miércoles, 7 de abril de 2010

REVISIÓN DE VENTOSAS

Localización: mi habitación, mi casa, mi edificio, mi barrio (y al infinito).


Zona o ente a revisar: un punto microscópico, yo y mis circunstancias.


Sinopsis situacional: mujer, treinta años, entradita en todo, con un sueldo de mierda, que vive en un piso compartido y que escucha atentamente la proposición por parte de una de las compañeras de subir su alquiler mensual en unos ciento cincuenta euros. Así, sin más. ¿Quién escribía esta mañana sobre la relatividad? algo así como que sí, que todo es relativo, pero que hay términos que contemplados desde esa perpectiva guay pueden ser peligrosos por lo sustancialmente dispares a lo que todo humano acepta como moralmente correcto. Realtividad, propongo, visto lo visto. ¿Cómo he llegado hasta aquí? Me cago en tó.

Flashback 1. Llega la primavera. Tres seres del género femenino conviven en un clima de paz y armonía. Las llamaremos A, B y C. ¿Que por qué? Pues porque este es mi blog y escribo lo que me sale del jander. A cobra pasta y paga por dos porque es espléndida. B cobra una mierda y paga una mierda y es justo reconocerlo. C cobra un pastón y paga lo mismo según la realtividad del día. B y C respiran tranquilamente mientras A sueña con volar lejos, lejos, lejos...

Flashback 2. Pre-Nevada de Barcelona 2009. La pareja de A se pira en busca de... iba a decir de aires más cálidos pero sería mentir porque se fue al Norte... Total, que la pareja de A se pira. La noticia llega por sorpresa a través de un amigo y vía chat... ¿credibilidad? Cero, interné es lo que tiene mucho lerele y poco lirili (o al revés). La pareja en cuestión desaparece con algunos de sus bártulos dos días después. Misterio, intriga, dolor de barriga... No se sabe por cuánto tiempo. Reunión casual entre A y B: nada cambia, si total ya está volviendo... ¿seguro? Sí, sí.. Y si no ya veremos...

Flashback 3. Fin del verano 2008. Aparece C en escena. Resulta que B tenía una relación, llamémosla E, que ha acabado con el cada uno en su casa y dios en la de todos. Suenan las alarmas. Que si este piso es muy chulo pero cuesta una pasta que lo flipas, que si A y su pareja podrían pagar lo mismo por un piso para ellos solos, que si B se ofrece a buscarse otra habitación porque su economía sumergida no da para más, que si tal que si pascual y al final... la solución. Se alquila una habitación para un cuarto componente de este grupo folklórico y todos contentos. Por lo menos probar... Si sale mal ya se busca otra opción, ¿no? C resulta ser un encanto que no da ni medio problema. Qué felicidad.

Flashback 4. Octubre, noviembre y parte de diciembre de 2007. El traslado. B, A y sus parejas se conocen de hace un tiempo ya. Llevan "conviviendo" bastantes meses cuando, por sorpresa, aparece un piso ideal para dos parejas a compartir. B y su pareja han buscado y rebuscado en mil ofertas y todo es, o muy caro o muy cochambroso. A y su pareja viven sin más, no les gusta que les tomen por tontos y quieren abandonar el domicilio que comparten con B porque su casera es una sobrada y una lista. E, pareja de B, se anima a la aventura pero desaparece y aparece a intervalos arrítmicos en el primer trimestre. B se alegra de haber dejado el piso céntrico con habitación inmensa por trescientos veinte euros al mes y al tiempo se cabrea porque odia estar pendiente de otros en cuanto a decisiones vitales se refiere. No es que B sea egoísta, que sí, es que B quiere valerse por sí misma, llevar el ritmo que le rote, y ya ha prometido hasta aprendérselo que ninguna de sus decisiones personales afectará negativamente al resto de seres cercanos o lejanos. En pleno caos mudanza-decoración-esta caja es tuya-hay que pagar una fianza de la ostia-cuánta luz entra y qué bonita vista, sigue sin tener el convencimiento de que le esté saliendo a cuenta la historia.

