Creo que le puse tantas ganas a lo de ser transparente que ya me he quedado así. Me especialicé en transparencia y podría dar el máster ahora si no anduviera derritiéndome a la sombra. Se licua algo que tiene densidad o hablamos de magia.
Que no quiera ser cristal es el tema últimamente. Ya no tengo más mejillas que ofrecer.
No soporto más cristal y rabio en el punto materia con la que se puede ver a través, como si no existiera, ni pesara, ni tuviera forma, ni designio. Como si no importara.
El casi perfecto vacío mediante el que contemplar el cielo cuando juegas a atrapar nubes.
La nada sostenida.
La nada tocando las puntas de mis dedos,
Mis dedos siendo nada.
Subo la apuesta:
no soy nadie.
Siento que apenas hay otredad que riegue mis raíces. vegetal y cristal a la vez. Básicamente un holograma. Si quieres, le das al Play. Fácil, ¿no? Probablemente demasiado.
Sé cosas que no siento. O sea: algo vs nada.
Dice mi hermana que hay que soltar las cosas, que guardar las formas no es bueno si no se cuentan los puteos en voz alta, si no se discuten, si no se caga uno en su puta estampa con todas las letras y en mayúsculas. Me parece que el mensaje es el que hay y el que es, lo grites o lo mires o lo sientas... He de decir, también, que uno ve lo que le da la gana y cuando le rota pero que tú lo veas ahora no implica que antes no existiera. Existió y no lo viste venir. Existió y te dio lo mismo. Existió y lo viste pero no le diste importancia. ¿Que era eso?¿Existió? Meh, siendo generoso.
El día en que esta nada pete, se quedarán los pájaros cantando sobre purpurina acristalada, reflejando justamente nada ni de frente ni desde atrás. Nada en las comisuras interiores tampoco. NA. DA.
Hasta entonces, Phil Collins, los lesbianos, Coque y otros amigos tararean y se carcajean conmigo, cómplices. 27/06/2017
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