martes, 12 de septiembre de 2017
LA VUELTA AL COLE
El Ian viene a verme con el resto de familia. Los mayores hablamos sobre qué hacer antes de ir a cenar y él dice que no importa si vemos Gegants o no pero que no quiere ver más Castellers porque le parecen un juego de construcción con niños y eso no le gusta.
Empieza el cole en un par de días y la idea le parece tan apetecible como cualquier otra porque a su edad - y con su carácter- todo es interesante. Le gustaría, eso sí, venir a una de mis clases para que le enseñe a silbar (¡!) y para, básicamente, cotillear un poco mi mundo.
La Zoe tarda nada en contarme de la villana de su clase que la empujó sin venir a cuento y es mala. Lo repite incansable y muy indignada. No me queda claro si se llama Lucía o María o Sofía. Algo que acaba en -ía y que hace que se prenda la Mechita al recordarlo. Prometo no olvidarme nunca de la afrenta, Zoe. Pst, pst en unos años ni te acordarás de ella :-)
Las vacaciones (a ellos) y el nuevo trabajo (a mí), nos han sentado de puta madre. Andamos todos más morenos y muuucho más tranquilos. Como diría mi abuelo: "Así, ahora, parecemos todos de buena familia".
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