jueves, 26 de febrero de 2009

ROMPEPISTAS




Hubo una época en que yo no era quien soy. En aquel tiempo era otro, y respondía a otro nombre. O quizás no es que fuese otro; quizás es sólo que tenía diecisiete años, y los diecisiete son un planeta distinto. Un mundo extraño donde las cosas se hacen de otro modo, de un modo que no puedes juzgar con instrumental de hoy.

Es curioso de lo que te acuerdas con el tiempo, pero también de lo que te olvidas. En aquella otra época en la que yo no era quien soy hoy, me llamaban de otra manera. No he pensado en el nombre que utilizaba entonces en mucho tiempo; de algún modo me las arreglé para perderlo, tirarlo a la papelera, meterlo en el bolsillo de una chaqueta que no quería volver a ponerme. Perdí mi nombre sin saber cómo, sin darme cuenta, y no me importaba hasta hoy, que me ha vuelto a importar.

Ha sido el entierro. La culpa es del entierro.

Échale la culpa a boogie.

Hacía años que tampoco decía esta frase, que antes, en otra época, en otra lugar, decía todo el tiempo.

Échale la culpa a boogie.


Rompepistas, Kiko Amat.

NOCILLA DREAM




Una de las Micronaciones más interesantes es el Reino de Ergaland & Vargaland (www.krev.org), creado por dos artistas alemanes. Su Carta Magna comienza de esta manera y define el alcance de su territorio:

"Con efectividad desde el 14 de marzo de 1992, somos los que anexan y ocupan los territorios fronterizos siguientes:

Un Territorio Físico
Dos Territorios Mentales
Un Territorio Digital

1. Territorio físico: todos los territorios fronterizos entre todos los países de la tierra, y todas las áreas (hasta una anchura de 10 millas náuticas) fuera de las aguas territoriales. Señalamos estos territorios como nuestros. Estos territorios, generalmente de nadie, están en flujo constante, cambian a diario, y sobre toda la Tierra aparecen otros nuevos (ejemplo: la frontera coreana del norte y del sur), o bien desaparecen (la frontera del Este y de la R. F. Alemana en 1989) o bien reaparecen otros que estaban en letargo o sumergidos (las fronteras letonas, estonias y lituanias). También lo observamos en los territorios de pesca de las naciones. Tanto en la teoria como en la práctica, áreas tales como las fronteras entre Tejas y los EE. UU., entre Inglaterra y Escocia o entre Skäne y Suecia son anexados a partir de hoy por el Reino de Ergaland & Vargaland. No se descarta en un futuro anexar también las grandes construcciones abandonadas de las líneas de playa, cuando el turismo definitivamente olvide esa forma caduca de ocio.

2. Existen otras dos zonas de frontera: a) la duermevela, el estado frontera entre la vigilia y el sueño y b) los estados de ensimismamiento creativo experimentadas en la cotidianeidad. Ambas son zonas híbridas que quedan a partir de hoy anexionadas por los reinos de Ergaland & Vargaland. Territorios que cualquier ciudadano del reino podrá explorar a fin de proponer ahí sus actividades artísticas o mercantiles.

3. El último territorio es el Digital. Actualmente el puerto territorial más grande de la entrada al reino es KREV, que funciona dentro del World Wide Web en: www.krev.org. También vemos CD-Roms y floppydiscks con programas de VR como territorios potencialmente ocupables. El espacio KREV Digital es, hasta ahora, un lugar de borde; un lugar de reunión global existente."


De esta manera, una vez dibujado sobre un mapamundi el territorio físico de este Microestado, su resultado será una curva que recorra todas las fronteras, una curva ancha y de longitud potencialmente infinita. Un fractal. De ahí que su dimensión no sea ni la de una línea, 1, ni la de un plano, 2, sino una fracción intermedia, 3/2. En justa correspondencia, todo lo que acontece en ese microestado está en otro cuerpo de realidad. La línea plana del mapa coge relieve, toma cuerpo, borbotea. La embajada de New York, del Reino de Ergaland & Vargaland se hizo oficial en la galería Kate & Versi, en la 5ª Avenida, donde los dueños han cedido un espacio permanente. La embajada en Los Ángeles está en una mansión de Santa Mónica, residencia del embajador y familia, junto a la playa. La embajada de Johannesburgo, Suráfrica, en la última planta de los grandes almacenes Shadows; el cónsul es un hombre que suele estar sentado en una mesa en la sección Muebles de Oficina. La embajada en España está en una gasolinera de la provincia de Albacete, donde el gasolinero, primer español con nacionalidad de Ergaland & Vargaland, ha colado entre las banderas de España y de Lubricantes Wynn´s una del Reino de Ergaland & Vargaland. Ahora anda metido en la composición del himno.

