jueves, 21 de agosto de 2014

SECOND SPACE



Usamos poco el verbo zambullirse -pienso con la nariz todavía pegada a la pantalla del e-book braceando un pelín para coger aire y salir de él- Venga, cobarde, tira, seguro que no está tan helada como parece.

Da más miedo -mucho más- la página siguiente que la tormenta que amenaza con joderme el Kindle. De esas veces que las palabras se te meten dentro y hace frío como si la sintaxis fuera tuya y no tiene nada que ver que estés en bikini escuchando cómo se acerca el diluvio. ¿Sabes eso de las casualidades?¿Lo de que te lleve todo a un mismo punto? Sepia es el color del día, y este es el espíritu para mañana.



Callejear como siempre y encontrarte de frente un Pegasus.

"Una gestiona lo cotidiano más o menos bien hasta que se te llena la cabeza de sueños. Hasta que se te enamoran las entrañas. Y entonces irrumpe la luz salvaje y te deslumbra y, por primera vez, la ves. Al menos ella funciona así. Le ha vuelto a pasar y todo se va al demonio, rápido, girando como un planeta loco". "Yo fui Johnny Thunders", de Carlos Zanón.


Cambiaría "demonio" por "carajo" y recomendaría una dieta blanda, ya puestos. Insisto: usamos muy poco el verbo zambullirse.



Cortesía de The Fiery Piano. ¡Viva Suecia! 

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