viernes, 21 de febrero de 2014

Ian y el hambre



Es ver la foto y degustar los complementos.. un poquito de pan con tomate, quesito, algo de beber...

El tema está en notar el hambre... quiero decir, que hay veces que tienes hambre pero estás a otras cosas y no te das cuentas, no la sientes, no escuchas las tripas rugiendo.

Mi último "banquete" fue tan tan gore que no había vuelto a comer con propiedad hasta ayer. Y sí, resulta que tenía hambre, pero no lo veía. HAMBRE a lo bestia, hambre de comer sin manos, hambre de abrir mucho la boca, hambre de paladear una ensalada como si fuera un plato gourmet, hambre de esa que te apetece zampar a lo loco y te llenas con los entremeses, hambre de ver el plataco de jamón del bueno y desear que esté mañana para el desayuno porque ya no te da el estómago para más por mucho que otros órganos egoístas digan lo contrario.

El festín que me pegué ayer viene a ser la confirmación de que mi paladar ha encontrado el camino de nuevo y tengo las papilas gustativas on fire. Me lo comería casi todo, vaya. Y en plural.

Se avecinan digestiones potentes. Prometo guardar dos horas antes de meterme otra vez en el agua. Bienvenido el puto movimiento intestinal, que nos recuerda que estamos vivos y que todavía se nos hace la boca agua con según qué. Viva el hambre, coño.

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