viernes, 29 de diciembre de 2006

MATANDO EL TIEMPO CON TIRACHINAS



He intentado sacar dos veces dinero. Número erróneo. Joder, eso me pasa por no usar nunca esta tarjeta y tener esta cabeza loca. Me he puesto a caminar un poco, sin rumbo, para darme tiempo a hacer memoria. Nada... Pues tengo que sacar pasta así que... aquí estoy, dándole vueltas al temita... cavilando. Vamos a quitarle hierro al asunto. ¿Quiere usted ser millonario? No, yo sólo quiero sacar 20 euros... El número secreto de su tarjeta...:

A) ¿Era una fecha? B) ¿El final de un teléfono?
C) ¿Un juego de sumas? D) Wiki-wiki

Vale. Creo que A... Segunda ronda:

A) ¿Cumpleaños? B) ¿Fecha histórica?
C) ¿Celebración privada? D) Tupicorla

Ok, me parece que C porque el cumple es en otra.

522891 Era mi número para marcar en la caja cuando trabajaba en La Corte Inglesa (famosa por sus payasos, por sus reinas y por su puterío)
3355851 Teléfono de mis abuelos que recuerdo como si pudiera comunicarme con ellos aún.
C/ Pablo Neruda, nº 27 Dirección de "mi" casa en Cádiz a la que hace mil años o más que no voy.
18 de marzo de 2005 Primer día dando clase en mi actual escuela de guiris.
8 de mayo de 1993 Llegada de Tronco, el rey de mi casa, en una caja de cartón y mirándonos con cara de mala leche... me cabía en la mano y aún así me enseñaba los dientes... Eso son huevos, por eso me gustó, por chulo.
9 de enero de 2000 Roma por primera vez. Tiré unas monedas en la Fontana de Trevi y se me cumplieron los deseos.
38 Niños y niñas en mi clase de EGB (otro día hablamos de los nombres y apellidos que se quedan grabados a fuego)
2 Décimas que me faltaron para entrar en Periodismo... por suerte no reclamé.
7 Años que tardé en terminar mi carrera por 4 asignaturas (2 de requisito para las otras 2)
4 Número de mi dorsal en los Vikings y posición en la que quedaba en todas las competiciones deportivas en las que participaba (a excepción de un par de podiums honrosos)

Cuestión de números. No entiendo por qué recuerdo estos, y otros tantos, y no soy capaz de poner cifra ni fecha a cosas más importantes. ¿Memoria selectiva? 6 cigarros. Posted by Picasa

jueves, 28 de diciembre de 2006

EL TOMATE

Gonzo, de pequeño, tenía una teoría sobre de dónde venían los bebés. Él pensaba que las mamás traían al mundo niñas y los papás niños. Estaba súper emocionado con tener un hijo y fue una cortada de rollo cuando se enteró de que él no pariría nunca.

En esos días del calendario en que te preguntas a qué huelen las nubes y qué se había fumado la Coixet antes de escribir el anuncio, una piensa en la menopausia como en la vuelta al paraíso.

La regla lo lleva todo al extremo, por lo menos en mi caso. Estoy más cansada que nunca de arrastrar estas dos peras que no me dejan tumbarme bocabajo, los pantalones me aprietan, no duermo bien por las noches de puro calor, me entra la ñoñería y reviento puertas a patadas. Mi cuerpo se emperra en recordarme que soy fértil y a mí maldita la gracia que me hace falta saberlo, y menos así, de estas formas.
Lo único bueno del tomate, que diría la Gazmoña, es que con dos birras cada una nos entra la risa tonta y acabamos diciendo eso de :"Ey, tía, te quiero... tú pa mí eres como mi hermana..." Posted by Picasa

miércoles, 27 de diciembre de 2006

BESOS

Mi profesora de naturales y matemáticas del colegio vino con la clase al viaje de fin de curso. Mallorca fue el primer viaje para casi todos sin familia así que el desfase fue generalizado. Su hija, compañera de clase, y no recuerdo qué chico fueron sorprendidos por la ínclita en una discoteca prodigándose lengüetazos. Su definición de la situación fue más o menos la siguiente: "No entiendo qué haces con un chico así, si no te gusta, ni lo quieres ni nada... sólo es una manera de compartir virus y no me digas que te estaba pasando el chicle".

