martes, 19 de junio de 2012

IAN y las ausencias



No me atrevo a hacerte demasiadas perrerías todavía, de ahí que haya elegido esta foto y no en la que se te veía tomando el sol en pañal y que te podría convertir en diana para tus coleguillas "josdeputa" del cole, el insti o la uni... Con esto espero que dejes de referirte a mí como "la tía cabrona". Las fotos chungas quedarán en casa mientras seas menor de edad.... Te quejarás...


En esta instantánea tienes tres días de vida. Era un domingo por la mañana, vuestro último día en el hospital, y tenías un tonillo de piel amarillo. Te lo juro. No sé qué de la bilirrubina que en su momento me preocupó pero que fue llegar los resultados y olvidar completamente.


He estado pensando hoy en la dicotomía presencia-ausencia. Resulta que tenía a una estudiante terrible en clase, contestona, pasota, pija, inculta, apavada y perra, muy perra, de las de gruñirte por despertarla y quedarse atontada tomando el solete después de comer... En mi tiempo, a los profes nos evalúan los jefes y los estudiantes. De ella me esperaba lo peor, la verdad, y me ha sorprendido que, algunos días después de irse, haya participado en la evaluación y haya dedicado unos minutos de su vida a escribir entusiasmada que me recomienda como docente. Ya ves. Quién lo iba a decir. Y es que hay gente que piensas que no están, que no te siguen, y luego resulta que son megafans...


Tú no te acordarás de esto pero, el sábado, en casa de tus padres, volviste a sonreírme. Parece una chorrada y lo mismo lo es... el caso es que yo había estado dándole vueltas al tema de las visitas, que si no me ibas a conocer, que de todos los familiares cercanos yo soy la que cae más "lejos", que si lo mismo no nos reconoceríamos... -en fin, idas de olla- y me cogiste el dedo y sonreíste un buen rato "mirándome" mientras te cambiaban. 


Todo esto es un puto prólogo de mierda interminable para explicarte que hay gente que "no está" pero sí, y mucho, y siempre, y cuando hace falta... Y viceversa.


La peña está muy loca, Ian. Pavos que actualizan su Facebook para decirte que van a cagar, pavas que insisten en demostrar lo rebeldes que son haciendo el chorra por ahí, piltrafas que te escupen a la cara aunque te adoren, individuos que le dan al "me gusta" sin saber qué hacen, descastados que se flajelan en público, frikazos de la leche que te contagian de entusiasmo por temas que ni te van ni te vienen, mirones, criticones, halagadores, casanovas... Y, también, especímenes "Houdini", que desaparecen mágicamente dejando como máximo un rastro de perfume.

Es un vaivén constante. Es la vida. Hay personas "teailofllu" con las que hablas después de meses sin contacto y parece que fue ayer. Hay personas "holaquétal" que ves cada día y a las que no conoces, ni ganas. Hay gente "todobienytúmás" con la que querrías tener más relación pero, por unas cosas o por otras, por X o por B, no está en el lugar adecuado ni en el momento oportuno. Y, por supuesto, está la "genteregalo" que se te ofrece sin que lo esperaras, cualquier día, y resulta que los Reyes Magos se han puesto a currar en junio.


Las relaciones, por lo menos en 2012, tienen un rollo WIFI. Aunque pagues nadie te asegura que tengas una conexión óptima ni, claro, las palomitas para ver la peli que acabas de cargar.... La WIFI es gratis en algunos puntos de la ciudad... sí, sí... sin pagar un puto duro... ¿cómo puede ser? Pues ni idea, pero es así y ya mola.


Bueno, va, corto el rollo ya. Mi WIFI está abierta para ti siempre que quieras. Ahí lo dejo. Te daré las contraseñas también, por si acaso me pillas liada en el momento o se me va la olla (todavía más). En tu caso, por una cuestión de sangre básica, mis ausencias serán para ti presencias. No te aseguro que mis apariciones no vayan a tocarte los huevos un poco (o un mucho). Disfrútalas igualmente, cabrón, que me lo estoy currando y eso ya vale un minipunto, ¿no?







sábado, 9 de junio de 2012

IAN 11, 1 día y 1 hora






Llegaste ayer 7 de junio a las 21.45. Hace exactamente un día y una hora. Flipa.


