jueves, 8 de marzo de 2018

Me acuerdo V


Me acuerdo del miedo de pensar que no tenía trabajo a finales de verano.
Me acuerdo del puteo enorme la primera semana de agosto.
Me acuerdo de hablar con Arantxa y respirar.
Me acuerdo de ver una taquilla vacía con mi nombre -toda para mí- y flipar bastante.

Me acuerdo de mis sobrinos de sangre y de mi sobrina postiza.
Me acuerdo de ir con los Zoan a pescar y al parque con Iró.
Me acuerdo de las caras de Los Padres de todos mis sobrinos, observándonos.
Me acuerdo de sentir que estaba más cerca de los enanos que de ellos.
Me acuerdo de sentir respeto frente al tobogán.
Me acuerdo de volver a casa con arena en los bolsillos y en los calcetines.

Me acuerdo del vértigo el primer día del semestre.
Me acuerdo del "Ratchet" y de las carcajadas.
Me acuerdo de quedarme con las ganas de un café conjunto.
Me acuerdo de uno que nació en un sofá y de otra que iba de Coros.
Me acuerdo de que me preguntaron ¿y tú? varias veces.
Me acuerdo de las bromas.
Me acuerdo de mi cara de tonta. Esos 14 llegaron a ser casi familia y no sé cómo agradecérselo.

Me acuerdo de mi madre diciéndome que el rojo me sentaba bien. Quien dice rojo, dice cualquier color que no sea negro. Paliducha como soy la mayor parte del año, según su perspectiva "Mi niña no está gorda, está fuerte porque come bien" y su mantra "No vamos de luto y tiene que notarse", la imagen sería más que adecuada.  Mi abuelo Diego, también estaría satisfecho. Yo, personalmente, la valoro como la primera foto que el Ian hizo. Me flipa el ojo que tiene mi sobrino y la sonrisa enorme, casi grotesca que me sale si los tengo cerca. También parecería que acumulo frutos secos por si the winter is coming de verdad. Honestamente, a mí, flis.


Me acuerdo de hacerme una lista de cosas para el 2017 y no tachar casi ninguna.
Me acuerdo de haber señalado con rotulador fosforito las tres primeras.
Me acuerdo de haber dibujado una uve al lado de cada una. Sé que, por más bonito que yo lo quiera hacer, vuelan puñales y te puede caer un zasca sin más. El zasca te lo llevas sí o sí, lo interesante es la cara que compones para seguir. Ahí te quiero ver, amigo. Ahí, nos entenderemos. De ahí salen grandes alianzas. Irse a la mierda une mucho, es el Loctite de nuestros tiempos.

Me acuerdo de cuando mis familiares me preguntaban si tenía la cabeza para sujetar caracolillos.
Me acuerdo de mi Yayo y de su teoría de que las mujeres bonitas -en general-  tienen el pelo largo. ¿Me lo corto esta semana y ponemos a prueba las teorías?


Me acuerdo de tantas chuminadas que me voy a tomar unas vacaciones para seguir este hilo y arrejuntar memorias, entre otras cosas.

¡Besicos!



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