Hablaba con un amigo hace unos días. Su fantasma ha aparecido (parece que estas fechas son propícias para la aparición de esos seres etéreos que pasan la vida escondidos en un armario o en un cajón) y, me contaba, con él han vuelto a su memoria los besos. "Echo de menos besar, con suavidad, con tiempo; morder un poquito un labio, saborear la lengua... y los besitos en la cara, en los ojos, en la nariz... Estoy harto de follar, del rollo guarro." Dicho lo cual se fue de farra y se pasó por la piedra a la primera que le gustó.

Un catedrático de la universidad explicaba siempre que por cada abrazo que das regalas días de vida, por cada beso horas. Ya sé lo que quiero que me traigan los Reyes Magos. Posted by Picasa

martes, 26 de diciembre de 2006

EL PELO DE VAN´T HOFF

"Los espaguetis suelen ser seres apacibles. Normalmente. Pero hay veces en las que los espaguetis se enfurruñan, y hasta se enfadan nadie sabe por qué, y atacan a la persona. A Malco, sin ir más lejos, le saltó un espagueti del tenedor a la camisa. Se le metió en el bolsillo de la camisa. Y, pensándolo bien, no es nada fácil que un espagueti se meta en un bolsillo de una camisa, si se tiene en cuenta que las personas tienden a inclinarse hacia delante para comer. Para caer del bolsillo de la camisa, por tanto, el espagueti debería saltar hacia atrás. Y para saltar hacia atrás, por otra parte, un espagueti no tendría más remedio que hacer una fuerza extra, y todo el mundo sabe que los espaguetis no son, por naturaleza, demasiado musculosos. Y todo este conjunto de datos lo que hace es probar, sin la menor duda, que el espagueti atacó a Malco muy consciente de lo que estaba haciendo.
No fue ese, sin embargo, el final de la tragedia: el espagueti dejó un rastro de tomate en la camisa de Malco. En el cuello, en la pechera, en un botón (el segundo empezando por arriba) y, cómo no, dentro y fuera del bolsillo.
El ataque del espagueti tenía, además, pinceladas suicidas. Y es que una parte del espagueti estaba dentro del bolsillo, pero lo restante colgaba fuera, y fue así como, de repente, se partió por la mitad; se sacrificó el espagueti para seguir haciendo el mal. Y cayó del bolsillo de la camisa a los pantalones, y propagó la catástrofe de tomate por toda la ropa de Malco. De hecho, cuando cayó de los pantalones al suelo, el espagueti librepensador manchó el calcetín izquierdo y los cordones de un zapato."

El pelo de Van´t Hoff, Unai Elorriaga Posted by Picasa

LA PLAYA DEL ELEFANTE

En esta casa el espíritu navideño es más cercano al de Topish ("Me cago en nuestra puta vida navideña").
Ahora que estoy sola reflexiono sobre la larga tarde-noche de ayer. Hace más de medio año que vivimos juntos pero hasta ayer nunca habíamos estado juntos en momentos... llamémosles "bajos". No fue rollo "miserabilidad", como las Maítas antes de encontrar este piso. Ni algo del palo "Vamos a suicidarnos todos" o "Qué mierda de mundo". No. Fue un momento de unión nostálgica, de recordar, de entendernos en nuestras contradicciones más básicas.
Descubrí que Gonçal es tan peliculero como yo. Llegó hablándome de Los Planetas y de que tenía que grabar un CD para alguien y nos pusimos manos a la obra. Mientras elegíamos las canciones de Sanpedro se sentó aquí, a mi lado, y soltó todo lo que llevaba dentro. Vaya -pensé- otro pilluli de los míos, rescatador, fan de las causas casi perdidas. Después de mucho hablar de lo que somos, de hacia dónde vamos, de lo que tenemos que cambiar para salir del loop sentimental etc, etc... una de esas carícias que pueden reconciliarte con la humanidad en abstracto. Y antes de irse suelta: "¿Lo hacemos rapidito?" . "Claro, con un metesaca rápido yo voy más que servida". Y entre carcajadas grabamos el CD. Menos mal que me da caña alguien estos días de empalagamiento sensiblero!!! Gracias, guapo, tú trátame mal que es lo que más me gusta... la guerra!!
Y mi Maitini llegó casi a hurtadillas y hablamos en voz baja... Yo soy muy física. Quiero decir que toco mucho, que no paro de mirar a los ojos, que necesito el contacto cuerpo a cuerpo en mis diálogos... Pero los abrazos están reservados a unos pocos. A ti, mi niña, te tocan un montón más... sólo tienes que acercarte!
Escribí varios mails de agradecimiento antes de caer dormida. No esperaba contestación, aunque la tuve. Mil gracias. A las cinco me desperté y seguí con la tarea de limpiar mi conciencia...

