lunes, 30 de abril de 2007

VERSIÓN LIBRE



Nunca conocí a un zorro que supiera hablar
pero he conversado con borrachos.
Borracha algunas veces.

Tengo un farolillo apagado, me gusta dormir,
y soy feliz desde antes de que llegues.
La hora es lo de menos.

Odio perder el tiempo y soy
responsable de mis principi(t)os y sé que
"lo esencial es invisible a los ojos", aunque no siempre.
Aplasto la nariz contra los vidrios.

Tengo tres espinas para protegerme del mundo
pero no soy ni rosa, ni princesa.
Tampoco vengo de otro planeta.

He descansado en un sofá que tenía ahuecados los cojines
y olor a desayuno en vacaciones,
mirando por la ventana el cielo:
¿playa? ¿cocinamos? ¿leemos?

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