miércoles, 19 de julio de 2017

HOSTIA PUTA

Beatormo.tumblr.com


Desde que soy Tita, han sido exiliadas casi todas las frases de la foto. Las suelto, si acaso, después de echar un par de vistazos a los presentes, con especial atención a los seres de menos de 1.20m. Un lustro desde el último "¡Coño ya!" en público sin autocensura. A fuerza de cuidar lo que digo sin dejar de decir lo que pienso, he decidido condensar todo exabrupto verbal en un "Hostia Puta" apenas murmurado que lo incluya todo.


El Ian ha aprendido a bucear. Aguanta 12 segundos con la cabeza bajo el agua y la saca sonriendo a lo loco, casi tragando más agua en ese nanosegundo de éxtasis victorioso que en el proceso previo. Repite de nuevo. 14 segundos ahora. Hostia puta.

La Zoe se me acerca con cara de circunstancias y me pisa un pie con toda su intención.  "Me haces daño", le digo. Me suelta una patada sin dejar de mirarme a los ojos. "Ven, siéntate aquí conmigo que te voy a hacer un masaje". Sonríe dejándose hacer y, cuando paro, me da abrazos llenos de babas con olor a gelatina de postre. Hostia puta.

Para su cumple el Ian me pidió una camiseta naranja y una mochila de Spiderman.
- ¿No hay otra cosita que te guste más? ¿Algo que tú quieras mucho mucho mucho?
- No, Tita, eso me gusta.
- ¿Seguro? Vale, pues, además, si te gusta mi idea de regalo, vamos a ir al cine tú y yo juntos. Te lo prometí hace tiempo y ahora ya eres grande. ¿te parece bien?
- ¿¿¿Siiiiiii??? ¿¿¿Al cine los dos solitos??? - tiene los ojos abiertos a lo bestia y la boca en U alargada.
- Sí, sí. Los dos solitos al cine...  Para el próximo día tienes que pensar si quieres que vayamos en bus o en metro, ¿vale? ¡Y elegir la película!
- ¡¡Vale!! Tita, yo ya sé que quiero ver "El capitán calzoncillos" o "El bebé jefazo".
- ¡Ah, genial! Pues yo miro a qué hora son las películas y vamos a la que tú quieras... Pero, Ian, si se  te ocurre otro regalito más grande para tu cumple, me lo dices, ¿sí?
- mmmmmm ... ¡Ya lo sé! ¡Te puedes quedar a dormir conmigo!
Hostia puta, se te comen el corazón sin avisar.

Trasteando los tres en la habitación, todo empantanado de verduras de plástico, muñec@s, puzzles... La Zoe intenta peinarme con un coche y se queda el rizo enganchado:
- ¡¡¡MMMMIIIEEEEE.....!!!
- ¡Palabrotis! - me suelta el Ian, sorprendido.
- Uy, perdón, Ian.
- No pasa nada, Tita, no la has dicho entera. - responde convencido.
- Ya, pero la he pensado. - confieso con curiosidad.
- Es verdad. No lo hagas más. Te perdono. - magnánimo y cómplice, se ríe por debajo de la nariz. Hostia puta, tiene toda la intención de guardarme el secreto. Me descojono en previsión a lo que ésta anécdota puede significar y derivar en él. Todavía nos acordamos todos de su momento estrella. Yo no lo vi pero me contaron que fue algo así:

(en el coche familiar están Ian, Jaime y Zoe)
- Papa, te voy a contar un secreto. - dijo Ian.
- A ver, dime - y el cuñado prestó la oreja.
El Ian de 5 años recién cumplidos se acercó, puso una mano de parapeto para oídos ajenos inexistentes y murmuró:
- Gilipollas.
- ¿¿¿¿¿¡¡¡¡¡!!!!!?????
- GI - LI - PO - LLAS. - repitió silabeando. Clarísimo. A día de hoy, para él, un secreto es muchas cosas:
A. algo que no se atreve a decir en alto porque no se puede y él lo sabe. Por ejemplo: las palabrotas.
B. algo que le ha encantado y que no puede describir en palabras normales. Por ejemplo: la tarta de plastilina que le hicieron sus compañeros de clase por su 5º cumple en el cole.
C. algo que le produce curiosidad y que tiene que adivinar de momento. Por ejemplo: el día que insistía en probar mi café y me confesó en secreto que "El café huele a zanahoria caliente"
Hostia puta el bendito crío en su infinita inocencia.



Ayer fui con Zoe a buscar a Ian a la salida del Casal de verano. Le hizo ilusión verme y la idea de quedarse conmigo hasta que el sol se pusiera naranja.
- Mañana voy a ir a la playa en autobús y quiero que tú vengas a verme.
- Mañana no puedo venir, Ian, y a los profesores del Casal no les gusta que las Titas y las Yayas y los Papas vayamos a veros porque os despistáis... Además, mañana voy a cuidar a otro bebé pequeñito de un amigo mío.
- Pero, Tita, yo no me voy a despistar...
- Ya, tú no, pero es una regla para todos...
- ¿Y cuándo vienes otra vez?
- Mañana no, al otro. El jueves.
- ¿Y el jueves me harás caso? - HOSTIA PUTA
- Yo te hago caso siempre, hasta los días que no estoy.
Y se queda conforme lo justo. Sabe que es verdad. También sabe que le hago caso a él y a su hermana. Acaba de descubrir que le hago caso a otro bebé que él no conoce. No le está haciendo ni puta gracia el tema. No sé si sabe qué son los celos, no he escuchado que dijera esa palabra nunca. Quizá es sólo el miedo básico a que no nos hagan casito quienes nosotros queremos que nos den toda la atención, sin entrar en la comparación ni en el más que ni el menos que ni el tan como. Algo sucede que él ve gangrena donde hay una rozadura de zapato y ella va del modo Mechita Corta al modo Adorable Babosa. Yo creo que se quieren mogollón y están felices pero se están tomando las medidas sabiendo que uno es muchos unos depende de con quién está.  Lo entiendo, de verdad. Lo entiendo muy bien. Hostia puta, qué rápidos son.



Iró se despierta de la siesta y me encuentra a mí. La bajona, claro. Pasamos un ratuco Arturo, Iró y yo tanteándonos. Es la primera vez que la veo llorar con lágrimas. Se huele la tostada. Llegamos a la puerta de la guardería donde tienen la reunión Los Padres. Arturo, con la voz muy calmada, le explica que ella y yo (¡¡solas!!) iremos a pasear y que nos volveremos a ver en casi nada. Es la segunda o tercera vez en su año de vida que Iró se queda en manos de otra persona sin poder ver ni de refilón a sus Padres así que empieza a llorar porque la vida es muy puta a veces. Viene a ser un "Esta tipa es maja" pero "Esto, a mí, me lo han cambiao", #injusticia. Arturo me da un abrazo y yo prometo que lo llamaré si no consigo que amaine el drama. Empujo el carrito unos metros hasta el semáforo y, desde ahí, veo a mi hermano asomarse. Hace cinco metros que Iró no llora. Le hago la señal del OK con la mano y nos vamos las dos a recorrer calles con sombra, a merendar paraguayo, a hacer amigos de un segundo. Descubro que ya sabe comer sola, que le encantan los baches de las zonas en obras y parlotear sobre lo que va viendo. Todavía me acuerdo de la primera vez que la cogí: era tan pequeña que parecía que llevaba una chaqueta en el antebrazo. Ahora mismo tiene cara de irlandesa o vikinga: bien de ojazos claros, bien de cachetes blanquitos, bien de pelos rojos, bien de encías excepto dos dientecillos abajo.

Me la imagino a ella, dentro de muuuuchos años, y salto a un pasado cañí, alehop: Iró con voz de abuela mascullando entre los dientes algo tipo "El Ian es un mozo mu requetebién plantao, más bueno que el pan. Su hermana, la Zoe, una zagala mu bruta y mu salá. Mu güenos amigos míos, los dos. Mu güena familia, mu honraos." Hostia puta, el tiempo.

Cinco..... dos... uno. Estos futuros con calcetines de pasado tienen que conocerse y calibrarse. A su ritmo. Despacito. Hasta entonces, niños y niñas...


















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