martes, 19 de agosto de 2014

EL PLAN


Debería estar trabajando y, también, debería estar de vacaciones... y, claro, así me va, que ni me concentro ni me relajo del todo, en ningún caso.

A mí, no se me puede dejar pensar. Lo mejor de mí, creo, sale cuando estoy en una situación en la que no hay tiempo que perder, en la que sólo vale la reacción casi instantánea. Por eso me siento cómoda con las preguntas directas que no admiten evasión. Por eso el resultado de ponerme entre la espada y la pared suele ser un acierto, y quien dice espada, dice labios, y quien dice pared, dice mejilla, por ejemplo, entendiéndose la primera opción como una ruptura de la tensión, un desenlace, y lo segundo como una seguridad que no se tambalea. Siempre espadas. El rincón, qué buen lugar para crecerse.

"El plan es que no hay plan" será el puto mantra de la semana.
Alé, otro día más.

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