
En esos días del calendario en que te preguntas a qué huelen las nubes y qué se había fumado la Coixet antes de escribir el anuncio, una piensa en la menopausia como en la vuelta al paraíso.
La regla lo lleva todo al extremo, por lo menos en mi caso. Estoy más cansada que nunca de arrastrar estas dos peras que no me dejan tumbarme bocabajo, los pantalones me aprietan, no duermo bien por las noches de puro calor, me entra la ñoñería y reviento puertas a patadas. Mi cuerpo se emperra en recordarme que soy fértil y a mí maldita la gracia que me hace falta saberlo, y menos así, de estas formas.
Lo único bueno del tomate, que diría la Gazmoña, es que con dos birras cada una nos entra la risa tonta y acabamos diciendo eso de :"Ey, tía, te quiero... tú pa mí eres como mi hermana..."

1 comentario:
estoy impresionado con los montajes fotográficos! esto ni "el pronto" lo saben hacer. los textos muy chulos!
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