viernes, 13 de febrero de 2015

ZOE 1



Hace meses que lo voy dejando para otro día porque ando liada, porque era muy pronto, porque la tecla a veces se me resiste, porque llego cansada, porque tu madre me habla de semanas y no de meses, porque bla bla bla.... Perdóname, sobri.

Hoy he ido al médico con tu madre y contigo. Se supone que te he visto la cara en la ecografía pero, no te voy a mentir, no he visto un mierdo. 20 minutazos la tipa con la cosa ésa de ver por dentro diciendo "Esto es la cara y esto son los pies"... que igual iba muy rápido con el cachirulo pero yo no he sido capaz de diferenciar una cosa de la otra. "Si no ves nada, es la última vez que vienes", me ha dicho tu madre -majísima- como si dependiera de mí el ver o no en escala de grises, vamos, como si yo pudiera decidirlo.

Aquí la primera lección, Zoe: tu madre es maja, incluso cuando se pone borde. El genio, por suerte, es Valadés, o sea, que se pone brava, suelta culebras por la boca y tal pero luego te da unos abrazos y unos mimos que ya quisieran los médicos poder recetarlos.. y todo va en función de lo mucho que te quiera. Resumiendo, ¿que me meta caña es porque me quiere un montón? Pues sí. Sí, Zoe, sí. Cada uno es como es y es bonito llegar a entender a las personas que tienes cerca. Otra cosa es respetarlas, eso hay que ganárselo o no y muchas veces es complicado. Otro día -prometido- nos metemos con la diferencia entre el entendimiento y el respeto.

Total, que estás por llegar y quedan unas cuantas semanas (¡??!) para achucharte a lo loco. Creo que estamos todos más preocupados por cómo el Ian te va a aceptar que por tu nacimiento en sí y es, simplemente, porque con tu hermano aprendimos a coger a un bebé en brazos, a cambiarle el pañal, a arrullarlo, a no llamar al 112 si no eructa, etc. Para tu llegada ya estamos dispuestos y preparados... Me da que es común en la familia este "comecome" por cómo llevará el Ian tu salida de la placenta y, te prometo, es sólo porque es lo nuevo para nosotros.

Ya lo irás viendo pero esta familia nuestra, Zoe, es muy peliculera así que andamos medio discutiendo quién se quedará con el Ian y quién con vosotras cuando decidas aparecer. Parece ser que yo seré de las últimas en olerte porque andaré con tu hermano zascandileando por ahí mientras tú sales, echas un primer vistazo, te vas acoplando y tal.

Aquí viene la segunda lección del día, Zoe:  Al Ian y a ti os queremos mucho, ya lo comprobarás. Yo te estaré esperando medio histérica pero simularé que no pasa nada por tu hermano - el Ian-  y por mi hermana -la Jésica- que es tu madre. Y de eso va esta segunda "clase": a los hermanos se les quiere por encima de casi todo. Igual no al principio, no sé, supongo que cada familia es diferente. Date un tiempo -pueden ser días, meses, años, lustros o décadas- para ver a quién tienes a tu lado, quién es la persona que duerme/dormía en la habitación a tu derecha, de qué palo va/iba...  Yo me llevo casi 6 años con tu madre y pasaron muuuchos (casi la mitad de mi vida actual) hasta que me di cuenta de que la quería hiciese lo que hiciese, por encima de nuestras diferencias... y de que nos parecíamos más de lo que a simple vista era evidente.

Estaba tecleando esto y tu madre y yo hemos whatsappeado. Copio:

M: Estaba escribiendo una cosa para la Zoe y necesito info. ¿Tú te acuerdas de mí cuando eras pequeñaja?
J: ¿Cuánto de pequeñaja?
M: Lo más pequeñaja que recuerdes y lo de luego.
J: No me acuerdo de ti porque sudabas de mi cara. Sólo recuerdo pedir juegos de una sola persona porque nadie jugaba conmigo.
M: Jajajajaj! En serio??? :-) Me parto!!! Y cuándo cambió eso?
J: Cuando dejé de jugar. Sí, en serio, yo me acuerdo con pena, cabrona!


