martes, 25 de mayo de 2010

LA ESPUMA DE LOS DÍAS Boris Vian

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"El señor Zobispo se había marchado; y Colin y Chloé, de pie en la sacristería, recibían apretones de manos e insultos que supuestamente habrían de traerles la felicidad. Otros les daban consejos para pasar la noche: un vendedor ambulante les ofreció fotos instructivas. Empezaban a sentirse muy cansados. Seguía sonando la música y la gente bailaba en la iglesia, donde se servían helados lustrales y refrescos piadosos junto con emparedados de bacalao. El Religioso se había vuelto a poner la ropa de todos los días, con un gran agujero en la nalga, pero contaba con comprarse un sobretodo nuevo con su parte de los cinco mil doblezones. Además, acababa de estafar a la orquesta, como siempre se hace, y de negarse a pagar la retribución del director de la misma, ya que había muerto antes de haber comenzado. El Monapillo y el Vertiguero desvestían a los Niños de la Fe para colocar los trajes en su sitio, ocupándose este último especialmente de las niñas. Los dos subvertigueros, que habían sido contratados como extras, se habían marchado ya. El camión de los pintureros esperaba fuera. Se disponían a recoger el amarillo y el violeta de las paredes para volverlos a meter en botecitos absolutamente repugnantes..."

"La espuma de los días", Boris Vian.

lunes, 24 de mayo de 2010

ÚLTIMOS MINUTOS

Los últimos minutos de Lost me han parecido un timo: facilones y ñoños. Todo aquel que toca a otro recuerda los buenos momentos que pasaron juntos y pone cara de amor eterno y otras pamplinas. Potajero.

Vale que lo de últimos minutos es elástico y, por tanto, relativo. Vale que no tiene por qué tener un componente decisivo que los catalogue como especiales. Mis últimos minutos, por ejemplo, han sido una repetición sucesiva y constante de la nadería más flagrante. No importa lo mucho que extienda el alcance de "últimos"... sigue sin haber nada interesante que contar... y de ahí que nadie vaya a perder más de un segundo en cambiar de link.

Engancharse a Lost era bien fácil... Personajes atractivos que deben sobrevivir (como todos) frente a situaciones que no entienden y se complican cada vez más (a todos nos suena el tema), personajes que se relacionan entre sí buscando respuestas y roles que interpretar, personajes que podrían tener una nueva oportunidad para ser felices...

La pupila de Jack abrió la serie... la misma pupila ha supuesto el final anunciado. Cuántas historias mucho más simples se resumirían con la misma acción.... Por eso hay que mirar siempre a los ojos, por eso, justo por eso, vale la pena prestar atención.

domingo, 23 de mayo de 2010

SE CIERRA

Perdida. Se cierra otra etapa. Han sido seis años. Esta noche-madrugada se acabó lo que se daba....

Independientemente de las respuestas que me ofezcan para el final de "Perdidos" yo ya le ha puesto mi propio final a este capítulo de mi vida.... Y ha sido escribir el punto y final y encontrarle sentido a esta época: su función ha sido traerme hasta aquí, para no repetir lo mismo otra vez, para dar el salto a una nueva etapa. La serie estuvo bien, tuvo sus cosas, hubo momentos en los que nos hizo adictos y capítulos que no merecieron ni un segundo de atención y que restaron puntos a la valoración genérica que estamos haciendo hoy.

No somos los que éramos en las primeras temporadas. Hemos tenido múltiples desengaños que nos han hecho crecer, nos dieron puntos de experiencia. También hubo grandes momentos que todos recordamos.. que no tengamos fé en un buen final no quita que lo pasáramos biem.

Toda partida llega a su fin.... Pues eso, a mover ficha que esto se acaba ya y que se salve el que Locke quiera!

EN NEGRITA

Se me subrayan los pensamientos, abuso de la negrita conforme se suceden las ideas- casi todas trágicas pero anunciadas tiempo atrás-. La negrita conquista el texto.

Abrochémonos los cinturones y apaguemos el móvil. Se trata de cerrar las puertas por las que te puede alcanzar el negro.

La mierda lejos, que no huela.

COSMOPOLITA

La rutina de los domingos se resume así:

- levantarse pronto y trasladar el cuerpo de la cama al sofá.
- desayunar leche, fruta, pan y cereales.
- dormitar viendo las noticias 24 horas o cualquier serie ñoña tipo Felicity o Sirenas.
- desayunar por segunda vez en la terraza del Cosmopolita leyendo el periódico.
- acabar los crucigramas en mi terraza, con el sol llegando desde la izquierda, con un partido de basket, una carrera de F1 o de moto GP de fondo.

Si las condiciones previas se cumplen difícilmente será un mal domingo. Poco importa lo que pase después; no afecta demasiado. No será un mal domingo. Tampoco he dicho que eso lo convierta en domingo memorable. Sería un domingo más, de los que paso a miles, en los que prima la intención de estar en calma. Tampoco he dicho que así consiga tener tranquilidad.

domingo, 16 de mayo de 2010

NO SE ME QUITA

Persiste.