Te esperaba para dentro de una semana, me había cogido incluso días de vacaciones para hacer de guardiana de la Jésica y de tu cuna. Estaba en clase cuando vi una llamada de tu abuelo José Luis, así que salí corriendo como las locas y él me explicó que ya habías cogido la autopista. Me acojoné tanto tanto que me puse a sudar a chorros y tuve que ir a casa a pegarme una ducha y luego volver a empaparme a la caza de un taxi. Cuando llegué eran las 19:57 y estaban en la sala de espera -que era un puto descansillo frente al ascensor y las escaleras del séptimo piso de la clínica Corachán- mis padres, José Luis y Joaquina, y tus abuelos paternos, Jaume y Ali. Al principio fue todo un jiji-jaja nervioso, anécdotas de infancia y maternidad surtidillas, subidas y bajadas en el ascensor, móviles con una jota como melodía.... Al rato llegó tu abuela Leo que nos enseñó una foto de tus padres en el quirófano, sonriendo como si nada. En los últimos treinta minutos se mascaba la tensión, nadie hablaba apenas, todos bostezábamos (sí, sí, porque el estrés cansa mogollón y el bostezo es una reacción corporal que intenta reactivarnos) y mirábamos los móviles y los relojes. Casi a las 22 la chica de información nos confirmó que ya habías nacido y que os veríamos a los tres en veinte minutos que al final fueron treinta, como mandan las tradiciones en este país. A tu abuelo Jaume se le saltaron las lágrimas y mi padre hizo gestos como si celebrara la victoria de España en la Eurocopa de fútbol. El resto -todas mujeres- aguardábamos a verte, tocarte, olerte y besarte para soltar del todo la sonrisa.


Salió Jésica del ascensor en una camilla y llevaba una calabaza subida de tono en sus brazos. Tu padre estaba aparentemente relajado pero, después de los besos y abrazos a todos los presentes, se empezó a cambiar de ropa sin vergüenza ninguna, casi en el pasillo, mientras nos ponía al corriente de algunos detalles. Tu padre se quedó contigo y con nosotros fuera de la habitación mientras colocaban a tu madre, que estaba bien pero temblaba y tenía algo de fiebre. La primera persona en cogerte en brazos -después de tus padres y los médicos, claro- fue tu abuela Joaquina. Tenías los ojos abiertos y te hacías el remolón mientras pasabas de unos a otros. Los últimos brazos, de los seis que estábamos, fueron los de mi padre, tu yayo José Luis, que tenía miedo de "romperte"... con lo bruto que es y lo preocupado que estaba por si te hacía daño.


A las 23.40 llegué a casita. Intenté comer algo. Me di una ducha rápida. Me conecté un rato a internet. Jugué unas partidillas al Apalabrados. Arrasé como siempre ;-) Me puse el pijama. A las 00.01 llamé a tu abuelo José Luis y lo felicité por su 57 cumpleaños. "Igualmente", me soltó, completamente ajeno a sus años y absolutamente pendiente de tus minutos. Anoche me metí en la cama a las 02 siendo Tita Maica y me he despertado a las 06 renovada. Tu madre me había escrito en Facebook para que le comprara unas bragas postparto de rejila suuuuuuper sexys.... A las 08 ya estábamos tu abuela Joaquina y yo misma movilizadas "en busca de las bragas perdidas". He llegado al hospital, con las bragas para tu madre -of course-, a las 10 y me he marchado a eso de las 12. He comido, he hecho cuatro chuminadas, me he ido al curro y, nada más salir a las 19, he cogido el autobús. He estado hasta las 21 contigo y tus papás. Llevo casi dos horas tecleando esto y todavía no tiene voz aunque, desde el inicio, me parece que sobran palabras. Ya me irás conociendo, Ian, le doy demasiadas vueltas a todo, todo el tiempo.




Anoche, en tus primeros minutos de vida fuera del útero, fui la penúltima en abrazarte. Primero me miraste el pelo y luego, sin miedo, a los ojos. Tus padres dicen que no puedes ver nada todavía, y menos desde esa distancia... a mí, que me lo demuestren. Quién cojones sabe lo que ve o no un bebé de unas horas... Bah, que les peten, Ian. Yo sé que me viste -o algo así-, lo mismo que sabemos todos cómo miraste a tu abuelo José Luis, que fue doblar el codo, decirte hola y que tú abrieras mucho los ojos y te quedaras quieto, tranquilo, mirándolo como si lo idolatraras desde ese entonces, como un cachorro reconociendo al líder de la manada.


Yo aparentaba normalidad esta mañana contigo en el regazo, como si fuera lo de cada día, charlando con tus padres, soltando chascarrillos, haciéndote cosquillas y soplándote en la cara, "jugando" contigo... hasta que ha llegado una tipa que venía a pesarte, controlar que tuvieras el pañal limpio y poco más, que te ha cogido como un muñeco, volteándote de un lado y del otro, sacándote ropa, insinuando que tu abuela Joaquina te había puesto tres capas de tela y estabas rollo bebé en sauna, echándote un chorro de alcohol en el ombligo como si estuviera poniendo copas y fuera el puto bárman del garito... Me he vuelto loba. Debería pluralizar. Hemos sacado los colmillos las cuatro -tu madre, Lorena, mi madre y yo- y la hemos mirado fatal o peor. Tu yaya Joaquina y yo olfateábamos a la Jésica, a punto de saltar, atentas al más mínimo quejido suyo o tuyo. Tu yaya ha comprobado que estás más fuerte que anoche porque le has exprimido el dedo mientras llorabas como si no hubiera un mañana durante menos de un minuto.



