jueves, 11 de enero de 2007

MAMÁ NOEL Y M AL RESCATE

He perdido mi último apodo. Mamá Noel ahora, y durante mucho tiempo, será.... nuestro hamster!!! Ya, ya sé que es un chico y tal pero... En cuanto lo hemos visto hemos tenido muy claro que era el hamster que habíamos imaginado... Clavadito a nosotras: Súper- torpe. Así que lo hemos traído a nuestra casa, con su pedazo de mansión de dos pisos y comida para el resto de los siglos. Le hemos llenado el biberón de agua de garrafa (ya lo estamos malcriando...) y nos hemos ido a comprarle monerías para que haga mucho ejercicio y se lo pase bien. Es tan pequeño (sólo tiene un mes) que se sube a la rueda y no la mueve... pobre.
Hoy, su primer día en la familia, ya ha dado su primer bocado. A mí. Mañana voy a comprar queso blanco y me va a adorar tanto o más que el resto de seres vivos. Madres concienciadas nos hemos ido al primer recibidor y hemos inspeccionado la zona. Nada de cables ni de agujeros ni de cosas comestibles pero indigestas. Hemos cerrado la puerta y hemos tenido mucho cuidado con que no se colara por debajo... Pero se nos ha olvidado un pequeño detalle: ¡¡la puerta no se abre desde dentro porque se atranca!! Sin móvil, sin nadie en casa que pudiera rescatarnos, con nuestro bebé montándose el nido... Situaciones extremas, soluciones extremas. Maite, que es más ratona que nadie, se ha colado por la ventanita que da al segundo recibidor, desmarcándose de la torpeza de su vástago y de la mía propia. Nuestro hijo ha salido a mí, mal carácter y torpón.
¡Qué miedo!
Destacable el momento común de reflexión. "Te he dicho cienes y cienes de veces que recojas tu habitación que parece una pocilga..." -le decía yo a Mamá Noel-. "Tía, es el hamster más guarro que he visto... es que está tirando toda la comida fuera... A ver, Mamá Noel, te he dicho que así no..." -decía Maite-. Y nos hemos visto la una a la otra: babosas, con esa mirada de orgullo al ver que empezaba a habituarse a nosotras, sonrientes aún a pesar de su torpeza... MADRES. "Joder, si esto nos lo hace un animalillo... si alguna vez... de verdad... buff... qué miedo damos". Posted by Picasa

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Aisss... con la cantidad de ratillas que poblan las escasas alcantarillas de BCN y vosotras pretendiendo que un ejemplar de ellos desarrolle bíceps en una rueda con tan sólo un mes de vida! De hecho, el otro día, iba yo por la calle y se me cruzó una rata. No un hamster, era una de esas de kilo y medio, tamaño perro-patada, que te mira directamente a los ojos y te saca hasta los dientes. Toda la peña dando saltos y gritos y yo pensaba "pero, ¿qué coño haces tú aquí, con el frío que corre?" y la tía, sin más, media vuelta. Yo creo que se marchó descojonándose de la peña que trataba de esquivarla. Ahora sí: ella ni se inmutaba. Aquí se le tiene respetos a los roedores y se creen grandes por ser pocos, pero valientes.

Anónimo dijo...

...pues anda que cuando tengas que decirle quién es el ratoncito Pérez... qué disgusto!!!

Anónimo dijo...

Qué fuerte ese momento ventana maitaaa! si es que cuando se dice que esta chica es flexible es porque lo es... Bienvenida a la comunidá Mamá noel, menos mal que no os ha dado por ponerle tu otro mote: Massiel, porque si no ya veo al pobre roedor pegao a la botella whisky pa ganarse el nombre...

Pau a mi también me pasó un encontronazo con una rata en plena calle pero ésta era de medio kilo y las dos nos quedamos mirándonos inmóviles como recién enamorás descubiertas pero con cierta desconfianza, hasta que ella dio el primer paso y salió corriendo porque si es por mi, aun estaría en esa calle paralizada por el terror... me miró a los ojos