miércoles, 7 de enero de 2009

LECTURA MAÑANERA VACACIONAL




DICCIONARIO PARA DESPUÉS DE UNA GUERRA (18-5-2003)



Aseguran los optimizadores de la realidad que hasta una guerra deja cosas buenas tras de sí. Aparte del dolor, el exterminio, el rencor y la pena, trae avances tecnológicos, armamentísticos, médicos, de comunicación. También deja el rastro de un nuevo lenguaje. Su renovación del diccionario. He aquí algunas aportaciones:

GUERRA: Para empezar la palabra misma ha variado su sentido. Ya no hace falta que nos naciones se enfrenten. Basta con que una superpotencia se enfrente a la mínima expresión de país para llamarse guerra. Podría definirse como aplastamiento, rapapolvo, correctivo, castigo, pero se optó por la definición trucada de guerra, así dentro de poco podrá decirse que cuando juega el Real Madrid contra el Onteniente asistimos al partido del siglo.
SÁTRAPA: Palabra en desuso para la que ha llegado su revival, por más que su origen refiriera sólo al Gobernador de una provincia de la antigua Persia. Calificar a Sadam de dictador, déspota o tirano parecía poco. Lo emparentaba con algunos socios de nuestros sistemas que son tal cosa pero versión amiguete. Así que se desempolvó "sátrapa" y nos va perfecto para definir al tirano de otro bando. La palabra es afortunadísima en su nueva y trucada versión, de ahí su éxito. Es casi una onomatopeya, tal es el poder de sugerencia de su sonoridad.
ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA: Inteligentísima definición de la amenaza invisible. Todos los países del mundo poseen armas suficientes para destruir una masa de gente considerable. De ahí que los presupuestos militares sean tan abusivos. La trucada y exitosa expresión viene a sustituir al coco, al sacamantecas y al hombre del saco, en la actualidad especies protegidas en peligro de extinción.
PERIODISTA INCRUSTADO: Se habla de periodista comprado, pagado, protegido, afín, pero la incrustación es un nuevo modelo de relación. Las esposas pueden ahora hablar de su marido incrustado, los amigos definir al gorrón como incrustado en la pandilla. Algunos periodistas, por fortuna, han sido capaces de ver a través de la coraza que los protegía.
OCCIDENTE: Punto cardinal al que se referían quienes hablaban de progreso, civilización, humanismo, diálogo, resolución de conflictos por la vía de la razón, salvaguarda de la conciencia pacífica mundial, pensamiento, palabra, transigencia. Ahora vuelve a significar tan sólo el lado de la Tierra donde se pone el sol.
COALICIÓN: Pasa a definir la mínima expresión del consenso. De seguir por la vía reduccionista pronto uno podrá formar coalición consigo mismo. A partir de ahora escucharemos frases como: "he quedado con mi coalición de amiguetes para tomar unas cañas" o "llámame y vamos al cine en coalición".


Tragarse la lengua y otros artículos de ocasión, David Trueba.

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