Los hermanos, Zoe, son la vida. He quedado con tu madre en que hablaremos de esto largo y tendido el domingo así que habrá otro post sobre el tema porque, flípalo, tu yaya Joaquina está aprendiendo ahora mismo a usar el Whatsapp y porque no se puede teclear descojonada de la risa y es exactamente lo que está pasando right now. A tu madre yo la quiero más que a mí misma, te lo digo. Si el Ian y tú os queréis la mitad de la mitad de lo que nosotras nos queremos... será mucho, pero queremos más, lo queremos todo. De ahí los nervios.


Aunque tú no te acuerdes, ya has tenido Reyes y has participado de las últimas reuniones familiares. Te hemos achuchado en la barriga en la que vives, te hemos hablado, te hemos cantado, te hemos susurrado, nos hemos reído contigo, te hemos dibujado... Ya sólo falta que llegues y le des el ok a todo. Bienvenida, Zoe, a este ratito juntas, a este espacio al que se la pela el tiempo. Nos miramos a los ojos en unas semanas. Te quiero.

La Tita.



IAN y las primeras veces


Hoy has estrenado la playa, Ian.
¿No te lo crees? ... Hay fotos que lo demuestran, cachalote... A ver, ¿ya?
Supongo que has visto fotos y tal.. A mí me ha llegado una tuya cubierto de arena en la que sólo se te ve una camiseta azul y unos ojazos gigantes de persona que no se fía del todo del medio en el que se encuentra. Sigue así, nene, que vas bien.

Qué putada la memoria, ¿no? El tema de las primeras veces es recurrente pero llega un vermú y salta la liebre. No hablo de sexo, que también, si no de las primeras veces de todo que recuerdes....

¿No se te ocurre ninguna? ¿Cómo va a ser eso con la de primeras leches que hay en la vida?

- primer examen suspendido.
- primer amigo que pierdes.
- primeras canciones que tarareas en soledad.
- primera asignatura en la que sacas un 10 redondo y calentito.
- primer momento de bochorno del que eres plenamente consciente.
- primer día de verano que recuerdas.
- primera comida de la que tienes constancia en las papilas gustativas.
- primer recuerdo sin más.
- primer libro que te apasionó.
- ....

Si yo he tecleado todo esto en un minuto...



Espacio. Espacio.



Espacio.



Dale, Ian, más abajo.



Estoy intentando postergar este momento de medio vergüencita... Es que no tengo recuerdos de las primeras veces que te he dicho... Soy lo peor como tita y como persona. Aquí, tangándole a un niño, a mis años, como si nada... Qué fuerte lo mío, Ian.


Va, ya en serio. Las primeras veces, nene, son lo que son y como son. Sin más y sin menos. No te esperes ahora aplausos porque recuerdas X, que no, que no le importa a nadie más que a ti.... Y que, aún así, lo mismo la primera vez que tú recuerdas no es la primera primera de verdad y tenemos que poner a un notario de por medio que lo confirme.

Pensarás que qué perra le ha dado a tu tita hoy con las primeras veces y tal... que vaya chuminada el ponerse a hacer memoria, que maldita la gracia el volver a recordar más de una cagada inexperta y bla bla bla... Y tienes toda la razón del mundo, prenda, pero sigue siendo interesante el tema, mal que te pese.

Menos blasfemar de tu tita Maica y más ejercicio neuronal, que estás muy perro. He leído mogollón este finde y me he dado cuenta de que mi memoria es, por decirlo de alguna manera suave, un mojón sin capacidad para grandes gestas.

Me acuerdo de la primera vez que te acuné en brazos, de la primera vez que te cambié, que te bañé... La memoria es selectiva. Ya lo ves. Igual no está todo en tener una imagen recordada... lo mismo va de otra cosa... no? Así sí que me salen las cuentas un pelín más...


Alé, anda por lo segao.



IAN y hasta la Luna






Tú eres muy pequeño todavía para entenderlo pero dices cosas de mayor.
Por ejemplo, tu madre te pregunta:
- ¿Tú quieres a la Tita?
- Sip.
-¿La quieres mucho?
- ¡Hasta la Luna!

Y te veo -literalmente, gracias a Skype- extendiendo los brazos y mirando muchos más allá del techo de tu casa, pletórico, convencido. Después veo un vídeo tuyo donde te besas los deditos y dices, vacilándome, "Pá tu cara, Tita!!" igual de feliz que en el anterior.


Nosotros somos familia. Nosotros nos queremos. Nos queremos, además, mucho. Una cosa no lleva a la otra. Por suerte, para ti y para mí, en nuestro caso coincide mágicamente todo.