miércoles, 25 de abril de 2018

Zoe 3 y 4


Eres una enana a día de hoy. Para cuando puedas leer esto, tú no te acordarás de lo que voy a explicarte y por eso lo escribo. De entrada, un abrazo enoooorme, sobrina.

Tu 3er cumpleaños fue hace cuatro días. Lo celebramos en casa de tus padres porque el día anterior diluvió en Barcelona. El 25 de marzo de 2018 a las 11h. pretendías recibirme en la puerta de tu casa pero te cruzaste con la Roomba y se te pasó el buen rollo... ¡puto robot cortarrollos! La Roomba es para ti, lo que serían para mí, las cucarachas.

Nos plantamos allí unos 10-15 y tú sudaste de todos y cada uno de nosotros. Abriste los regalos, flipaste con una muñeca con alas que se iluminaban, con un set de peluquería (especialmente con el secador de pelo) y con las cositas de la Minnie Mouse pero lo que más te interesó fue compartir rato con tu hermano y con la Mía. Me encantó vuestra foto haciendo pulseras y collares después de la siesta postfiesta.

Eres un moco curioso. Vas a tu rollo, según te rota le haces caso o no a tu yayo -que se deshace contigo-, toleras o no a tu abuela Leo y a mí misma, te haces grande y pequeñita en cero coma, oscilas entre la princesa tradicional y la de Shrek. Te apasiona el color rosa (tú lo llamas chulo chulo), hacer el burro con tu Tete y dramatizar. Para que me entiendas: hace un rato me ha pasado tu madre un vídeo tuyo metiéndote un lechugazo con un triciclo = 0 lágrimas. En estos tres años sólo en ocasiones contadas te he visto sacar lágrimas recién despertada/confundida y enrabietada, puteada, Mechita corta con biberón de napalm. La última vez conmigo, el salado vino de preguntarte si querías comer o hacer la siesta. Después de un intercambio verbal confuso, tu respuesta fue llorar como si estuviéramos en época de matanza y tú fueras un cochinillo chico.. Solo te miré seria.

Estás haciéndote. Eres capaz de lo más dulce y lo más puto. Poco a poco, sobrina. No hay prisa. Te queremos desde siempre y ahora solo buscamos hacernos un hueco en tu vida. La cagaremos un montón de veces con las mejores intenciones, te putearás con nosotros, blasfemarás, soltarás sapos por la boca, nos apartarás de tu vida, renegarás de árbol genealógico común... y llegará un día en el que eches de menos al yayo José Luis, a la abuela Joaquina y a la abuela Leo, a la Tita Maica y al Tito Sandro. Voy a usar el comodín del tiempo, Zoe.

A día de hoy, soy la Tita. Sabes que me llamo Maica porque te ha costado un huevo decirlo y hasta anteayer era Maquia. Desde que viste la luz yo soy Tita -bien/muy bien- y MAQUIA/MAICA según lo faltona que te encuentres (ya me he enterado de que andas bautizando a otr@s niñ@s con mi nombre terminado en -a o en -o sólo para provocar). Te encanta intentar enfadarme y a mí que lo hagas, aunque suene raro. Eres muy lista, Zoe, que no se te olvide.

************************************************************************

El sábado pasado os fui a ver. El Ian tenía muy claro, desde por la mañana, que me vería porque ya hacía muchos días y, por eso, sesteó lo justo. Me recibisteis los tres en la puerta y tú ganaste el premio a la más sobada de la casa. En el sofá -tu madre y yo a cada lado-, te hiciste un hueco entre mis tetas y mi barriga... no tenías cara de pasarlo mal.

Luego fuimos a casa de los Yayos y nos descantillamos un pelín porque mucha gente + muchas expectativas + mogollón de hormonas, feromonas y demás + casitoporaquíycasitoporallá + risas y choteos = caos sonoro y físico. Descubrí que no te acuerdas de mi casa aunque estabas encantada con la idea de pasar una noche aquí. Tu hermano, muy comprensivo, dijo "Es muy pequeña. Yo tampoco me acuerdo bien, ¿y si vamos los dos?" Echarle cara al tema, se llama.

Tú y yo, enana, vamos a llevarnos bien como poco. Lo de que tú me quieras tanto como yo a ti, está por ver... no es imprescindible. Estoy cerca de los 39 aunque no los aparente. Nunca hemos hablado de este verbo pero me parece interesante porque caben muchas cosas en él. Lo dejamos para otro día más ocioso.  Con vosotros -los Zoan- juego a todo o nada, siempre. Ni pájaros ni pájaras. Manolo García y Alfred García son ejemplo de entendimiento intergeneracional. Nosotras igual o mejor, nunca es tarde.

Me acerco a mi cosa de hoy, de ahora. Es sorprendente la cantidad de cosas buenas que te llega cuando eres generosa sin más.










No hay comentarios: