lunes, 25 de diciembre de 2006

DE LA INEXPLICABLE AUSENCIA DEL BUTANERO EN LAS REUNIONES FAMILIARES




Puedo prometer y prometo que vi casi todas las imágenes de 50 años de Televisión Española. Me quedé paralizada con Suárez y con Lara. Liberan al prisionero de ETA, "Estás libre" o algo así dirían los GEOS o quien fuera. "Matadme de una vez, por favor" dijo él.

Dejé de lado el alcohol hasta que salí de casa, sabedora de los extremos sensibleros o eufóricos a los que puede llevarme en algunas ocasiones.

Mi padre se debatía entre que le instalara internet, que le ayudara alguien a activar el Bluetooth, que convenciéramos a la Presidenta de la Comunidad, la Cuesta que es mi madre, para poner una mega antena en el edificio... Y todo le salió mal, pobre.

Mi madre arreglaba la mesa, lo preparaba todo para que el papuchi pudiera lucirse pasando gambas, langostas y otros parientes por la plancha, vigilaba a los perros, hablaba con ellos, intevenía con poca fortuna en las conversaciones entre mi hermana y yo, agasajaba al yerno...

Mi hermana y el cuñao jugaron algunas partidas a la Play conmigo. Ella sigue siendo mi ídolo más cercano. Es feliz. Está preciosa. Vive con un hombre que la adora y es un trozo de pan. ¿Qué más se puede pedir? Que su hermana, o sea yo, siente la cabeza de una puta vez y deja de soñar tortillas.

¿De dónde venimos? ¿Qué había antes del gas? Entre las ausencias de este año destaco a:
Mi abuelo.
Mi tío Pedro, que claramente es diferente a mi padre.
Mis tíos por parte de madre, nada que ver con mi progenitora.
El butanero. Esta mezcla genética ha sido adulterada durante siglos. Peras y manzanas dan... mi familia.

No hay comentarios: