domingo, 1 de julio de 2007

ANTES DE LA TORMENTA


Una flor no hace un jardín. Por la misma regla de tres un gusano no hace una plaga.

Cuando cavábamos en el huerto salían gusanos. Mi abuela, que estaba medio ciega, siempre nos pedía que tuviéramos cuidado no se nos fuera a meter alguno en las uñas... Tenían un dedo de grosor y casi un metro de largo. A mí me parecía que con uno solo nos quedábamos hasta sin terreno.

Esta mañana pensaba en las últimas cagadas, solitarias y compartidas. Debe de ser lo mismo que piensa el señor que llega a casa y ve una grieta en la pared. Nada demasiado grave en principio, me he dicho colocándome bien el casco de obrera, ¿se puede caer una vivienda por culpa de una grieta? Bueno, si los cimientos son buenos, hay una buena tierra que lo aguante y los materiales son fuertes... Entonces ha estallado la tormenta y me he quedado mirando el bikini un buen rato.

En CCC hay cursos de lampistería, pintura, etc pero nada que me enseñe a reparar lo malo de ayer. Autoaprendizaje, se llama. Match ball para resumir el día. Solete y goterones. Pido excusas y prometo seguir intentándolo, si se puede. Red. A ver hacia dónde cae la pelota.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qué guapa!

Anónimo dijo...

A ti te veo con fuerza más que suficiente para aguantar una casa y todo un edificio que se venga abajo. Se ve en tu mirada, tierna y fuerte a la vez...

...después de ver este afoto me estoy planteando mi sexualidad...

...jo, la niña, qué guapa estás, por mi madre!!!