lunes, 13 de diciembre de 2010

OLISQUEANDO





Huele a miedo.

Huele a ti.

Huele a mentira.

Huelo a cansancio.

Huelo a Trombocid.

Huelo a curiosidad malsana, de esa de "pa qué".

Hueles a humedad, a lejos, a lluvia que llegará.

Hueles a templado, a estiramientos, a microondas.

Hueles a nada, a cabos salados que ya no recuerdan su origen terrenal, el tronco, la madera.



Me huelo el punto final.

Me huelo las bolsas de basura repletas de pasado preparadas en la puerta. Al futuro hay que hacerle sitio.

Me huelo diferente. A cada época le toca su flor imperfecta y su acción indefinida pero contundente.

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