intentando copiar los que recibes, que has interiorizado y que repites como un loro con diferente entonación)... Bah, Cachalote, qué más da. Lo que importa es que la obra va muy muy bien y ni me importa el ruido ni el polvo ni los semáforos variables.

Tres semanas sin verte. Llego a tu casa y me recibes a gritos de "Tita-tita-tita-titaaaaa", abrazándome, como si llegaran los Reyes. Que no tienes conciencia del tiempo, está claro. Tu padre, que es muy buena gente y muy familiar, se lamenta porque nos vamos los tres a comer a casa de tu yaya Joaquina y él vuelve al trabajo. Me miras a mí, miras a tu padre, te cabreas, lloriqueas, pataleas... te lo explicamos los tres, con diferentes palabras y diferentes tonos pero no tienes claro quién se queda y quién se va = berrinche en el ascensor (que debería verse acompañado de música tétrica... Tá-TÁ- TAAAANNNNN- BERRINCHE EN EL ASCENSOOOOOR, con letras góticas, o diseño deslizándose a la parte inferior, casi goteando, Nosferatu, de pánico atemporal). Se te pone la cara de "A mí, esto me lo han cambiado" multiplicada por mil en indignación.

En casa de tu yaya, mi madre, quiero disfrutarte y observarte... y la balanza se va a la mierda porque no se puede estar en todo a la vez, niño, que ya nos lo han dicho mil veces, no?

Me gusta: cómo gritas "Yaaaayaaaaaaaaaaaaaaa", contentísimo porque reconoces el portal y has pillado partes de la conversación; que me abraces al llegar como si me hubieras visto ayer; la manera que tienes de relacionarte con tus padres -cómo los miras, cómo reclamas sus brazos, cómo los entiendes-, que te carcajees, que te partas de risa, que bromees...;que te escondas riéndote, que comas aplaudiéndote consciente de la hazaña a cada bocado, que me enseñes con paciencia todos tus muñecos.



No me gusta: que patalees porque tu madre, mi hermana, te pide que lleves tu chaqueta a su sitio, que tengas tantos cojones y tan mal puestos, o sea, que te cabrees y te obceques en tonterías tales como ponerte el cinturón de seguridad del carrito, guardar tus juguetes o no tocar todo lo que está al alcance de tus manos y que sabes que no debes tocar por más que no lo entiendas. Me jode que te putees tanto que me des la espalda y prefieras lloriquear contra la pared, que pretendas manipular a tu yaya, que no veas la diferencia entre hacer el loco y ser un kamikaze -no es igual girar sobre uno mismo que lanzarse con la cabeza por delante contra el pico de la mesa.. te lo dice una experta-, que te cierres en banda a comer X  como me pasó a mí, en su día, con las lentejas, con la excusa patillera de que se te hace bola, sin pensar.


Me flipa: cómo categorizas el mundo según tu filosofía VA / NO VA -... ya hubiera querido Sócrates, nene-, la facilidad que tienes para arrancarte y mover el culo con una melodía peregrina, la manera en la que nos observas interactuar a veces -como sabiendo-, que tengas tan claro el esfuerzo básico que busca obtener la recompensa inmediata adecuada -el beso o la risa-, que sepas, tan minúsculo cómo eres, jugar con los gestos, las sonrisas picaronas, las carotas de malo, que tengas idea de la estética -te analizas en el espejo como si hubieras visto millones de revistas de moda, con criterio-, que seas tan confiado conmigo y te dejes caer todo tú en cualquier parte de mi anatomía sin más, que identifiques uno por uno a todos -incluso a los que ya no están- en las fotos familiares, que retengas en la memoria que la Guagua (la Xena) es la culpable de que tu camión esté mordido, tu querencia por el contacto físico exacto.. o sea, sentarte o tumbarte encima de quien te da buen rollo, que siendo tan diminuto seas capaz de percibir el dolor así, como aumentado, como a 500% PDF y reclamarlo con todas tus fuerzas, tensando incluso tus musculitos.


Se me cae la baba -tanto que me planteo cambiar mi lugar de residencia- cuando te ponen el manos libre y sólo se te oye a ti, por encima de todas las voces, llamándome, como reclamándome. Me partes el alma cuando te pones en plan cocodrilo porque te niego algo, tipo abrir armarios y cotillear ese mundo oculto, toquetear los móviles o los mandos de las teles... pequeñeces que te provocan lagrimones como puños.


Cada vez que voy a verte, Ian, le saco punta a mis lápices. Estás en construcción y yo puedo ser la que decida cómo de grandes son tus ventanas. Toda la pared acristalada, que entre la luz -diría yo- ...pero ya vamos viendo, nene, que vamos bien de tiempo y, aún más importante, lo estamos usando de puta madre.

jueves, 23 de enero de 2014

IAN y la primitiva


¿Qué tal, niño? ¿Cómo andamos?

Este es un post post, o sea, post por lo que tiene de entrada en el blog y post por posterior, por el después de algo. Total, que acabo de llegar a casa después de un día muy largo, muy intenso, muy bonito y muy tuyo, sobre todo muy tuyo.

Últimamente sueño más de lo "normal" (y me faltan comillas porque no creo mucho en el concepto) y voy arrastrando ya desde la mañana el peso de los sueños que, al cambio, viene a ser una tonelada por segundo de conciencia mientras duermo, lo que resulta una suma considerable. Anoche me metí en la cama desenfocada, borrosa, dispersa y de repente estaba en casa de tus yayos y me llamabas Tita y te abrazabas a mí tan minúsculo o más de lo que eres, feliz de la vida, y venían la Xena y el Tronco a saludarme, a pegarme lametazos y joderme las medias con sus patas y, claro, yo sabía que eso no podía ser pero quería que fuera así que apretaba mucho los dientes, cerraba fuerte los párpados, te daba un montón de besos (de esos efecto liposucción) y les pasaba la mano por el lomo a ellos, especialmente al Tronco.

De esos días que te levantas y... bufff... el bajón total, puta mierda, postureo de aquí no pasa nada.


Andrea El Chipriota hablaba de justicia, de democracia, de derechos humanos, de rabia desde un punto X que rozaba lo objetivo, esto es... los abogados, por ejemplo, deben cobrar por el trabajo que hacen, cada cual tiene unos intereses y, por eso, votará lo que considere justo, etc. Me ha venido a la cabeza tu foto NiñoBúhoDJ -qué guapo estás, cabrón-.

¿Sabes? Tengo 34 años. Luché por lo que creía justo y acabé por pensar que no podía hacer nada, que era mejor nadar y guardar la ropa, que mi mejor opción era ganar la primitiva y montar 1. una escuela gratuita con sedes en todos los países posibles con acceso complicado a la educación -como el nuestro a día de hoy- y 2. un despacho de abogados con ética que dedicaran su tiempo y su energía a pleitear atendiendo a la justicia básica, sin más.
Yo pienso mejor si lo digo en voz alta y, todavía mejor, si me dan la opción de escribirlo. Sigo sin ser una lumbreras. De la conversación de hoy con Andrea, Ricardo y Arturo me quedo con esta sensación mental y física de quemazón, guindilla que me saca los colores y me hace sudar.

Hacer la fotosíntesis es una opción (¿muy respetable?) hasta que te tocan el sol o llega una noche que parece (casi) eterna... Cargada de espinas, sobri, dispuesta a pinchar cualquier burbuja. Qué putada cuando se te mete jabón en los ojos, ¿no? Blasfemas, te cagas en los muertos del Sr. Pantene, que es el que tienes más a mano, y amplías el círculo en cero coma a todos los "cabrones" que te irritan y acabas deseando que pongan una guillotina en Plaza Cataluña y nos riamos todos de verdad, con ruido, y/o hagamos un Gamonal continental y se cague la perra, y/o nuestros politicuchos tengan que chuparse sus propias leyes, su mierda de salario básico, que sufran lo que es vivir con 800 euros currando como una puta mula y que te dé lo justo para pagar el alquiler y comer, y/o se las tengan que ver con algo más que un resfriado o una peca gorda en las urgencias de alguno de los centros - a la hora establecida, claro, no pretenderás ponerte malo en cualquier momento-, y/o __________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ = Espacio a rellenar con todas las miserias de las que deberíamos quejarnos....

