miércoles, 2 de febrero de 2011

ELIPSIS

Se me cruza últimamente esta palabra en el camino.




La elipsis es un recurso audiovisual mediante el que consiguieron, los pioneros del medio, que al resto de mortales nos pareciera normal que un tipo peludo y con ganas de marcha que aparece bebiéndose una copa en un antro cualquiera pueda aparecer en la escena dos recién levantado, en su casa, sin barba, con pensamientos en off que rozan la melancolía y sin síntomas de resaca. Aquí la elipsis, aquí unos amigos.



Resulta que ese comodín, ese as en la manga, no tuvo unos principios fáciles. La gente iba al cine y se perdía en la trama, se cagaba en la elipsis y blasfemaba por otros temas porque, ya puestos, lo mismo daba ocho que ochenta. Que si este tío ahora aparece en pijama y antes llevaba ropa, que si qué le ha pasado en el pelo a la protagonista, que si dónde van con los efectos especiales que no se puede ir del salón al prado en un segundo, que si era imposible tener ese bigotillo perfecto día tras día.. Todo eran pegas... hasta que nos lo tomamos como... eso... normal.


Y parece que ya pasamos de discutir si ese paréntesis era necesario o no. ¿Nos meten las elipsis dobladas, amigos? No, no, qué va... (modo ironía ON) Es que ya ni el Tato se preocupa una migaja de lo que pasa en esas elipsis. Resumiendo, resumiendo.OK.


Han pasado muchos años y más películas infumables y fumables hasta que la tortilla se ha girado. ¿Me lo parece a mí o ahora ya cuestionamos el por qué no se ha usado una elipsis cuando una peli tiene, digamos, un ritmo "cotidiano"?



Nos sobra realidad. Nos faltan elipsis. Los guiños al espectador estaban bien pero ahora éste quiere menos guiños y más acción. Lo mismo en otras artes. Dámelo resumidito que yo ya luego me inspiro...



Y hay quien piensa en formar su club de Fans de las elipsis y lo mismo o más de Anti-fans porque ya está bien de que nos vendan la moto con que este tipo tiene una vida tan interesante y yo tan poca chicha existencial.



Nos sobran las elipsis, amigos. Porque no es sano saltar tanto. Esto es como si lees un libro de atrás hacia delante. Esto es como "La ruta natural" y el resto de palíndromos. Esto es como decir que los viejos son como niños.



Nos faltan las elipsis, amigos. Porque no es bueno saltarse tantos días hasta encontrar el momento en que pasa ALGO. Esto es como si haces una lectura horizontal de ésas, tan famosas, y te encuentras siempre en el mismo punto subidón. Esto es como si te lees "La Regenta" y esperas un libro de acción y te pones de los nervios a cada página descriptiva y colorista que pasas. Corres el riesgo de acabar siendo una peli de Stallone.



Se mezclan los conceptos, ¿no? Uno tiende a desear todas las elipsis del mercado, a despertarse en una elipsis, a morir en ella si es menester morir... y se encuentra con que el tiempo pasa lento, con que hay mil detalles obvios que no necesita ver. Ya sabemos que después de que suene el reloj me quitaré las legañas, me lavaré los dientes, prepararé el café, me vestiré, bajaré 33 escalones y etc., etc., etc....




Tampoco mola el "De elipsis a elipsis y tiro porque me toca", ya muy explotado.
Tampoco mola el "De paso a paso hago mi vida cantando" (versión musicada y alternativa pero que viene a decir lo mismo al caso)



Ni tanto ni tan calvo. Elipsis, sí. Elipsis, no. Ni contigo ni sin ti.... y bla bla bla. Tigres, leones, todos quieren ser los campeones.



Uno se escucha y está sordo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Despertar de golpe en una elipsis le deja a un un poco desorientado no crees? Lo bueno de ellas esque ya das por sabido una historia que hay detras, sobreentendida por el bagaje de cada cuál o por el contexto de la historia que se explica...pero si solo hay elipsis... no hay significado!!!

P.