domingo, 22 de abril de 2018

LISTA (READY)


En Navidad empecé a buscar voluntariados. Hace mes y medio encontré dos que me interesaban y que me aceptaban. Salió primero el de animales abandonados, gran descubrimiento. Me pidieron que tecleara los nombres y mails de los adoptantes (¿esa palabra existe?). Volveré a teclear cuando me lo digan, por supuesto.

Luego, por casualidad, encontré el voluntariado de Benallar en el que ofrecían un curso de formación de ELE (Español como Lengua Extranjera) abierto a cualquier perfil. Fui a la primera reunión con muchas dudas y salí con mogollón de ganas de probar y participar. El programa está tan bien montado que mis compañeras sin experiencia en el mundillo entran en las clases, dan dos horas de X (lo que sea) y salen contentos todos (ellas y los estudiantes). No se me ocurre mejor voluntario que el que se siente útil, ni mejor estudiante que el que nota que aprende y, además, se divierte.

Esta semana, mes y poco después, me han ofrecido formar parte de este proyecto a partir de septiembre. Por un lado, estoy acojonada, ya os lo digo. Por otro lado, lo que he visto en las clases, lo que he vivido como estudiante en el curso de formación y lo que empiezo a adivinar que está en proceso todavía es taaaaaaan chulo, taaaaaaaan bonito... que casi ni me preocupa no tener trabajo la próxima semana. He dicho casi. Son casi las 04 am. y no consigo dormirme. Debería haberme ido a bailar bachata con Matt, Maddie, Joe y Emily M. Hubiera sido mucho más productivo e infinitamente más divertido.

Mi plan para esta tarde era corregir exámenes pero los pies me hacían chup-chup  y estaba tan cansada que hubiera puntuado en negativo, a lo cabrona. Me he puesto una peli y la he empezado como siete veces sin enterarme de qué iba. Vencida, he llegado al blog y he tecleado esto. Trapicheando, he constatado que las entradas en borrador triplican a las publicadas. Como dice mi hermana, por algo será.

Esta es una entrada de mierda para confirmar que está pasando. Básica, sí. Elemental, también. Igual es que no hay que buscarle tres pies al gato. Escribo esto porque me da la puta gana y porque, ahora mismo, veo cómo todo fluye amoldándose a otros muchos todos de plastilina y soy consciente de que soy animal con neuronas que dan lametazos y mueven la cola. De esto el Kanka sacaría algo decente.

Lo noto. Estoy feliz y estoy lista. Se acabó el invierno y nos hemos saltado la primavera a lo loco. Todo bien. Pálante.



P.D.: A todas las unidades, el plan de escribir sigue en pie. 






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