Del collage destaco una foto. Es un elefante de piedra que da nombre a esa playa en Mojácar de la que no voy a dar más datos. "La playa del elefante", una playa nudista, está en un rincón de difícil acceso. Pasé allí varios días hace cinco o seis años. Me gustó por lo recóndito del lugar, porque éramos poco más de diez o quince personas durante las horas de sol. Ahora me gusta más porque se ha convertido en un lugar utópico. En aquel espacio-tiempo yo era mucho más inocente que ahora y creía a pies juntillas todo lo que llegaba a mis oídos.

Son las 16.h. Estoy sola en casa. Mi móvil suena. No lo pienso coger. No me voy a complicar la vida... Empiezo con mi lista de 2007...
- Alquilar un coche y volver a la playa del elefante con Gonçal y Maite.
- Recibir un masaje cada semana... Ya sé que no son como los míos pero no importa!
- .... Posted by Picasa

lunes, 25 de diciembre de 2006

DE LA INEXPLICABLE AUSENCIA DEL BUTANERO EN LAS REUNIONES FAMILIARES




Puedo prometer y prometo que vi casi todas las imágenes de 50 años de Televisión Española. Me quedé paralizada con Suárez y con Lara. Liberan al prisionero de ETA, "Estás libre" o algo así dirían los GEOS o quien fuera. "Matadme de una vez, por favor" dijo él.

Dejé de lado el alcohol hasta que salí de casa, sabedora de los extremos sensibleros o eufóricos a los que puede llevarme en algunas ocasiones.

Mi padre se debatía entre que le instalara internet, que le ayudara alguien a activar el Bluetooth, que convenciéramos a la Presidenta de la Comunidad, la Cuesta que es mi madre, para poner una mega antena en el edificio... Y todo le salió mal, pobre.

Mi madre arreglaba la mesa, lo preparaba todo para que el papuchi pudiera lucirse pasando gambas, langostas y otros parientes por la plancha, vigilaba a los perros, hablaba con ellos, intevenía con poca fortuna en las conversaciones entre mi hermana y yo, agasajaba al yerno...

Mi hermana y el cuñao jugaron algunas partidas a la Play conmigo. Ella sigue siendo mi ídolo más cercano. Es feliz. Está preciosa. Vive con un hombre que la adora y es un trozo de pan. ¿Qué más se puede pedir? Que su hermana, o sea yo, siente la cabeza de una puta vez y deja de soñar tortillas.

¿De dónde venimos? ¿Qué había antes del gas? Entre las ausencias de este año destaco a:
Mi abuelo.
Mi tío Pedro, que claramente es diferente a mi padre.
Mis tíos por parte de madre, nada que ver con mi progenitora.
El butanero. Esta mezcla genética ha sido adulterada durante siglos. Peras y manzanas dan... mi familia.

sábado, 23 de diciembre de 2006

FOBIAS

1. Las avispas.
Estaba revisando unas fotos de hace muchos años y he encontrado esta. Javi y yo estábamos en Serrejón. La casa de sus padres tenía una terraza que daba al campo infinito en el que pastaban las vacas. En las tejas de la caseta de las herramientas las avispas tenían montado un aeropuerto. El primer día, inocente yo, salí en bolas a tomar el sol y me encontré con el percal. Seguían unas líneas invisibles en su vuelo y todas, más o menos, pasaban cerca de mi cabeza. Por la tarde, cuando está anocheciendo, las avispas se vuelven torponas, vuelan más lento, salen menos, están como dormidas.