Sin que haya abierto la boca me llegan todas sus palabras. Y no suenan a broma. Y no tienen casi íes de buen rollo, las que imagino que alimentan a mis caracoles.

Érase una vez una Capeructia Azul a la que se comieron los lobos y los bocinazos que pretendía ignorar. Iba la caperucita a casa de su tía, sí, sí, la tía Roja, según todos la conocían, cuando cruzó una rotonda del bosque en la que se apilaban coches adornados con bufandas y banderas blaugranas y de bocina fácil. En un instante la Caperucita Azul se encontró canturreando himnos culés que poco o nada iban con ella pero que tenían el poder de propulsarla hasta planetas lejanos en los que los locales nacían con un iphone entre las manos y se evadían fácilmente de todo aquel sonido ajeno a sus deseos. En el planeta Iphone 0.1, la niña Azul, -que ni tenía la piel de ese color, ni era sinestésica (aunque le hubiera gustado) ni disponía de dones especiales y superiores a los del resto de los homínidos- .... bueno... la niña Azul.. cantaba.

Eran canciones cutres. Abusaba del falsete y tenía un oído pésimo tanto para el ritmo como para la melodía. La Caperucita Azul disponía de unos buenos aparatos auditivos de adquisición natural pero, aún y así, no sabía hacer uso de ellos y, lo que es peor, tampoco le importaba dado que no tenía sentido de la vergüenza ni del ridículo en lo más mínimo, según decía.

Resultó ser no del todo cierto su pensamiento, su amor propio.... Resultó que, de la nada, surgió una voz oculta que la animaba a hacer todo cuanto fuese necesario con tal de que reinara la armonía y la paz... y para eso, la Caperucita Azul tuvo que desgañitarse y dejarlo todo en manos de su cabreo, de su rencor y de su pronto con el fin de que se equilibrara la balanza y no perdiera ni ganara nadie o perdieran y ganaran todos.

Este cuento no necesita de nadie que explique su final. Todos sabemos que la Caperucita Azul sobrevivió por arte de magia y que el mundo sigue igual que desde entonces....

Aún así no se me quita el mal rollo... Aún así no me dormiré tranquila hoy.... Eso sí, seguro, estaré menos nerviosa que cuando oí la historia por primera vez...¡¡ Ya sé que viene el lobo !! Ya sólo falta que aparezca el leñador....

No se me quita de la cabeza que, a mí, las camisas de cuadros, me han gustado, desde siempre, poco... No se me quita de la cabeza que a mí me han tirado mucho más las horizontales... Y de ahí que pueda ser que yo no sea ninguna Caperucita, que por eso no necesite de abuela, que me baste yo con mi cláxon estúpido en esta noche, que esta historia no tenga un final conocido.

CRUZADA

Me he cruzado. Lo sé. También sé que esto no tiene vuelta atrás. Alehop, triple mortal sin red... lechugazo.

Como me daba en la nariz empecé a respirar por la boca. Los olores, al gusto, se quedan en nada si pones la mente en blanco.

Transparente, de color nada, camaleónica como poco, me he mostrado últimamente aunque resulta que la sangre, venga del bicho que venga, siempre es roja (incluso la del príncipe de Beckelar)

Vista por otro: princesa, dulce, tan pequeña que da pena y provoca diabetes o grande, enorme, amenazadora, tan agresiva en su luz intermitente que provoca esquizofrenia.

Vista por mí misma desde Saturno con unos prismáticos: ni lo uno ni lo otro. Crezco y menguo según mires de un lado o del otro... en el fondo tengo la misma presencia, pa lo bueno y pa lo otro.

No soy buena. Tampoco lo pretendo.

No soy mala. Tampoco acepto que se aprovechen de ello.



Callamos tanto... Putos plurales. Ni uno más. He callado mucho, he oído bastante y he visto demasiado, por eso me duele la lengua -de mordérmela-, por eso me pitan los oídos y por eso me escuecen los ojos. Lo que más duele de esta derrota es que es doble: he perdido yo y me han ganado otros. Eso jode.



El Barça, su afición, celebra la Liga 2009-2010 en las calles con mucho claxon y mucho vocerío. Ni me llegan sus gritos... Estoy en fase de jornada de puertas abiertas en el puto purgatorio y me la pela todo, sea cual sea el medio por el que pretende invadirme. Aquí no hay más silencios, ni más gritos, ni más tonterías, ni más historias, ni más esperanzas, ni más futuros que los míos. Los que quieran patalear y nombrar a mi madre que se busquen otro espacio y otro momento que hoy el mundo es mío y con él todo lo demás, positivo y negativo -ok, lo acepto-.



La clickifada de Berto Romero en Zombis 2 se me va a quedar corta a este ritmo de destrucción.