lunes, 31 de agosto de 2009

NO ES LO MISMO

- Menganita se ha muerto por causas desconocidas.

- ¡Que se ha muerto! ¿Por causas desconocidas?


- Pues sí, no sé si la han matado o se ha muerto.


- Ah, bueno , no importa, lo importante es que ha palmado.

martes, 18 de agosto de 2009

UN DÍA QUE ES LA HOSTIA



Otro más de "Princesas"




Hay un día, ya verás, un día que es la hostia. Ese día todo es bueno.. ves a la gente que quieres ver, comes la comida que más te gusta y todo lo que te pasa ese día es lo que tú quieres que te pase. Si pones la radio, la música que suena es tu canción favorita; si vas a la tele ese día, por ejemplo a un concurso, lo ganas todo... el dinero, los viajes... todo, fíjate bien lo que te digo, todo. Pasa sólo una vez en la vida, por eso hay que estar muy atenta, no sea que se te pase. Es como un desvío, como cuando vas por la carretera y hay un desvío hacia otro sitio pero a lo mejor vas hablando con el móvil o estás discutiendo o pensando en lo que sea y no te das cuenta y se te pasa... Y te jodiste porque ya no puedes volver atrás. Pues ese día es lo mismo, un desvío, y es muy importante porque puedes elegir por dónde va a salir todo, si por ese camino que es nuevo o no. Por eso tenemos que estar muy atentas. Muy atentas. Porque hay muy pocas cosas buenas y si encima se te pasan porque estás hablando por el móvil o pensando en otra cosa sería una mierda, una mierda completa.


 http://www.youtube.com/watch?v=EJKUnlaTpYQ&feature=related

PENSAR Y EXISTIR

- ¿Sabías que el mar aquí es muy importante, donde más?


- No hay mar aquí.


- Por eso. Es donde más se piensa en él. Las cosas no son importantes porque existen. Son importantes si se piensa en ellas. Como tu hijo, que no está pero piensas en él cada día, ¿a que sí? Por eso existe, porque piensas en él. Mi madre lo dice siempre, que existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés. Dice que lo dijo no sé quién pero yo creo que se lo inventa ella; se lo inventa todo según le convenga.


http://www.youtube.com/watch?v=GNMFtD_Rt80

De "Princesas".

CONCIENCIA





Ese día fue bueno. Sé que éramos conscientes de lo que estábamos haciendo y lo disfrutábamos más por eso, por ser conscientes y estar juntas.


No es fácil de llevar la conciencia según qué días porque a veces te das cuenta de que no has hecho lo que deberías y la muy perra te lo repite sin parar, sin prisa, como si no descansara nunca, y lo que te dice hace pupita por más callo o coraza que tengas por piel.


Lo peor es que tiene razón cuando te suelta que tendrías que echar a correr inmediatamente porque el cielo se ha puesto negrísimo y van a caer chuzos de punta el resto de tu vida si no cambias de paisaje ya ya ya.


Lo malo es cuando te pide que tengas un poco más de paciencia y te recuerda todas las veces que prometiste no tirar la toalla, ni siquiera lavarla, y seguir palante costara lo que costara.


La putada es que a los cinco minutos también tira de currículum vitae y te muestra imágenes idénticas a la polaroid de estas tardes, las mismas subidas de tono, puñaes al viento, que no te merecías, la misma puta sensación de cero ganas, exacto el feeling de "laestoycagandoyvoyatenerqueliarlaymandarlotodoalamierdadeunavezportodas", clavadito el pensamiento fugaz y estúpido atravesando el horizonte playero pero sin sol que lleva colgando de la cola un "todo se puede arreglar" a la que escuchas los pasitos a lo gheisa que se dirigen hacia tu sombra.


¿Qué hacemos entonces con ella? Yo, de momento, la pongo en cuarentena y le doy vacaciones. Que se ajuste el mundo entero hasta que ella se reponga, si se diera el caso, que lleva casi treinta años sin vacaciones y eso se nota -sobre todo visto en estadísticas comparativas-.

viernes, 7 de agosto de 2009

un poquito de por favor

Un poquito de por favor, soltó "X" al ver a "Y" llegar con mucho pesimismo y algunos kilos (de menos en este caso).



"Y" cargaba con un cabreo considerable. No era un enfado cualquiera sino que apuntaba a lo más hondo, a lo más profundo de "Y", al centro mismo de la letra. "X" no tenía ganas de discutir pero sí que las tenía de sentir, es más, se sentía "X" no letra sino piel, fina y llena de poros por los que saldrían, tarde o temprano, los excesos de su carácter.



