martes, 13 de febrero de 2007

DIECINUEVE


Con viento del este hiciste una cama,
soplaste sobre ella para templarla
y con el murmullo de tu voz de agua
me cantabas nanas sin letra.






Y dormíamos tan juntos que amanecíamos siameses,
y medíamos el tiempo en latidos.
Y en tus dedos yo tocaba mis canciones,
dedos de teclas de celesta.

Y tu pulso tamborileaba en mis sienes y muñecas
como diminutas patas de ciempiés,
y nos repartíamos los labios y los dientes y el hipo
y del alfabeto las impares.

Y en tus dedos yo tocaba mis canciones,
dedos de teclas de celesta.

Y en tus dedos yo tocaba mis canciones,
dedos de teclas de celesta.

"Diecinueve", Maga, en "Agosto esquimal" (2002)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

y...y...y... anda que me quedé con los ojos echos trizas de tanto leer. Es el castigo por haber desaparecido de aquí 3 días, pero ya regresé, con mis pretéritos y mis pronombres (que vos ya me echó la bronca un par de veces estos días). Bueno, traté de actualizar, pero no doy más hoy, así que sólo lo hice en aquella parte dedicada al sábado por la noche. Todo bien, aquí vamos haciendo camino, poco a poco. Besinhos

Anónimo dijo...

No sé cómo puedes gruñir con la foto que te he puesto, con lo guapísima y lo bien acompañada que sales... Se te extrañará este tiempo... Palante, siempre!
Maica