Yo tomaba el sol del atardecer. Una tarde-noche oímos ruido en la casa de al lado. Los tíos de Javi llegaban de vacaciones. Me puse un pareo lo más rápido que pude y me asomé a su terraza para saludar. El señor regaba las plantas y su hijo nos observaba con curiosidad. En algún momento nos invitaron a tomar una cerveza en su patio. Al llegar vimos cómo inundaba un agujero en el que, según nos explicó, había bichos. El orificio estaba en la base del árbol en el que se apoyaba el hombre a la espera de su cervecita. Me fijé en sus manos (como siempre) y vi un lunar extraño... que se movía. Empecé aponerme nerviosa. De repente noté algo en el pelo. Lo llevaba recogido en una trenza que me llegaba hasta el culo por lo que era fácil deducir que no era la brisa metiéndose en él. El bicho escarbaba, se iba introduciendo poco a poco en la maraña, avanzando en dirección a mi nuca. Levanté la mano. Ya todos me miraban.

- Tengo algo en el pelo.... AAhhhh!!!!

La avispa me mordió en el dedo. La tía de Javi, encantadora, me echó un flis y roció al bicho también. Lo pisoteé cuando cayó al suelo. Imagino mi cara descompuesta al salir corriendo. Recuerdo las caras de los lugareños al verme salir a la calle desnuda, sacudiendo mi pareo azul, pidiéndole a Javi, que venía a socorrerme, que me deshiciera la trenza... Bochornoso, indigno. Las fobias tienen este poder. Javi pensó que restauraría mi honor y curaría mi fobia cazando avispas...

Mi padre, ese hombre que sólo teme no tener nietos y que yo sea lesbiana, intentó lo mismo en mi infancia. Cuando íbamos a la piscina capturaba avispas y las sometía al tercer grado. Les arrancaba las alas y el aguijón y las dejaba en un bote de cristal. Cuando yo llegaba del bañito me las ponía en el brazo, animándome a superar mi trauma.

Sin duda, visto lo visto, lo agravó. Aún me acuerdo de un día en que se metió una en el coche y yo salté a su asiento. Echó el freno de mano y me bajó. Esperé un rato en la carretera hasta que volvió a buscarme. "Tienes que superar tus miedos... aún está dentro así que si quieres venir, te subes y la matas". Y lo hice.

2. Las cucarachas. Un día que entró una cucaracha en mi otra casa y llamé al pater para que viniera a salvarme. "Tú eres mucho más grande que ella, ¡mírala! ¡¡¡es ella la que tiene miedo!!!" Y Javi estaba en el trabajo y eran las mil de la noche y yo no podía irme a dormir pensando que iba a dejar sus santos huevos repartidos en mi casa... Y la machaqué con un periódico. Pensé que lo había superado pero...

-¿Qué hora debe ser?
-Te lo he dicho... las nueve y pico.
-¿Tienes hambre?
-No, pero llevamos todo el día sin comer... debes estar muerta...
-Ahora solo estoy cansada... ¿qué vas a hacer?
- No sé, ¿y tú? ¿vas a quedar?
- No. Soy incapaz de salir de la cama... Puedes quedarte esta noche si quieres... Es tu teléfono.
- ¿Sí? ¿Qué tal? Estoy con una amiga... sí... en un rato voy a buscarte... Claro... ok... Hey... me voy a duchar y me voy... ¿vale?
- Ahá- me abracé a él y escondí la cabeza debajo de la almohada.

Teléfono

- Joder...
- Yeee... Sí, tío, me he dormido... No sé, ¿nos vemos el lunes? Mierda, tienes razón. Bueno, no sé. Te llamo. Ciao, ciao. Mmmmmm... ¿puedo ducharme?
- Sí...
- ¿Quieres ir a cenar algo?
- Quiero dormir mil horas...

