domingo, 24 de enero de 2010

LLEGARÁ




Llegará el día, algún día y no es que me importe el origen pero sé que vendrá del mar, de dónde si no podría venir, y me traerá ese puntito de sal que me está faltando, lo justo para darle sabor al tema.

Total, que llegará algo -y no alguien- y me encontrará exactamente aquí, claro, y como todo lo bueno, no habrá sido buscado sino merecido.

Mientras tanto, entre que aparece ese punto en el horizonte y acaba de dibujarse por completo hasta que yo lo vea y lo asocie a algún tipo de exactitud con nombre propio, continuaré desandando(me), desnudando(me), poniendo(me) los puntos sobre las íes, soltando(me) collejones bien merecidos, adivinando(me)... Aguantando(ME).

El origen es lo de menos pero llegará, como siempre, del mar y esta vez sí que estaré atenta. Abriré bien los ojos, sin intimidar, los pies caminarán sin mapas ni tontón, será tan fácil que rozará el lerdismo sin caer precipicio abajo, manteniendo el ritmo, las neuronas y la conciencia. Mantener es la palabra del día. Seguiré con el mismo buen rollo, la misma respiración, idéntico número de brazadas, día tras día; no habrá, es imposible, monstruos de ultramar al ataque ni tiburón con hambre que me alcance.


En quince minutos de sauna he respirado 54 veces. No es que haya echado aire por la boca. No es que el calor me haya llenado los pulmones. No, no. Más fuerte que las cucarachas (¿alguien las ha visto en una sauna?). Cuando venga, lo que llegue, me pillará con las pilas puestas y las defensas aún más altas. Y no sobrevivirá para contarlo, pero yo sí.



Eso espero.

1 comentario:

Kaos dijo...

Si tiene que venir del mar, igual tendremos que nadar un poco

http://www.youtube.com/watch?v=sA8PaIw5gcE