domingo, 10 de junio de 2007

ANTONIO MARTÍNEZ


"CONFIRMADO: el fin de España comenzará en Barcelona. En Construmat, la feria de la construcción, han presentado unos modelos de casas que necesitan poca grúa, poco obrero y pocos accidentes laborales. ¿España sin grúas y sin accidentes laborales en la construcción? Eso no es España. Nos pueden quitar el tabaco, la copita de coñac antes de lanzarnos a la carretera (a casi todos, no a tipos especiales como Gran Ánsar), y hasta la chuleta de palo nos quitaron una vez, por culpa de las vacas locas. Sí, amigos, nos pueden quitar muchos adornos. Pero las grúas no. Las grúas son la esencia de España. Los españoles creemos que por ahí fuera nos conocen por el cocido, la paella, el gazpacho, el sol y la playa. Pero en realidad somos conocidos como Grualandia.

Si le decimos que nos gastamos la mayor parte de lo que ganamos en vivienda, al marciano le da un pasmo

Demos una vuelta por pueblos y ciudades de España. ¿Qué se ve en las carreteras? Grúas. Un marciano que nos mirara desde lejos (desde Marte, por hacer periodismo de precisión) diría de los españoles que son seres descomunales pero simples, de tronco alargado y dos brazos rectos, algo torpes, capaces de cargar cosas, y con cabeza escasa y hueca. Lógicamente, el marciano pensaría que los españoles son las grúas. ¡Qué va a pensar! Las grúas habitan los mejores puntos de España: laderas todavía vírgenes y toda la costa. Probablemente, el marciano pensará que los humanos somos los animales domésticos de las grúas. O sus esclavos. "Si los españoles fueran los pequeñitos, lógicamente vivirían mejor que las grúas, no al revés". Y como se enterara de qué van las hipotecas, al marciano se le pondrían las antenas de punta: menudo chollo que tienen montadas las grúas. "Los animales domésticos invierten casi todo lo que ganan en un negocio que permite la reproducción de las grúas". Estará intrigado el marciano por el sexo de las grúas: "Nunca se las ve practicar sexo", pondrá en su informe, "pero se reproducen a una velocidad extraordinaria. Un día ves cinco, otro siete, en el mes siguiente aparecen veinte" (Idea para una peli porno: Grúas calientes. Argumento: cinco grúas se reúnen en un paraje natural sólo para joder) (Idea para canción del verano: La grúa. Letrilla: "La grúa española / cuando construye, cuando construye, / construye de verdad").

En fechas tan señaladas como éstas, el marciano nos ve agitados. Ve agrupaciones de miles de españoles alrededor de la Pantoja, Zapatero y Rajoy. Cómo explicarle que en los tres casos el éxito de convocatoria se debe a cuestiones urbanísticas. Cómo explicarle que estamos eligiendo alcaldes y presidentes autonómicos. Cómo explicarle. Qué sé yo. Mira, marciano: es como si estuviéramos escogiendo a los sacerdotes del gruismo, una especie de religión que tenemos muy extendida en España. Vamos a elegir quién va a gestionar el trato con las grúas. Explicarle la verdad sería demasiado complicado. Si le decimos que nos gastamos la mayor parte de lo que ganamos en vivienda, al marciano le da un pasmo. El marciano pensará: estos tíos están tontos. Tienen un país privilegiado y se lo regalan a las grúas, las jefas de todo esto."

Antonio Martínez, El Enredo, El País.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo extraño es que en españa no se haya desrrollado el mercado de la grúa a más alto nivel.
Imagínate, la grua pantoja, pa toas las casas de la tipa en málaga, con su traje de faralaes de 50 metros de alto.
O la grúa julian muñoz, con una barriga de hierro que tira pa atras y los andamios a la altura de los sobacos...
a ver si espabilamos los guistas
!!!!
besos

mil dijo...

Tienes razón... yo, de mayor, me pido ser grúa, que es como ser lo más... O que me toque La Lotería, que es el dios de todos estos cabrones montados en el dólar.