Para estar enamorada no basta con querer, hace falta olerlo. (versión libre y adaptada de Los amantes del círculo polar)
Qué peste a gambas.
El viento, aunque sea rabioso y húmedo, aunque venga acompañado de gotas de agua, aunque aparezca en un momento inoportuno estacionalmente hablando... siempre despeja. Yo me pillo una de estas hamacas y empiezo a buscarles forma a tantas nubes con escala en grises varios.
2 comentarios:
hamacas al viento que traen, de momento olores a gambas. Si el amor se huele puede ser que alguien no tenga olfato. Yo lo tengo muy desarrollado ahora...
Besines
El viento siempre amaina.
Volvemos a las andadas.
PAU
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