miércoles, 13 de febrero de 2013

IAN y los NUMERITOS






Por razones que no vienen al caso y que serían sumamente tediosas de explicar, me he sentado frente al ordenador pensando en que hay quien me considera un número y, todavía peor, no tiene ni un mísero apodo cutre para mí.


El apodo en este país es casi necesario. Dime cómo te apodan y te diré quién eres. Si me dices que no tienes apodo, no eres nadie, no existes. Ni que sea un vocativo resultón, una palabreja manida pero molona, un chascarrillo fácil a costa de tu apellido... un algo.... "La planta, la clase y el orgullo no hay que perderlos por más pobre que seas" Pues eso, yo soy pobre pero tengo apodos. En plural. Sí, estoy fardando un pelín.


Amigos y enemigos, si lo son de verdad, en serio, tienen en común que los dos tienen apodos. Desde el cabreo y desde el cariño, todos los caminos llevan al Apodo. Tú, Ian, ya tienes unos cuantos y eso que eres minúsculo en tamaño: pequeña cara de Bélmez, Cachalote I, etc.

Las amistades más cercanas han visto cómo sus sobrenombres han evolucionado, incluso hemos llegado a alternar varios apodos en una misma época para la misma persona. Helena fue Gazmoña y Helen (leída la H como J)... en algún momento fue "Rubia" y ahora la invocamos con "Helenuskis" o con "Poeta". Elisa tuvo un periodo de "Pelocha" y ahora ya es y será "Nena", por lo menos para mí y solo para ella. Paula fue primero "La cantabraca" y luego "La moños". Ana Meneses fue "Anita" (brevemente), Ana Eme y Ana Mentol a la vez. Joan fue "Juanito" y ahora es "Doctor". Ricardo... bueno, a Ricardo no le hacen falta los apodos.

¿Cómo te llama tu jefe?

¿Ves?

¿Necesitas alguna confirmación extra?

Las empresas, los empresarios, normalmente, generalmente, casi siempre, desconocen los apodos. ¿Por qué? Bueno, porque no es su función ni su objetivo.


$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$.
Clink, clink.

Ian, a día de hoy se discuten muuuchas cosas interesantes que me afectan -o me afectarían- directamente peeeeero resulta que tu opinión, tu parecer y tu valía van en función del número que calzas, de los fans que tienes, de las votaciones que recibes y bla bla bla....

En este momento tenemos a un excelentísimo que se sacó de la manga una empresa del rollo ONG que -oh, sorpresa- acaba siendo gubernamental y teniendo un ánimo de lucro bastante evidente.... encima el tío firma con guasa como el Príncipe Em PALMA do... Y se queda tan aaaancho.

También tenemos en las portadas a Ada Colau, "la de la ILP", "la de la PAH", "la líder del 15M" que es una chica que ha llamado "CRIMINAL" a uno de los responsables de la situación chunguísima de mogollón de familias que están amenazadas por el desahucio próximo. Tiene mofletes y cara de buena gente. Habla clarito y no se anda por las ramas aunque no le den tiempo. Igual por eso.

Total, que apodos tenemos en función de nuestro devenir y numeritos somos sí o sí. Vete poniéndole ceros al tema o multiplicándolos por lo mismo. No depende de ti. Es el rollo Anne Germain de las empresas que siguen las leyes y la economía española. El tema viene a ser que, si no quieres ser una operación matemática de nivel básico con resultado en negativo, tienes que elegir muy bien contra quién luchas y que ése/ésa/éso no sea un cero. O convertirte en X y despejarte.









No hay comentarios: