miércoles, 27 de diciembre de 2006

BESOS

Mi profesora de naturales y matemáticas del colegio vino con la clase al viaje de fin de curso. Mallorca fue el primer viaje para casi todos sin familia así que el desfase fue generalizado. Su hija, compañera de clase, y no recuerdo qué chico fueron sorprendidos por la ínclita en una discoteca prodigándose lengüetazos. Su definición de la situación fue más o menos la siguiente: "No entiendo qué haces con un chico así, si no te gusta, ni lo quieres ni nada... sólo es una manera de compartir virus y no me digas que te estaba pasando el chicle".

Hablaba con un amigo hace unos días. Su fantasma ha aparecido (parece que estas fechas son propícias para la aparición de esos seres etéreos que pasan la vida escondidos en un armario o en un cajón) y, me contaba, con él han vuelto a su memoria los besos. "Echo de menos besar, con suavidad, con tiempo; morder un poquito un labio, saborear la lengua... y los besitos en la cara, en los ojos, en la nariz... Estoy harto de follar, del rollo guarro." Dicho lo cual se fue de farra y se pasó por la piedra a la primera que le gustó.

Un catedrático de la universidad explicaba siempre que por cada abrazo que das regalas días de vida, por cada beso horas. Ya sé lo que quiero que me traigan los Reyes Magos. Posted by Picasa

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno que pasa aquí con tanto ponno? que si besos, morreos y pasadas por la piedra! pero la navidá no era tiempo de amor tienno y cariñoso? Bueno pa que disimular: a follá a follá que er mundo se va a acabá