Nocilla Dream, Agustin Fernández Mallo.

martes, 3 de febrero de 2009

HABLAR EN VOZ ALTA



Hablar en voz alta con Dios o con quien sea.
Hablar en voz alta con Dios o con quién. - 2ª opción, por favor-.
Hablar en voz alta con Dios o ... - ¿callar?-.
Hablar en voz alta - -.
Hablar - sólo, solo -.

Siempre va bien. Lo que se puede reír uno de sí mismo y la patente aliteración de ideas que bienvenida sea, por lo menos existen.

EL HERMANO TONTO


Es un ancianito. 16 x 7... El domingo lo bajé en brazos por las escaleras y lo llevé hasta el huerto (familiar, se entiende, nada porno por estos lares). Vi, a solas, cómo se quedaba dormido en su cama a los pies de mi padre y acompañé su sueño abuelesco con recuerdos comunes.

Cuando llegó me cabía en la mano. Lo olí nada más abrir la puerta de casa, a pesar de mi nariz repleta de mocos por el disgusto que me había dado mi progenitor al decirme que, finalmente, habían decidido no adoptar al perro del que me había hablado tanto. Un mes ante mi padre hizo uno de sus monólogos durante la cena. En el bar en el que comí había visto a un chucho diminuto y con muy mala folla que debería estar mamando y, sin embargo, engullía chicharrones, kikos y almendras como si levantara tres palmos del suelo. Empezó a regentar el local también para el desayuno y los días en que no hacía referencias al can le preguntábamos nosotras.

El ocho de marzo de hace ya dieciséis años era sábado y veníamos de tomar el vermú al solete. En casa, el olor a cachorro me pareció una trampa provocada por mi ansia frustrada así que fui al lavabo a lavarme la cara y renegar de mi sangre traicionera. Allí estaba, en una caja de cartón, sentado, con la frente arrugada, mirándome con desgana.

No le gustaba estar en brazos -ahora acepta barco-, a la que podía saltaba al vacío y se metía debajo de la mesa dándonos la espalda y enseñándonos las encías si acercábamos la mano. Hasta su primer invierno llevó una vida de perros: vivía en el balcón, sólo tenía acceso a la casa durante las horas de sol y seguía casi un régimen militar... y el casi porque cada uno se saltaba las reglas a su manera. Mi padre, cómo no, le daba de vez en cuando una copita de anís, o el hueso de una pata de jamón más grande que él mismo, o ataba un trozo de carne a un hilito y lo mareaba, o le dejaba comer literalmente los restos de arroz y tropezones dentro de una paellera para 32. Mi hermana y yo nos lo llevábamos a la habitación y tratábamos de adiestrarlo con la táctica de la chuche. Mi madre se lo llevaba a la cocina y lo usaba de kit de limpieza; todo lo que caía desaparecía en su estómago inmediatamente. Por eso no funcionaba mi táctica. En invierno, con el frío, pasó a la cocina y, monería tras monería, perrería tras perrería, se adueñó del comedor y del resto de la vivienda según le apetecía.

El primer sustillo nos lo dio a los dos años. Se lanzó montaña abajo a lo kamikaze tras un pedazo de chorizo que mi padre le había tirado ("así hace deporte") y se rompió un dedo o como se llame lo suyo. Fue la primera vez que fuimos conscientes de que ya no era de goma, ya no era un cachorro.

Con el cólico del pater se pasó tres días a su lado y ni siquiera quería salir a la calle; lo mismo cada vez que uno de nosotros estaba enfermo o, simplemente, bajo. Odiaba los petardos hasta el año pasado, que se quedó casi sordo y, por fin, pudo pasar un San Juan fuera de su refugio, la bañera. Incluso ahora la única palabra que "escucha" es TOMA, aunque ya casi no ve lo que le ofreces, aunque ya no quiera comer. Qué pena la memoria selectiva. El primer gran susto ha sido hoy. Ojalá no haya más.