martes, 1 de julio de 2008

HISTORIA DE UNA HACHE QUE NO QUERÍA SER MUDA

"Qué más decirte sin hablar... Eran las seis y tú aún me hablabas..." Reloj de cuco al final de la "Historia de una hache que no quería ser muda".



"Antes que te vayas vas a contemplar,
he hecho algunos cambios, te sorprenderán.
Ya no hay confusión
ya que el rencor duerme ahora en un desván.
Dime ...


Lo has visto, no hay nada de lo que tanto odiabas,
lo he cambiado todo de lugar.
Espera, aguarda, nunca valoras nada,
tus mudanzas aún no pueden empezar.

He tirado bolsas llenas de ansiedad
y aquellos defectos que uno guarda por guardar.
Ya no sé quien soy,
tan sólo sé que hay más luz de lo habitual.
Mira ...

No lo hagas, no lo hagas, por qué me das la espalda,
lo he cambiado todo de lugar.
Mil gracias, de nada,
fue mi última bobada de adolescente, tú ahora buscas novedad."

La parábola del tonto. Las palabras de un tonto. Y femenino. Y nada.



Que no paren las NOCHES REVERSIBLES que ya estoy empezando a romperme.


Cuentos chinos para niños del japón (Love of Lesbian)




Más LOL. Menos esquimales.

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