Un cuatro bajo las sábanas. La puerta del balcón abierta permite que el aire respirado durante casi un día entero salga y sea restituido por olor a lluvia limpia y fesca. Noto una carícia en el hombro. Extiendo el brazo buscándolo. Sonrío. Después de diez años de hambre recupera el tiempo perdido. La ausencia de ronquidos hace que vaya recuperando también la conciencia. Cuatro horas y vuelta a empezar, imagino.
Un consquilleo en el pie y un zumbido.
Abro los ojos.
No está.
Enciendo la luz y veo una cucaracha gigante correr entre las sábanas.
Doy un salto y se unen mis gritos a los del bicho que intenta escalar la puerta agitando algo que parecen alas y que doblan su tamaño. Salgo al pasillo con el corazón el boca, aguantando la respiración. Vuelvo a entrar y cojo unas zapatillas y el móvil. Camino hacia el comedor temiendo escuhar un crujido bajo mis pies y deseándolo al mismo tiempo. Me sacudo el pelo. Si tengo un bicho de esos encima me da un infarto. Pico a la puerta de una de mis compañeras. Nadie responde. Miro el móvil. Las cinco menos cuarto de la madrugada. Recorro el pasillo armada de un flis y una fregona. En la puerta entreabierta de mi habitación me paro y escucho atentamente. No pican ni muerden. Machácala y vuelve a dormir. ¿Cuánto ruido puede hacer una sola bicha de estas? ¿Habrá entrado otra? Si hay una puede haber más... Joder, joder, joder... Asomo la cabeza y disparo. La oigo revolverse. Se me eriza la piel.
Insisto en llamar a alguien y pedir ayuda. M sale con los ojos medio abiertos, va a la habitación conmigo y sentencia. "No vas a poder dormir aquí, apesta, así que vete al cuarto de invitados. Mañana la buscas y la matas" Me disculpo sabiendo que la única que me escucha es la cucaracha. Si le hubiera dicho que había un tigre habría reaccionado igual. En el camastro, tras inspeccionar a conciencia paredes, suelos, rincones y muebles, imagino que por la mañana habrá millones de pequeños bichos moviéndose a su aire. Territorio conquistado. Consigo quedarme dormida pero me despierto cada vez que mi piel roza algo.
Unas horas más tarde. Moño deshecho, ojeras, cuerpo desnudo con marcas de sábanas. Ni un ápice de dignidad. Me envuelvo en una toalla. En la puerta entornada escucho. La detecto rápido, en una esquina, bocarriba, con mil patas cruzadas. Me acerco cautelosa, sin dejar de mirar sus bigotes, más largos que todo su cuerpo. Quizá esté dormida...
Experimentos... Posted by Picasa

ANTI-TAO

" Para nacer de una pequeña raíz antes hay que ser un gran árbol.

Para dar un primer paso antes hay que recorrer un kilómetro.

Para colocar la piedra base antes hay que construir el castillo.

De efecto en efecto en efecto se logra al fin producir una causa.

Incontables veces te he perdido, por eso esta vez te encuentro."

A. Jodorowsky.

LA MIRADA DE LOS MIL METROS


"De pequeño mi padre me advirtió que no mirara la lavadora... yo era muy pequeño, para qué le iba a hacer caso... Con el paso de los años me di cuenta de que tenía razón... no se puede mirar la lavadora de pequeño y pensar que eso no te va a traer problemas el día de mañana.
Mi madre era mucho más condescendiente. Cuando mi padre se marchaba ella me ponía trapos de colores y alguna que otra braga para que tanto calzoncillo no alterara mis hábitos sexuales.
Uno de mis hermanos, el "Bronca", metía ropa de color en la colada blanca para que me diera cuenta de que "La gente sólo quiere joderte y aún así eso les parece poco".
Otro de mis hermanos, el "Neura", que podía coger un taburete y pasarse la tarde a mi lado, me hablaba del caos, de la descentralización, y me hacía ver cómo un pantalón de pana, que pasaba cíclicamente junto a dos camisas de franela, dejaba de hacerlo sin razón alguna.
Sé que todos tenían razón pero a mí estar delante de la lavadora me daba cierta seguridad, nunca supe por qué pero nunca volví a vivir momentos tan apacibles como aquellas tardes de domingo que me sentaba frente a la lavadora y veía una buena colada."


"Tu vida en 65 minutos"