sábado, 30 de julio de 2016

NO ver



Hay expertos en el tema. Hay gente que camina tapándose los ojos, ajena a lo que se mueve alrededor. Da lo mismo y lo mismo da lo que hagas, no existes del todo. No es que no digan "gracias", es que ni se les pasa por la cabeza que deberían estar agradecidos porque ni lo ven. Es un colectivo acostumbrado a que las cosas sean como ellos esperan (a su manera, buenas o malas, es lo de menos) y que no contemplan más allá de eso. Es como aquél personaje que se ponía triste los miércoles porque (había decidido que) el jueves era su día de mala suerte. Y lo era, claro. Tenía que serlo, ¿no? O aquel otro que afirmó rotundamente no estar enamorado porque pesaba lo mismo. O aquella otra que tecleaba "PASO" como respuesta básica a cada una de las proposiciones que le llegaban de otro minion.

Me parece que se pierden mucho. Creo que son tan extremadamente egoístas que, al final, se quedan solos con sus teorías de mierda. Resulta lógico pensar que sus outsiders, en algún momento, deciden que ya está bien con la broma, reivindican su existencia, exponen sus demandas, exigen cambios o, simplemente, se esfuman, Estoy casi segura de que los expertos en no ver, tarde o temprano, notan las ausencias y supongo que sentirán un poco de arrepentimiento. O no. Igual cae en jueves, o no han dormido la siesta, o tienen problemas con su curro o lo que sea y ya todo tiene explicación.

Como outsider reivindico mis buenas intenciones y me reafirmo en mis pausas y en mis finales. A veces, cuando me torean, me entran ganas de dar un golpe en la mesa y ponerme muy intensa y muy muy perra. Luego pienso que, cabreándome, pierdo yo más que ellos y se me pasa. Doy el golpe en mi mesa y tacho algunos nombres si no me queda otra opción.

Desde hace cuatro años todo lo que escribo debe pasar el filtro ZOAN y esto, de momento, no tiene el ok.

1. ¿Qué es ser outsider? En este contexto, outsider es una persona que tiene vida propia y, aún así, intenta dulcificar las realidades de otros, se acopla a las necesidades de otros o las cubre, busca soluciones para problemas de otros y lo hace con facilidad, sin grandes dramas, sin perseguir la gratitud ajena, sólo porque es y lo siente así y porque, en ese presente, es lo que quiere hacer.

2. ¿Qué es no ver? Un poco como cuando llevas treinta minutos lanzando ropa a la esquina y nada te gusta y todo es una puta mierda y acabas poniéndote los tejanos y la camiseta más tirada que tienes porque sí, es como estás más cómodo. Eso es no ver. Sólo cuando alguien hace trapos de tu camiseta te das cuenta de lo que molaba, de lo que decía de ti... y la putada es que para entonces ya no te la puedes poner y echas de menos hasta sus agujeros y ya no huele a ti y ahora sí que va a ser un infierno vestirse y por eso te arrepientes de no haberla cuidado más, lavado menos, etc. Ignoran el proceso, lo flipan con el resultado.

3. ¿Quién no ve? Todos en algún momento hemos estado ciegos. A unos les dura más y a otros menos. ¿Se nace o se hace? Pues hay de todo pero creo que con el primer tipo no hay sorpresas y va todo más rápido. En el segundo caso, ese rollo estoy en una fase ombligocentrista chunga sólo puede acabar con un y yo estoy hasta el higo y más allá.

4. ¿Qué podemos hacer con los que no ven? En realidad, poco. Os recomendaría hablarlo con los que no os ven, honestamente, sin guardaros cartas bajo la manga. Si eso no funciona, sería interesante tomar perspectiva antes de dar el último paso que nadie quiere dar pero que, si habéis llegado a este punto, es necesario: Se acabó. Hasta aquí.

Al principio cuesta porque piensas que tú podrías haber hecho Y o Z para mejorar su situación pero luego ves que no depende de ti ni de lo mucho que hagas y acabas por aceptar que tener vacaciones de responsabilidad autoimpuesta te va a sentar muy muy bien hasta que veas a otra persona...


¡Ah!¡Qué revelación! Hay personas que nos ven y personas que no ven.  Muy muy fan de los recíprocos.

Y hasta aquí el tostón. La medalla, me la quedo.






viernes, 15 de julio de 2016

El poeta Halley




                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              El poeta Halley ameriza.

miércoles, 13 de julio de 2016

C/ DELS PETONS



"Amor antes de nada
real ante todo"

Y bueno, y generoso, y sano.

O sólo palíndromo cutrón y cobarde sin besos.

lunes, 11 de julio de 2016

CONFABULACIÓN





(Actualizado el 15/07/2016)
La RAE lo define reguleramente, ¿no? Me interesan las acepciones y el mejor ejemplo que se me ocurre para explicar la situación es el 23F en España. Generaciones enteras explicando convencidas que recuerdan haber seguido el golpe de estado en la tele mientras cenaban y celebrarlo luego con champán. De todos esos testimonios, un 95% es falso. No es que quieran mentirnos, es que se crearon/creyeron un recuerdo a medida y lo fueron decorando hasta que montaron un puzzle nacional pretérito y futurible presuntamente irrefutable. Es un caso conocido y fácil de analizar porque ni las horas cuadran, ni todo el mundo tenía tele por aquel entonces, ni mucho menos champán en la despensa por más que insistan en lo contrario.