Flashback 5. Desde 2006 en adelante. B trabaja como una mula y, aún así, no tiene calidad de vida. Cierto es que habita en un espacio amplio y de precio asequible, también cierto que su vida sentimental, pese a los altibajos de sobras y trágicamente conocidos por todos, va bien (que diría el señor del bigote raro) y todavía una última certeza: su vida no es ni de lejos como quiere. Ya entonces se ha empezado a plantear hasta qué punto le favorece su necesidad de tenerlo todo claro y seguro. No le favorece casi nunca, normalmente el ansia de seguridad sólo la empuja... hasta que le entran ganas de irse a la cama a las 22 y y dormir cuatro días seguidos... o los suficientes hasta que el mundo se haya puesto en el sitio que le correspondía en su cabeza.

Flashblack 6???? Se podrían escribir enciclopedias completas de las vidas de A, B, C y el resto (parejas, amigos y todo aquello que marcó sus caminos) pero ¿a estas horas? ¿para qué?


Situación presente (y por presente quiero decir de las 22.50h. del día 7 de abril de 2009): B se ha equivocado ya muchas veces. No vale de una mierda lamentarse por los senderos equivocados, debería seguir andando y listo. B tiene el pepe que le hace ventosa y no se mueve aunque siga respirando y tenga las constantes vitales en su sitio (cada vez menos, ¿serán menguantes?). B está hasta el cipote (expresión resctada de Emilio, personaje de "Aquí no hay quien viva") de sobrevivir y ya está. B necesita un cambio bestial: de piel (con de kilos, y para menos, basta), de ideología, de paisaje urbano, de peregrinos escoltas y de corte de pelo especialmente.

¿Y que sólo se me ocurra pensar palabrotas? ¿Es que esto es normal? Quiero un médico ahora mismo que me diga lo del artículo de esta mañana: "Tú no tienes depresión, estás en un momento feo, y tienes que solucionarlo sola" Tengo fe en esos especialistas que han pasado el MIR y toda la pesca, el jueves que viene se lo comento a la de cabecera, a ver qué me dice. Sólo por contrastar opiniones.



Puta miseria.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Alguien me pregunta a cuento de qué mi nick de messenger. Le contesto que es una canción. Una canción que hace tiempo que no escucho. Rebusco y suena. Suena una y otra vez. Mientras tanto abro facebook, por supuesto. Y me encuentro q C. ha escrito algo nuevo en su blog.
Se titula "el arte de la guerra" y empieza así "Saliendo de las trincheras, tropezando una y otra vez..."
Desde que nos conocimos hay algo que C. y yo compartimos: La casualidad.
Entonces hago sonar la canción de nuevo: Bienvenidas las alarmas. Y esta vez busco la letra en internet para enviarsela a C.
Y aquí estoy, en tu blog.
Yo soy A.
C me bautizó como A.en su blog
y hace poco hablamos de B. Le dije que B tenía que ser la caña porque estaba entre A y C.
Añadamos a esto que la mirada de los mil metros es una de mis canciones favoritas de standstill, que es un grupo que tenía algo olvidado ultimamente hasta que la semana pasada estuve en su concierto y hasta que me hablaron de B.
Añadamos a esto que gracias a la casualidad he encontrado tu blog y me ha gustado mucho lo que he ojeado. Y que C y yo estamos siguiendo un plan para salir de la miseria que aunque me gustaría contarte (tanto el plan como las miserias) es demasiado largo pero incluye muchos "nunca más" que comparto contigo.
Añadamos ahora una pizquita de sal y pimienta al gusto, y aquí me tienes escribiéndote y deseándote que... (me sale del alma que no caiga tu sonrisa) que... sigas escribiendo y yo, anónima, te leeré.
Y deseándote muchas casualidades.
Y que nunca dure mucho tiempo.

Alejandra.

Anónimo dijo...

Gracias A.

Egon Soda y Standstill son ese tipo de grupos-seta... Uno los va buscando sin casi buscar pero, cuando los encuentra, se huele de lejos que son delicatessen y que, por eso, hay que saborearlos poquito a poco, a ratos... no?
Me ha encantado tu post y ,e encantaría leer más de lo que escribes... ¿me ayudas?

Mil gracias,
Maica