martes, 11 de diciembre de 2007

*¿HACEMOS UNA BIRRILLA?*




Y cuando llega y nos quedamos solos -dos cervezas él, un nestea yo, ahí digna- empieza la fiesta.

- Yo ya me he inmolado suficientes veces en una semana... y tú lo que tienes que hacer es quitarte el pijama de una vez y salir conmigo por ahí. Mira, este viernes tengo una fiesta, vente conmigo.
- No... Es que yo estoy a gusto con mi pijama... No me lo he sacado más de diez minutos en cuatro días, incluyendo el tiempo que he gastado en duchas supersónicas...
- Bueno, pues nos inventamos una sesión nocturna de buen cine, ¿hace?
- Bueno, tú haz la tuya y si resulta que te apetece venirte a ver unas peliculillas y a echar un par de risas ahí estoy...
- Vale, pero que puedes venirte si quieres a la fiesta...
- Que no... Que no voy a ir...
- Pero, ¿por qué?
- Porque me siento un poco... peligrosa.
- ¡Anda ya! Mira, tenemos que hablar...
- ¡La puta! ¿¡Tú, diciéndome eso!?
Y nos pasamos un buen rato elaborando un listado de todas esas frases soltadas al aire, sin previo aviso, que forman el capítulo de nuestro particular libro de autoayuda titulado: "Buceo en la ruptura en 30 segundos (sin tubo ni escafandra)".

1. Yo he cambiado mucho por ti. Sentido bidireccional. Ambos dos piensan al oírla "quizá por eso ya no me gustas ni la mitad".
2. ¿Tú te crees que esto es normal?, le dice ella. "Venga, a ver qué he hecho mal ahora...."
3. ¿Tú estás bien o no estás bien?, que viene a ser una versión de Hamlet para parejas y que las aboca al existencialismo más nihilista. "¿Yo soy yo porque tú lo piensas o eres y yo lo pienso?" Puta filosofía barata. De nada sirve. Cambio de tercio.
4. Haz lo que quieras... Para cualquier oído, generalmente, suena a no o, en el mejor de los casos, a me da igual -frase que ha escapado del top ten porque había que acotar a las que más rabia nos daban...- en fin, que da lo mismo (otra que escapó), sea como sea... no, no, no la digas si no quieres tener problemas.
5. - Cariño, lo siento, que al final no vamos al cine porque me he liado y me quedo con los colegas a tomar unas copas...
- ¡Ah! Vale... no, no, si no importa....
El que escucha interpreta "me estás dando por el culo en el sentido anímico de la expresión" El que lo dice, según el tono, miente más o menos.
6. - Oye, ¿me hacen gordo el culo estos pantalones?
- No, no... estos no.
La doble negación rápida y sistemática se transforma en una afirmación absoluta. El uso del determinante estos significa que esos o aquellos sí, ya sean pantalones, amigos, o cualquier otra cosa que en el momento supone una amenaza a la seguridad intrínseca de la persona en cuestión.
7 y 8 - Antes eras más cariñoso.
- Yo nunca he sido cariñoso.
Ella lanza una bengala de "¡quiero mimos!"; él la hunde en la miseria expresando su malestar ante una petición que, en su humilde opinión, nunca antes ha sido concedida. ¿Qué entendemos por cariñoso? ¡Que no es un insulto! ¡Ni una obligación! Ya pronto diremos: Este tío rancio, es lo peor, un cariñoso, ha matado a 15 niños y lo ha grabado en el móvil...
9. No es que no quiera ir, no es que no me apetezca.... Pues entonces qué coño es, que me estás liando con tanta tontaina!!! A las mujeres, según Juanete, no se las puede marear demasiado que en el fondo son muy prácticas y se cansan con las disquisiciones en calle sin salida. Por lo menos lo reconoce.
10. Yo me esfuerzo. Es una frase con poder, de las que te suenan a escupitajo con sustancia. Pues menos forzar y más trabajar!! Que sí, pero que lo decimos con la mejor intención....

- Mira nuestros padres, toda la vida casados... ¡¡¡porque no había comunicación!!! ¡¡¡¡Había chichámen!!!! Esas conversaciones de toda la vida de Dios.......

-¿No te da vergüenza tol día por ahí? ¿Qué quieres pa cenar?
- Tortilla... ¿Qué tal el día?
- Bien...
- Tol día trabajando... Estoy baldao... ¿me traes las zapatillas o se las pido al perro?

...... ¡¡¡Felices, coño!!! ¡¡¡ Felices de apnea!!!


Mi amigo ph neutro me descubre fácilmente los subterfugios del idioma. Yo aporto toda la luz que puedo sobre sus sombras. Nos reímos de las interpretaciones del otro, les quitamos razón a las argucias del otro sin una media mala cara.. Es una cuestión de respeto y de distancia.
- ¡Qué majo eres, coño, Massielito!
- Tú, pa mí eres como una hermana... ¡Que no!¡Que es broma!¡No voy tan borracho! Que no, tía, que ojalá hubiéramos hablado antes de todo esto para hacerlo bien... Que yo confío en ti... Y no me creo al resto!!!

A cuchara de palo cuchillo de herrero... Y así nos va...

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