viernes, 1 de febrero de 2013

IAN y los besos


Cuando era chica odiaba que me dieran besos y, más aún, que me pellizcaran los mofletes antes o después del besuqueo. Lo temía y me avergonzaba a partes iguales.

En la edad del pavo, con 15 o 16, daba besos contados a mi familia y a mis amigos. A mi familia, casi obligada (la paga semanal es una fuerza poderosa). A mis amigos, en momentos muy señalados. Hasta los veintialgo racaneé besos a lo bestia. Si alguien no me caía muy bien, o no me caía nada bien, o si no tenía yo el día espléndido.. pues se quedaba con un saludo rancio de "Hola" y poco más. Sí, sí, tengo amigos que todavía me lo recuerdan.

Supongo que sería con mi primera pareja... Empecé a comprender la besuística, la teoría del ósculo, a darle valor a los besos y a ser consciente de mi evolución en la materia. A practicar también, claro. Mucho. Mucha, mucha práctica. He pasado de racanear, a dar dos besos de rigor, dos besos bien plantados cuando toca, un sólo beso cuando sé (o quiero pensar) que voy a ver a esa persona en breve, muchos besitos en una sola mejilla y, última modalidad, mogollón de besotes sonoros acompañados de abrazo en un grado de exaltación sentimental elevado.... y a ver qué viene ahora... Me veo, en breve, como una de las "Señoras que te dan 15 besos seguidos en la misma mejilla" o una de las  "Señoras que cuando besan producen el efecto ventosa".

Contigo, pequeño Cachalote, he pasado por casi todas esas fases.... Es que, al principio, eras muy minúsculo y yo tengo la boca muy grande y pensaba que no te iban a caber los besos... y, conforme creces, pues eso, que cada vez te veo más apetecibles los mofletes y he ido perdiendo la vergüenza y el miedo. Yo tampoco entiendo por qué sentía vergüenza ni miedo. Ni idea. Probablemente porque, cuando das un beso, te descubres bastante... y yo eso lo llevo regulero. Sí, debe ser eso... Estoy pensando ahora mismo en mis estudiantes chinos y en sus avances en esta asignatura... qué bonicos los joíos.

Nene, usa los labios para algo más que hablar. Es bonito y sano. Da vidilla. Es gratis. Es legal. Es un dar y recibir facilísimo.

Lo de los abrazos lo dejo para otro post, que todavía ando procesando información.




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