"X", o "Y", no queda claro en ninguna de las fuentes consultadas quién de los dos fue el responsable, tuvo un momento de calma en el que hizo inventario de todo aquello que tenía peso y obtuvo un resultado más que postivo, un número que se sobrepasaba a sí mismo, o sea, a su positivo número, a la más optimista de sus predicciones, incluso se acercaba al número utópico de sus cavilaciones una vez restados todos los desplantes y desconfianzas. Así fue como "X" o "Y", según la bibliografía que uno considere más veraz, volvió a rascarse los bolsillos y a apostar todo al rojo, que era el color que más le convencía en ese momento de entre los que se ofertaban.



"X" o "Y", no importa quién de ellos, no comieron perdices, ni siquiera vivieron felices a partir de ese punto de la historia pero eso, poco, poquísimo, importaba porque era la suya y ya estaban hartos de hacer las cosas por hacer, de estar dominados por la desidia, de dejarse caer día sí día también en la rutina más insulsa, más ordinaria, más pordiosera. Así que uno dio el paso y otro lo siguió, como en los cuentos iceberg en los que sólo se ve la punta pero se adivina el resto. Y nadie se perdió, o no se dijo, en detalles estúpidos ni en reniegos veraniegos, ni se interrogó a los presentes buscando culpables, ni se echó mano del rencor ni del miedo para utilizarlos como bastones en el caminar diario, ni se buscó una duda para dar sombra al sol que salía fácilmente, cada mañana, y se ocultaba sin apenas cansancio, cada noche, qué cabrón, qué simple todo, aquel verano...

... Aquel verano en que se hablaba con acento extranjero, se sentía culpabilidad y fragilidad a partes casi iguales y se odiaba a Italia entera sin pensar en sus bondades, desde un sólo flanco guerrero, peleón y cabreado momentáneamente.






Como toda historia esta tampoco carece de variante subalterna. Cuando "X", o "Y" apareció, "Y"o "X" ni tenía la pose adecuada ni se sentía capaz de imitarla así que lo mandaron todo a la mierda y cada uno siguió a su rollo mirándose el ombligo pero sin acritud hacia el resto de género humano. Entonces sí comieron perdices cada cual en su historia y sin ser vivo sobre el que vomitar, verter, vaciar, descargar tanta mierda a lo largo de sus vidas. Y aunque no fueran felices no había excusa real posible para justificar haberla cagado tanto con el otro ni consigo mismo. Y por eso engullían felicidad ajena a dos carrillos y absorvían experiencias del extrarradio como propias, para no pensar en lo que fue ni en lo que debería haber sido, para no avanzar en procesión por las calles de cualquier ciudad beata con el látigo en la mano, para conseguir estar por el momento, si no felices, por lo menos tranquilos con su conciencia.



Y así tocaron las once en el campanar más cercano. Todos oían las campanadas de la iglesia -todos los no sordos-. Algunos, bastantes más de los que constaban en las estadísticas, se hicieron los suecos (en masculino como genérico) y unos poquillos pusieron la oreja y aguardaron. Nadie que escuche un campanario en movimiento se queda parado en pensamiento, ni antes ni después. Nadie que esté en desacuerdo con la afirmación previa mantendrá su anonimato.



Y a este final súmale otros cinco probables, un poco de cada tapa, un pellizquito de cada plato, y multiplícalo por cien diversidades de estado según la capacidad de situaciones que seas capaz de digerir y de las variantes posibles adecuadas a cada una de las opciones resultantes y tendrás una puta historia completa sin interrogantes ni suspense ni ná de ná por mejor que esté escrito este final y sus sucedáneos.





Eliminando de la ecuación las estadísticas más extremas se encontraron ambos, "X" y "Y", en una disyuntuva peor que los más putos de los silogismos. O eran los dos paupérrimos en su querencia o su querencia era paupérrima. O estaban felices con su tristura o estaban tristes con su felicidad. O estaban solos en su cercanía o estaban cerca en su soledad. Etc., etc., etc.,...

moscas








Las moscas están pesadísimas. Va a llover.



Yo también estoy pesadísima... Haré lo propio.




Estamos en esa hora de perros y lobos... Ayer fue luna llena, ¿cuántas probabilidades hay de que no me transforme?



Calor pegajoso. Xafogor. Embota la mente y hace costoso el caminar.




Yo sólo informo, dijo aquel corresponsal de guerra más tarde, al terminar su crónica en directo y máxima audiencia. Y todos los soldados, aún sudados,se rieron del chiste. Y uno de ellos metió un trozo de periódico en el cuello de su botella medio vacía, en la que se había metido una mosca pegajosa, tocacojones y bastante molesta. Y otro tuvo ganas de hacer lo mismo, y miró al primero. Se pasa uno la vida matando tontos, dijo uno sintiéndose observado, y la putada es que son muchos. Nuevas hornadas de moscas, indignadísimas, fueron a aplaudir su comentario moscofóbico. Así nos va, zumbó una desde la lejanía.



La mosca en la botella luchaba contra la amenaza de caer o mojarse las alas en el líquido amarillento del fondo, chocando una y otra vez con el papel durísimo que hacía de tapón. Se posó un segundo en él para analizarlo. Puta suerte, tres días de vida y paso el último así, con la de cosas que hay que ver por ahí. Esto no puede acabar así, pensó la mosca cautiva.


Horas después llegó, como siempre el último y a deshora, el soldado mensajero. Sus compañeros, fuera de servicio, sin ni siquiera un ojo abierto por si las moscas, roncaban y babeaban a partes iguales esparcidos, tirados de cualquier forma, sin consideración alguna por la estética. Rastreó nuestro tercer soldado la superfície de la mesa e hizo acopio de las últimas reservas de alcohol que quedaban, no le importaba a él, el tercer soldado de nuestra historia, si se trataba de un culillo de whisky o de media botella de vodzka. Saciada la sed más inmediata destapó una botella cuyo corcho era un guiñapo de papel y dejó que el líquido llenara su boca y hasta su garganta antes de tragárselo y vaciarla al completo.



La última gota le supo a gloria. Se sentía lleno, como si se hubiera comido un cabrito al horno o una paella de las que hacen historia. Y así la mosca, nuestra mosca, entró a formar parte de la historia. Sin despedirse, sin mosquear a nadie, ni sentir a una compañera detrás de alguna de sus orejas.



Y que le pregunte a Millás el que no entienda nada. Y luego ya, si lo ha conseguido, que me consulte a mí y me dé su número de teléfono, o su dirección, o lo que sea.

miércoles, 5 de agosto de 2009

ENGRANAJE




Pues eso, que a engranarme voy, a poner aceite en estos huesos y esta piel, a desmontar la maquinaria, a limpiarla bien por dentro -y por fuera-, a revisar las junturas y darle brillo a todo.


Sin destino decidido todavía lo que está claro es que en dos días el chiringuito cierra y se apagan los motores.


Un año y cinco meses sin... Demasiado tiempo, no?. Pues a por ella!

lunes, 3 de agosto de 2009

NO VOY A SER YO

http://www.youtube.com/watch?v=L9eBWyERQK0&feature=related







El que se quede sin dar el paso, no voy a ser yo.
El que se canse de tus abrazos, no voy a ser yo.
No voy a ser yo, no voy a ser yo,
No voy a ser yo, no voy a ser yo.


Tengo tiempo y tengo paciencia, y sobre todo,
te quiero dentro de mi existencia de cualquier modo,
y aunque falte tal vez bastante, no voy a ser yo
el que se canse antes, no voy a ser yo...


Hay gente que no debería enamorarse,
algunos no deberíamos dar el sí.
Yo no veo otra salida, no quiero pasar la vida
sin que la vida pase a través de mí.


Y aunque me pierda completamente, no voy a ser yo.
El que se esconda de lo que siente, no voy a ser yo.
No voy a pisar el freno, no voy a ser yo.
El que se ande con más o menos, no voy a ser yo....


Hay gente que no debería involucrarse
con cosas que luego no pueden manejar.
Yo no veo otra salida, no quiero pasar la vida,
pisando una piedra y volviéndola a pisar...



Hay gente que no debería enamorarse,
algunos no deberíamos dar el sí (quiero).
Yo no veo otra salida,
no quiero pasar la vida sin que la vida pase a través de mí...


Si querés un Principe Azulado, no voy a ser yo.
Si querés un 'Bangundangunladu', no voy a ser yo.
Y aunque falte tal vez bastante
no voy a ser yo
el que se canse antes...
No voy a ser yo
No voy a ser,
No voy a ser....