martes, 7 de diciembre de 2010

ME ACUERDO III

Me acuerdo de las pesadillas de esta noche.

Me acuerdo de otras pesadillas que se hicieron realidad.

Me acuerdo del miedo a abrir la boca cuando era una chinorri. Era incapaz de emitir sonidos si había más de una persona atendiendo a la escena.

Me acuerdo de la primera vez que me puse enfrente de una clase. La cagué mucho. Eran mayoría norteamericana y yo todavía no sabía qué decir o no delante de ellos.

Me acuerdo de una noche. Ninguno de los dos hablaba pero había promesas para empapelar cinco manzanas del Ensanche, por dentro y por fuera.

Me acuerdo de llegar a Atocha y no encontrar velas pero sí intentos de ellas.

Me acuerdo de llorar en varios trenes.

Me acuerdo de silenciar el móvil para no hacer pupa.

Me acuerdo de tener una fiebre en el labio superior (esto es, el de arriba), conjuntivitis y un orzuelo el 1 de enero desde mis 9 hasta mis 20. Me acuerdo de esto porque todo el mundo decía cuando me veía: "Qué carita, la niña, qué maja que está"

Me acuerdo de unas Navidades en que mi padre sufrió un Cólico Nefrítico y de cómo eso primaba sobre el resto. Me acuerdo del Tronco haciendo guardia a los pies de la cama de mi padre y de mi madre diciéndome que no me tocara el ojo o se me pegaría la conjuntivitis. Me miraba al espejo y era la mujer elefante. Me acuerdo de cuando mi tío se empeñaba en hacerme preguntas sobre cómo se decía manzana en italiano, en inglés, en alemán. Recuerdo cuando me llevó a su coche y quiso regalarme una cinta de Dire Straits el mismo año en que mis padres me habían regalado la cinta de Rick Astley, el pecoso.

Me acuerdo de las filigranas hace dos años para justificar la ausencia de mi pareja en el evento familiar. Mi hermana diciendo "Tu familia somos nosotros, porque te conocemos y sabemos cómo eres. ¡Si te quiere hasta la Xena y eso que te ve poco! ¡Que no te ningunee nadie!" Me reí y acabé en el baño retocándome el rímmel. Se me da fatal aceptar cumplidos.

Me acuerdo de un viaje al extranjero... de dos viajes. El primero, el mío, por orden cronológico se resume en esta imagen: Subiendo las escaleras de detrás de Plaza España en Roma con una sola persona en la cabeza.... la misma que en la Fontana de Trevi, la misma que en la Boca de la Verdad... Y el mismo deseo siempre murmurado. El segundo, el de mi hermana, en el que pedí que ella ratificase mis peticiones.

Me acuerdo de dormirme pegada a una espalda. Me gustaba.

Me acuerdo de partirme de la risa con las historias de la Topish y la Helena. No me acuerdo de cuándo empecé a usar el "la" delante de cada nombre propio. Me acuerdo de mi primo de Cádiz diciéndome que eso era muy vulgar y bastante impropio de una "Señu" como yo.

Me acuerdo de millones de cosas que valdría más olvidar.

No hay comentarios: