
Hablaba con un amigo hace unos días. Su fantasma ha aparecido (parece que estas fechas son propícias para la aparición de esos seres etéreos que pasan la vida escondidos en un armario o en un cajón) y, me contaba, con él han vuelto a su memoria los besos. "Echo de menos besar, con suavidad, con tiempo; morder un poquito un labio, saborear la lengua... y los besitos en la cara, en los ojos, en la nariz... Estoy harto de follar, del rollo guarro." Dicho lo cual se fue de farra y se pasó por la piedra a la primera que le gustó.
Un catedrático de la universidad explicaba siempre que por cada abrazo que das regalas días de vida, por cada beso horas. Ya sé lo que quiero que me traigan los Reyes Magos.

1 comentario:
Bueno que pasa aquí con tanto ponno? que si besos, morreos y pasadas por la piedra! pero la navidá no era tiempo de amor tienno y cariñoso? Bueno pa que disimular: a follá a follá que er mundo se va a acabá
Publicar un comentario