Eres un sol, Ian. Hablo ahora de ti pero hablo con el Ian de 1 día y 1 hora de vida. Hablas el idioma "cachorro", o sea, que suena como un lloriqueo pero no va más allá de un par de aullidos y ya todos tan ricamente amodorrados de nuevo. Esta mañana he probado contigo la táctica de tu yayo José Luis... para dormirme, él me acariciaba la frente, del pico de la frente a la nariz, en vertical; funciona hoy en día conmigo pero a ti, parece que de momento, no te ha gustado demasiado. He visto tus primeras sonrisas al darte un "masaje" en el pecho y lo pongo entre comillas porque no se puede llamar masaje a acariciarte el pecho diminuto que tienes con un dedo, en círculos. De esta tarde/noche me quedo con una imagen:  hablábamos de Gran Hermano 12+1 y yo les explicaba a tus padres que había leído que Noemí, una concursante, iba a aparecer en un programa esa noche... Y tú, que dormías plácidamente en los brazos del Jaime, has tenido una reacción como de susto que le iba al pelo a la situación, como si supieras tú del Gran Hermano (sin Tomás Blanco, el minutador estrella, no vale la pena para nada).... y nos hemos reído tanto que tu cabeza se balanceaba con la carcajada de tu padre y eso hacía que nos descojonáramos más, todavía, todos, los tres.





Pequeño Ian de hoy, Ian adulto de cuando puedas leer y entender esto... intento que tengas memoria de este día primero de existencia: Ian, nieto de José Luis y Joaquina, Jaume, Alicia y Leo. Ian, sobrino de Meri, Pau, Sandro y mío. Al resto ya los irás conociendo con más calma. Ian, aún hueles a nuevo y, sin embargo, cualquiera de nosotros mataría monstruos por ti. No sé qué será de nosotros, de nuestro tiempo individual, hasta que podamos hablar de tú a tú, pero sí tengo clarísimo que tú eres el Aleph que nos une, un pegamento por el que cualquiera de nosotros se dejaría los piños, los dientes, la vida, el alma, lo que fuera... A tus monstruos iniciales, me los meriendo yo. Vete poniéndome al tanto, Ian adulto, de los nuevos fantasmas, medusas, tiburones, cucarachas... ¿Sabes quién es Alejandro Sanz? Empezó como fenómeno fan y acabó explicando en un periódico una conversación con su hija que yo hago/haré mía, contigo:


  "Cuando tú tengas mucho miedo de algo, tú te tienes que reír muy fuerte. Tienes que reírte con más ruido que el susto". Y Ian me decía, asombrado: "¿Sí?". "Sí, porque el miedo no puede con la risa".


Que no se te olvide, Ian. No lo des por supuesto, no siempre pasa. Sé bueno y disfruta de la compañía, del ejército, casi zombie, que  te cubre las espaldas. No te confíes... normalmente menguan con el tiempo. Nosotros, tus zombies acérrimos, tenemos solera y no nos asustan ni los crucifijos ni los ajos ni las tontainas. Tengo imaginación, historias, cuentos, voluntad y fuerza para, como mínimo, dejarte en una zona cero neutra sea el año que sea. Habrá valido la pena todo si te ríes, si te partes, si te descojonas... si me miras otra vez tan crédulo, tan pequeño, tan vivo, tan atento como hoy...



Este finde te compro el cuento de Santi Balmes.... Ya me estoy viendo pegada a tu cuna, leyéndotelo... Que me perdonen tus padres si la primera palabra que dices es "Monstruos".



jueves, 7 de junio de 2012

IAN 10, CASI








Tú no lo ves, pequeño Ian, porque la foto es una puta mierda que hice con el móvil y la resolución deja mucho (todo) por desear pero hay un medio arcoiris que sale de la parte inferior derecha de la foto y mogollón de balcones que le dan la espalda y no se enteran de que está ahí, justo soplándoles en la nuca.


Arcoiris. Flipas. Parecen casi mágicos. Investigas un poco y te explican cosas del aire y la densidad y la lluvia y su puta madre. Ni lo entiendo ni falta que me hace de momento. Aún comprendiéndolo seguiría pareciéndome de otro mundo. E.T. tiene parte de culpa.