El martes entraron a robar en casa. Se llevaron lo poco que se podían llevar, cuatro cosas. No, no estábamos ninguno dentro cuando pasó. Estamos todos bien. He explicado tantas veces la misma historia que dudo de mi veracidad. Si me preguntas si el carrito de la compra estaba a mi derecha o a mi izquierda cuando entré, diré que a la derecha porque lo he visto en las fotos pero, no sé, igual yo misma lo moví antes para hacerme paso entre el caos. La putada es que mi casa, de repente, se ha transformado en una especie de trampa golosa para los ladrones y mis labios producen en serie más josdeputa de los que me gustaría. En serio. Hasta yo me doy cuenta de que blasfemar no me libra de otro robo, ni alivia el miedo ni la desconfianza ni, desgraciadamente, voy a dormir del tirón a partir de ahora, asumido todo lo asumible.



Mirna da señales de vida -desde su ombligo y el desconocimiento- y me lanza recuerdos que pretenden ser casi una postal bucólica. Yo me veo un poco bastante M. y me acuerdo de otras cosas y otros tiempos, lo puto más opuesto a bonitos, ni siquiera justos, muy poco humanos. Esta tarde -III d.d.r. (tres días después del robo)- ordeno papeles, lleno bolsas de ropa que ya no me vale, pongo una lavadora tras otra, empantano la agenda de tachones y aplazamientos, encuentro un hueco para el café con Ricardo, vuelvo a casa, echo las dos llaves, hablo con mis mocos, me quito la ropa de calle y ya. No necesito nada más

Si alguien quiere venir a robarme (cosas, tiempo, ganas... ), que así sea. Preparada. A ver quién se lleva la sorpresa esta vez... Meh. No soy rencorosa porque no puedo, no porque no tenga motivos. Sí soy optimista por naturaleza y me quedo con lo mejor de cada momento... Valoro el guiño aunque no tengo grandes planes para él porque me suena a muy tarde, a broma y me hubiera esperado algo más así.




Este fue, casi con total seguridad, el antepenúltimo CD que me compré. Con decir que he llegado a almacenar tres o cuatro carátulas del mismo, ya nos entendemos. Lo disfruté mucho en su momento y ahora suelo escucharlo cuando necesito sacar energía chunga y no quiero reventar cabezas, corazones u otros órganos vitales igual de importantes o, también, cuando me pongo marrón y me urge una gota que colme el vaso para hacerme líquida y petar de verdad, por fin. Empezaba así:


Estoy.  Intentando.  Encontrar.  Las.  Palabras.

(Cuántas veces pensé que Tiovivo encerraba la clave de todo y cómo fue aquello de quedarme a solas coreando el estribillo mientras me llovían los tomates y los desencantos)

SER ADORABLE (S.A.)



Resulta que puedo Ser Adorable (S.A.) en contra de mi voluntad. Parece ser que tengo la capacidad de que la gente común confíe en mí rápidamente y/o empatice conmigo y/o se me confiese y/o tenga ganas de darme abrazos y/o hasta piense en mí sonriendo cuando ni estoy.


Todo lo anterior sería, a grandes rasgos, lo positivo de S.A. Estoy descubriendo el otro lado y es que, por lo visto, lo soy taaanto que hay quien me miente a la puta cara pero lo hace por mi bien (por aquello de que alguien tan adorable como yo no debería escuchar según qué cosas ni decidir sobre ellas), quien me roba sabiendo que no tengo nada, quien se aprovecha de mi bondad (o lo pretende), quien me cuenta sus mierdas sólo porque sabe que no voy a hacer leña del árbol caído, quien -incluso- intenta modificar mis recuerdos y mostrar una versión mía que vendría a ser un S.A. Premium Plus +++ que ni yo reconozco aún pensándome con generosidad.


En menos de una semana me han entrado a robar en casa, se me han colado en el súper, me han tangado con el curro, me han vendido mejillones putrefactos y me han intentado atracar la patata que tengo por corazón a cara descubierta. Estamos a lunes y se me está haciendo complicado seguir con mi idea de mantener un low profile. La cosa está en que S.A. (Ser Adorable) está muy muy cerca del S.T,P.T (Ser Tomad@ Por Tont@) y que este no es el caso. El paisaje cambia tan rápido como yo paso de hacerme el bichobola a convertirme, de verdad, en la Bestia Herself (B.H. a partir de ahora). El tema es que ya estoy hasta el moño de que mi supuesta adorabilidad me vaya en contra.






Tempus fugit, yep, ¿y?


Está B.H. reclamando que la liberen, pidiendo cancha... Tiene toda la pinta de que S.A. va a chupar banquillo el resto de temporada como mínimo, ya os lo digo.



[La selección musical es la que es y no tengo ni hojas de reclamaciones ni cara B ni ganas de cambiar un puto enlace aunque ha sido el mono en la cabeza de Homer el culpable de todo]