lunes, 24 de octubre de 2016

LA BÚSQUEDA DEL TESORO



Con esta cutrada, amigos, a Ian se le pasó media mañana de sábado lluvioso en un plis plas -con lo que cuesta levantarse un festivo- y aún le dura el subidón hoy lunes.

Se fue su padre a sacar a la Xena y volvió con el mapa del tesoro y una carta. No hacía falta vestir de etiqueta. En realidad no hacía falta nada más que ganas de jugar. Mira qué fácil. Y ahí nos lanzamos todos, los cinco, a lo que fuera. Saltamos a la pata coja, contamos hasta 20, rebuscamos en los cajones, imitamos animales, desafinamos con la mejor intención, garabateamos, nos sacamos fotos y, al final, vimos lo de cada día con otros ojos.

El tesoro -porque había un tesoro que buscar, como en toda aventura que se precie- se encontró y se disfrutó mucho. Las piruletas de menta, un poco menos. Lo que más, para el Ian, fue el mapa en sí mismo. Lo que más, para la Zoe, fue el fantasma que hacía ruidos que no daban miedo y que entendió como un micrófono al que cantarle sus baladas.


Y ahora vienen las preguntas, Zoan adultos: ¿cuánto hace que no buscáis un tesoro así? ¿Qué es un tesoro para vosotros? ¿Tenéis mapa? ¿Qué tal andáis de compañía?

Como adulta que soy y como adulta que trabaja con otros adultos veo -a menudo, por desgracia- cómo algunas personas crecen y se olvidan de los tesoros hasta el punto de menospreciarlos. Los reconoceréis porque son esos que se quedan callados o sentencian a la mínima señalando con el dedo al resto. En general, coinciden en tener mirada de "peix bullit" (pescado hervido) y en su nula capacidad a la hora de expresar emociones naturalmente. Sí, suelen ser los mismos que murmuran "Tesoro ni tesoro, maldita necia.. Con el día que llevo..." Correcto, esos que leen blasfemando "¿Qué mierdas se ha tomado esta pámfila? ¿Estaban de oferta los libros de autoayuda?" El insulto es fácil y gratuito. Vayamos más allá... ¿y lo bien que me quedan los puteos de P3?

Ahora de verdad. Estamos cansados/reventados/extenuados/cabreados. Lo vemos chungo/jodido/negro/imposible. ¿Me lo cuentas o me lo dices? ¿Y? ¿Nos conformamos con eso? ¿En serio?  Ni de coña. Si todos hemos hecho las cosas bien hasta el día de hoy, vosotros -lectores, Zoan- andaréis buscando o creando algún tesoro. De eso va todo, ¿no?

¡Viva la búsqueda! Ojalá la sigáis disfrutando, niños de hoy. ¡Ojos de búho bien abiertos!

Hablo por mí cuando digo que todo nos lleva a casa.