Casi, casi estás aquí. Casi te puedo tocar. Casi me puedes oír y sentir. La Jésica, tu madre, está de 39 semanas, si mis cuentas no fallan (miro atrás esperando el collejón o el grito por la inexactitud pero no llega... de momento), lo que significa que en una semana o un pelín más te habré olido, toqueteado y aturullado mil veces.  Ya casi ves el sol....


CASI es una palabra de cuatro letras pero súper potente de contenido porque lo matiza todo y tiene un puntito peligroso. La usamos muchas veces sin hacerle demasiado caso, como si no contara, como si no tuviera peso pero, de repente, escuchas frases que la contienen y te quedas con la boca abierta porque puede tener un rollo muy guay o un rollo destructivo.


Hoy en día, 6/6/12, los CASI se resumen en algunos puntos generales y/o personales (de mi persona):

1. España está casi a punto de ser "rescatada" por Europa. Lo de "rescatada" entre comillas es porque parece CASI una broma el palabro elegido. "Rescatarnos" significa, -en realidad- que tenemos problemas y que habrá otros países que vendrán a hacer leña del árbol caído. Supongo que tu abuelo José Luis ya te ha contado, a estas alturas, que hubo un tiempo en que España, los españoles -muchos españoles, CASI todos pero no la mayoría- eran CASI ricos. Igual te parece surrealista pero yo he visto cómo gente que cobraba menos de mil euros al mes, iba al banco y salía con la entrada a un piso, un coche y unas vacaciones en crucero por ahí.

2. La selección española de fútbol está a punto de ganar la Eurocopa. No ha empezado todavía la competición pero casi la hemos ganado. ¿Cómo puede ser? Pues porque molamos, porque sí, porque ganaremos, porque tenemos los mejores jugadores y lo hemos ganado CASI todo en las últimas competiciones... ¿Te parece ridículo? A mí, CASI que también.

3. CASI todos los españoles trabajan en el sector "Turismo". Aquí el CASI es un homenaje a los cinco millones y pico que están en paro, deseando currar en lo que sea, dispuestos a servir copas o a aprender inglés/alemán/italiano/sueco/loquesea para ganarse los garbanzos.

4.Vamos a jugar al CASI popurrí. Tienes que meter el CASI donde tú creas y lo hablaremos más tarde: tenemos los políticos que nos merecemos (aunque ellos sean mucho peor que nosotros y se les reclame ahora que despertamos), tengo un trabajo de mierda fijo (contrato de 4 horas semanales), tus familiares tienen propiedades, el disco de Love of Lesbian "Los días no vividos" es una obra maestra, estoy feliz por mí y por todas mis amistades y por todos mis conocidos, cuando tú seas adulto yo seré vieja.... En el 2079 habréis conseguido un tratamiento para volver a las personas inmortales. Ojalá pongas el CASI en esta última opción antes de inmortales y sea un rollo excepción (serán inmortales excepto si les pica el mosquito Fcna o si mienten o si pasan más de 6 horas al día sin aclarar sus propias ideas o tomar una decisión cualquiera).


El caso es que CASI te puedo tocar. Ya tengo los brazos preparados para mecerte durante horas, he hecho algo de yoga para conservar la calma y contagiarte de saludos al sol positivos, he pensado mucho en ti y ya sólo me queda practicar con las nanas que se me dan casi regular, o sea, en este caso, tirando a mal.





Ian, tú vienes con el disco de los Love of Lesbian bajo el brazo y con la novela "Cuatro amigos" de David Trueba como libro de cabecera.  Te posteo aquí un cachito de sus "De escrito en servilletas":

El verano es una estación triste en la que nada crece. Quién no prefiere el mes de diciembre pese a la amargura que provoca la felicidad ajena; incluso la establecida crueldad de abril es mil veces más estimulante. La canción del verano es siempre la peor canción del año. El amor de verano es un subgénero del amor, del gran amor que nunca podrá tener lugar en verano. Hablan de lecturas de verano, noches de verano, viajes de verano, bebidas de verano y con ello queda implícito un sutil desprecio. Nuestro amor no está hecho para el verano. Nuestro amor no conoce vacaciones.

                                                                                                                                                                                              David Trueba





CASI te imagino leyendo esto pero me faltan facciones y contexto. Te veo más alto que yo, más fuerte, mucho más listo... CASI una persona completa. Y lo del CASI va porque, a mis 32, he descubierto que uno no está entero hasta que está solo de verdad, hasta que no necesita -aunque otros influyan- de nadie en el día a día y ve que todo es un regalo enorme que aprovechar y del que sacar partido. Ni obligaciones ni deberes ni arrepentimientos ni deudas ni insomnios ni nada chungo. Joder, parezco CASI un libro de autoayuda...