Si pienso en ti, Ian, me parece que tengo que defender nuestros derechos como sea, caiga quien caiga, por el instinto básico que me une a ti, por más que me imagines sin acceso continuado y eficaz a internet, porque moderno no significa necesariamente positivo para la mayoría, porque la democracia era una idea que se sostenía en una base común y andamos lanzándole dentelladas a un hueso de jamón pelado, porque no quiero que te falte nada importante (valores, derechos, educación, sanidad, etc....) Me vestiría con pieles mañana mismo, con gusto llevaría colgada del brazo una porra grandota para aturdir dinosaurios.. Me siento primitiva, sobri, y no me desagrada la sensación.

Afilando los colmillos hasta la próxima cacería.

martes, 21 de enero de 2014

RECUERDOS JOKER


El Joker siempre tuvo su público, sí, al mismo nivel que las hordas de fans de Batman. Es uno de esos malos malotes que te gana un poco a primera vista, la sonrisa que no sólo no acaba de serlo sino que se parece bastante a una mueca chunga. Es ese rollito de sí pero no, pero sí, pero no, no, ¿estamos locos o qué? bueno, igual sí, no sé...

Es esa puta dualidad la que nos atrae y nos repele de entrada, en el primer "Hola, ¿qué tal? Nice to meet you" Luego, ya metidos en faena, vemos todos que el Joker es un tipo con el que no es fácil dialogar, vamos, que estar a su vera viene siendo lo más parecido a mantener un debate ético entre tú, tu pierna ensangrentada y un tiburón blanco famélico que se me ocurre y, ahí va la pregunta del millón, amigos.. los tiburones son bonicos, sí, pero ¿los querrías de compañeros de acuario?

Hay bocas tan apetecibles que deberían poder pedirse como plato único con opción a repetir. Hay bocas que ni como piscolabis. Hay bocas que rasgan, bocas que succionan, bocas que acarician, bocas que hidratan y quitan la sed, bocas que van más allá, bocas que saben lo que hacen con el cuadrante superior izquierdo de tu aleph. Hay bocas respetables -minoría pero las hay- y otras que distinguen entre dentellada y mordisco.

Igual, a lo mejor, no sé, quizás, el Joker ése es como la primera vez en la que te sorprendes dando de más,  locurón, regalando las llaves de tu casa, prometiendo darlo todo, apostando incluso tus recuerdos futuros. Ojalá, tiene toda la pinta, probablemente el Joker sea uno de ésos asteroides que pasan una vez cada veinte años aprox. y te rozan lo justo como para cambiar de trayectoria y acordarte, como mucho, de un par de anécdotas comunes, lo justo como para rescatar alguna canción estúpida que no te dice prácticamente nada, lo básico como para constatar que existió, que exististe, que te pasó a ti, que aprendiste algo aunque no fuera lo que querías o lo que tenías pensado.

Siendo objetivos, al Joker le están haciendo falta unas toallitas desmaquillantes. Siendo justos, el Mercadona es muy grande y hay que ser muy torpe para no encontrarlas. Siendo educados, la poesía no está al alcance de todos ni tiene que ser verdad.







"Hay bocas tan apetecibles que deberían poder pedirse como plato único con opción a repetir." W. Churchill.

sábado, 18 de enero de 2014

AL EQUIPO GOOGLE +

Me he hecho una cuenta en gmail hoy y, de manera inexplicable, han desaparecido todas las fotos de mis blogs. La gran mayoría de las imágenes de este blog eran fotos mías, sacadas desde mi puto teléfono, de mi patética cámara. Au revoir, foticos mías...


Me hierven las entrañas, blasfemo en dolby sorround, me cisco en los antepasados de todos los expertos en el código binario y grito a quien lo quiera oír que sois unos sinvergüenzas, unos amorales, unos inútiles y unos borregos... y me río muy fuerte -con carcajada de mala a peor- en vuestra jeta porque quiero creer que tarde o temprano recibiréis vuestro merecido, josdepú -malditos, cabrones-. De momento  vuelvo a la libreta y a la hoja en blanco.  Ya vamos viendo.

Un saludo, equipo Google +